sábado, 23 de febrero de 2008

Ramón Belisario: "Salón Michelena debe postergarse"


"Ya basta con el vedettismo, ya basta con los artistas de asumir posiciones de vacas sagradas, ya basta con ir a las exposiciones nada más a lucir sus trajes. Aquí tiene que haber un verdadero careo de arte. Quítenle las recompensas y llámenle "Confrontación del Salón Michelena sin premios". ¿Qué pasaría? Si el artista es responsable, serio y consciente, creo que participa y asume ese reto".


El artista plástico Ramón Belisario, con más de cuarenta años como creador e incansable trabajador del mundo cultural valenciano, vino como es: sencillo, directo, mesurado, crítico; sin cortapisas.


¿Qué le parece a usted todo lo que está ocurriendo con el Ateneo y la cultura carabobeña?
Las aguas tienen que volver a su cauce. Creo que aquí lo que hay es una aventura irregular de pescar en río revuelto, porque todo es ganancia de pescadores. Y no es así. Creo que el Salón Michelena, por respeto al mismo nombre que lleva, de este artista, debería postergarse hasta tanto haya una aclaratoria de la situación anómala de ambos bandos. Tanto del lado privado como del oficial. Que exista una mesa de arbitraje donde se les convoque a los artistas, no uno ni dos, sino un conglomerado de artistas de Carabobo, más la gente del estado y de la Junta Directiva, y busquen, de la manera más sabia, más equilibrada, solventar esa situación.


No creo que era necesario llegar a este extremo de hacer excesos que parecen más bien perjudicar la imagen incluso de un artista valenciano que pertenece a la historia plástica de Venezuela y de Carabobo; y del mismo Salón Michelena, de un prestigio imponderable de toda la vida.


El público creo que también ha sido irrespetado. Recuerdo la gran masa de asistencia en la época dorada del Salón Michelena. El pueblo opinaba y tenía una visión distinta en muchos aspectos. La población carabobeña le dio mucho apoyo al Salón y últimamente la asistencia fue decayendo porque no hubo un interés, porque la pintura no estaba presente. Dejaron de participar, dejaron de enviar desde diferentes partes de la nación, desde Valencia, porque consideraron que habían atentado en contra de ellos. Por políticas manipulantes no permitieron ni siquiera que los artistas expresaran su voz, en cuanto a la situación que estaba ocurriendo en su momento.


Debemos asumir un rol protagónico de consenso. No creo que los artistas se han sincerado con esta problemática. Han asumido posturas individualistas. De paso, quiero decir que los artistas hemos sido siempre independientes y nunca hemos creído en el colectivo. Recuerdo que cuando gané el Andrés Pérez Mujica (1975), cuando yo increpo en el planteamiento plástico de mi obra "¿Qué carajo eres tú mujer?" para defenderla de la sociedad del consumo, muchos pensaron que yo estaba insultando a las damas valencianas y del mundo, cuando estaba reflejando lo que aún está latente: Vender el cuerpo al lado de un producto.


Para nosotros es triste que no se asuma un rol protagónico ni se sinceren con lo que sucede. Yo no creo que las medidas cautelares o de excesos puedan solventar la situación. El Salón Michelena seguirá siendo el Salón Michelena. Si quieren inventar otro evento de igual naturaleza, pónganle otro nombre. Pero siento que tanto la Junta Directiva como los que tienen el apoyo oficial tienen problemas. De mucho arraigo. Primero porque hay una situación de un espacio físico que es anterior al Ateneo que es privado porque esta institución nació civil sin fines de lucro. Ese espacio fue conseguido y donado por esa gran dama, Frida Añez, quien hizo ese gran esfuerzo, por todos los artistas. Después está ese otro gran espacio que se construyó después. Me pregunto: ¿Hasta dónde llegan los espacios físicos perimetrales del Ateneo anterior y los que creó el Gobierno Nacional porque fue subvencionado? Es como si sembraras en mi solar una mata de mango, ¿tengo el derecho de expropiar esa mata de mango porque yo la sembré? El que siembra en tierra ajena la cosecha pierde... Esto debe ser debatido por abogados, aunque siento que las cosas no están tan fáciles porque las posturas son radicales.


Pareciera también que todo esto puede ser producto de odios internos...
Si nosotros somos artistas, ¿ cómo es eso qué vamos a estar con la violencia por delante? ¿Cómo vamos a agredir en forma verbal u ofender, justo si estamos dotados de una gran sensibilidad para desarrollar un trabajo plástico donde el artista es un humanista?, dijo en una clara alusión al músico Gerardo Estrada, actual secretario de Cultura de Carabobo, quien amenazó con lanzarles bombas a los dos principales periódicos de la región.


La situación es delicadísima y creo que debemos hacer uso de la ponderación, del equilibrio, de darle a quien tenga la razón a través de unos mecanismos que conlleven a un pronunciamiento general donde se solvente la situación.


Como artistas somos responsables de lo que hoy estamos viendo y viviendo. Por complicidad indirecta.


Para que se realice un salón de verdadera confrontación plástica a nivel nacional o internacional debe recurrirse a una designación de un jurado con una justicia equilibrada. Conocedores, que no se vayan por el amiguismo, por el compadrazgo, que revista de una seriedad absoluta.


Lo menos que yo veo y he sentido y apreciado en toda mi vida, desde que tengo conocimiento de artista, es que la gente no va a observar, ni a discutir, ni a plantearse una problemática de dialéctica en cuanto a las obras expuestas.


¿Por qué los pintores dejaron de ganar el Michelena?
Porque vino el manipuleo. La culpa es de la Junta Directiva y de la Comisión de Arte que ellos designan, donde se hacen manejos de traer jurados con mayoría de fuera y minoría de dentro. Te colocan a alguien que no sea muy polémico, que se ajuste a lo que el manipulador pretende, y logran los objetivos.


Aquí hay que darle paso a la gente joven, a la gente que viene detrás. El presidencialismo ya se acabó, aquí no se puede pretender ser presidente de una institución cultural toda la vida. Tiene que haber espacio para los demás. Realizar asambleas donde se convoquen a los artistas, donde participen con derecho a voz y voto, y se puedan inscribir en esa institución. ¿Pero cómo van a trascender si no se les permite ni opinar? Vamos a darle paso a los jóvenes, insertarlos dentro del estado, la nación y el mundo. Porque de ellos esperamos lo mejor. No podemos erigirnos como un monolito sagrado donde nadie perturbe el presidencialismo y no den paso a nadie.


Aquí una cantidad enorme de artistas no mandan sus obras al Michelena no porque no pintan ni es que no son buenos, sino porque conocen la situación. Las irregularidades, no hablaría ya siquiera de lo administrativo, de las irregularidades morales que son más detractoras en ese sentido. Porque el hecho moral de tú arrebatarle el sentimiento, la sensibilidad de expresarse a un creador, es terrible. Si tú quieres desarrollarte en cualquiera de las disciplinas, tienes derecho a manifestarte. Tenemos que tener una democracia y ésta no existe por la forma cómo se ha manejado la institución de mayor prestigio en Venezuela que es el Salón Michelena. Me pregunto: ¿Vamos a seguir destruyéndolo?


Por falta de espacio no podemos escribir las muchas otras cosas que dijo el maestro Ramón Belisario y de su extenso curriculum apenas podemos señalar que nació en Chaguaramas, estado Guárico, egresó de la Escuela de Artes Plásticas Arturo Michelena en arte puro en 1968. Años después fundó y digirió Asociación Venezolana de Artistas Plásticos, Seccional Carabobo, donde también, en 1980, tomó sus riendas. A la par de desarrollar su carrera como pintor figurativo trabajó como docente durante 25 años en la Universidad de Carabobo. Numerosas sus exposiciones individuales y colectiva. Se encuentra representado en colecciones públicas y privadas de museos tanto en Venezuela como en República Dominicana.Presentó en Uruguay sus últimas obras (Notitarde, 23/02/2008, Confabulario).-

sábado, 9 de febrero de 2008

Alí José Campos: "Los jóvenes desprecian la historia"


"íValencia, mi cuna, mi tierra querida! / Mitad de mi alma, mitad de mi vida, / íMi blanca azucena, mi nido de amor! / ¿Por qué de tu seno se aleja la calma? / ¿Por qué está tan triste la luz de tu sol?


Tu veste de virgen rasgada se mira, / llorando tus penas cual otra Palmira, / enferma te inclinas, íOh, pálida flor! / Tu pena es aguda, tu pena contrista; / te falta una estrella, te falta un artista: / camino del cielo se fue tu pintor!".
Parte del anterior poema lo escribió Manuel Alcázar, quien lo tituló "A Valencia". En la muerte de Arturo Michelena.


Se puede leer en la biografía que sobre este poeta escribió Alí Joaquín Campos, quien considera que este homenaje es el más bello que se le haya hecho a Valencia, con todo el candor y el sentir romántico del llamado poeta del pueblo.


¿Cómo nació la idea de hacer este libro?
En el año 2000 empezamos a editar un libro de la parroquia Miguel Peña que fue la que me arropó a mí porque yo no nací aquí. He aprendido a querer esta ciudad y fue cuando me acerqué al cronista de la ciudad, Guillermo Mujica Sevilla, a quien le propuse hacer ese libro. Como sociólogo que soy le manifesté mi preocupación sobre la carencia de un material como éste, él me dio su buena pro y estuve construyendo hasta 2003. Fue así como la Alcaldía de Valencia lo editó.
Dentro de mi trayectoria como docente adscrito al Ministerio de Educación, ingreso como director en 2006 en la Escuela "Manuel Alcázar". Me llamó entonces el cronista Mujica Sevilla y me pidió que elaborara un folleto sobre el poeta que llevaba por nombre el plantel.


Me contó que antes de morir a Manuel Alcázar le hicieron un homenaje en el Ateneo de Valencia, en 1940, cuando su presidenta era Luisa Galíndez, pero no tiene un libro como tal. Fue allí cuando me entró a mí como el "gusanito" por investigar sobre la vida de este poeta.


Hice todo un estudio a nivel internacional, su ascendencia española, sus padres, aunque él había nacido acá. Después hicimos una selección de sus poemas y conocimos a fondo todo lo que fue su vida, sus amores; su familia. Lo terminamos en octubre de 2007. Hablamos con una editorial privada que lo editó y en el Instituto de Desarrollo Urbano para Valencia (Induval) lo bautizó el cronista de la ciudad, Mujica Sevilla, con Luigi Frassato, la amiga Margarita Marrera, una gran valenciana, y Oswaldo Feo Caballero, un hombre al que considero mi maestro, quien hizo el prólogo del libro.


¿Encontró cosas en común con el poeta Manuel Alcázar?
Cuando leí sus poemas me impactaron. Creo que fue un hombre que escribió con el corazón y el alma. Un hombre muy humilde. Tenemos cosas en común: escritor, humilde, se hace sentir con su poesía, con las palabras.


¿Por qué esa conexión con un poeta que escribió en versos?
Por mis raíces. Luis Mariano Rivera. Nací en el estado Sucre, en Río Caribe, y estando en el bachillerato, viéndolo a él que les cantaba a las flores, a los animales, a los caracoles; allí nació mi inclinación por la poesía. Luego leí a Andrés Eloy, el poeta cumanés, político y gran abogado. Uno se va alimentando de toda esa rama literaria.


Después me gustó la educación y conocí a otro paisano, margariteño, Luis Beltrán Prieto Figueroa. Creo que conecto a Luis Mariano con Manuel Alcázar. A Luis Mariano no lo conocí, aunque sí a sus familiares. Era un hombre que transmitía paz, amor, desde su rancho. Todo un legado para la juventud al igual que Alcázar, quien de alguna manera deja la puerta abierta para rescatar la literatura que tanta falta le hace a nuestra juventud. Le escribió a nuestra ciudad de Valencia. A Bolívar, a la Patria. Estoy todavía muy lleno de todas estas cosas.
Antes de ser director fui coordinador de un liceo muy importante también en el sur, el "Ponce Bello". Allí comencé a escribir sobre él e hice el enlace con el cronista de Valencia. Ponce Bello fue un educador muy correcto, pero el poeta era un hombre muy sensible, que en su momento no se le valoró como tal. De esta manera fui tejiendo la historia hasta que se hizo el libro.


¿Conoció alguna anécdota de Alcázar?
El era un caballero y una vez iba pasando por el frente de un almacén y una dama que se encontraba dentro lanzó un papel que le pegó a él en el pecho. La mujer estaba apenada, pero él le dijo: "No te preocupes, que los golpes de una mujer no duelen". Con esa frase se apareció al día siguiente con un poemario que le había publicado el Ateneo de Valencia que se llamó "De lampos y brumas", selección que es parte del libro que hice, que fue tomada por Guillermo Mujica Sevilla, en sus libros, que llama "De azules y brumas".


¿Cómo ha sido la reacción de los alumnos de la Escuela?
Tengo dos años y medio como director y no sabían quién era el poeta. Le hicimos un afiche para rescatar su semblanza y el 17 de enero, día en que nació, ya llevamos dos años realizando homenajes en esa fecha. Se canta, hacemos un concurso de poesía; la leemos. Los jóvenes están consultando el libro y todos los trabajadores se sienten contentos por la existencia del libro. Hay ahora una identificación de los alumnos con el poeta y el recinto que lleva su nombre.


¿Por qué es importante rescatar figuras como la de Alcázar?
Porque hay que rescatar lo que es parte de la cultura de Valencia, tan golpeada hoy en día. El es un emblema. Autóctono. Valenciano. Vivía allí en el sector Las Cocuisitas, su casita aún está allí. Rescatarlo a él es rescatar la literatura valenciana. Es un ejemplo para los jóvenes, que se sienten a escribir. La poesía nos hace libres.


Con este homenaje rescatamos a un hombre que fue y es importante para Valencia y le estamos dando insumos a la juventud para que escriba e investigue.


¿Por qué estos trabajos no son comunes en alumnos y docentes?
Hay un problema con la educación. Uno no puede dar lo que no tiene. Yo tuve maestros que me enseñaron amor por la lectura. Hago la comparación con los jóvenes que les doy clase en la universidad y puedo decir que los jóvenes, de 16 y 20 años, tienen un desprecio por la historia. Hay un rechazo. Pasan por el bachillerato y a los docentes no les gusta leer. Las partes más estratégicas para cultivar esas cosas son el preescolar y la escuela. Hay que revisar profundamente eso. Enamorar al niño de la lectura, con la fantasía, el cuento.


¿Cómo veía Alcázar a Bolívar?
El tenía descendencia de querer a Bolívar. El abuelo de él fue escribano del Libertador.


¿Esa visión sobre Bolívar es diferente de la que pregonan?
La parte política es delicada. Hace días leí un libro sobre el culto a Bolívar y la verdad es que éste ha sido usado para muchas cosas. En algunos escenarios lo utilizan correctamente, en otros no. Alcázar veía a Bolívar no como se ve hoy.
Alí Joaquín Campos nació en Río Caribe, estado Sucre, donde cursó sus estudios hasta el bachillerato. Se trasladó al estado Carabobo en 1990 para realizar estudios universitarios alcanzados entre la Universidad de Carabobo y el IUTEPAL. Técnico superior universitario en Administración, licenciado en educación en la especialidad de ciencias sociales y magíster en educación, con mención en enseñanzas en las ciencias sociales, ya ha escrito dos libros, Historia de la Parroquia Miguel Peña y Biografía de Manuel Alcázar, el poeta del pueblo. Prepara un tercero sobre el municipio Rafael Urdaneta. Lleva más de doce años en la docencia y actualmente es director de la Escuela Bolivariana "Manuel Alcázar".


Al terminar la entrevista solicitó a la Secretaría de Educación del Gobierno Bolivariano del estado Carabobo desarrollar el proyecto de construcción de la Escuela "Manuel Alcázar" que se elaboró hace un tiempo atrás porque la misma está deteriorada, no por falta de mantenimiento, sino porque fue construida en 1964, para poderle dar a una población de más de mil niños una educación más digna (Notitarde, 09/02/2008, Confabulario).-

sábado, 2 de febrero de 2008

Luis Alonso Hernández: "Los periodistas no somos litigantes"


"Construir una conciencia crítica en un país donde el mapa ecográfico mental de la exclusión y la discriminación, fueron elementos que desencadenaron grandes sentimientos de discordia, rechazo y oposición, no es cosa fácil. Tampoco es un fenómeno social que se produce por generación espontánea, sino que es una oportunidad, para crecer juntos, sumar voluntades y esfuerzos en la construcción de un nuevo modelo de relación entre los hombres. Es un esfuerzo nacional que revoluciona la forma y la calidad de las relaciones entre los diferentes componentes del tejido social" escribió el investigador Mariano Herrera en el prólogo del libro Televisión y pensamiento crítico del periodista Luis Alonso Hernández, editado por la Universidad Arturo Michelena.


El joven comunicador siempre ha sentido verdadera pasión por la enseñanza, de allí sus estudios e investigaciones para formarse e ir preparándose en tan importante responsabilidad.


A pesar de parecer contemporáneo a sus alumnos es respetado por la forma dinámica de dar las clases aunque siempre se quejan de lo estricto que suele ser al momento de calificar.


¿Cómo nació la idea de hacer este libro e investigación?
Considero que como profesionales debemos reflexionar mucho sobre nuestro ejercicio. Veo con mucha preocupación, todavía, que en el gremio periodístico la autocrítica no es como muy aceptada. Eso lo observé desde que era estudiante. Cuando empecé a ejercer y luego dar clases, noté la escasa criticidad que tienen los estudiantes de periodismo, en su mayoría, no pensaban por ellos mismos, con criterios errados y todo lo que veían en esa poderosa cajita llamada televisión, por la cual se han hecho muchas investigaciones en Venezuela y en el mundo; lo creían. Todo lo que observaban en los noticieros, programas de opinión y programas lo asumían como cierto, lo que preocupaba bastante porque de esta manera no se puede formar a un profesional con un perfil idóneo.


¿Qué tipo de estudio se aplicó en esta investigación que tiene como segundo titulo Aproximación a la realidad mediática?
Se hizo un diagnóstico de cuatro canales de televisión con la ayuda de cinco comunicadores expertos en televisión educativa y un poco fue para medir cuánto contribuía la televisión en la formación de la ciudadanía, tomando en cuenta que dentro de las leyes venezolanas, entre ellas, la Ley Orgánica de Educación y la Constitución Nacional, los medios de comunicación están llamados a formar ciudadanos. Pero eso no ocurre en Venezuela. Aunque hay una Ley Resorte, todavía estamos muy lejos de formar ciudadanos críticos.


Es decir la preocupación por el gremio, por los estudiantes y por los mismos niños que tienen que ver programas de alto contenido de violencia y sexualidad; presenciar programas de opinión y noticieros totalmente sesgados, me llevaron a producir este libro.


¿Con qué sorpresas se encontró en esta investigación?
Tanto como sorpresas, no. Vine a reafirmar una realidad que había previamente considerado, pero que revisamos a fondo, con instrumentos e investigación.


¿Cuál es la gran conclusión?
Quienes piensan que la televisión debe usarse para formar ciudadanos críticos y se hagan esfuerzos porque la gente piense por sí misma, no están dentro de los medios televisivos.


¿La Ley Resorte ha traído cambios y mejoras?
Los cambios que he visto son muy pocos y para mi la Ley Resorte se quedó en letra muerta. Ves televisión y se ven escenas de sexo y violencia en horarios no permitidos, que lo que provoca es apagarla y no seguir viéndola.


¿El resultado de la investigación abarcó canales privados y nacionales?
Sólo la televisión privada en Venezuela. Pero para nadie es un secreto que hay canales públicos, del Estado, que al momento de aplicárseles el mismo estudio no van a salir muy bien.


Uno como profesional, independientemente de la corriente política que tenga, debe ser muy crítico y muy justo al momento de dar opiniones...


¿Por qué existen hoy en día periodistas que parecen jueces?
Nosotros no somos abogados litigantes. Vemos en la televisión, tanto en canales del Estado como en privados, periodistas que hacen la función de un abogado porque te acusan, señalan y hacen un daño que es irreparable, porque así seas inocente, eso queda entre quienes lo vieron y escucharon. Ellos le hacen muchísimo daño al país con sus opiniones sesgadas, informaciones desviadas.


La esencia de nuestra profesión es el equilibro, la honradez. Aproximarse a la objetividad lo más que se pueda, si bien esta no existe.


¿Cómo se levanta el pensamiento crítico en una población?
Es complicado, sobre todo en momentos de polarización tan grandes. En el campo educativo los docentes tenemos como ciertas herramientas y en periodismo debemos tener siempre el deber de buscar la otra opinión que contraste con la primera versión que encontramos.


En Venezuela hay muchas personas que están trabajando y se esfuerzan porque el pensamiento crítico, que es aquel que hace que las personas puedan decidir qué hacer y cómo hacerlo, pueda ser una realidad.


Pero mientras docentes, dueños de medios, iglesia y sectores que gozan aún de credibilidad no hagan nada por cambiar la realidad, vamos a tener seres fragmentados, alienados y manipulables.


¿Qué otras reflexiones están contenidas en el libro?
La televisión, por ser el medio de comunicación social más poderoso, puede hacer mucho por fomentar el pensamiento crítico, sobre todo con la difusión de programas de corte educativo y cultural, así como con programas informativos y de análisis equilibrados y plurales.


Se recomienda a las empresas de medios de comunicación social, en conjunto con universidades y sociedad civil, iniciar debates que permitan replantear muy seriamente lo que podría ser la utilización de la televisión para educar a la sociedad.


Quienes están al frente de los canales de televisión, deben hacer esfuerzos por incluir dentro de sus espacios programas que valoren y fortalezcan la diversidad cultural , informen con equidad, seriedad, respeto y precisión; promuevan el debate constructivo sobre temas nacionales; amplíen los horizontes personales de los televidentes, ofreciendo una visión más completa del entorno y del mundo...


Me está hablando de puro sentido común... ¿acaso lo hemos perdido?
Pareciera. En la calle encontramos seres sin sentido común: ¿Cómo se saca hacia adelante un país así?, preguntó, anticipando gestos sin respuesta.


Luis Alonso Hernández Pineda es licenciado en comunicación social egresado de la Universidad del Zulia en 1999. Sin embargo, la docencia ha estado muy íntima a su razón de ser. Eso lo llevó a cursar la maestría en investigación educativa en la Universidad de Carabobo donde imparte la Cátedra de Cultura adscrita al departamento de humanidades de la Facultad de Ingeniería. Fundó, acompañando a Giovanni Nani, la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Arturo Michelena en la que se desempeñó como coordinador docente y en la que dicta en la actualidad la materia Ideas Políticas Contemporáneas. También ha impartido opinión e informativo.


Es egresado del Programa Líderes Emergentes del Iesa, del programa Edward Murrow, cursado en Washington DC, Oklahoma y New York; y del Programa Avanzado en Docencia para la Educación Superior, en la Universidad Arturo Michelena.


Trabajó durante seis años en El Carabobeño cubriendo las fuentes universitaria y política, fue colaborador de El Nacional, director de información y director de publicidad, promoción y difusión del Gobierno de Carabobo. En estos momentos se encuentra trabajando en asuntos institucionales, preparando proyectos y metas futuras (Notitarde, 02/02/2008, Confabulario).-