sábado, 27 de enero de 2007

Javier Téllez: Venezuela es un país invertebrado


"Mi templo es la relación con el otro. Tengo mucho interés en el paisaje humano. El ser humano debería ser nuestra religión" fue la respuesta que dio Javier Téllez a la última pregunta de este encuentro tratando de indagar sobre su espiritualidad a su paso breve por la ciudad de Valencia donde se encuentra visitando familiares y amigos, acompañado de su esposa e hijo.
Residenciado en Nueva York es una especie de artista nómada que viaja por todas partes del mundo y en los últimos 10 años ha desarrollado una labor creativa que comenzó con "La extracción de la piedra de la locura", pieza que presentó en 1996 en el Museo de Bellas Artes de Caracas y el Ateneo de Valencia, sobre la situación de los hospitales psiquiátricos y donde por vez primera trabajó con la colaboración de los enfermos mentales.
En el caso de "La extracción de la piedra de la locura" trabajé con el maestro Pacheco, a quien visité hace un par de días en el psiquiátrico de Bárbula, paciente de larga data allí, encargado de realizar todas las piñatas del Hospital. Trabajé con él e hicimos un conjunto de piñatas con formas de los envases y los fármacos que les suministran.
-¿Qué añora de la niñez en una casa donde sus padres, dos psiquiatras, Pedro Téllez Carrasco y Teresa Pacheco Miranda, atendían a los pacientes?
-Para mí la enfermedad mental fue siempre familiar. Mi padre jamás hizo distinción entre el ámbito de trabajo y la experiencia de la familia. La casa está llena de 20 mil libros y el único espacio libre era donde jugábamos y era el lugar de consulta de mi padre. Crecimos en un contacto cotidiano con el enfermo mental.
Luego acompañábamos a mi padre al Psiquiátrico de Bárbula desde muy temprana edad y recuerdo una experiencia que ha sido muy importante para mi trabajo, mi memoria de esas visitas durante los carnavales. En algunas ocasiones algunos psiquiatras se colocaron las bragas de los pacientes y estos las batas de los doctores. Para mi eso fue una especie de modelo de cómo debería interpretarse la practica psiquiátrica.
-¿Cómo un performance?
-Como un intercambio de roles. Donde la imagen de autoridad de aquel que analiza y la falta de autoridad del analizado se confundan.
-¿Pero sigue plasmando en sus cuadros la mirada extraviada de la locura en los ojos de las personas o los gatos?
-Lo que pasa un poco con la "ciencia de la locura", entre comillas, es que la locura es la base de cualquier lenguaje, porque cuando pensamos racionalmente necesitamos ese lenguaje excluido que es la enfermedad mental. Necesitamos el lenguaje de la locura, de establecer un sentido, y delegar al margen el sin sentido. En mi práctica artística he tratado siempre de incluir ese otro lenguaje, de lo excluido, que es la enfermedad mental o la experiencia de la locura.
-¿Cuántas experiencias en los últimos años?
-He viajado mucho y de alguna forma mi práctica artística tiene que ver con la experiencia del viaje. Ha sido de alguna manera viajar de Bárbula para encontrar otras Bárbulas o encontrar otros hospitales psiquiátricos en lugares tan diferentes como Japón, Brasil, México. He ido viajando de un hospital psiquiátrico a otro. Se trata de un ejercicio de extraterritorialidad, yo me he quitado un poco el territorio. Ya no soy un artista venezolano, soy un artista que pertenece a una nueva república conformada por los habitantes de los diversos hospitales psiquiátricos del mundo.
-¿Qué pretende una vez instalado en esa nueva República?
-Trabajar en colaboración con el paciente. No se trata de mi visión sobre el Hospital psiquiátrico .Se trata de crear un dialogo entre mi experiencia y la experiencia de los pacientes porque yo soy un turista dentro de la institución; soy un paracaidista y justamente la obra se produce en ese intercambio.
-¿Edipo convertido en comisario del Oeste en un psiquiátrico de Colorado en el cortometraje Edipo Marshal?
-Es una película vaquera, una versión de Edipo Rey de Sófocles pero dentro del contexto del Oeste. Utilizamos máscaras del teatro nuevo japonés, los pacientes trabajaron el guión y también fueron actores. Interpretaron a Edipo no como un neurótico que es la lectura freudiana de la trama sino como un hombre que sufre esquizofrenia. Las voces del Coro Griego son las voces que él oye. En esta nueva versión Edipo toma control sobre su destino y las voces que dictan su vida.
-¿Y la idea de "Bala Perdida" realizada el 27 de agosto del 2006 en la línea divisoria entre Estados Unidos y México?
-Con la colaboración de pacientes del Centro de Salud Mental de Baja California, entre San Diego y Tijuana, un hombre cruzó la frontera, haciendo del personaje clásico del circo que sale disparado de un cañón. Contratamos al hombre bala principal, obtuvimos los permisos, para que realizara el acto.
-¿Cuál fue el sentido de este gran circo que se realizó, filmado y después presentado en diferentes museos, galerías y festivales alrededor del mundo?
-De alguna manera utilizar la frontera geopolítica entre Estados Unidos y México también como una metáfora de esa otra frontera, la que condena al paciente psiquiátrico. Siempre he dicho que el modo del sanatorio determina o aísla a aquellos que están dentro de la institución y también a los que estamos fuera. Mi intención como artista siempre ha sido disolver esa frontera.
-¿Arte comprometido con su alrededor?
-"Bala Perdida" es un dibujo en el espacio con implicaciones en el tejido social. Fue la noticia número 8 de Associate Press de ese día. Fue una obra que tuvo repercusiones a nivel local y globalmente. Para mi eso es un dibujo pero con el contexto porque el arte de los últimos 50 años tiene que ver con lo que hay a su alrededor. No se puede pensar el objeto artístico como una pintura que puedes descolgar de la pared sino las repercusiones que están en torno al objeto y la red de significaciones que crea en la sociedad.
-¿Cómo pasa de la realización de pinturas a la confección de cortos y películas?
-En mi formación en Valencia antes de irme de la ciudad siempre tuve más contacto con escritores que con artistas plásticos. Formé parte de los talleres de poesía de Reynaldo Pérez Só. Estuve en contacto con poetas como Sergio González Quitral y Carlos Osorio; me formé con poetas y también como cineasta recibí clases de Carlos Garrido. Aprendí muchas cosas de él de cine. Yo realmente nunca fui pintor siempre fui dibujante. El trabajo de los últimos 15 años es una continuación también de ese dibujo sobre el tejido social.
-¿Trabaja en algún nuevo proyecto?
-Estoy trabajando para un proyecto en Sydney en colaboración con un hospital geriátrico con pacientes de Alzheimer. Es difícil hablar de mis proyectos antes de que pasen porque para mí es importante crear una estructura flexible: Llego a un hospital que es como llegar a la casa de alguien a quien uno no conoce y uno debe llevar un regalo. Para mi el regalo es una idea que debe ser trabajada en colaboración con el otro. Este regalo funciona como un vínculo para crear la obra. Articulada en grupo.
-¿De haberte quedado en Venezuela hubieses podido hacer lo que estás haciendo?
Creo que sería diferente. Este exilio voluntario me ha permitido trabajar en un leguaje periférico que no se adapta al lenguaje del centro aun cuando yo viva en el centro. Pero es un lenguaje que tampoco podría construir desde la periferia. Es una especie de espacio "entre" con el cual puedes articular comunicaciones con diferentes países.
-¿Qué debería hacerse en Venezuela en materia cultural?
-El grave problema es que Venezuela es un país invertebrado. Hace falta una estructura. Asistimos al derrumbe de las ruinas de una modernidad que nunca se construyó y no hemos sido capaces de construir.
Desde que renunció a la participación de la Bienal de Venecia Javier Téllez, hace ya cuatro años, por razones éticas, no ha sido invitado a presentar su trabajo.
Las obras que realiza están compenetradas de ese encuentro con el otro, excluido del discurso público. Aquel que ha estado condenado a la invisibilidad. La posibilidad de hacerlo visible es la oportunidad que no deja escapar Téllez.
Con la inteligencia de un rebelde comprometido con esa riqueza creativa, hasta ahora inexplorada de los sanatorios, donde nació, por ejemplo, la idea de enarbolar una nueva bandera, con los colores de México y de Estados Unidos, conjugados, mientras la bala humana rompía lo divisible.
Nacido en 1969 en Valencia, en 1993 se trasladó a Nueva York. Entre sus trabajos El león de Caracas, sobre el uso de los espacios urbanos; Choreutics, sobre el Chorea de Huntington, enfermedad genética que produce una degeneración en las neuronas cerebrales; I am Happy Because Everyone Loves Me (Bedlam), sobre su experiencia en el hospital psiquiátrico Royal Bethlem Psychiatric Hospital de Londres. Entre las exposiciones individuales en las que ha participado destacan las organizadas en el Museo de Bellas Artes de Caracas, Venezuela (1996); Gasworks Gallery de Londres (1999); Sala 7, Museo Rufino Tamayo, México D. F. (2001); Sala Mendoza, Caracas, Venezuela y White Box, Nueva York (2002). Sus trabajos han sido exhibidos en lugares como en el Centro Cultural de Arte Contemporáneo, México City (1997), en la Bienal MercoSur, Porto Alegre, Brasil (1997), en el P.S.1's International Studio Program (1994), la Bienal de Kwangju, en Corea (2000), en la 49 edición de la Bienal de Venecia (2001) y en la Bienal de Valencia (2003) (Notitarde, 27/01/2007, Confabulario).-

sábado, 20 de enero de 2007

El arte digital es una expresión artística


Realizando la idea, creo también el espacio mismo que no puedo conocer fuera de la idea. De tal modo, el espacio, lo mismo que el tiempo, comienzan a jugar un rol de primer plano en el problema pictórico, en la comprensión habitual que hay en la comunidad, pero en este caso también se escapa, desde mi punto de vista, una falta, el tiempo y el espacio devienen elementos de revelación. La revelación del espacio es la analogía de la revelación de la luz, del color, de la materia. No se puede tratar de otro modo la revelación del tiempo, puesto que no existe como elemento, sino es en la realización espacial de las revelaciones pictóricas u otras, yendo de las circunstancias interiores a las exteriores, representa un hecho real, escribió Kasimir Malevich en un largo ensayo (http://www.upv.es/laboluz/revista/), pintor ruso, (1878-1935), conocido como el creador del suprematismo.


Napoleón Graziani Bressanutti se considera autodidacta porque ha penetrado en un universo desconocido. A través de la computadora crea su arte, después de intensos estudios de las teorías de la luz y el color. Sereno, formal y sensible fue entrevistado a propósito de una muestra individual que expondrá en República Dominicana en la Galería de Arte Nader el próximo 20 de marzo del presente año.


Sus inquietudes creativas nacieron estando rodeado de artistas entre sus familiares. Hay pintores, vestuaristas. De niño fue mucho al teatro. Recordó los trabajos de Nelson Garrido. Cuando estudió en Caracas pasaba todos los días, camino al colegio, por el Museo de Arte Contemporáneo, por lo que le fue familiar el mundo de las artes plásticas.


Participó en el Salón de Jóvenes Talentos de Phillips con una obra cubista llamada "Los Cerros de Caracas" y obtuvo mención honorífica en segundo lugar.


¿Comenzaste a dibujar desde la escuela?
Siempre dibujé. Dibujaba para mí y mi familia. Le ponía precio a mis dibujos y mi nona me los compraba. Hace poco estuve viendo mis dibujos y me di cuenta que yo dibujaba un pájaro casi hasta el infinito, por lo que ya desde niño a mi me llamaba la atención la repetición de la imagen.


¿Cómo fueron sus comienzos?
Ingresé a la Escuela de Arte "Arturo Michelena" por mi tío. Me dijeron que debía conocer la parte académica para continuar mi búsqueda artística. Entré allí y me gustó mucho por el ambiente que había de profesores y artistas, Francisco Bugallo, Luis Noguera y Carlos Rojas. Yo me nutrí mucho allí. No culmino los estudios porque yo venía, antes de la Escuela, dibujando a través de la computadora. Cuando ya tenía almacenados muchos dibujos un amigo los vio y le gustó tanto el trabajo que quiso uno de ellos. En la Escuela de Arte, en ese momento, no había nadie que me guiara o enseñara sobre la técnica digital. Había una materia que se llamaba Nuevos Medios de Expresión, pero se iba más hacia el ensamblaje, a la obra efímera. Entonces decidí estudiar pintura con Paco Bugallo y Luis Noguera. Eso me alimentó mucho y lo adapté a lo digital. Empiezo a hacer unos dibujos figurativos en la computadora y hago una primera muestra colectiva y allí se descubre el potencial porque no se parecía a nada de lo que fue presentado.


¿Pero tuvo que emprender su rumbo en solitario?
De allí nace una necesidad de buscar más orientación sobre la creación digital y Bugallo me recomienda que siga mi camino solo. Eso fue lo que hice. En esa investigación de lo digital llego a la repetición de la línea de colores y a la obra óptica, muy semejante a la obra del maestro Carlos Cruz Diez, en composición.


¿Fue perseverante en su búsqueda?
Me voy entonces a estudiar las obras que están en la ciudad de él como la de la redoma de Guaparo. Pasé días enteros sumergido entre cuatro y cinco horas. Estudié la cantidad de colores que se veían y eso me ayudó a continuar mi trabajo. Todo ese aprendizaje que hice por Internet, leyendo libros e inclusive comunicándome con él por Internet. Eran como palmadas que me daban en el hombro diciéndome que continuara porque por allí era el camino.


¿Cómo llega a Malevich?
Leí un libro de Soto que alguien me recomendó y él remitía a Kasimir Malevich y Mondrian. De esta forma me conecté con el movimiento cinético. Entendí mi obra es más mental que figurativa. La expresión es mental más que de la forma. Llego el cinetismo. Hago algo de constructivismo pero me identifico más con el movimiento del color; el movimiento de las líneas.

¿Cómo define su trabajo?
La obra que tengo ahora es una conclusión de esas varias tendencias. Cuando leí a Soto me pareció maravilloso. Cuando leí a Malevich entendí la obra de Soto. Me di cuenta que es una sola línea. Existe una forma en Venezuela de proteger la obra de Soto y más ahora por su reciente muerte.


¿Eso le preocupa?
Eso me preocupa mucho porque yo estoy empezando, tengo ya 9 años en esto pero me considero que apenas inicio mi trabajo, y mi temor es que me comparen de una mala forma con esos maestros. Yo no estoy fusilando a nadie. Estoy siguiendo una línea y cuando uno estudia a estos maestros, ellos mismos dicen que se trata de una ventana abierta para que los demás pasen por allí. Pero si yo pinto de forma cubista no significa que estoy copiando a Picasso.


¿Cómo se siente en estos momentos con su obra ya desarrollada?
-Yo encuentro en el cinetismo algo maravilloso. Lo digital para mi es virtual. Cuando estoy haciendo la imagen es virtual. Cuando la imprimo a través de un plotter, mucha gente aquí en Valencia me dijeron que eso no era arte, porque no lo había hecho con mis manos. He buscado la manera de que la gente acepte el arte digital como expresión artística.


¿Qué busca con su propuesta?
Con esos estudios que hice del cinetismo que también expresa lo digital vi que había una coincidencia de conceptos enormes. Al mezclar el cinetismo con lo digital llegué a una obra maravillosa, donde expreso la infinidad, donde no hay comienzo ni fin. Lo que busco conceptualmente es el movimiento que existe desde nuestras células hasta el cosmos. Somos lo mismo; somos parte de un todo. El color llama al sentir.


¿Cómo convierte lo virtual en palpable?
Inicialmente trabajo con programas muy sencillos en el ordenador. Tomo los colores, el amarillo y el blanco, son mis favoritos, porque se asemejan más a la luz. Hago mi obra en la computadora, después de un proceso de selección, me voy al taller de imprenta para sacar presentar la obra físicamente. En tela, cartón, papel, lona vinílica o clear. Después la obra va a la parte artesanal y hacemos los móviles, con la ayuda de mi esposa Beatriz, mi mamá o mi tío. Usamos varillas acrílicas porque lo de la transparencia me está llamando la atención. Hice una prueba tratando de multiplicar la línea y parecían imágenes estriadas cuando eran varas lisas y redondas. Ocurre un movimiento visual muy bueno y pareciese que se licúan los colores.


¿Con algunas de sus obras decide que sólo sean pinturas?
Sí. Hay unas que las hago de una manera que la línea es bien cerrada y asemejan una obra óptica más que cinética.


¿El artista debe estar comprometido socialmente hablando?
Cada quien tiene su pensamiento. Yo me considero una persona completamente libre. Estamos todavía en una sociedad muy plural. El arte no es el camino para tener algún beneficio social sino la concienciación del pueblo. Todo es un medio de expresión.


Lleva diez años casado, padre de dos bebés, Enzo y Giogella, ha realizado diversas exposiciones individuales y colectivas por distintas ciudades de Venezuela. Quiere dejar un aporte a la historia del arte. Se siente identificado con la filosofía budista. Cuando está en su proceso creativo le gusta estar solo para lograr la compenetración con la energía del todo que muchos llaman Dios (Notitarde, 20/01/2007, Confabulario).-

sábado, 13 de enero de 2007

La función del artista es ser honesto y expresarse


Todas las formas encierran una belleza, siempre detrás de una forma existe otra forma oculta que sólo podemos ver si abrimos más los ojos, si afinamos la visión; Leonardo Da Vinci veía árboles, caseríos, países, batallas y muchas otras imágenes que encontraba en las manchas de humedad en las viejas paredes; Shakespeare veía dragones y personajes en las formas de las nubes... hay quienes sólo ven manchas en las manchas de la pared y nubes en las nubes; nosotros que somos diseñadores no nos podemos conformar con una visión a medias, necesitamos tener una nueva manera de mirar, un mirar total... la figura se puede convertir en fondo y el fondo se puede convertir en figura...
Lo anterior lo escribió Carlos Zerpa en carloszerpa.blogspot.com agradeciendo a su maestro Bruno Munari, creador de las máquinas inútiles, de quien, confiesa, aprendió a entender el divertimento del arte.
El artista plástico que se considera integral en estos momentos se está expresando a través de la escritura y esa libertad que le permite la tecnología digital la alimenta con el diseño, imágenes, vídeos, máscaras, fotografías, ideas, recuerdos; enseñanzas. Ensayos que son parte del embrujo de comunicar lo mucho que siente y desea expresar.
Vino a la entrevista acompañado de su esposa María Eugenia, vestido de pantalón negro y suéter verde, manga larga. Con lentes oscuros que no se quitó al momento de tomarle fotografía. Su cabello ya no es negro. Abundantes canas inundan la cabeza de este inquieto militante cultural.
Estudió Diseño Visual en el Instituto Politécnico de Milán (1974-76), Serigrafía y Fotografía en la Escuela Cova de Milán (1976-77) y Diseño Artesanal en el Instituto de Expresión Colombiano (Bogotá, 1977). En 1970 inició su actividad expositiva con la II Muestra de Pintores Jóvenes, Rotary club (Valencia, Edo. Carabobo).
En 1977 se desempeñó como diseñador gráfico en la oficina de diagramación y diseño de la Universidad de Carabobo. En 1978, en la ciudad de Valencia, presenta el Performance: Señores y señoras, buenas noches, así como las películas en súper 8 Orda Indiana, Efectos, 12 minutos y Film blanco, todas exhibidas en el Teatro Ramón Zapata.
En 1979, en la Sala del Ateneo de Valencia presentó el video-performance Yo soy la patria. En 1980 exhibió Cada cual con su propio santo (Teatro de la Campana), mezcla de carácter mágico conceptual: Fotografías, copias offset, pintura, escultura y acciones corporales. Esta misma exposición se exhibió en La Casa de la Cultura de Maracay y fue censurada en vista de las presiones que ejerció la Iglesia por considerarla irrespetuosa y de mal gusto. Sin embargo se considera creyente de Jesús y cree en la oración.
También ese mismo año presentó un performance titulado: Welcome Ms. Nation, en el XV Avant Gard Festival Charlotte Moorman de Nueva York. En 1981 forma parte de muestras como la XVI Bienal de Sao Paulo y la IV Bienal de Medellín, Colombia.
En 1982 se estableció en Estados Unidos hasta 1984 y cursó estudios de Técnicas gráficas en el Arts Student League en Nueva York.
En 1985 la muestra Grrr (MBA) consagra a Zerpa como uno de los grandes exponentes de la plástica venezolana en la década de los 80'.
En 1988 la evolución de Zerpa se conoció en la muestra India Nova. Es representante del Club de Bruce Lee y de la Comunidad de Frank Zappa. Estuvo ligado al grupo literario de Predicado.com.
-¿Por qué esa necesidad de escribir?
-Yo no soy un artista de una sola disciplina... yo hago muchas cosas. En estos momentos estoy dedicado a cuatro cosas: La pintura (de hecho estoy pintando mucho porque uno de los proyectos de este año es hacer una gran muestra de pintura e instalaciones en la galería Arte Ascaso que después traeremos a Valencia); otra es las instalaciones, proyectos que se realizan en un sitio en el momento que se haga la muestra; performance art; y la cuarta línea paralela es la escritura.
Yo siempre escribí. En mis catálogos. Charlas o conferencias está incluida la lectura. Lo que pasa es que desde hace 6 años he estado colaborando con revistas, textos esporádicos; no era como ahora que tengo la disciplina de escribir diariamente. Tenía un programa de radio en Caracas y allí escribí muchos artículos sobre arte no convencional y de expedientes X un poco. A partir de la publicación del libro Batido Pingüino (editado por la Ucen 1999) que recoge lo mejor que hice para el espacio radial nació esta pasión de escribir y cuando hice una exposición en la sala Mendoza (hace unos 5 años), mi última muestra en grande y en Caracas, salió el segundo libro mío, Kick Boxer, orientado sobre artes marciales.
-¿Por qué sobre esta disciplina?
-Porque yo estaba contribuyendo hasta hace un año para una revista internacional sobre artes marciales.
-¿Qué es para usted el arte?
-Es una vía más de comunicación. Para mi el arte no es decoración.
-¿Qué es ser un artista no convencional como es usted catalogado?
-Es también una especie de cliché. Es una manera de llamar al arte de vanguardia; el arte no tradicional. Arte que está muy ligado a las nuevas maneras de hacerlo. Ligado al arte conceptual como base de una idea que se forma y que el artista busca la mejor vía para manifestar esa idea. Eso permite la posibilidad de expresarlo por el mejor medio que se adapte mejor a la idea, cosa que no se permiten los artistas convencionales. Si tú funcionas primero con el pensamiento y una idea en sí no tienes porque adaptar esa idea a una técnica. De pronto una idea maravillosa es para una canción de rock; o un performance; o un video o un dibujo. Las posibilidades son tantas, el abanico es tan amplio que una escultura no tiene porque ser de bronce, puede ser de chocolate o de mantequilla. Eso me permite a mi, como dicen vulgarmente, hacer lo que a mi me venga en gana.
-Carlos Yusti dice que su arte atrapa lo kitsch...
-Uno de los pilares fundamentales de mi propuesta artística está en lo popular. Ver como arte lo que expresan los autobuses que transitan por la calle. Para mí es una fascinación y vivo tomando fotos de esas cosas que escriben detrás de los autobuses. Esas expresiones las considero arte y robármelas para meterlas dentro de un museo me parece maravilloso, porque pueden perfectamente formar parte de un discurso artístico formal.
De pronto en un Salón de las Artes del Fuego en vez de mandar joyería o cerámica envío un extintor de incendios. Porque este objeto cumple con todas las características tridimensionales de una escultura y apaga el fuego. ¿Que es irreverente? Sí.
-¿Usted es así como artista y como ser humano: Siempre ha ido a través de la corriente que le dicta su conciencia?
-Los artistas de verdad lo son todo el tiempo. Mis pensamientos van en función del arte.
-¿Usted se ha sentido limitado en Venezuela para expresarse y decir cosas? ¿Ha sentido algún tipo de miedo?
-Yo nunca he tenido miedo pero cuando hice performances en la calle siempre estaba expuesto al peligro. Es diferente el público que va a verte en una galería. En la calle si alguien te ve y se siente atacado en sus ideas o creencias te puede agredir.
Aunque tenga cierto temor por lo que voy a hacer yo termino haciéndolo porque es parte del riesgo del arte. No por ser mártir. Pienso que la función del artista es ser honesto y expresarse. Los artistas no estamos acostumbrados a aceptar órdenes al estilo militar donde uno acepta y no piensa. Nosotros cuestionamos cosas o reflexionamos sobre cualquier mandato. Por lo que en los actuales momentos, en el que tenemos un gobierno netamente totalitarista, de la noche a la mañana, por no estar de acuerdo, te conviertes en un traidor a la Patria y puedes terminar también incomunicado; ser un preso político.
-¿Qué es una revolución cultural?
-Yo siempre he hablado de revolución porque esta palabra es muy hermosa. Revolución no es otra cosa que hacer marchar las ideas de libertad por encima de dogmas, creencias, religiones y cosas impuestas. Siempre ha estado ligada a movimientos anárquicos y no tiene nada que ver con la anarquía. Ha sido unida al mundo de las izquierdas pero ninguna de las revoluciones -la cubana, bolchevique o chavista- tiene que ver con la revolución cultural. Cuando diriges por un solo camino cualquier expresión no estás haciendo revolución artística.
-¿A cuál de esos iconos populares que usted tomó prestado para sus obras le tomó más cariño?
-Hay tres como símbolos imágenes con las que he trabajado muchísimo: La Bandera de Venezuela, siempre estuvo y está presente en todas mis obras y en todos mis performances. Nuestra bandera de amarillo, azul y rojo, de siete estrellas, diseñada por Francisco de Miranda. El segundo es Simón Bolívar utilizando un cromo popular, con su uniforme de colorinches, a la manera antigua. Ese icono no lo he usado más hasta que reivindiquemos la imagen de ese hombre. Está descartado de mi trabajo por un tiempo largo que esperemos sea corto. Y el tercero que siempre me ha interesado la figura de José Gregorio Hernández. Desde el año 1972 lo incorporé después de que lo vi en Bogotá, Colombia. Es un santo con una imagen muy interesante, muy formal; seria. Me vestí en muchas oportunidades como él. Con bigote y sombrero.
-¿Hizo alguna curación?
-Si alguno se curó fue por su fe... no porque lo curara yo. (Notitarde, columna Confabulario, 13 de enero 2007).-

domingo, 7 de enero de 2007

Somos la negación del afecto como alimento del espíritu


Un pensamiento me petrificó: por primera vez en mi vida comprendía la verdad vertida en canciones de tantos poetas y proclamada en la sabiduría definitiva de tantos pensadores. La verdad de que el amor es la meta última y más alta a que puede aspirar el hombre. Fue entonces cuando aprendí el significado del mayor de los secretos que la poesía, el pensamiento y el credo humanos intentan comunicar: la salvación del hombre está en el amor y a través del amor.
Lo anterior forma parte del libro El hombre en busca de sentido escrito por Viktor Frankl (Austria, 1905-1997) creador de la escuela de psicoterapia llamada logoterapia, sobreviviente de cuatro campos de concentración nazis. Después de tan dura experiencia se centralizó en dar a conocer al mundo la fuerza interna que lo llevó a celebrar la vida en las condiciones más adversas y temibles, para demostrar que la existencia vale la pena a pesar del dolor porque todo depende de la actitud interior.
Nuestro entrevistado de esta semana al Desayuno en la Redacción, el padre José María Rivolta, fundador y presidente de Hogares Crea de Venezuela, nombró en varias oportunidades a Frankl, modelo a seguir por su organización, que lucha diariamente por vencer la adicción entre grupos jóvenes que allí inician su regreso a la sociedad como personas proactivas.
El padre Rivolta, comunicador natural, además de andar de un lado a otro por Valencia y viajar por todas las sedes que a nivel nacional tiene su institución, mantiene una columna en Notitarde y su voz es reconocida por un corto pero dinámico espacio radial con claros mensajes de amor, fe y entusiasmo.
Estuvieron presentes en la conversación con este hombre que tiene 33 años luchando contra las drogas, Margarita Jiménez Márquez, directora principal de nuestra casa editorial; Laurentzi Odriozola Echegaray, director de Notitarde; Leonor Mendoza, editor-jefe; Elíterse Hernández, reportero gráfico y quien suscribe este encuentro.
De sus tres facetas de hombre, sacerdote y constructor de Hogares Crea, ¿cuál ha sido la más importante?
Para mí lo más importante de todas las posibles facetas de vida, fue mi sacerdocio. Fue lo que más me costó lograr, fue por lo que más luché, fue lo que más tuve que defender; tratando de ser obediente a mi iglesia, pero no con una sumisión cobarde, sino con un respeto a mi iglesia sin doblegar mi conciencia. Siendo el sacerdote que sentí que debía ser. No una posición rastrera que sacrificara mi modo de pensar, sino de acuerdo al Cristo en el cual yo creo.
Estando en Europa leí muchísimo a Giovanni Guareschi (Italia, 1908-1968) quien escribió Don Camilo y presenta sus tres personajes principales: Cristo del Sagrario, del Altar Mayor, el Cura de parroquia, Don Camilo y el Jefe Civil, un comunista llamado Peppone. Cuando él presenta en su primer libro a sus protagonistas dice que los comunistas tienen derecho a echarle en cara lo que quieran por lo que él dice; que los curas tienen derecho a decirle lo que quieran por lo que él dice de los curas, pero que al Cristo del altar no se lo toque nadie porque ese es su Cristo; el Cristo de su conciencia. Por eso yo predico el Cristo que yo creo, enmarcado desde luego dentro de las normas de la iglesia pero sin poder decir cosas jamás que yo tengo en mi conciencia con respecto a ser humano y sacerdote, me debo al respeto y la obediencia, pero sin tener miedo a decir lo que yo siento. Como todo ser humano con mis sombras y con mis luces, porque sino sería un ser anormal.

Cristo sin dimensión

¿Cómo es el Cristo de su conciencia?
Es un Cristo de amor, más allá de cualquier horizonte. Yo no creo que puedas ponerle una dimensión a Cristo. Cristo como lo dice inclusive una corriente cristiana es para todas las naciones. Cristo se adapta a ti, para salvarte a ti de la muerte, del pecado y darte la oportunidad de una vida más allá de esta; en una paz eterna. Eso es lo que yo creo. Por lo tanto yo no puedo obligar al cristiano a que entre por mi canal, más bien yo meterme por su canal para rescatarlo y encausarlo hacia el Cristo que yo creo. Invitarlo para que junto a mí crea en ese Cristo.
Es un Cristo de amor, de paz, de perdón, de reconciliación. En la actual coyuntura que vive el país, incluso en los artículos que se me permite escribir en la prensa, insisto en la reconciliación. Estamos peleándonos prácticamente por lo mismos ideales de egoísmo. De defender barreras personales, de no defender la paz y los horizontes de la patria y no por esa unión de corazones, ese respeto a la diversidad dentro de la unidad de la patria. Muchas veces privan los intereses personales, los orgullos heridos, las humillaciones rebeldes que el sentimiento de servir a la patria para que progrese, en lugar de querer servirse de la patria en beneficio de los propios intereses.
¿En qué hay que insistir para lograr esa conciliación?
En el respeto. La Constitución es muy clara, no habla de la libertad de pensamiento, eso no existe, habla de la libertad de expresión; de expresión del pensamiento. Es ahí donde está el problema, porque nos quieren negar el derecho a expresar nuestro pensamiento.
Como el caso de Radio Caracas Televisión que le quieren quitar la concesión…
Si… bueno y como ese hay muchos detalles. ¿Pero qué es lo que me pasa a mí como sacerdote? Yo he tomado como conciencia como convicción profunda; yo como venezolano yo tengo mis ideas, tengo mi historia. He pagado un precio muy caro por mi forma de ser en esta cantidad de años que tengo de regreso a mi tierra, en el año 1968, cuando volví a Valencia en forma definitiva. Prefiero pagar el precio que esto significa a pagar ese precio que iría en contra de mi conciencia. Ese nunca lo pagaría.
¿A lo largo de todos estos años qué se ha perdido en Venezuela?
El respeto hacia nosotros mismos. El respeto a nuestros ideales, a nuestras convicciones y lo que a veces a mi más me preocupa, y lo digo con cierto dolor y cierto examen de conciencia, cada cual tiene un precio para su venta y un precio para su compra, incluso validando la propia conciencia. Hay mucho corcho que está flotando sobre el juego de las olas y creo que ese es el mal que estamos viviendo. Tenemos que delinear entre el respeto, no a la expresión del pensamiento, respeto a la expresión del pensamiento ajeno. No creer que para poder repartir beneficios hace falta alienar la propia conciencia. Eso lo rechazo profundamente.

Justicia Social

¿Lo rechaza como venezolano, como cristiano?
Cristo es para todos y toda persona que esté dentro de los parámetros del humanismo, que implica respeto al ser humano, a la no compra, a la no venta del ser humano, tiene derecho y tiene cabida dentro del Evangelio. Yo hablo del Cristo del Evangelio, Cristo es para mí, camino, verdad y vida. Una luz que ilumina, una sal que da sabor, un fermento que oxigena. Un Cristo de amor que para dar sabor implica que haya paz.
¿Cómo alcanzar esa paz?
El tema nuestro arranca en la ruptura de la justicia social, mientras sigamos comerciando con la justicia y dándole respuesta social cuando nos convenga y negándola cuando alguien piense distinto no vamos a ir a ninguna parte. La verdadera libertad arranca en la libertad de conciencia respecto a la propia y a la ajena, y esa justicia nos lleva a la paz. Si no hay justicia nunca habrá paz. Esa paz es el único caldo de cultivo del autentico amor.
Daniel Goleman dice que el ser humano vale y triunfa en la vida cuando puede dominar un 20 por ciento de su conciente cognitivo y un 80 por ciento de su conciente emocional. Nosotros hacemos todo lo contrario, vamos a la escuela y se premia por las calificaciones y por los estudios, pero cuando se va a la parte emocional que es el 80 por ciento del ser humano nos encontramos con puros raquíticos emocionales. Ves a una madre en una feria escolar comprándole los útiles a su niño pero buscar el espacio para un compartir el afecto familiar no lo hace, y el niño no se siente querido. Los padres se preocupan por tantas cosas, por darles comodidades, que se olvidan de lo prioritario, de disponer de tiempo para el cultivo del amor. Estamos ante una generación de hijos huérfanos de padres vivos.
La familia es la base de una sociedad y Augusto Comte es sumamente claro, cuando dice que el hecho fundamental de la vida de un ser humano es el hecho social, nacimos para vivir en sociedad. Una familia constituida con el amor compartido por la mamá y el papá del niño. Después hablaremos del matrimonio civil, del matrimonio eclesiástico; de lo legal. Pero vamos al hecho biológico que va más allá del compromiso religioso, legal o político. Está el hecho de la vida, la vida de un ser humano crece si tiene amor compartido, eso es vital y no lo queremos entender, vemos son cadáveres ambulantes. Hijos huérfanos de padres vivos.
Muchos éxitos profesionales pero están vacíos.
Lo que pasa es que cuando tú te metes a hablar de la Iglesia en la Universidad que estamos construyendo en Hogares Crea, tú te consigues con puros techos de vidrio. Tú no sabes quién es quién y quién se va a sentir aludido y quién no. Yo cuando hablo de esa Universidad hablo con mucho miedo para ver hasta que punto podríamos avanzar en darle a la inteligencia emocional el puesto que se merece en la conformación de los valores humanos y allí es donde está el problema esencial.
Independientemente de la fuerza que puedan tener esos muchachos si superan la adicción…
Los muchachos no pueden tener esa fuerza porque no se les da. Siempre se cuida mucho la salud del niño, la madre va a numerosos especialistas para prepararse para el nacimiento, pero qué le dedica a la parte espiritual: absolutamente nada. A la parte afectiva: absolutamente nada. Ni si quiera sabemos que significa querer, ni si quiera sabemos que significa ser querido. Entendemos que querer es dar cosas, cuando querer es darse y no nos damos porque tampoco hemos recibido amor nosotros. Eso es una cadena que en algún momento alguien tendrá que romper ese eslabón para comenzar de nuevo el camino que tenemos.
¿El mundo ha perdido o ha ganado la batalla contra las drogas?
Hemos perdido la batalla contra las drogas. Todo hecho humano que vaya contra la vida es inmoral.
Después se refirió el padre Rivolta a la suerte de permisividad que existe con el cigarrillo y las bebidas alcohólicas y los temas que ha estudiado a fondo como el resto de las drogas, el mundo gay y las sectas satánicas.
¿Por qué mete en el mismo saco drogas, gays y sectas satánicas?
Lo que pasa es que alrededor de este mundo existe un comercio muy desarrollado ya. Ya existe un espacio; un espacio que no te conduce a nada. Se está imponiendo el alcoholismo precoz y el suicidio en los adolescentes. Frente a eso nadie dice nada porque se dice que si empieza a hablar de ello los niños van a contagiarse con esa idea. Al niño se le descuida la parte social. La parte emocional no se cuida y nosotros pretendemos regresar al momento que habla Goleman donde se puede medir y comparar la inteligencia emocional. Aquí lo que hay es carencia afectiva. Soledad. ¿Cómo es posible que un padre que cuida la vida cognitiva del niño no cuide su vida emocional?
Espíritus dentro de un cofre

¿Qué puede mostrar Hogares Crea al respecto?
Puedo mostrar un archivo con 39 mil expedientes, recopilado de lo más completo de todos estos 33 años de trabajo. Un 28 por ciento de los casos tiene carencia afectiva.
¿Las mujeres tienen que regresar a sus casas y cuidar los niños para que no exista esta carencia afectiva?
Puedo decir con toda sinceridad. Hay manifestaciones de afecto que no puedes eliminar: el vestido. Pero la sociedad actual cuida esas manifestaciones como más valiosas aún cuando son secundarias. Te preocupas porque el niño coma no importa qué o si la digiere. El afecto que es la comida del espíritu no es suministrado. No está siendo metabolizado el afecto. Si tenemos tiempo para comer, para estudiar; no tenemos un tiempo para el afecto, ni para el dialogo. ¿Qué es el dialogo entre los miembros de una familia? Es la voz afectiva conciliadora. El cariño es algo tan biológico como el comer.
Wayne W. Dyer, autor de La fuerza de Creer, dice que somos espíritus dentro de un cuerpo. La perla es el espíritu; el cuerpo es el cofre.
Lamentó la muerte de la profesora María Guadalupe Ramos, fundadora y pilar de la Cátedra de Valores de la Universidad de Carabobo, porque en la energía espiritual de esos principios del sentido común es donde subyace el secreto de todos estos cambios que requerimos para ser los nuevos seres humanos que la humanidad necesita.
¿Qué sucede entonces con nuestra cultura?
Nuestra cultura no le da importancia a lo espiritual. La tragedia mas grande de Venezuela es su familia destruida; la familia monoparental. Si la base de una sociedad es la familia y no la cultivas en el afecto fracasas. Le dices como alimentarse y como cuidar el cofre, pero estás descuidando lo más importante: La perla.
¿Se debe a que la mujer ahora tiene más responsabilidades?
Yo no creo porque hace muchos años cuando la mujer no hacia lo de ahora el problema era igual: Hemos mejorado el hábitat, las comunicaciones y los estudios; pero no hemos mejorado el afecto. Somos la negación del afecto como alimento del espíritu. Y mientras sigamos en este plan estaremos hablando un idioma que no permitirá avanzar.
La gente se distrae y va a bailar, al cine; a una fiesta. Pero de todos estos lugares las personas salen vacías. Esa soledad interna es lo que está matando a esta sociedad global.
La Universidad de Hogares Crea

¿Cómo convertir todo lo que usted está explicando en una Cátedra?
Ese es el problema. Es nuestro problema cultural. En vez de dar cariño la gente se pone a dar premios y comprar cosas. Estamos asumiendo el 20 por ciento de nuestro valor cognitivo. Estamos rechazando el 80 por ciento de la inteligencia emocional. Nos da miedo meternos por allí desde que Daniel Golean rompió ese cerco. El verdadero problema es el miedo al compromiso. La comida puede hacerse individualmente, pero el afecto es un hecho social, tienen que haber mínimo dos.
- Yo estoy seguro del triunfo de la Universidad de Hogares Crea. Empezaremos poco a poco porque no sabemos la respuesta masiva a ella pero ya hemos contado con mucho apoyo. Mi experiencia con tantos centenares de muchachos con problemas de adicción me indican que este es un problema de cultura
En Hogares Crea de Venezuela, en su sede central, de la avenida Universidad de Naguanagua, funciona el Colegio Universitario Padre Isaías Ojeda, desde el año 2003, con los objetivos de diseñar e instrumentar una estrategia de educación continua para actualizar, capacitar, especializar y/o perfeccionar los recursos humanos requeridos para la optimización de prestación de servicios relacionados con la prevención y el tratamiento terapéutico de drogas, así como con la administración de proyectos sociales y autogestionarios.
Favorece el desarrollo de la personalidad de los estudiantes, propiciando la formación de profesionales aptos para la convivencia en una sociedad democrática, capaces de adaptarse al medio en que le corresponda desenvolverse y de participar en forma activa, consciente y solidaria en los procesos de transformación social. Promueve y dicta cursos orientados a elevar el nivel cultural de los diferentes sectores de la comunidad y el perfeccionamiento de los sectores profesionales. Contribuye al desarrollo de una conducta guiada por principios éticos. Establece nuevas orientaciones, modernos sistemas de aprendizaje y estructuras en la educación superior. Realiza programas de investigación aplicada de acuerdo a las necesidades propias del área.
La idea es convertir este Colegio en Universidad y ya el padre Rivolta recibió el apoyo del presidente de la República Hugo Chávez Frías para alcanzar este objetivo de formar personas especializadas en orientación social, terapia psicosocial y administración de programas sociales, capaces a su vez de formar a otras muchas personas y comenzar la transformación desde escuelas y liceos.
¿Qué ha pasado en nuestros últimos tiempos políticos?
Ha habido un cambio. Hay un odio en Venezuela. Nos odiamos. Nos odiamos a muerte y eso nunca había pasado en Venezuela. Cito mucho en mis artículos la necesidad de una gran reconciliación nacional. Como dicen por ahí “es el mismo musiú con diferente cachimbo”. El niño ha cambiado la conciencia de clases por la conciencia de hogar. A los niños cada día más les fastidia el hogar. El hogar es una despensa: dame ropa, dame plata, dame comida; pero yo me voy a otro lugar donde me siento mejor.
- El hogar debe ser ternura y amistad. Cultivo del diálogo dentro de un mundo de paz producto de la justicia familiar. El matrimonio por la Iglesia, es un riesgo decirlo, pero lo voy a hacer, lo han convertido en un fiasco. Ahora son más importantes todas las palabras francesas de los adornos que el sacramento en sí.
Se ha separado el abismo, la soledad, la familia del adicto a hoy en día, es muy diferente a la de hace 30 años atrás así como las personas que padecen esta enfermedad.
El gran orgullo del padre Rivolta, además de gozar de un excelente humor y brillarle los ojos, cuando ex profeso, evadió una pregunta, contestando algo completamente distinto, es regresar a la sociedad anualmente alrededor de 500 personas completamente restablecidas, de los cuales apenas un 10 por ciento vuelve a reincidir.
En Hogares Crea también resguardan a los niños de la calle de muchos lugares de Venezuela con óptimos resultados. La idea de Viktor Frankl es recuperar a las personas desde su ser biológico hasta su esencia espiritual. Una revolución apoyada en el amor y una socialización del mundo. Entregar a todos igual oportunidades (Notitarde, 07/01/2007).-

sábado, 6 de enero de 2007

Pedro Téllez: Desde el punto de vista cultural las televisoras no son defendibles


Marisol Pradas S.
Todo ensayo tiene elementos de realidad y ficción. Verdades y mentiras. Pedro Téllez está escribiendo unas autobiografías que se inventan todos los días: "Madre y padre psiquiatra, dos hermanos y miles de juguetes tenían que proporcionarme una infancia mas bien larga. Nunca salí de la casa de mis padres pero cambié de cuarto varias veces. He dormido y soñado en todos ellos. Mis mudanzas han sido interiores. Cuanto mucho he tenido casas paralelas, de ir y volver. Distinto el caso de mis hermanos; Javier se dedicó a viajar por el mundo, Santiago se encerró en su cuarto y a través de una puerta fue mi preceptor. No recuerdo haber creído en Dios. Continué con las amistades de la cuadra y la escuela; y aparecieron los camaradas. Preferí a los amigos e hice bien. Los veo a veces y milito en el partido a veces. Asumí la escritura como militancia y no al revés. Aunque todos se dispersaron soy el mejor amigo de varios. Mis padres vivieron lo suficiente para que terminara tratándolos como unos hijos..."
Es cierto que sus padres fueron psiquiatras. Que incluso atendieron pacientes en su casa. Que tiene dos hermanos, uno de ellos, pintor. La entrevista entonces giró sobre estas verdades múltiples que cuentan su historia todos los días. Pero lo más importante de este encuentro fue la risa y la espontaneidad de este escritor y también médico psiquiatra valenciano.
Ha publicado los libros de ensayo Añadir comento (1997), Fichas y Remates (1998), Tela de Araña (1999) y La última cena del ensayo (2005), libro con el que ganó en el 2004 un premio en el Certamen Mayor de las Artes que promueve el Ministerio de la Cultura. Colaborador de La Tuna de Oro y Zona Tórrida de la Universidad de Carabobo. Para este año espera la edición de Un Naipe en el Camino del Dorado.

¿Por qué te gusta abordar el hecho literario a través del ensayo?
Veo más el ensayo no como un género en sí sino como una escritura que pudiera estar presente esotros géneros. Me gusta hablar de una novela ensayo, un cuento ensayo; o de un ensayo propiamente dicho. Me parece que la literatura ensayística es mejor cuando aflora directamente las cosas y no las cosas a través de la literatura. La mayoría de los ensayos venezolanos son escritos sobre obras pero los mejores ensayos son escritos sobre cosas específicas. Escribir sobre viajes, la muerte o la vida es mejor que escribir sobre lo escrito por otra persona.

Pero en Venezuela hay muy buenos ensayistas...
Si, hay una tradición de los mejores ensayistas importante, aunque últimamente hay un desvío. Una buena parte de los escritores venezolanos se han dedicado a lo inmediato; a lo político, repitiendo ese error de Juan Vicente González, que hizo las crónicas políticas del momento, muy signadas por el odio. Ese odio es como un periódico de ayer. Se observa como grandes escritores, como Manuel Caballero, se dedican a hacer artículos de prensa con una visión muy mediática y antes tenían una obra previa importante. Ves grandes narradores pero se han dedicado muy a lo inmediato aun cuando hay formas más artísticas de abordarlo. Veo que esa literatura venezolana está dictada por el odio... entonces no sé qué podrá salir de allí...

¿Por qué indagas en el pasado dentro de tu tono ensayístico?
Uno es el pasado; el futuro y también el presente. En los textos antiguos a los que te refieres no son tan pasado porque en el momento que los lees son presente, porque viven a través del lector. La literatura está en el lector. Uno está hecho del pasado. No establezco diferencias entre lo actual y lo antiguo; hay como un continuo. La magia del arte es que establece conexiones a través de todos los tiempos.

¿Pero esos libros con los que recreas el ensayo forman parte de tu vida... están en tu casa?
En mi casa hay una gran biblioteca. Es bueno tener contacto con el libro objeto; es agradable. Vamos cada vez hacia una cultura audiovisual, con poco contenido; más plana. Yo no critico eso, pienso que la cultura audiovisual debería ser un complemento; pero lo que hay es un desplazamiento de lo escrito por lo audiovisual hasta tocar ese culto a lo inmediato de algunos escritores. Que deberían ser cineastas o escritores audiovisuales.

¿Eso le ha hecho mucho daño a la literatura venezolana?

A esos escritores fundamentalmente. Sufren un daño interior. La literatura reposa más en los lectores. Siempre que haya un lector habrá un escritor para él.

¿Han aumentado los lectores en estos últimos tiempos?
Creo que no se habían publicado tantos libros como en estos últimos dos años. Vamos a ver si hay lectores para esos libros. Yo no se si sea bueno o malo pero existe como una especie de convergencia que los que leen son los mismos que escriben. Ese publico, ese lector natural, se ha desplazado. Uno entra a una casa y hay más televisores que bibliotecas. Hay un desplazamiento o habrá que buscar si existe una estética por otra vía.
Habló de los soldados que tomaron fotos de las personas que torturaron en la guerra. Imágenes con estética visual, buenos ángulos y composición que hablan de la cultura de estos guerreros; pero con un contenido irrito.
- Ni siquiera es una visión de la guerra que tuvo Goya. Tomaron la imagen como para enviar una foto turística, para enviarlas a sus amigos. Fotos inmorales, técnicamente muy bien realizadas. Esa es la trampa de la cultura audiovisual una especie de estética sobre la superficie sin contenido o con un contenido de los antivalores. Es un divorcio entre el discurso estético superficial y el fondo que debe haber en una obra de arte.

¿Has elaborado un ensayo con el hipertexto de los mensajes de los celulares?
-Ya lo deben haber hecho. Lo único malo de los mensajes de texto de los celulares es que se borran. Si hiciesen un registro de los mensajes estaríamos ante la vida cotidiana de la gente.

¿Tienes la sensación de que este país es una tira cómica?
No. El país es la gente. Vinculo a las personas con el país. Es difícil hacer una visión uniforme de Venezuela. El país está como disgregado en el día a día. Las 24 horas de uno con las 24 horas de las personas que uno comparte y todo eso se vuelve como una cadena...

¿Dónde colocas allí a los medios?
Los medios en Venezuela son difíciles de entender. Ahora que está la polémica de Radio Caracas Televisión: Yo dejé de ver este canal hace 7 años atrás. Es difícil para mi en este momento defender una de las televisoras que yo considero la peor del mundo; la venezolana. Totalmente alejada de lo cultural, para no hablar de lo político; una televisora que trae enlatados. Que ha visto su concesión como un negocio. Es difícil salir a defender a una institución que ha tenido una trayectoria tan poco loable. Lo que pasa es difícil decir las cosas en los medios porque ellos son los que transmiten las noticias. No van a reflejar disidencias. El único caso fue Edmundo Chirinos en un Primer Plano que regañó a las televisoras venezolanas. Desde el punto de vista cultural no son defendibles.
En sus bolsillos cargaba un libro, de la colección Crisolito, de la editorial Aguilar, ideales para leer mientras se espera o se hacen filas para cancelar algún servicio. Se impresionó por los poemas de Laura Antillano a quien conocía como narradora, leídos el pasado mes de diciembre.
-Valencia es una ciudad contradictoria. Pero es una de las pocas donde tu puedes cruzarte en una calle o establecer una conversación con cuatro de los mejores poetas de América Latina: Aquí viven Alejandro Oliveros, Eugenio Montejo, Reynaldo Pérez Só y Ana Enriqueta Terán. En cualquier antología de poesía latinoamericana están ellos. La suerte de los niños de esta ciudad que pueden ir a la casa de Laura Antillano y aprender de ella. Pero también, paralelo a eso ves grandes fallas: Aquí hay cinco instituciones que se dicen museo y ninguna es museo. Esta es una ciudad en la que tú no puedes ver un cuadro de Arturo Michelena porque no hay un lugar donde mostrarlo: Están en oficinas, en casas; pero no en una sala permanente.
Aunque es gran lector de blogs no ha escrito todavía en ellos. Lo inmediato no permite que ni siquiera exista el censor interno, pero también lesiona la relectura. ¿Cómo almacenar la eternidad de la red? Preguntas y respuestas incesantes que encuentra y disfruta Pedro Téllez, pausado inventor de extremos.