domingo, 29 de julio de 2007

José Ismael La Rosa Gallardo: Vengo de condiciones difíciles para ser aceptado


José Ismael La Rosa Gallardo es el presidente encargado de la Escuela de Artes Plásticas "Arturo Michelena" fue fundador y ocupó varios cargos de la directiva de la Asociación Venezolana de Artistas Plásticos (Avap) Valencia. Es un hombre sencillo, con alto sentido del humor y en su obra abstracta, apegada a una necesidad figurativa, se arranca un espíritu novedoso y terrenal. Nuestro origen es sagrado. Profanado por quienes desconocen la sensibilidad.


Desde el año 1969 ha realizado más de 20 exposiciones individuales y ha participado en un considerable grupo de colectivas que revelan, como lo dijo Héctor Chastre, a un "pintor que busca idiomas, que murmura y dice nuevas verdades ante nuestros ojos"

¿Cómo fueron sus comienzos en el mundo del arte?
Soy campesino. Nací en un caserío que queda entre Las Trincheras y El Cambur llamado Quitasol. Me gusta el arte desde pequeño. Me crié en Las Trincheras, lugar hermoso en la época de mi niñez con un paisaje bucólico, lleno de vegetación, silvestre. Imagínese un niño detrás de los animales, observando todo, dentro de un ambiente natural. Desde muy niño empecé a trabajar, hice todo tipo de oficio, desde recoger café con una canasta amarrada en la cintura, peón de camión, hasta colector de autobús, pero también me gustaba leer y dibujar. Tuve una tía que cuando yo llegaba a visitarla recogía el mantel porque allí comenzaba a garabatear.


A la caída de Marcos Pérez Jiménez me tocó trabajar en el Hospital Psiquiátrico de Bárbula. Tuvimos que dejar la casita que tenía mi madre en Las Trincheras porque la construcción de la autopista tumbó gran parte de lo que era el pueblo, entre ellas el hogar de nosotros, y vinimos a vivir a Bárbula donde no había universidad, sólo monte y culebra. Como el único mercado de trabajo era el psiquiátrico comencé a trabajar allí. Hice cursos de enfermería psicosomática y todas las especialidades para poder desempeñarme como enfermero.

¿Cuándo y cómo gana su primer concurso de arte?
Un señor que se llamaba César Medina Delaché, presidente de la Caja de Ahorros del Hospital , organizó un concurso de pintura para los trabajadores y yo participé. El jurado fue Braulio Salazar, Marcos Castillo, Cardona Villegas y Sonia Carvallo. Ella, en particular, estaba vinculada al mundo de las artes, hacía grabados y trabajaba también en el psiquiátrico. Me gané el primer premio...

¿Qué edad tenía?
Veinticinco años... Ya tenía tiempo haciendo mis cosas... pero sin entrar a la escuela de pintura. Braulio Salazar, para darle un vuelco al premio, decidió que lo que mejor era que quienes habíamos ganado los tres primeros lugares incursionáramos en la Escuela de Bellas Artes y que el dinero, mil 500 bolívares en esa época, lo dividieran trimestralmente, en 300 bolívares, hasta completar el monto. Así se hizo y el resultado fue muy positivo. Mi sueldo en el Psiquiátrico era de Bs. 450 mensuales, con algunos beneficios.


Hice mis cuatro años de estudio en la Escuela y justo cuando estaba saliendo, Braulio Salazar se jubilaba y se trajo de Caracas a Humberto Jaime Sánchez de director de la Escuela y éste a Régulo Pérez como profesor. Yo decido entonces cursar un año más para ver las dos materias que brindaron ellos, color y dibujo. Allí aprendí nuevas perspectivas, el dibujo de Pérez era más agresivo, más espontáneo y yo estaba animado, por el medio en el que hasta ese momento me había desenvuelto, de ir hacia lo expresivo.

¿Tuvo oportunidad de ir a Europa?
Hice un viaje en 1972 con Luis Eduardo Chávez, compadre mío, todo un personaje de la sociedad valenciana. Tuve una gran experiencia conociendo todas las ciudades más importantes del viejo continente. Andaba con un montón de lana encima y de pronto verme en estos escenarios tan maravillosos es algo difícil de describir.

¿Y por Latinoamérica?
En el año 1976, con una mochila en los hombros, viajé por Colombia, Bolivia, Ecuador, Perú y Argentina porque quería conocer el medio del hombre latinoamericano, en su esencia, los indígenas. Estuve seis meses en este recorrido que me nutrió enormemente.

¿Realizó alguna exposición con esos hallazgos?
Cuando regreso a Valencia hago una muestra de dibujos y justo es cuando Humberto Jaime Sánchez me llama para trabajar en la Escuela de Artes Plásticas "Arturo Michelena"...

¿Cómo fue su experiencia como director de la Escuela de Artes Visuales "Rafael Monasterios" de Maracay?
Viví un problema político cuando Carlos Zerpa hizo una exposición en pleno apogeo de su obra y casi lo excomulgan. No le clausuraron la muestra porque la decisión la tomaron casi finalizando. Hicieron su escándalo los curas y los militares porque se sintieron golpeados por la propuesta de Zerpa. Todo terminó con la salida del director de la Casa de la Cultura de Maracay. A todo el grupo de artistas nos molestó mucho, protestamos. Pusieron en ese cargo a una señora que era monitora de deportes y lo primero que permitió fue una exposición de peluches y algunas cosas que no tenían nada que ver con el arte... Presentamos entonces la renuncia 70 trabajadores de la cultura de Maracay... regresé a Valencia y continué entonces en la Escuela de Artes Plásticas "Arturo Michelena"...

¿Ganado para el hecho cultural?
Siempre! Para apoyarlo. Uno es un promotor cultural espontáneo, natural... como el que lleva pan para su casa... Todo lo vinculado al arte nos mueve. Uno como pintor está más sensibilizado aunque hay algunos pintores que no lo toleran porque quita mucho tiempo. La misma docencia quita mucho tiempo.

¿Cómo hace para no ser un pintor dominguero?
Tengo la disciplina de trabajar todos los días. Por mínimo que sea, me meto en mi taller, y realizo algo que tenga que ver con alguna de las obras que estoy trabajando. Coloreo, reviso, retoco, para no hacerlo una vez a la semana. Que sea mi rutina. Eso me ha salvado y me ha permitido hallar cosas interesantes...

¿Cómo surgieron las obras de "Arboles y Vírgenes"?
Sí. Llegue a ellas de una forma muy sencilla. Sentí como la necesidad de buscar... Cuando salí de la Escuela de Artes Plásticas aprendí a manejar las herramientas y tuve un momento crítico cuando todo lo que hacía se vendía, lo cual me resultaba muy satisfactorio para mi bolsillo. Hubo un momento que me pregunté si valía la pena seguir pintando cuadritos bonitos para adornar paredes. Me faltaba algo más, enriquecer mi formación y prepararme. Eso me obligó a tomar un cráneo de res, no sin antes haber visto una exposición de Henry Moore en Florencia donde exhibía un cráneo de elefante, homenaje que hizo a Miguel Angel y Leonardo Da Vinci...


Buscar el cráneo era buscar también algo dentro de mi pintura, vengo del Psiquiátrico, del drama, del hombre en sus condiciones difíciles, para ser entendido, para ser aceptado.... busqué elementos que justificaran mi interés por esta forma y este estudio se convirtió en muchas cosas.


Esa experiencia me llevó a encontrar los vericuetos del cráneo hasta que aparecieron formas extrañas. Me permitió encontrar cosas que ya no quería identificar con nombres sino con signos. Eso me obliga a adentrarme en la necesidad desde el hombre como tal. Me llevó a encontrar que uno de los elementos de los que se agarra el hombre es la piedra. Desarrollo entonces un trabajo sobre piedras que fueron tomando sus propias formas.


Luego apareció "µrboles y Vírgenes", obras que tienen forma de vulva y manto de virgen. Me lleva a sentir un gran respeto por la vulva de mi madre por haber hecho posible mi existencia... y creer en su majestad. En mis trabajos siempre ha aparecido lo erótico. Eso me da la oportunidad de darle su puesto a la mujer.

¿Cómo lo marcó su experiencia dentro del Psiquiátrico de Bárbula?
Ser enfermero durante 14 años allí me sensibilizó a entender lo que somos y estar cerca de las personas que tienen problemas. Esa experiencia lo veo en positivo, no me degradó; más bien me animó a seguir, a creer en la vida y en este camino del arte...

¿Cómo ha sido la evolución del arte en Venezuela?
Los artistas hemos tenido una avalancha de información porque es lo primero que todos buscamos. Busca nutrirse, embarrarse. Pero el bombardeo es fuerte. Anteriormente para venir una imagen de Europa para acá pasaban años. Costó que llegara el impresionismo a Venezuela en imágenes de color. Pero todo el boom tecnológico obliga a recogerse un poco y a buscar dentro del espacio de uno. Siempre el arte estuvo atado como a los "ismos" porque eso generaba un seguir. Ahora los pintores andan cada uno por su lado aunque la informática esté encima de nosotros. El momento está preparado para hurgar en nuestro espacio.

¿Desde el mismo momento en que usted se encuentra como artista no hizo más concesiones?
Lo que hice cómodo lo hice al principio por aprendizaje... después no me ha quedado más remedio que respetarme y hacer lo que yo he creído que debí hacer (Notitarde, 28/07/2007, Confabulario).-

domingo, 22 de julio de 2007

Asociación Alzheimer de Carabobo: Luchamos por disponer de un espacio digno y adecuado


Dentro del hospital, María Carlota jugaba, con los niños recluidos en esa área, a ser paciente y ellos médicos. Fingió estar cansada de la espera y dijo que ella no iba más nunca a regresar porque perdía mucho tiempo. Uno de ellos, con bastante complicidad, le dijo que tenía que volver. Ella le preguntó: ¿Y por qué? "Porque todos los días te dan un cambur". Otro, al mismo juego, le dijo que él como médico llegaba tarde porque el autobús era lento. Y cuando ella le repicó "¿Cómo le voy a creer, doctor, que usted viene en autobús?" No supo qué decir y todos se echaron a reír.


María Carlota Carbonell es una mujer vinculada desde hace 34 años al Voluntariado de Hospitales, egresada del primer curso, y en este sentido ha sido disciplinado su camino que la llevó hace 14 años a levantar la Asociación Alzheimer de Carabobo y dar todo un vuelco a su quehacer porque ya no iba a trabajar con menores sino con personas de la tercera edad que sufrieran de este mal y, por sobre todas las cosas, sus familiares, los que tienen que enfrentarse a un universo desconocido, la mayoría de las veces, inhumano hacia ellos.

¿Cuál es la prioridad actual de la Asociación Alzheimer de Carabobo?
Necesitamos un terreno para construir la sede de nuestra Asociación. Tenemos una oficina en la sede del Voluntariado (que funciona desde hace 7 u 8 años en el centro de Valencia, al final de la calle Independencia llegando a la Fernando Figueredo, a mano izquierda) pero nuestra idea es hacer una construcción acorde que se convierta en casa de cuidados diarios.


¿Buenos momentos para llevar a cabo este proyecto?
Me siento con ganas de echarle pichón a una construcción de esta naturaleza. Claro, no son unos momentos muy fáciles porque ahora todo es millones de millones pero necesitamos que nos donen un terreno. Hasta ahora todos los entes del estado me lo han ofrecido y yo estoy aterrada porque no se ha dado ninguno.


¿Qué características tendrá este centro?
Va a ser algo que no se ha hecho en Venezuela. En nuestro país, todas las sedes donde tienen a las personas de edad, que yo sepa, apartando lo de los Planchart en La Guaira, son quintas que se adquieren para después adaptarlas. Esa no es la idea. No podremos hacer algo gigantesco porque ninguna Asociación puede meterse con hospitalización, pero sí algo de cuidados diarios y para que la gente vea y vaya aprendiendo cómo se debe tener a un paciente de Alzheimer.


¿Por qué tienen que existir unos diseños particulares en esta obra?
Porque el cerebro de las personas con Alzheimer no es el mismo de una persona sana. Las paredes de esta casa son blancas y para los pacientes con esta enfermedad es como si estuvieran en un tubo. Hay que marcar diferencia entre la pared, con colores, pero ya están estudiando cosas para diseñar estas estructuras. Las paredes, si son muy brillantes, pueden reflejar la luz y pueden causar alucinaciones. Es una serie de estudios en los que han descubierto asuntos muy importantes para ser aplicados en beneficio de todas estas personas.


¿Cómo se mantendrá un proyecto de esta naturaleza?
Los que vayan a trabajar allí van a ser voluntarios entrenados. Yo he estado visitando centros similares fuera de Venezuela y todos funcionan con personas que lo hacen posible gracias a su buena voluntad. Como me dijeron en Los Angeles, de no ser así por la actividad desinteresada, aumentarían mucho los costos.


¿Qué va a funcionar allí?
Consultorios y médicos que hagan sus consultas a costos accesibles. Es sumamente triste cuando la gente viene a mí, sobre todo personas muy humildes, a preguntarme dónde le pueden hacer un diagnóstico a su familia.¿Qué les puedo decir? ¿Cuánto les cobrarán en las clínicas privadas?


Ya el hospital psiquiátrico, por ejemplo, va a entregarle a la Asociación cinco consultas gratuitas para las personas que acudan a nosotros con este tipo de necesidades especiales.


¿Qué capacidad están pensando?
Queremos un terreno grande e ir haciendo la sede por partes. Tener consultorios. Oficinas. Tiene que ser un sitio abierto, con muchos árboles. Que dé sensaciones de libertad. Con los salones acordes para las actividades. Ya tenemos el arquitecto que irá a hacer un taller para aprender sobre el diseño de estos lugares en particular.


¿Cómo nació en usted esta idea de ayudar a la gente con esta enfermedad definida por el psiquiatra José Solanes como "muerte en vida?"
Soy hija única y cuando empezó mamá a hacer disparates no supe qué hacer. Cuando me di cuenta que yo no podía controlar esa situación desconocida para mí; casi me iba volviendo loca. Cuando un doctor me habló por primera vez del Alzheimer se me ocurre decirle que por qué no hacía una reunión con la otra gente que estaba como yo, sin saber nada del tema, para ir todos a una psicóloga para que nos diera orientación... Eso no fue posible.


Al morir mi mamá me fui para Los µngeles y me metí de lleno a trabajar como voluntaria en los hospitales y vi cómo era el trabajo con este tipo de pacientes, hice un curso para entrenarme y poder recomendar los distintos folletos que allí se elaboran para orientar a los familiares de los pacientes con este padecimiento. Fui a diferentes casas donde se hospedaban por horas y aprendí cómo era el funcionamiento.


¿Cuáles son los problemas más frecuentes a vencer dentro del Alzheimer?
Como se trata de una enfermedad incurable, su manejo depende más del cuidado del paciente que de las medicinas. Por eso los principales problemas a resolver son la escasez de información y el no encontrar ayuda cuando más se necesita. Hay que combatir los prejuicios que surgen ante los síntomas de la enfermedad como, por ejemplo, considerar que la persona afectada empezó con achaques cuando puede tratarse de algo más grave. Muchas veces como no hay donde llevar al paciente, terminan por abandonarlo a su suerte en una especie de depósito de viejos. Es aquí donde cobra sentido nuestra labor. Luchamos por disponer de un espacio digno y adecuado.


¿Cómo nació el primer grupo de apoyo?
Lo hicimos sin tener la menor idea hace más de quince años. El apoyo de la prensa, del periodista Juvenal Marcano, fue fundamental para darnos a conocer y crecer. Con su trabajo en el Suplemento Médico empezó a dirigirse todo este trabajo intenso de concienciación, sobre todo para la familia pues, de no encargarse con la orientación debida, puede sufrir mucho y fragmentarse.


¿Cuál es el secreto de mantenerse?
La disciplina. Eso es lo que más da resultados. Desde ese mismo momento no hemos parado los grupos de apoyo. Nuestros teléfonos están a la disposición de la gente las 24 horas del día.


¿Cómo nació en el 2005 Un puesto en el arte para Alzheimer?
Para que la gente supiera que existía una Asociación, a través del arte. Toda mi vida he estado ligada al arte aunque yo no sea artista. Trabajé en diseño interior, decoré muchos lugares cuando aquí no había estos especialistas, pero desde que empecé con el Voluntariado de Hospitales no he parado. Comencé con los niños, pero el asunto de las personas de la tercera edad es muy necesario porque aquí no hay nada.


Conociendo muchos pintores, de gran generosidad, con una relación de muchos años, unimos ideas y trabajamos en conjunto. Como tengo una fijación con las sillas, insistí mucho en que el tema fuese ese. Hicimos coincidir nuestros objetivos con los del arte: Luchar contra el olvido.


¿Piensan hacer una segunda convocatoria?
Es la recomendación de Juan Calzadilla, porque se quedaron alrededor de 30 artistas sin poder participar. Vamos a comenzar a hacerlo.


Ocurre que cuando se está enfrente a María Carlota Carbonell se siente estar en presencia de un ser original. Risueña. Valiente. Inquieta. Por un tiempo estuvo trabajando a escondidas de su esposo, Juan Pablo Carbonell, apoyando a un grupo de enfermos de Sida junto al padre José María Rivolta. Es madre de cuatro hijos, abuela de varios nietos. Se siente satisfecha porque la vida le ha permitido vivir a plenitud.


La gente no entiende por qué uno criando a sus hijos, éstos son tan distintos, sobre todo si son de los mismos padres. Eso es mentira. Uno está distinto todo el tiempo. No fui la misma cuando crié a los varones que cuando crié a mis dos hijas, nacidas años después.


Hija de un experto petrolero de origen mexicano, Ricardo Cornejo y de una mujer maracucha, de padres italianos, María Tagliaferro, llena de modernidad, quedaron ambas, viuda y huérfana, por la muerte prematura de su padre a los 33 años de edad. Tuvieron la oportunidad de viajar, vivir en varios países, e inclusive, María Carlota Carbonell, desde muy pequeña asumió decisiones importantes como cuando a los 7 años le dijo a su mamá que no regresaría a Europa pues le gustaba vivir en Venezuela. A tan corta edad demostró lo que aún le sobra: El poder de decisión está dentro del ser y no hay fuerza que pueda contra ello (Notitarde, 21/07/2007, Confabulario).-

sábado, 14 de julio de 2007

Silvia Degwitz: Vivo para recordar quien soy


Sylvia Degwitz es una mujer activa. Camina. Desarrolla ideas. Pinta. Se siente espíritu y le cuesta recordar que todo lo que más le gusta lo hace con su cuerpo. Desarrolla con él un ritual para hacer un cuadro, desnuda, donde dejará huellas de sí misma dentro del equilibrio de un mandala. Dirige sus pasos para recoger arena de lugares sagrados que se quedarán allí, en sus obras, cargando fuerza de expresión divina.


Dicen que los mandalas, término de origen sánscrito, son círculos que abren puertas arquetípicas pero esa tesis puede ir todavía más allá. Su elaboración es una especie de dictamen del alma que va tejiendo puentes permanentes hacia el infinito, logrando alcanzar una quietud sólo comparable con el sistema atmosférico del universo.

¿Cuándo te descubres artista?
Desde pequeña me gustaba pintar. Cuando me gradúo en el bachillerato yo era siempre la que hacía todas las cosas artísticas en él, pintaba pancartas, carteleras y en el test de psicología que me hicieron para ver qué carrera debía tomar, la primera opción era estudiar arte. Pero en mi casa eso era visto como no hacer nada y empecé a estudiar un montón de cosas, pasé un montón de años perdidos hasta terminar como artista, haciendo lo que realmente me gustaba.


Fue hace diez años que me comencé a dedicar de verdad y de lleno a mi profesión como artista. En Valencia estudié en diferentes talleres y en Boston en una escuela de arte muy buena. Desde entonces no he parado.

¿Todavía no has trabajado la escultura?
No, he hecho instalación y performance. Estoy haciendo en estos momentos con otra artista, Eva Rodríguez, grabados. Es una técnica que estoy utilizando para expresarme...

¿Qué está plasmando con artista con los grabados?
Tengo una serie de corazones que en principio eran unos corazones amarrados y luego de trabajarlos con collage y otras técnicas, lograron su liberación. La transformación.

¿Tienen que ver con el desapego?
Si, los nudos que haces y los que desanudas.

¿Por qué hay que trabajar el desapego?
Mi pasión es el espíritu. Yo vivo para recordar quien soy. Aunque no pinte todo el tiempo, estoy tomando como conciencia. ¿Qué es esto? ¿Por qué estoy aquí? ¿De qué se trata todo esto? Y, por supuesto, mi pintura es lo que refleja. Mi exposición "Punto Cero" es el centro. Fueron varios mandalas de los que ayudan a meditar. Era toda una oración al centro. En vez de buscar en lo externo, hallarlo en el interior. De allí es que parte todo... del centro...

Además los mandalas se construyen y se destruyen...
Exactamente. El desapego en el caso de la pintura no es así, pero como lo hacen los tibetanos es en arena y después que se tardan mucho tiempo haciéndolos abren las puertas para que se los lleve el viento... El concepto del mandala es lo que me fascina... además que cuando los ves, si te sientas frente a uno de ellos, automáticamente te relajas. Está diseñado con huellas de mis brazos, de mis piernas, de mi cuerpo. Te lleva al centro tanto afuera como adentro de ti.

¿Quién te recuerdas que eres?
Dios... Eso es lo que somos todos. Un solo Dios.
Justo ahora estoy trabajando en una exposición que no sé cómo titularé, "Uno" o "Ahora", pero es básicamente en ver lo que aparentemente está fraccionado como una sola cosa. Más allá de las imágenes está la unidad y es algo que está costando, todas las divisiones, las separaciones, la distancia y las fronteras. No dejarse engañar por las formas y sentir la unidad...

Es un asunto complicado...
Es a nivel de conciencia. No es externo.

¿Sientes satisfacción por alguna de tus obras en especial?
El hecho de trabajar con mi cuerpo me fascina. Es como un ritual. Lo que se ve de la obra es lo último pero el hacerlo es cuando estoy en presente total. Es yo con yo. Para poder pintar estoy desnuda y completamente sola y de paso pinto con pigmentos naturales, utilizo arena de lugares que he visitado, como la Gran Sabana, arenas amarillas, moradas, de muchos tonos, rojizos. Siempre mis obras tienen un elemento de la naturaleza. Piedras, cuarzos...

¿Por qué es tan importante conexión con la naturaleza?
Porque eso me conecta con lo que soy. Me fascina viajar, hacer montañismo...

¿Qué descubriste en la Patagonia?
Me encantó el eslogan que hay en la Patagonia, cuando llegas al extremo sur de Argentina, que dice "Fin del mundo, comienzo de la vida". Me pareció con una profundidad grandísima. Tu dejas de ver el planeta y enfocarte en el mundo, tal como uno lo ve, con estos ojos, es como se siente la vida.

¿Por qué escogiste ese lugar en particular?
Se fueron presentando las cosas de una forma tan natural que viajé con varios amigos que hacen montañismo y la nota era caminar y disfrutar el glaciar Perito Moreno. Vivir esa experiencia en un terreno virgen donde no hay nada.

¿Dibujaste la experiencia?
No dibujo lo que veo sino lo que siento. Me traje arena de la Patagonia...

¿Es parecida la conexión entre la Gran Sabana y la Patagonia?
A la naturaleza yo la siento como más abstracta. Siento que esa unión con el agua, con la tierra y todos los elementos me conecta. De hecho, yo me siento más espíritu que cuerpo. Se me olvida que soy un cuerpo...

¿Cuando estás trabajando entras en una especie de trance parecido al de los monjes cuando meditan?
Yo siento un gozo muy grande.

¿Por qué en tu obra se siente el valor hacia la esencia de lo femenino?
Cuando comencé a pintar me fui a Boston con mis dos hijas, de 4 y 7 años, pues me acababa de divorciar. Eramos tres mujeres. De hecho, hay obras en que estoy con ellas. Allí empecé a sentir el poder de la mujer. Cuando estuve sola me sentí más fuerte que nunca. Ese poder lo tenía yo y no me había dado cuenta que lo tenía. Tengo una obra que me encanta, es una mujer sosteniendo al mundo. Siento que el despertar de la tierra depende justamente de que las dos fuerzas se liberen, la masculina y la femenina.

¿Por qué los caballos?
Comenzó porque tenía unos amigos que inauguraron un restorán que no existe y me pidieron cuadros para decorar. Pero la verdad es que a mí la imagen del caballo salvaje y libre me conectó... Mis caballos son con movimiento y brío. Me enlazaban con la fuerza que todos tenemos. Con ese coraje.

¿La gente te ha forzado a cometer el pecado de repetirte?
Sí. Y de hecho he tenido muchos momentos de bloqueo. De negarme a pintar. Que me encarguen lo que encarguen. Ni que esté en cero la cuenta. Lo que a mí me encanta hacer es lo abstracto. Lo amorfo. Es por lo que yo siento cuando lo hago.

Si se te dice en estos momentos: Venezuela... ¿qué imagen se te viene a la mente?
Un solo corazón. De verdad. Mi trabajo es enfocarme en la verdad, más que en la forma. Y la única verdad es el amor. Todo lo contrario a eso es una negación a la verdad. Mientras nos enfoquemos en lo que no es, eso se hace más fuerte.

Estudios Realizados: (1996-98) School of the Museum Fine Arts. Boston, MA, USA. Massachusetts College of Art. Boston, MA, USA. Manufactura de libro y papel con Deborah Davidson. Boston, MA,USA.
(1994) Asociación Venezolana de Artistas Plásticos. Valencia.
(1993) Ateneo de Valencia. Casa de los Talleres. Valencia.
Exposiciones Individuales:
(2003) Galería Universitaria Braulio Salazar. "Ser".
(2001) Centro Cultural Eladio Alemán Sucre. "Punto Cero".
(2000) Exposiciones permanentes en Hoteles Guaparo Inn y Guaparo Suite. Valencia.
(1999) Ocre Arte Galería. Caracas.
Exposiciones Colectivas: (2007) Ateneo de Valencia. "Amarres y Destellos". Valencia. Centro Cultural Eladio Alemán Sucre. "Obras de una Colección".
(2006) Gabinete del Dibujo y de La Estampa de Valencia. "Actualidad Gráfica en Carabobo". Valencia.
Centro Cultural Eladio Alemán Sucre. "Un puesto en el arte para el Alzheimer"
(2005)"Segunda megaexposición en homenaje a Jesús Soto". Caracas/Valencia.
(2006) Galería Art Hoy. Valencia.
(2004) Mystic Arts Center. "Latin Views 2004". Connecticut, USA. Grupo Li. "Encuentro de jóvenes artistas y grandes maestros".
(1999) Artífices Galería. Caracas. Mihalis Gallery. "Latin American Art Collection". Boca Ratón, Florida, USA. Massachusetts College of Art. Boston, MA, USA.
(1998) Massachusetts Dept. of Environmental Protection. "Artistic Horizons". Boston, MA, USA.
(1994) Ateneo de Bejuma. "V Salón de Artes Plásticas". Carabobo.
(1993) Ateneo de Valencia. "V Exposición de los Talleres Libres de Arte".
Performance: (2005) Museo Alejandro Otero. Acciones en el MAO. "Punto y Seguido...".
(2007) Ateneo de Valencia. "Nudos y Desnudo". Valencia.
Colecciones Públicas:
(2002) Mural de mosaico, "Atlante". Universidad de Carabobo (Notitarde,14/07/2007, Confabulario).-

sábado, 7 de julio de 2007

Luis García: La globalización es una expresión de la vigencia del marxismo


Con el profesor Luis García se aplica aquello que una vez dijo un afamado investigador. Mientras esperaba en una oficina pública oyó tantas veces que a todo el mundo lo llamaban doctor que cuando lo requirieron poniendo por delante la distinción dijo "No me llame así... porque yo sí lo soy" dando a entender que la degradación del título atentaba con tantos esfuerzos académicos pues las secretarias llamaban indistintamente "doctor" a todo el que entraba a ese despacho.


Su sencillez no le permite andar con posturas rimbombantes aunque cualquiera que lo escuche daría dos pasos hacia atrás en cuanto los niveles de conocimiento que tiene este docente jubilado de la Universidad de Carabobo tras 28 años de ejercicio en la Facultad de Ciencias de la Salud Cátedra de Anatomía. Estuvo entre 1972 y 1976 en la Universidad de Warwick, Inglaterra, donde estuvo desarrollando importantes estudios sobre el interferón cuando apenas se conocía su importancia en el sistema inmunológico. Se regresó a Venezuela pese a los ofrecimientos de continuar con las investigaciones para, a la par de dar clases, desarrollar su otra pasión, el manejo de una imprenta. También es Presidente y miembro fundador de la Asociación Venezolana para el Avance de la Ciencia (Asovac).


La inquietud de su mente llena de ideas, observaciones, análisis y reflexiones lo llevaron a crear en el año 2000 el Proyecto Camoruco, al que dedica mucha energía y el capital que no posee, dadas las dimensiones del plan que tiene mucho de educativo, de enseñar el verdadero valor de la naturaleza y su conservación.


¿Qué es el proyecto Camoruco?
El proyecto Camoruco fue concebido como un espacio alternativo y abierto a la educación, investigación y difusión del patrimonio vegetal del estado Carabobo. Lo que en un principio fue producto de mi esfuerzo personal, tuvo, en el año 2002, que ampliarse, dada su magnitud y complejidad, en un equipo transdisciplinario que intervino en los distintos programas y servicios.


¿Cuál es su objetivo?
El Proyecto Camoruco tiene como objetivos contribuir a la investigación científica, la educación en todos sus niveles; la recreación, la intervención positiva en los problemas ambientales, el resguardo de la soberanía tecnológica y la preservación de la variedad genética de nuestro país. Para ello se desarrollaron programas específicos.


¿Cuál es su esencia o filosofía?
En sus premisas de operación se encuentran el trabajo con un sentido de conciencia social, la participación de las comunidades estudiantiles, científicas y sociales; el establecimiento de una comunicación entre los saberes populares y el conocimiento científico; sin privilegiar uno sobre otro y, en general, el acompañar a la transformación institucional desde una perspectiva de educar en algunos de los elementos de nuestro patrimonio más descuidado, como lo es el medio ambiente, nuestro territorio, su flora y toda su riqueza material y social asociada a nosotros mismos.


¿Qué tipo de actividades realiza?
En su capacidad plena de operación, como fue concebido originalmente, se pudieran brindar, entre otros, los servicios de asesoría en la construcción de micro-viveros con fines educativos y ambientales; asesoría y apoyo en la utilización y conservación adecuada de los recursos vegetales a instituciones públicas y privadas.


¿Qué programas deben reactivarse de hallarse los recursos para el Proyecto Camoruco?
Visitas guiadas para los estudiantes de todos los niveles educativos y en particular de las misiones y construcción de mini-viveros para las instituciones educativas. El programa científico que brindaría para los estudiantes un nivel de pasantía para el desarrollo experimental de carácter biológico. Recolección de información estadística, taxonómica y de otras características de apoyo a investigadores y docentes. Formación de una base de datos (herbolario digital) contentiva de información de interés científico, educativo y ambiental para uso de investigadores, estudiantes y consejos comunales. Trabajo de identificación, nomenclatura y señalización (fichaje técnico) del inventario general de la región.


¿De qué consta el programa de soberanía tecnológica del Proyecto Camoruco?
Se inscriben en el espíritu de la Misión Arbol, la Misión Ciencia y las misiones educativas con el objeto de contribuir al desarrollo de la nación, a preservar su patrimonio natural y defender la independencia tecnológica del país. En este sentido, el Proyecto Camoruco se encuentra en la búsqueda permanente de convenios interinstitucionales que garanticen soberanía tecnológica y todos los beneficios sociales que de ello se derivan.


¿Qué ocurre con la conservación?
La ecología y la conservación son un problema de masas, las personas tienen que ser concienciadas. Lo que hay que hacer para lograr que eso ocurra es que lo tienen que hacer todas las masas. Un cambio de actitud basta para que las cosas puedan hacerse.


¿Sigue siendo marxista?
Mi concepción es fundamentalmente marxista, teóricamente, aunque muchos digan que estoy equivocado. Creo en el marxismo y siento que Marx hizo muchos aportes. Creó la dialéctica de la naturaleza y en la naturaleza un poco ocurren cosas: Una reacción química no tiene que ocurrir cuando todos los átomos están actuando uno con otro, sino cuando, por ejemplo, una enzima o catalizador, en una fracción ínfima de consumo en el proceso, hace posible que dos compuestos se conviertan en otra cosa. Una cosa muy pequeña pero que juega un papel fundamental puede hacer que una cosa muy importante pero que no ocurre espontáneamente, pueda sobrevenir. Eso también está allí en el Proyecto Camoruco.


¿El concepto de la trandisciplinareidad está implícito en esta propuesta?
Sí, es decir, la ruptura del límite disciplinario, un poco a partir de la comprensión de la naturaleza y el hombre y su relación. Las disciplinas no fueron otra cosa que una respuesta a una necesidad transitoria. La idea no solo que sean botánicos, zoólogos o sociólogos los que actúen sino que todos, entendiendo que hay problema con la naturaleza, hay que subordinarse a ella, y que todos tendrán que poner su disciplina a favor de la solución de este problema.


¿Cuándo se verían los resultados del Proyecto Camoruco?
Plantearse estas cosas en términos de tiempo no tiene sentido. Estamos hablando que un niño en etapa preescolar puede llegar a la universidad y puede que muera y no va a ver el resultado de un árbol maduro. Pero sí verá la diferencia en los ambientes y establecerá la relación.


¿Cómo será la naturaleza en el futuro?
A mí me llama muchisimo la atención, por ejemplo, que en las películas de ciencia ficción nunca aparecen árboles, y yo tiendo a darle mucha importancia a estas cintas, porque la ficción no es otra cosa que la capacidad que tiene el hombre, haciendo abstracciones, de hacer visible lo que todavía no es visible.


¿Será que no van a existir en el futuro?
De pronto yo estoy equivocado y es hacia allá donde va la naturaleza. No dejo de hacerme esta disquisición para decirme un poco lo complejo que es el problema ambiental.


Más que preocuparme por lo complejo que es el problema, lo que hago es ver cómo trato de convertir esa complejidad, en una posibilidad. La realidad se encargará de demostrarla. Desde crear conciencia hasta los problemas de conservación, los problemas de actitud de un niño, un joven o un investigador, marcan la complejidad.


Apartando el tema del Proyecto Camoruco, ¿cómo comulga su marxismo con lo que está planteado en el país?
Creo en el marxismo como propuesta teórica-filosófica. Creo en la condición material de la naturaleza y en la naturaleza dialéctica. A pesar de que los desconocedores o los ignorantes del marxismo, negadores del marxismo, han sido muy eficaces en partir de las distorsiones del marxismo para descalificarnos, creo que el marxismo es la respuesta teórica más avanzada que podía producir la humanidad. Por otro lado, hago la salvedad de que no soy marxólogo, yo no puedo recitar El Capital, la Sagrada Familia, los Cuadernos Filosóficos o cualquiera de las grandes obras de Marx. Para mí el marxismo es más una actitud metodológica, sociológica y política. La globalización es una expresión de la vigencia del marxismo. Marx planteaba que el desarrollo de las fuerzas productivas y el desarrollo de la ciencia y la tecnología iba a crear condiciones donde las fronteras iban a desaparecer.


¿Cómo se traduce todo eso en términos políticos actuales?
Creo que aquí ha habido una muy seria irresponsabilidad en el sentido de utilizar una terminología, o tener una propuesta. Antes que decirle a alguien que yo le ofrezco algo, más bien le diría, yo quiero que sientas que tú necesitas algo y debido a ello, tú puedes convertirte en el agente para poder lograr ese algo. El socialismo no es una cosa que yo le ofrezco a otros. Es una necesidad de todos. Y la gente tiene que saber que toda esta propuesta de socialismo pasa por demostrar que yo tengo razón y que es necesario (Notitarde, (07/07/2007, Confabulario)