sábado, 28 de febrero de 2009

Gladys Domínguez García: "El arte del vidrio tiene vida propia"


El próximo sábado 7 de marzo en la galería de la Biblioteca Manuel Feo La Cruz el Grupo Hylos, rendirá un homenaje a Mery Schwarzemberg, primero que nada por ser mujer, ya que el 8 se le rinde tributo a nivel mundial y luego por su sostenido apoyo al mundo cultural carabobeño.


Hylos está integrado por artistas plásticas como Ana Caravias, Ana Cibanik, Luisa Dunia, Maribel Araez, Tina Scalzone y Gladys Domínguez García, quien es la directora y coordinadora de esta iniciativa que ya alcanza la tercera exposición colectiva.


Todas las anteriores artistas antes mencionadas expondrán sus últimos trabajos en tributo a esta mujer, presente en los muchos acontecimientos artísticos, desde siempre. O así lo pareciese.


Decidimos hacerle este homenaje a Mery porque es un ser muy especial, trabajadora, llena de encanto y de dimensiones humanas que se nos escapan, por lo que todas las artistas, también mujeres, celebraremos, junto a ella, nuestro día.


Hábleme de sus comienzos en el oficio de trabajar el vidrio...
Comencé en el año 2001 simplemente para obtener algo para mi casa. Me explico: la estábamos construyendo y había una zona que estaba muy oscura por lo que pensé que debía darle luz a ese espacio. Pensé en un vitral para la puerta de ese vestier. Comencé a investigar sobre lugares que realizan estos trabajos pero alguien me asomó la posibilidad de que yo misma lo hiciera por mis habilidades e inquietudes artísticas. Ya había pintado y había trabajo en gres.


Como yo estaba de "feliz ama de casa" y abro comillas al hablar de esto porque desde que me gradué en la universidad trabajé alrededor de veinte años en el campo de la computación y cuando uno deja de hacerlo se viene el mundo encima. Eran muchos años de trabajo independiente y no es lo mismo. Necesitaba canalizar mis inquietudes, por lo que empecé el curso de vitral. Lo aprendí a hacer y poco a poco fui haciendo obras hasta por encargo.


Con el tiempo hubo el chance de adquirir un negocio especializado en materiales para vitralistas y artistas plásticos. De esta manera me puse a administrar, gerenciar, dibujar y relacionarme con el arte de una manera muy apacible. Allí en esa empresa había vidrio, había un horno, colores y había de todo. Pero no sabía como manejar nada. Le pregunté a una de mis clientes que maneja vitrofusión cómo era ese proceso y me fue explicando. Comencé entonces a derretir vidrio e investigando fui aprendiendo el oficio, en forma autodidacta. En el año 2004 estaba elaborando mis primeras piezas en serio.


¿Cuándo comenzó a enviar al Salón Artes del Fuego?
En el 2006 me atreví a enviar, por primera vez, una pieza mía en las Artes del Fuego, y fui rechazada. La vendí inmediatamente, no quedó conmigo, por suerte, porque ellas no deben quedar con uno, ellas son como los hijos, tienen que tomar camino. Al año siguiente, en el 2007, envié otra obra y entonces sí fui aceptada. Este año por supuesto también enviaré. Siempre hay que intentarlo. Como artista siempre hay que confrontarse.


¿Cómo nació el grupo Hylos?
La palabra hylos viene del griego y significa transparencia, pureza, una gota de agua. Antes de utilizar la palabra vitrum para el vidrio se usaba esta denominación.


Un buen día estando yo en mi taller pensé en formar un grupo de trabajadoras del vidrio, porque en ese momento no conocía a hombres que lo hicieran, que compartamos experiencias. Como era autodidacta necesitaba nutrirme de gente que tuviera un conocimiento más formal. Con seis personas lo conformamos porque nos apreció suficiente para una buena relación entre los integrantes.


Hicimos muchas reuniones, compartimos secretos técnicos. De esta manera conformamos un equipo de investigación, desarrollo y experimentación de nuevas técnicas.


¿Por qué siempre es asombroso el arte sobre vidrio?
Todos estamos acostumbrados a pintar sobre lienzos, pared o madera o chapas de metal. Sobre vidrio no pareciese ser real porque además hay que añadirle el fuego, meterlo al horno, para que se produzca la magia, que produce otra cosa diferente a la que el artista pensó o soñó. En realidad lo que se trabaja es con la imaginación para poder obtener los colores definitivos. Lo que en realidad sucede es que el vidrio, los colores y el horno tienen vida propia. Al final obtienes algo que tu querías pero que igualmente te sorprende.


En pocas palabras yo lo defino como un hijo, ellos siempre sorprenden a sus padres y también se terminan yendo de la casa. Así son las obras de los artistas. El vidrio es malcriado y también es caprichoso. Tiene vida propia.


¿Cuál es la diferencia entre vitral y vitrofusión?
Un vitral se elabora con vidrio ya previamente coloreado que ya ha pasado por procesado y que se ensambla en piezas con perfiles de plomo y cintas de cobre, con fundente y estaño. Eso conforma el mosaico, por decirlo de alguna manera.


Vitrofusión puede trabajase con un vidrio coloreado o incoloro como el de cualquier ventana que se lleva a un horno a temperaturas superiores a los 800 y 900 grados y se obtiene algo igual en su características, que sale completamente transformado porque absorbe el color y adoptó la forma que se decide que tome.


La diferencia es que en vitro se lleva el vidrio a fusión, se calienta, se funde, se enfría, se comprime y vuelve otra vez a ser vidrio. En cambio el vitral se manipula pero en sí no tiene una manipulación mayor. Une un color con otro. Dos técnicas diferentes que comparten un mismo producto en común que es el vidrio.


¿Qué otro proyecto está desarrollando en estos momentos?
Estamos haciendo, Ana Cibanik y yo, un vitral con vitrofusión para un hospital del interior del país, de quince metros cuadrados. Un trabajo arduo. Aspiramos instalarlo a finales de marzo, principios de abril.


El 15 de marzo tenemos la exposición de la Asociación Carabobeña de las Artes del Fuego (Acaf).


¿A los artistas los persigue la chispa de la creación?
Siempre uno se encuentra frente al conflicto de cómo voy a hacer, cómo voy a enfrentar esta imagen. Vemos un arco iris y quisiéramos llevarlo a nuestras posibilidades creativas para plasmarlo, con toda su belleza.


Como artista uno nunca termina de crecer. Es la necesidad de no quedarse en lo mismo.


¿Cómo va su trabajo final del diplomado de las artes del fuego de la UC?
Bien. Estoy trabajando sobre una técnica que hemos estado utilizando en Venezuela y que no está documentada en ninguna parte del mundo. Es la de aplicar serigrafía sobre vidrio y después llevarlo a las temperaturas de vitro fusión manteniendo estable la serigrafía como tal, obligados a utilizar los esmaltes de esta técnica que no están preparados para esta novedad. Ese es el reto.


Tengo que documentar esta técnica. Ya está lograda. Tengo toda la fase experimental lista y espero sea un buen aporte (Notitarde, 28/02/2009, Confabulario).-

sábado, 21 de febrero de 2009

Anna Fioravanti, artista plástica: Poema y obra viven al mismo tiempo


El juego de las luces y las sombras. La complejidad de una obra de arte que siempre luce sencilla cuando más magistral es. El entusiasmo. La sensibilidad. El amor por los colores, por la fuerza de transmitir espiritualidades en el lienzo. Todo ello es parte de la vida de la artista plástico Anna Fioravannti, una mujer que se dice tímida que defiende con una pasión inusitada su trabajo, su sangre y expresión del mundo interior hacia el universo.


¿Cómo fueron sus comienzos en el camino del arte?
Comencé con la pintura porque mi padre pintaba. Estoy en Venezuela desde que tengo un año de edad, es decir, toda la vida. Mi papá era un contador publico y en la avenida Montes de Oca tenía su oficina. Amaba tanto la pintura que puso una pequeña escuela de arte gratuita para que sus empleados y yo, inclusive, aprendiéramos. Ahí comencé a conectarme con todo lo que es la pintura y pinté durante muchos años. Ese mundo me absorbía. Eso fue alrededor de los años 70'.


¿Es cierto que cocinaba rodeada de pinceles?
Ya casada, en un apartamento que teníamos, muy pequeño, con mi niño de corta edad no podía parar y amaba tanto ese proceso creativo que inclusive con pintura al óleo, que es fuerte y contaminante, trabajaba hasta en la cocina. Tenía que tener mucho cuidado con las ollas y los implementos para comer pero no podía detener el impulso de mi mundo interior. Para no envenenar a mi familia guardaba todo en el cuarto de servicio.


¿Era como un deseo indetenible?
Lo disfrutaba mucho. Crié a mi hijo, trabajaba con mi esposo y todo eso lo alternaba con la pintura. Me di cuenta que aunque trataba de hacerlo a la altura de los grandes maestros había algo que no cuadraba . Cuando iba a los salones de pintura me daba cuenta que allí había un lenguaje diferente al que yo estaba hablando y yo me interesaba por eso. Entonces llegó un momento que lo detuve. En 1980 hice un cuadro y dije "basta", "tengo que e buscar más".


Pero sucede que a veces lo que uno quiere no es lo que la vida te permite hacer.


¿Cuándo vuelve a retomar el camino del arte?
Luego volví a retomar la pintura en los años 90'. Hacía cuerpos, rostros, flores. Pero no buscaba imitar el jarrón. A mi los pétalos siempre me han parecido personajes. Sentía que si estaba triste las flores se marchitaban, si estaba alegre no sucedía eso. Mis amapolas eran besos. Mis girasoles eran mujeres de cuello largo buscando algo más allá.


¿Cuando comienza estudiar formalmente las artes plásticas?
Recorrí varios espacios buscando donde llenar el vacío. Me fui al Ateneo de Valencia y ese fue el momento propicio porque ya había dado mi energía para muchas personas pero ahora debía colocar todo mi empeñó en lo que yo siempre quise hacer. Estaba dispuesta hasta hacerlo a la fuerza.


Fui a la Escuela "Arturo Michelena", pero ya las inscripciones habían concluido. En el Ateneo de Valencia me encontré con Rolando Quero, quien me abrió hacia un universo maravilloso. Hice escultura y dibujo con él, hasta que me enganchó para estudiar a fondo las artes plásticas en el Centro Piloto "Luis Eduardo Chávez". Hice hasta la tesis y me gradué. No me detuve. Estudié con William Valera, con Eva Rodríguez, grabado. Hice talleres con Antonio Lazo y Ricardo Benaim. Me fui nutriendo... de muchas cosas y aquí estoy...


¿Por qué el grabado?
En realidad lo mío es la pintura. El grabado fue busca otros medios de expresión. Y no valoraba el grabado como mucha gente, porque piensan que es imprimir y reproducir, es una técnica. Pero es que las técnicas son un medio de expresión. Si la obra comunica o no allí está el asunto. Descubrí entonces que no era solo realizar la estampita y grabarla sino que puedes llegar a tallar madera, puedes hacer una matriz del dibujo. Es como un collage. Puedes pegar diferentes materiales y obtener distintas texturas.


¿Entre el grabado y la pintura, con cuál se queda?
En realidad el grabado me ha dado muchas satisfacciones pero la pintura es la que amo. El grabado me ha dado dos premios, pero la pintura es la que me hace sentir. Es increíble. Cuando tengo un color y empiezas a dar texturas de una superficie tan plana. Es un proceso maravilloso y mágico. Las cosas se elevan y toman forma. Esbozas un rostro y luego el va apareciendo con sus ojos, su personalidad.


Con la pintura se expresan cosas que con palabras no se pueden decir.


¿Existe una especie de lenguaje femenino en su obra?
Quizás por el hecho de que yo me siento tan feliz de ser mujer y porque en el fondo de mis trabajos estoy yo, quizás por eso "parece" que trato lo femenino. Pero no es eso lo que hay en mi trabajo. Allí lo que se encuentra es ese otro que nos habita, ese otro que no vemos. La cara, el rostro es un elemento para decir aquello.


¿Por qué el rostro?
Porque el rostro. Por ejemplo, tu estás viendo mi cara y yo la tuya. Yo no puedo ver la mía y a veces me pregunto si la cara que yo tengo, cuando me veo en el espejo, es la que tengo realmente. O es la cara que yo quiero ver...


Que no tiene nada que ver con la que yo veo...


Exacto. Todo eso lo he estudiado porque a veces la gente me describe y sé que yo no soy así como me ven. a lo mejor sigo siendo aquella que fui o aquella que creo que soy. Entonces, ¿cuál es nuestro verdadero rostro? Yo no lo sé. No es porque seamos falsos o seamos mentirosos, nos pongamos máscaras. No veo mis caras como máscaras. No tratan de ocultar, buscan que se vea lo que no se ve.


¿Por qué se apoya en poesía?
Creo que el arte es poesía, No importa cómo cada quien se exprese, el arte es una metáfora, es una representación de la realidad. En un espacio tan pequeño hay que mostrar cumulo de sensaciones. La poesía es una fuente, uno la lee y se le desatan miles de imágenes en la mente.


¿Cómo es el proceso creativo: primero nace la poesía o la pintura, o mientras pinta se le ocurre el poema?
No hay un método para ello. A mi me gusta escribir poesía. El poema y la obra viven al mismo tiempo. Ellos dos se convierten en uno solo. Cuando uno lee un poema de otro ese poema es tuyo, porque lo ves con las imágenes que están dentro de ti.


¿Es una mujer feliz?
Aprender a ser feliz es un camino muy difícil. Quizás porque desde pequeños nos dicen mucho que aprovechemos el momento porque no se sabe qué va a pasar mañana. Entonces, cuando alcanzamos la felicidad, dudamos y esperamos que nos pase algo...


De pronto no buscamos la felicidad dentro de uno sino en el marido y los hijos.


En realidad la vida es cuestión de elecciones que vamos tomando y no tenemos porque culpar a nadie de ellas. La felicidad está dentro de nosotros. En la medida que sientas que no estás haciéndole daño a nadie y estás dando lo mejor de ti a otros y a ti misma, ella se reflejará, porque va hacia afuera (Notitarde, 21/02/2009, Confabulario).-

sábado, 14 de febrero de 2009

Teresita Rocha sobre el cardenal Castillo Lara: "Tenemos un gran intercesor en el cielo"


"Virgen Santísima, que en nuestra historia has manifestado muchas veces tu benevolencia y cariño por este pueblo, te pedimos que no nos abandones en este momento.


Nuestro Señor Jesucristo ha querido, quizás, darnos una dura lección por nuestras infidelidades, por no haber sabido aprovechar los dones que nos dio de una naturaleza tan fértil y rica, de una población inteligente, trabajadora y generosa y por no haber ayudado a los necesitados y no haber vivido limpiamente nuestra fe cristiana. Apóyanos, dulce Divina Pastora, a aprender la lección y danos a todos la claridad de la mente para conocer y evitar el peligro y, la fuerza para superar democráticamente este momento difícil. Consíguenos el don de la paz, de la reconciliación, de la conversión y danos la alegría de la recuperada libertad. Así sea".


La oración fue pronunciada por el cardenal Rosalio José Castillo Lara el 14 de enero del año 2006 durante la Homilía de la fiesta de la Divina Pastora realizada en Barquisimeto. Está recogida en su libro autobiográfico Memorias desde el ocaso, editado por la Fundación María Auxiliadora de Göiripa.


Teresita Rocha C. estuvo casi treinta y cinco años acompañando al cardenal en sus muy organizadas y ajetreadas tareas, un buen tiempo de ellas, al lado de Juan Pablo II y el actual Papa, Benedicto XVI. Llegó a ocupar el importante puesto de presidente de la Pontificia Comisión para el Estado de la Ciudad del Vaticano.


Justo el Papa Juan Pablo II le aceptó su renuncia porque sabía desde hacía tiempo los deseos de Castillo Lara de regresar a Venezuela al cumplir los 75 años.


Allí es donde concluye el libro autobiográfico que se encuentra en las principales librerías del país que comprende catorce capítulos, desde su infancia hasta el año 1997. Adicionalmente hay tres anexos que enriquecen el libro, una selección de la correspondencia sostenida entre el cardenal y los Papas Pablo VI, Juan Pablo I y Juan Pablo II; las homilías seleccionadas por su significado y dieciocho artículos escritos de su puño y letra.


¿Por qué la autobiografía del cardenal Castillo Lara pareciese que quedó inconclusa?
Desde que decidió regresar a Venezuela muchísimas personas, sobre todo cardenales, obispos y otros laicos del ambiente del Vaticano, gente que ocupaban puestos de relieve, le pidieron que escribiera sus memorias, pues sabían que iban a ser de mucha importancia. Siempre que viajaba al Vaticano le recordaban que no se olvidase de escribir ese libro que tanto estaban esperando.


¿Por qué lo demoraba tanto?
Al señor cardenal nunca le gustó hablar de sí mismo. Rehusaba decir algo que fuera un elogio o una alabanza para él, así fuese dicho por otra persona. Pero fue tanta la insistencia que comenzó pero no lo terminó. Llegó hasta el punto donde comenzó su vida de éxodo; como lo leemos en sus escritos. Viajó a Colombia en el mes de septiembre de 1940 para comenzar sus estudios sacerdotales. Dejaba, en ese entonces, su casa, su familia, su patria. Regresó luego para hacer algo por los jóvenes quienes fueron siempre su mayor preocupación, al igual que el país y todos aquellos que necesitaran ayuda espiritual.


Sus memorias las deja escritas hasta el 30 de noviembre de 1997.


¿Por qué no las terminó si murió en el año 2007, diez años después?
Al regresar a su casa paterna de Göiripa (estado Aragua) lo primero que hizo fue dedicarse a los más jóvenes construyendo un centro juvenil y trayendo seminaristas salesianos para atenderlo, todos los fines de semana. La idea era que todos los muchachos pudieran tener formación, recreación y deportes. Luego se concentró en escribir lo que tanto deseaba: las biografías del reverendo padre Ojeda, su maestro; y de su tío, monseñor Lucas Guillermo Castillo Hernández, quien fue arzobispo de Caracas.


Lo que quiero decir es que dejó de último su autobiografía porque él era así en lo concerniente a su persona.


¿Era el cardenal un hombre de profundas raíces venezolanas como parecía desprenderse de su personalidad y postura?


Su eminencia, el cardenal Castillo Lara, fue un venezolano cien por cien. Sufrió y luchó siempre por Venezuela, en todos los gobiernos. Nació en l dictadura de Gómez. Lo mandaron los superiores salesianos a estudiar derecho canónico en Turín, Italia, en 1952. Allí se encuentra en la lucha con el comunismo. Su Santidad el Papa Pío XII luchó con el arma más poderosa que existe, la oración y la devoción a la Santa Virgen María. El régimen no se implantó en Italia.

¿Cuándo regresó en 1997 a Venezuela recibió muchas peticiones de ayuda moral y espiritual?
A los tres años de estar aquí, otra vez en Venezuela, empezó a vislumbrarse la posibilidad de implantarse el comunismo. Comienza así su preocupación y ciertamente muchas personas le pidieron ayuda espiritual y fuerza moral. Su eminencia Cardenal Castillo Lara no se negó ante estas peticiones. Intensificó su oración y comenzó una nueva tarea alzando su voz, denunciando las injusticias; publicando artículos de opinión y de reflexión. Todo fue como una voz que clama en el desierto; el odio y la mentira tapaban sus oídos, al amor y la verdad.


El comunismo es la negación de Dios, el comunismo arranca a Dios del corazón del hombre.


¿Qué le decía él de esa lucha que emprendió?
El era un cardenal valiente. Decía: "el color púrpura de la sotana no es un color de adorno que nos ponen. Significa el sacrificio, la sangre. Si fuese necesario debemos entregar la vida por la fe, la paz y la libertad. No podemos permitir que el comunismo se arraigue en Venezuela".


¿Cuál fue su momento religioso más trascendental en Venezuela?
La Homilía que pronunció el 14 de enero de 2006 cuando se cumplían los 150 años del milagro de la Divina Pastora. Sus palabras estuvieron cargadas de gran valentía y claridad al punto de conmover a toda Venezuela.


¿Cuándo comenzó a escribir el cardenal Memorias desde el ocaso?
A finales de 2006. En el último capítulo tenía que hablar en primera persona pero como no era su estilo lo dejó para que otros lo escribieran. No sé si el tiempo no le alcanzó. Eso sólo Dios lo sabe. Lo que sí sabemos es que tenemos un gran intercesor en el cielo.


¿Qué le pareció a usted el libro después de leerlo tras su publicación?
Sus memorias están escritas con mucha simplicidad y humildad, sin profundizar en aquellos momentos de gran satisfacción, por su gran importancia y trascedencia, que fueron muchos.


Su vida muy intensa, rica de méritos y trabajo, no perdía un minuto de tiempo.


Cuando le pedían con insistencia que descansara decía: "en el cielo descansaré".


¿Cree que aparte de esta autobiografía se podrán publicar otros libros sobre su vida y obra?
Esa respuesta se la pudiera dar más concretamente su sobrino, el R. P. Raúl Biord C. Seguramente se escribirá una biografía más amplia y profunda. Para mí es una obra de justicia y enseñanza. Hasta el momento ningún latinoamericano ha ocupado un puesto tan alto dentro de la Iglesia.


Desde luego hay mucho material porque su vida fue intensa. Esta preocupación de rendir verdadero honor a su existencia es mi mayor preocupación y creo que la de su sobrino y la de muchos. Esperamos poderlo realizar con la ayuda de aquellas personas generosas que estimaron al señor cardenal.


¿Por qué sería importante divulgar su obra?
Porque los jóvenes necesitan tener un horizonte; un espejo en quien mirarse y de esta manera puedan transformarse en hombres con valores para servir a Dios y la Patria.


¿Quién es Teresita Rocha C.?
Una persona que se consagró a Dios y presté mi servicio al cardenal Castillo Lara a lo largo de treinta y cuatro años y medio (Notitarde, 14/02/2009, Confabulario).-