domingo, 7 de enero de 2007

Somos la negación del afecto como alimento del espíritu


Un pensamiento me petrificó: por primera vez en mi vida comprendía la verdad vertida en canciones de tantos poetas y proclamada en la sabiduría definitiva de tantos pensadores. La verdad de que el amor es la meta última y más alta a que puede aspirar el hombre. Fue entonces cuando aprendí el significado del mayor de los secretos que la poesía, el pensamiento y el credo humanos intentan comunicar: la salvación del hombre está en el amor y a través del amor.
Lo anterior forma parte del libro El hombre en busca de sentido escrito por Viktor Frankl (Austria, 1905-1997) creador de la escuela de psicoterapia llamada logoterapia, sobreviviente de cuatro campos de concentración nazis. Después de tan dura experiencia se centralizó en dar a conocer al mundo la fuerza interna que lo llevó a celebrar la vida en las condiciones más adversas y temibles, para demostrar que la existencia vale la pena a pesar del dolor porque todo depende de la actitud interior.
Nuestro entrevistado de esta semana al Desayuno en la Redacción, el padre José María Rivolta, fundador y presidente de Hogares Crea de Venezuela, nombró en varias oportunidades a Frankl, modelo a seguir por su organización, que lucha diariamente por vencer la adicción entre grupos jóvenes que allí inician su regreso a la sociedad como personas proactivas.
El padre Rivolta, comunicador natural, además de andar de un lado a otro por Valencia y viajar por todas las sedes que a nivel nacional tiene su institución, mantiene una columna en Notitarde y su voz es reconocida por un corto pero dinámico espacio radial con claros mensajes de amor, fe y entusiasmo.
Estuvieron presentes en la conversación con este hombre que tiene 33 años luchando contra las drogas, Margarita Jiménez Márquez, directora principal de nuestra casa editorial; Laurentzi Odriozola Echegaray, director de Notitarde; Leonor Mendoza, editor-jefe; Elíterse Hernández, reportero gráfico y quien suscribe este encuentro.
De sus tres facetas de hombre, sacerdote y constructor de Hogares Crea, ¿cuál ha sido la más importante?
Para mí lo más importante de todas las posibles facetas de vida, fue mi sacerdocio. Fue lo que más me costó lograr, fue por lo que más luché, fue lo que más tuve que defender; tratando de ser obediente a mi iglesia, pero no con una sumisión cobarde, sino con un respeto a mi iglesia sin doblegar mi conciencia. Siendo el sacerdote que sentí que debía ser. No una posición rastrera que sacrificara mi modo de pensar, sino de acuerdo al Cristo en el cual yo creo.
Estando en Europa leí muchísimo a Giovanni Guareschi (Italia, 1908-1968) quien escribió Don Camilo y presenta sus tres personajes principales: Cristo del Sagrario, del Altar Mayor, el Cura de parroquia, Don Camilo y el Jefe Civil, un comunista llamado Peppone. Cuando él presenta en su primer libro a sus protagonistas dice que los comunistas tienen derecho a echarle en cara lo que quieran por lo que él dice; que los curas tienen derecho a decirle lo que quieran por lo que él dice de los curas, pero que al Cristo del altar no se lo toque nadie porque ese es su Cristo; el Cristo de su conciencia. Por eso yo predico el Cristo que yo creo, enmarcado desde luego dentro de las normas de la iglesia pero sin poder decir cosas jamás que yo tengo en mi conciencia con respecto a ser humano y sacerdote, me debo al respeto y la obediencia, pero sin tener miedo a decir lo que yo siento. Como todo ser humano con mis sombras y con mis luces, porque sino sería un ser anormal.

Cristo sin dimensión

¿Cómo es el Cristo de su conciencia?
Es un Cristo de amor, más allá de cualquier horizonte. Yo no creo que puedas ponerle una dimensión a Cristo. Cristo como lo dice inclusive una corriente cristiana es para todas las naciones. Cristo se adapta a ti, para salvarte a ti de la muerte, del pecado y darte la oportunidad de una vida más allá de esta; en una paz eterna. Eso es lo que yo creo. Por lo tanto yo no puedo obligar al cristiano a que entre por mi canal, más bien yo meterme por su canal para rescatarlo y encausarlo hacia el Cristo que yo creo. Invitarlo para que junto a mí crea en ese Cristo.
Es un Cristo de amor, de paz, de perdón, de reconciliación. En la actual coyuntura que vive el país, incluso en los artículos que se me permite escribir en la prensa, insisto en la reconciliación. Estamos peleándonos prácticamente por lo mismos ideales de egoísmo. De defender barreras personales, de no defender la paz y los horizontes de la patria y no por esa unión de corazones, ese respeto a la diversidad dentro de la unidad de la patria. Muchas veces privan los intereses personales, los orgullos heridos, las humillaciones rebeldes que el sentimiento de servir a la patria para que progrese, en lugar de querer servirse de la patria en beneficio de los propios intereses.
¿En qué hay que insistir para lograr esa conciliación?
En el respeto. La Constitución es muy clara, no habla de la libertad de pensamiento, eso no existe, habla de la libertad de expresión; de expresión del pensamiento. Es ahí donde está el problema, porque nos quieren negar el derecho a expresar nuestro pensamiento.
Como el caso de Radio Caracas Televisión que le quieren quitar la concesión…
Si… bueno y como ese hay muchos detalles. ¿Pero qué es lo que me pasa a mí como sacerdote? Yo he tomado como conciencia como convicción profunda; yo como venezolano yo tengo mis ideas, tengo mi historia. He pagado un precio muy caro por mi forma de ser en esta cantidad de años que tengo de regreso a mi tierra, en el año 1968, cuando volví a Valencia en forma definitiva. Prefiero pagar el precio que esto significa a pagar ese precio que iría en contra de mi conciencia. Ese nunca lo pagaría.
¿A lo largo de todos estos años qué se ha perdido en Venezuela?
El respeto hacia nosotros mismos. El respeto a nuestros ideales, a nuestras convicciones y lo que a veces a mi más me preocupa, y lo digo con cierto dolor y cierto examen de conciencia, cada cual tiene un precio para su venta y un precio para su compra, incluso validando la propia conciencia. Hay mucho corcho que está flotando sobre el juego de las olas y creo que ese es el mal que estamos viviendo. Tenemos que delinear entre el respeto, no a la expresión del pensamiento, respeto a la expresión del pensamiento ajeno. No creer que para poder repartir beneficios hace falta alienar la propia conciencia. Eso lo rechazo profundamente.

Justicia Social

¿Lo rechaza como venezolano, como cristiano?
Cristo es para todos y toda persona que esté dentro de los parámetros del humanismo, que implica respeto al ser humano, a la no compra, a la no venta del ser humano, tiene derecho y tiene cabida dentro del Evangelio. Yo hablo del Cristo del Evangelio, Cristo es para mí, camino, verdad y vida. Una luz que ilumina, una sal que da sabor, un fermento que oxigena. Un Cristo de amor que para dar sabor implica que haya paz.
¿Cómo alcanzar esa paz?
El tema nuestro arranca en la ruptura de la justicia social, mientras sigamos comerciando con la justicia y dándole respuesta social cuando nos convenga y negándola cuando alguien piense distinto no vamos a ir a ninguna parte. La verdadera libertad arranca en la libertad de conciencia respecto a la propia y a la ajena, y esa justicia nos lleva a la paz. Si no hay justicia nunca habrá paz. Esa paz es el único caldo de cultivo del autentico amor.
Daniel Goleman dice que el ser humano vale y triunfa en la vida cuando puede dominar un 20 por ciento de su conciente cognitivo y un 80 por ciento de su conciente emocional. Nosotros hacemos todo lo contrario, vamos a la escuela y se premia por las calificaciones y por los estudios, pero cuando se va a la parte emocional que es el 80 por ciento del ser humano nos encontramos con puros raquíticos emocionales. Ves a una madre en una feria escolar comprándole los útiles a su niño pero buscar el espacio para un compartir el afecto familiar no lo hace, y el niño no se siente querido. Los padres se preocupan por tantas cosas, por darles comodidades, que se olvidan de lo prioritario, de disponer de tiempo para el cultivo del amor. Estamos ante una generación de hijos huérfanos de padres vivos.
La familia es la base de una sociedad y Augusto Comte es sumamente claro, cuando dice que el hecho fundamental de la vida de un ser humano es el hecho social, nacimos para vivir en sociedad. Una familia constituida con el amor compartido por la mamá y el papá del niño. Después hablaremos del matrimonio civil, del matrimonio eclesiástico; de lo legal. Pero vamos al hecho biológico que va más allá del compromiso religioso, legal o político. Está el hecho de la vida, la vida de un ser humano crece si tiene amor compartido, eso es vital y no lo queremos entender, vemos son cadáveres ambulantes. Hijos huérfanos de padres vivos.
Muchos éxitos profesionales pero están vacíos.
Lo que pasa es que cuando tú te metes a hablar de la Iglesia en la Universidad que estamos construyendo en Hogares Crea, tú te consigues con puros techos de vidrio. Tú no sabes quién es quién y quién se va a sentir aludido y quién no. Yo cuando hablo de esa Universidad hablo con mucho miedo para ver hasta que punto podríamos avanzar en darle a la inteligencia emocional el puesto que se merece en la conformación de los valores humanos y allí es donde está el problema esencial.
Independientemente de la fuerza que puedan tener esos muchachos si superan la adicción…
Los muchachos no pueden tener esa fuerza porque no se les da. Siempre se cuida mucho la salud del niño, la madre va a numerosos especialistas para prepararse para el nacimiento, pero qué le dedica a la parte espiritual: absolutamente nada. A la parte afectiva: absolutamente nada. Ni si quiera sabemos que significa querer, ni si quiera sabemos que significa ser querido. Entendemos que querer es dar cosas, cuando querer es darse y no nos damos porque tampoco hemos recibido amor nosotros. Eso es una cadena que en algún momento alguien tendrá que romper ese eslabón para comenzar de nuevo el camino que tenemos.
¿El mundo ha perdido o ha ganado la batalla contra las drogas?
Hemos perdido la batalla contra las drogas. Todo hecho humano que vaya contra la vida es inmoral.
Después se refirió el padre Rivolta a la suerte de permisividad que existe con el cigarrillo y las bebidas alcohólicas y los temas que ha estudiado a fondo como el resto de las drogas, el mundo gay y las sectas satánicas.
¿Por qué mete en el mismo saco drogas, gays y sectas satánicas?
Lo que pasa es que alrededor de este mundo existe un comercio muy desarrollado ya. Ya existe un espacio; un espacio que no te conduce a nada. Se está imponiendo el alcoholismo precoz y el suicidio en los adolescentes. Frente a eso nadie dice nada porque se dice que si empieza a hablar de ello los niños van a contagiarse con esa idea. Al niño se le descuida la parte social. La parte emocional no se cuida y nosotros pretendemos regresar al momento que habla Goleman donde se puede medir y comparar la inteligencia emocional. Aquí lo que hay es carencia afectiva. Soledad. ¿Cómo es posible que un padre que cuida la vida cognitiva del niño no cuide su vida emocional?
Espíritus dentro de un cofre

¿Qué puede mostrar Hogares Crea al respecto?
Puedo mostrar un archivo con 39 mil expedientes, recopilado de lo más completo de todos estos 33 años de trabajo. Un 28 por ciento de los casos tiene carencia afectiva.
¿Las mujeres tienen que regresar a sus casas y cuidar los niños para que no exista esta carencia afectiva?
Puedo decir con toda sinceridad. Hay manifestaciones de afecto que no puedes eliminar: el vestido. Pero la sociedad actual cuida esas manifestaciones como más valiosas aún cuando son secundarias. Te preocupas porque el niño coma no importa qué o si la digiere. El afecto que es la comida del espíritu no es suministrado. No está siendo metabolizado el afecto. Si tenemos tiempo para comer, para estudiar; no tenemos un tiempo para el afecto, ni para el dialogo. ¿Qué es el dialogo entre los miembros de una familia? Es la voz afectiva conciliadora. El cariño es algo tan biológico como el comer.
Wayne W. Dyer, autor de La fuerza de Creer, dice que somos espíritus dentro de un cuerpo. La perla es el espíritu; el cuerpo es el cofre.
Lamentó la muerte de la profesora María Guadalupe Ramos, fundadora y pilar de la Cátedra de Valores de la Universidad de Carabobo, porque en la energía espiritual de esos principios del sentido común es donde subyace el secreto de todos estos cambios que requerimos para ser los nuevos seres humanos que la humanidad necesita.
¿Qué sucede entonces con nuestra cultura?
Nuestra cultura no le da importancia a lo espiritual. La tragedia mas grande de Venezuela es su familia destruida; la familia monoparental. Si la base de una sociedad es la familia y no la cultivas en el afecto fracasas. Le dices como alimentarse y como cuidar el cofre, pero estás descuidando lo más importante: La perla.
¿Se debe a que la mujer ahora tiene más responsabilidades?
Yo no creo porque hace muchos años cuando la mujer no hacia lo de ahora el problema era igual: Hemos mejorado el hábitat, las comunicaciones y los estudios; pero no hemos mejorado el afecto. Somos la negación del afecto como alimento del espíritu. Y mientras sigamos en este plan estaremos hablando un idioma que no permitirá avanzar.
La gente se distrae y va a bailar, al cine; a una fiesta. Pero de todos estos lugares las personas salen vacías. Esa soledad interna es lo que está matando a esta sociedad global.
La Universidad de Hogares Crea

¿Cómo convertir todo lo que usted está explicando en una Cátedra?
Ese es el problema. Es nuestro problema cultural. En vez de dar cariño la gente se pone a dar premios y comprar cosas. Estamos asumiendo el 20 por ciento de nuestro valor cognitivo. Estamos rechazando el 80 por ciento de la inteligencia emocional. Nos da miedo meternos por allí desde que Daniel Golean rompió ese cerco. El verdadero problema es el miedo al compromiso. La comida puede hacerse individualmente, pero el afecto es un hecho social, tienen que haber mínimo dos.
- Yo estoy seguro del triunfo de la Universidad de Hogares Crea. Empezaremos poco a poco porque no sabemos la respuesta masiva a ella pero ya hemos contado con mucho apoyo. Mi experiencia con tantos centenares de muchachos con problemas de adicción me indican que este es un problema de cultura
En Hogares Crea de Venezuela, en su sede central, de la avenida Universidad de Naguanagua, funciona el Colegio Universitario Padre Isaías Ojeda, desde el año 2003, con los objetivos de diseñar e instrumentar una estrategia de educación continua para actualizar, capacitar, especializar y/o perfeccionar los recursos humanos requeridos para la optimización de prestación de servicios relacionados con la prevención y el tratamiento terapéutico de drogas, así como con la administración de proyectos sociales y autogestionarios.
Favorece el desarrollo de la personalidad de los estudiantes, propiciando la formación de profesionales aptos para la convivencia en una sociedad democrática, capaces de adaptarse al medio en que le corresponda desenvolverse y de participar en forma activa, consciente y solidaria en los procesos de transformación social. Promueve y dicta cursos orientados a elevar el nivel cultural de los diferentes sectores de la comunidad y el perfeccionamiento de los sectores profesionales. Contribuye al desarrollo de una conducta guiada por principios éticos. Establece nuevas orientaciones, modernos sistemas de aprendizaje y estructuras en la educación superior. Realiza programas de investigación aplicada de acuerdo a las necesidades propias del área.
La idea es convertir este Colegio en Universidad y ya el padre Rivolta recibió el apoyo del presidente de la República Hugo Chávez Frías para alcanzar este objetivo de formar personas especializadas en orientación social, terapia psicosocial y administración de programas sociales, capaces a su vez de formar a otras muchas personas y comenzar la transformación desde escuelas y liceos.
¿Qué ha pasado en nuestros últimos tiempos políticos?
Ha habido un cambio. Hay un odio en Venezuela. Nos odiamos. Nos odiamos a muerte y eso nunca había pasado en Venezuela. Cito mucho en mis artículos la necesidad de una gran reconciliación nacional. Como dicen por ahí “es el mismo musiú con diferente cachimbo”. El niño ha cambiado la conciencia de clases por la conciencia de hogar. A los niños cada día más les fastidia el hogar. El hogar es una despensa: dame ropa, dame plata, dame comida; pero yo me voy a otro lugar donde me siento mejor.
- El hogar debe ser ternura y amistad. Cultivo del diálogo dentro de un mundo de paz producto de la justicia familiar. El matrimonio por la Iglesia, es un riesgo decirlo, pero lo voy a hacer, lo han convertido en un fiasco. Ahora son más importantes todas las palabras francesas de los adornos que el sacramento en sí.
Se ha separado el abismo, la soledad, la familia del adicto a hoy en día, es muy diferente a la de hace 30 años atrás así como las personas que padecen esta enfermedad.
El gran orgullo del padre Rivolta, además de gozar de un excelente humor y brillarle los ojos, cuando ex profeso, evadió una pregunta, contestando algo completamente distinto, es regresar a la sociedad anualmente alrededor de 500 personas completamente restablecidas, de los cuales apenas un 10 por ciento vuelve a reincidir.
En Hogares Crea también resguardan a los niños de la calle de muchos lugares de Venezuela con óptimos resultados. La idea de Viktor Frankl es recuperar a las personas desde su ser biológico hasta su esencia espiritual. Una revolución apoyada en el amor y una socialización del mundo. Entregar a todos igual oportunidades (Notitarde, 07/01/2007).-

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