sábado, 29 de agosto de 2009

Carlos Yáñez: "Soy un diseñador de escenarios"


Carlos Yáñez es un enamorado de su profesión. La disfruta como un niño cuando juega con sus accesorios predilectos. Ha construido a lo largo de su vida, miles de maquetas y todavía se las ingenia para estar rodeado de ellas, construyendo modelos a escala de lo que se le va ocurriendo.
Arquitecto graduado en la Universidad de Chile, hizo la revalida en la Universidad Central de Venezuela, lleva casado con la artista Gladys Yáñez cincuenta y cuatro años. Defiende con pasión los muchos proyectos por los que ha navegado por la vida. Le gusta pescar en Tucacas, lugar con el que engendraron una afinidad sin limites, porque allí observaron las corocoras que cruzan el aire y se anidan en las ramas de los manglares, para despertar la ilusión en la creatividad de su esposa, que las tiene como símbolo de su expresión artística.


Ha tenido a su cargo importantes proyectos. Hizo el Big Low Center y se llevó hacia esa zona el parque de Atracciones; diseñó la Torre 4, la sede de la Asociación de Ejecutivos del estado Carabobo, rodeada de la obra cinética de Cruz Diez, que no ha perdido modernidad. Realizó el complejo Feria Ganadera que se encuentra en el Parque Recreacional Sur, que ha gozado de enorme aceptación por su versatilidad aún hoy en día. También la Torre Estratos, ubicada en la venida Bolívar, cerca de la redoma de Guaparo, que exhibe en su fachada también una gran obra de Cruz Díez. Diseñó el primer envase de Crema de Arroz Polly. El nombre "Cacique" puesto al ron fue idea suya.


Sabe que de haber tenido mantenimiento lo desarrollado en el Big Low Center no estaría en el estado en que se encuentra, pero siente que toda su estructura debe ser derribada para poder ofrecerle a los usuarios de hoy en día las comodidades que les gustan y merecen: aire acondicionado, escaleras eléctricas, y salones con grandes ventanas.


¿Por qué a usted lo llaman el arquitecto erótico?
Más que arquitecto creo que soy diseñador de escenarios porque el primer motel que construí en San Diego fue hace veinte años. Me puse a investigar y hacer este trabajo, que lejos de lo que todos creen no es fácil. Llegué a la conclusión de que un motel es un mundo de fantasía. Nada de lo que allí existe debe recordar a las personas que lo visitan sus lugares de normal desenvolvimiento, sus oficinas, sus casas, sus espacios de cordialización.


Hago cosas diferentes, ese es mi gran trabajo. El publico dirá si son bonitas o feas y mis clientes si les hago ganar dinero o no.


Pero usted lleva mucho tiempo en este trabajo, además de diseñarlos, ¿qué más hace?
Estoy repotenciando los viejos. La gente es novelera y mi objetivo es crear esos lugares que contribuyan a su razón de ser. La casi inmensa mayoría de las personas desconocen la importancia de estos ambientes. Pero hablando con sexólogos como el doctor Rubén Hernández del programa Clímax de Globovisión quien me preguntó sobre la función que deberían cumplir las habitaciones de los moteles comprendí, de manos de expertos en parejas, que son ellos los primeros en enviar a sus pacientes a estos lugares para liberar estrés y tengan más compenetración cuando hombres y mujeres tienen dificultades para tener intimidad; y viven con familiares y además tienen hijos.


De esta manera las parejas disminuyen sus influencias negativas y ello me hizo sentir más cómodo con mi trabajo.


Cuando participé en el primer concurso para optar a la realización de un motel fui muy contento a comentarle a un colega que había sido el mío el favorecido. Me miró muy serio y me dijo "Carlos, no irás a poner tu nombre ahí. Mira que Valencia "no perdona". Esa barbaridad expresada por un profesor universitario, también arquitecto como yo, me hizo investigar bien a fondo el sentido de mi labor.


Ahora me distinguen como el hombre que le ha cambiado la imagen interna y externa a los moteles de toda Venezuela.


Hubo gente que me criticó fachadas porque supuestamente no "tenían nada que ver con el entorno". La verdad es que no tiene nada que ver con el paisaje. No tiene que ser confundido con sitios de oficina, bancos o compañías de seguro. Tiene que mostrar al exterior su mundo de fantasía y por allí es que he ido haciendo toda esa linea.


Mi ideas es que el sexo sea tratado con responsabilidad, con intenciones diferentes. Lo que acaba con la pareja es la rutina, la monotonía. Nacen los hijos, convierten a la pareja en papa y mamá, y ello no contribuye para nada con la estabilidad de la pareja. Aparte del público fortuito ahora hay un publico que se dirige a estos lugares y encuentran la privacidad que no tienen en su casa u hogar.


Después de cincuenta y cuatro años de matrimonio ¿cómo es el amor?
El amor va cambiando. El amor no desaparece. Lo que desaparece es la pasión. Con quien has estado toda tu vida, en las buenas y en las malas, son cosas que te hacen indispensable vivir en familia. Mi esposa que tiene 80 años cuando vienen nuestros hijos y nietos, en vez de cocinar para dos lo hace para ocho. De esta manera todos aprenden el significado del núcleo familiar.


Pero usted es muy inquieto, cuando lo llamé estaba diseñando un mueble...
En el análisis de qué espera la gente cuando va a un motel pienso en el confort, por lo que he creado lamparas, "secreter", espejos, mesas, taburetes, y sofás que contribuyan a crear los espacios que siento necesarios para brindar mucha mayor versatilidad.


Estoy haciendo unas habitaciones inspiradas en la época del Zar de Rusia aunque van a ser ultramodernas. Trato de incluir elementos de otros artistas para aumentar el valor estético, aunque no ha sido fácil. Hace falta orientar a la gente sobre estos espacios. Elizabeth Kline, una periodista de Caracas, me entrevistó una vez y el reportaje no salió porque en él escribía de "moteles". Por eso es que siento que se debe educar mucho a la gente, para cambiar conceptos erróneos.


¿Cuál es el secreto de su matrimonio, ese apoyo entre ustedes, ella como artista y usted como diseñador de espacios?
Un día ella me dijo que tenía deseos de pintar. Salí "volando" y le compré el mejor estuche de pintura. Ella me ayuda en los diseños que realizo porque ella tiene dominio del color. Yo invento cosas y tengo la ayuda de ella y de mi nieto, con el trabajo físico.


¿Qué pasó con el Big Low Center?
Falta de mantenimiento. Además la gente quiere ascensores panorámicos, cintas transportadoras, tiendas de ropa, comida y un nuevo concepto de llegada. Deberían demolerlo y darle una visión a la entrada de Valencia, en un lugar donde se mueven muchas personas de todo del país.


Diseñó el año pasado el teatro que en estos momentos tiene la Asociación de Ejecutivos del estado Carabobo donde aspira presentar una obra para lograr entender que ese lugar tiene una acústica excelente, demostrando que la versatilidad puede ofrecerse con la mayor sencillez (Notitarde, 29/08/2009, Confabulario).-

sábado, 22 de agosto de 2009

Laura Palazzi von Büren: El papel cerámico permite irreverencias


Laura Palazzi von Büren, es artista ceramista y coordinadora-docente tanto del Diplomado Artes del Fuego, de la Fundación Universidad Carabobo como del programa de capacitación en los modos de producción artesanal, del Centro de Capacitación y Promoción de la Artesanía, ubicado en San Joaquín, de la Fundación Empresa Polar.


¿Cuáles fueron sus inicios como artista?
Desde muy pequeña tuve habilidad para las artes pero para mi era un hobby. Vengo de una familia de tradición orfebre. Mis bisabuelos eran alemanes, se residenciaron en el estado Bolívar, y desde allí viene mi tradición en las artes del fuego. Mi mamá es orfebre, al igual que mis tíos. Sin embargo en 1984 empecé a tomar cursos de esculturas en la Escuela Angelina Curiel que quedaba en el Conac, cuando estaba en Plaza Venezuela, desaparecido por las obras del metro. Alrededor de un año estuve allí, tomé talleres libres que se realizaban en el Ateneo de Caracas, y para regularizar mis estudios fui tanto a la Asociación Venezolana de las Artes del Fuego como a la escuela de Cándido Millán. Comencé mis estudios de esta manera y ya en 1991, por una inquietud interior, ya era profesora en el área de vidrio. Se escribió un primer manual de vidrio, se organizó en etapas sus estudios; entre mis alumnos están María Teresa Trombetta, Premio Nacional; Rosalba Gudiño, Beatriz Márquez y otro más que no viven ya en el país.


¿Cuándo consolida su obra en papel cerámico?
Para 1999 consolido mi técnica en la cerámica, de papel cerámico, a partir de un taller que tomé con Margaret Dickinson, quien es venezolana y que hoy día vive en Argentina.


¿Por qué papel cerámico?
Porque me permite expresarme de una manera distinta. Primero, porque me quité el "yugo" de la laminadora que para mi era horrible. Estaba en la situación para esa época que tenía dos niños pequeños, de dos años, que producían mucho papel y podía reciclarlo. Me gustó mucho porque pude combinar dos aspectos: la parte ecológica, el reciclaje y antes había jugado con papel artesanal. El papel cerámico me ayudó a explorar texturas, a explorar dimensiones, volúmenes y algo que yo quería hacer desde la Angélica Curiel, como le comentaba a mi profesor de entonces, Guillermo Pinto, a quien le decía "yo quiero ensamblar". Quería hacer esculturas pero quería ensamblar. Eso de tallar piedras, tipo cavernícola, no era conmigo. Me sentía incomoda porque veía que no era un trabajo femenino, cargar bloques, las manos destrozadas por el uso de los materiales y la fuerza. Necesitaba algo más liviano.


Entonces a través de estas estructuras metálicas, más livianas, que forro a través de una malla que es una cuadratura de nylon, tejo y me permite explorar el objeto desde su interior hasta la parte externa. Mis piezas dan una transparencia, hay la construcción de un volumen. Incluso el papel cerámico me permite ser irreverente. Me permite ser rebelde.


¿Todo eso después de aprender de lleno un oficio?
Aprendí todo lo que hay que aprender para ser un buen ceramista. Pero siempre me dije que tenía que aprender a buscar el color de otra manera porque para mi el color se mueve.


Todo esto me recuerda una experiencia: como buena guayanesa cuando se inauguró el Museo Jesús Soto, tenía apenas 7 años. Para mi este lugar era Disney. Entrar por esos penetrables y su sonido, fue una experiencia que me marcó. Era algo que me hablaba de arte, me hablaba de color y no era pintura. Para mi el color quedó en línea y para mi tiene esa referencia de esa vivencia de niña, que no busca ser cinético pero que si busca un movimiento; y hay un color que viene dado de adentro hacia afuera, que es lo más rebelde de la cerámica. Porque siempre en la cerámica es de afuera hacia adentro. Lo mío es de adentro hacia fuera y se permite ver.


Como muy femenino...
Si algo así como que se te vela pero no sale... Definitivamente, yo muestro eso porque eso de la piedra y la madera tallada no eran conmigo. Yo no me veía ni con serrucho ni con cincel dándole trancazos a eso...


Hay otro aspecto creativo mío que es muy importante porque yo lo vivo a través de las letras. Yo escribo y luego los llevo a un volumen. Aquellas palabras que son importantes están escritas en la pieza, como quien escribe en la arena; un "grafeado" unicolor que no se ve pero está allí, solo el ojo entrenado de una persona curiosa que recorre el camino de la pieza, alcanza a observar esa frase que puede ser significativa para si misma también.


¿Por necesidad expresiva?
Es una forma de conectar ese mundo intangible de las letras y convertirlas tangibles, en esa experiencia de pertenecer a una pieza. Es un juego mágico de develar las cosas pero no mostrarlas completamente.


¿Tiene tiempo para desarrollar su carrera artística?
Me ha mantenido muy ocupa mas no inactiva. El año pasado participé en la Bienal de Escultura del Museo Narváez con una pieza que se llama El Perro Faldero. Para todo hay tiempo. Quiero dejar mas que un legado de obra, un grupo de principios, valores, orden, porque se están diciendo muchas cosas pero no de corazón; hay mucho oportunismo; una levedad en las cosas que se dicen con mucha irresponsabilidad...


Además el arte es como el ave Fénix...
Es continuo movimiento. La fuerza misma de la vida es lo que va empujando.


¿Cómo un diplomado para los artesanos de todo el país?
Empresas Fundación Polar me contactó porque tienen el Centro de Capacitación y Promoción de la Artesanía que se encuentra en San Joaquín, creado un tiempo atrás, inaugurado en mayo de este año. El objetivo es hacer contacto con todas las fundaciones artesanales del país y querían que alguien diseñara un programa que no fuera un taller más. La experiencia en el diplomado me ha servido de mucho porque ha tenido una orientación que complementa lo que se ha venido haciendo con los artistas de las artes del fuego en la parte teórica. Cuando uno asiste a los talleres particulares, uno lo que aprende es técnica desde un punto de vista, una visión.


En el diplomado, junto con la Galería Braulio Salazar, comenzamos a desarrollar este curriculum que abarca aspectos de metodología, de la investigación, teoría, historia; esa parte que el artista descuida porque está más interesado en desarrollar la destreza.


¿Cómo ha sido la receptividad del diplomado de la UC?
Creo que ha sido un éxito porque vamos a una cuarta cohorte en apenas dos años. Llevamos graduadas 40 personas. Este año saldrán otras veinte.


¿Cuál es la diferencia entre ambos estudios?
Con Fundación Polar tuve la oportunidad de diseñar un currículo que estuviera orientado a crear un diplomado hacia los modos de la creación artesanal, la madera, los tejidos y la arcilla. Estoy trabajando con el de arcilla que es mi especialidad, ya hemos trabajado con cinco comunidades y lo he sentido como un triunfo porque allí tratamos además del diseño y el empaque, de los cálculos de costos, vamos hacia el desarrollo del pensamiento crítico y creativo, herramientas que se subestiman, porque se piensa que no son útiles. Cuando un artista se pone a diseñar lo que menos piensa en ese proceso analítico pero es lo primero que se hace porque una obra nace de una idea. Enseñamos a los artesanos que su creatividad es tan importante como lo que ellos hacen y, que de alguna manera, la tradición tiene una base mas allá del quehacer, porque todo lo involucrado allí tiene que ver con la cultura, que se traduce en pensamientos, en normas creativas. Todo ello contribuye a que ellos aumenten su autoestima y los va acercando más a un proceso creativo integral, más consciente. Este es uno de los aportes más importantes del proyecto así como también lo ha sido concientizarlos de las herramientas que utilizan, los modos ecológicos de quemas y un mejor aprovechamiento de las materias primas (Notitarde, 22/08/2009, Confabulario).-

sábado, 15 de agosto de 2009

Jorge Castillo: "No concibo la vida sin música"

A Jorge Castillo Rivas en diferentes entrevistas que le hemos realizado siempre le preguntamos qué significa para él la música. No se trata de una pregunta cualquiera, aunque así suene. Se trata de explorar más allá de las simples palabras que poco ofrecen al reconocer el sinfín de sensaciones que despiertan esas vibraciones sonoras con las que los seres humanos florecen hacia el infinito.

Su respuesta es sencilla porque hay algo que no se pueda explicar. Porque ella conecta con antenas que ni siquiera sabemos que existen entre nuestro cuerpo y nuestra alma, para ir mucho más allá, hacia los rayos de luz del universo que saben de nuestros poros y nuestra existencia.

Era muy pequeño cuando su papá lo llevaba a las plazas a escuchar la música de retreta y al llegar a su casa con sus manos imitaba al director. Nunca a los músicos. Su fantasía fue cumplida.
Actualmente es el Director Musical y Artístico de la Banda Sinfónica "24 de Junio", institución musical dentro del estado Carabobo que cumplirá el 22 de octubre 87 años de fundada, que ofreció un concierto preparatorio la semana pasada en la que aspiran repetir el poder de la música de Stravinski.

¿Qué significa para ti la Banda 24 de Junio?
Fue una motivación. El haber visto de pequeño a un director fue allí. Cuando era estudiante de música mi sueño más grande era pertenecer a la Banda. En ese momento no existía la Orquesta Juvenil, de hecho fui uno de los fundadores en el año 1976. Logré entrar a la banda tiempo después. Cuando fui a mi primer ensayo me sentía en el paraíso. Fue un sueño hecho realidad.

¿Qué me puedes decir de este aniversario?
La Banda Sinfónica 24 de Junio es la institución musical más longeva del estado Carabobo. Hay otras instituciones de corte amateur como la banda Don Bosco que ya cuenta con más de cien años. Pero a nivel profesional es la que más ha perdurado en el tiempo. Tiene 87 años de trayectoria ininterrumpida. Hemos pasado a lo largo de esta historia por momentos buenos y otros no tanto. Pero uno de los alcances que podemos destacar es que desde su fundación, cuando se llamaba "Banda Gómez", hasta la actualidad, se ha mantenido una programación integradora al combinar, desde el primer concierto, la música popular con la académica. No porque eso fue así, pero de alguna u otra manera todos los demás directores heredaron el tener ese doble papel. Conservamos el primer programa de la banda que así lo registra.
A la par de todos los conciertos hacia el público cumplimos también el rol de llevar la música protocolar de los actos de la Gobernación de Carabobo y su Secretaría de Cultura, y de la Asamblea Legislativa.

¿Cómo es el nivel de los instrumentos?
Deficiente. El apoyo de gobiernos anteriores ha sido muy poco. Ahora es que estamos logrando que nos entiendan, en este sentido. La mayoría de los músicos tocan con instrumentos propios.

¿Qué están haciendo para crecer aún más?
Lo que estamos haciendo con la banda es actualizando los instrumentos. Ha sido una lucha de trece años de modernizar y actualizar los equipos. La actual secretaria de cultura, Cora Páez de Topel, nos está ayudando con la adquisición de ellos. A la par se está haciendo un trabajo de digitalización y organización del archivo de la Banda. Allí hay cerca de mil obras que se están perdiendo, fechadas algunas en 1890, que se están deteriorando porque el papel es muy frágil con relación al tiempo. A través de unos estudiantes de la Universidad José Antonio Páez que hacen labor comunitaria rescatando todo este patrimonio que le pertenece a Carabobo.

Mi idea es seguir manteniendo nuestra compilación venezolana y latinoamericana y del repertorio universal. Para el concierto aniversario la sinfonía de instrumentos de metales de Stravinski. En el año 2007 cumplimos 85 años e hicimos la Sinfonía de los Salmos, con la participación de varios coros, en que reunimos ochenta y cinco voces, una por cada año.

Para este año queremos repetir este concierto. Quizás lo hagamos en el Capitolio de la Gobernación.

Has sido director de la banda en dos oportunidades distintas, ¿cómo ha sido el regreso?
Cuando asumí la responsabilidad de la banda por primera vez se vivían momentos no tan buenos, el techo de la sede donde ensayábamos se cayó. Estuvimos durante meses como "judíos errantes". Tuvimos que realizar nuestra labor en distintos lugares, en espacios del capitolio, la Casa de La Estrella, el sótano del Teatro Municipal. Por supuesto, todo este contratiempo hizo que nuestra actividad musical mermara mucho. Se hizo lo que se pudo para mantener una programación y no perder la institución. Muchos músicos se retiraron. Para ese entonces, con esas condiciones, se reunieron Gabriela Carrillo y Juan Vidal Pastor, y fue cuando me nombraron director y empezamos a transformar las cosas. Hubo que jubilar personas, contratar jóvenes músicos, preparar, ensayar y darle un giro a la banda. Dimos el primer concierto solista en el Anfiteatro de Bárbula. Se empezó a recuperar toda la estructura, con un equipo, lleno de amor y entusiasmo.

Me retiré para realizar mis estudios de maestría y estuve ausente casi siete años. Al final de 2004 regresé y me encontré con cambios importantes y positivos. Nuevo personal, gente muy calificada. La sede fue modernizada, cuando me fui apenas había una máquina de escribir obsoleta, ahora hay computadoras. Lo que he hecho es continuar ese avance y mantener lo alcanzado hasta ahora.

Los proyectos que tenemos para el año que viene quizás sean pocos pero van a ser de muy buena calidad, que es otra cosa que nos distingue. El apoyo que estamos recibiendo de la Secretaría de Cultura y de la Gobernación es importante para todos nosotros.

¿Qué es para ti la música?
Es la esencia de la vida, no concibo la vida sin música. Es inmanente en el ser humano. De hecho hay una teoría de Pitágoras sobre la relación matemática que existe entre las esferas de los planetas y los sonidos que emiten. Hay una relación numérica que tiene que ver con el sonido en los seres humanos.

¿Cómo está la composición?
Ha bajado mucho. Pero ahora entre los ensayos y las labores de oficina pues no tengo el tiempo para dedicarme a ello como quisiera. Estoy terminando una obra que me encargó el artista plástico Miguel Cabrera.

Jorge Castillo inició estudios de clarinete, solfeo y teoría en la Escuela de Música "Sebastián Echeverría Lozana" de Valencia con los profesores Ramón Depablos, José Calabrese, Ana Mercado, Dilcia Mendoza, Miguel Casas, Rogelio Pereira y José Antonio Maldonado, entre otros, obteniendo el título de Maestro en Teoría y Solfeo. A los 10 años ingresó a la fila de clarinetes de la Orquesta Nacional Juvenil de Valencia y a los 14 años es nombrado sub director por el maestro José Antonio Abreu. Años más tardes ingresó como clarinetista a la Banda Sinfónica "24 de Junio" del estado Carabobo.

En el Conservatorio Simón Bolívar de Caracas se formó con los maestros Gonzalo Castellanos Yumar y José Antonio Abreu, en dirección orquestal y análisis musical. En el Conservatorio de Música de Maracay, bajo la tutela del maestro Juan Vidal Pastor obtuvo el título de Ejecutante de Clarinete.

En el año de 1991 recibió el título de Licenciado en Música, mención Composición del Instituto Universitario de Estudios Musicales (I.U.D.E.M). Realizó postgrado en la Universidad Internacional de la Florida F.I.U., obteniendo el título de Maestría en Música, mención, Dirección de Orquesta en la cátedra de los maestros Carlos Piantini y Stewart Robertson, siendo nombrado director asistente de la Orquesta Sinfónica de la Universidad Internacional de la Florida. Simultáneamente asistió a los talleres de composición libre dictados por Lukas Foss, Fredrick Kaufman, Mario Lavista y Orlando García. En el año 2001 fue invitado a dirigir en el Festival Internacional de Música Contemporánea de Miami, Florida.

Ha recibido numerosos reconocimientos entre los que se cuentan: Condecoración Batalla de Carabobo, otorgado por la Gobernación de Carabobo, Condecoración Arturo Michelena, otorgada por la Alcaldía de Valencia, Botón del Consejo Legislativo del Estado Carabobo, Botón del Club Hípico de Valencia.

Ganó los concursos de composición para la Marcha Académica de la Universidad de Carabobo y de composición de nueva música del New Music Ensemble, de Miami, Florida. Compuso el Himno de Notitarde.

Es profesor de la Universidad de Carabobo, de la Escuela de Música "Sebastián Echeverría Lozano" y del Conservatorio de la Orquesta Nacional Juvenil de Carabobo y ocupa el cargo de Jefe de promoción y difusión cultural, Ad Honorem (Notitarde, 15/08/2009, Confabulario).-

domingo, 9 de agosto de 2009

Artesano Luis Acosta Cáceres: "La arcilla se mete en la sangre"


Del viernes 14 al domingo 23 se estará realizando la XVIII Feria Turística y Artesanal de Tintorero, estado Lara, pueblo que recoge mucho encanto dentro de la árida zona que puso al hombre a prueba y éste no defraudó convirtiéndose en músico, tejedor de hamacas, labrador de tierra, transformador del barro y tallador de madera, por decir unas cuantas cosas que la que destaca, la inventiva y tratar de mencionar que las bebidas espirituosas, preparadas en las casas, nunca han dejado de faltar.


Hacia este encuentro, entusiasmado y con la presión de llevar lo mejor de su producción, viaja el artesano carabobeño Luis Acosta Cáceres, quien lleva más de veinticinco años en este oficio, dentro de su taller, del que no le gusta salir, lleno de sus ilusiones, sus materiales y el grupo de jóvenes ayudantes, formados por él que le acompañan.


¿Cómo fue ese inicio dentro del oficio de artesano, ejercido por usted desde hace veinticinco años?
El primer contacto que tuve con la arcilla fue de niño. Cuando estaba estudiando en la escuela "Pedro Castillo", aquí en Valencia, que quedaba en la avenida Bolívar, donde había, la lado, un vivero, vi a un señor con un torno. Fabricaba los porrones que allí se vendían. Saliendo de la escuela entraba allí y empecé a preguntar con curiosidad y tanta fue mi insistencia que me dio un pedazo de arcilla para que me quedara tranquilo y no molestara. Llegue a mi casa e intenté a hacer cosas. Luego terminé mi primaria, hice el bachillerato, regresamos a Caracas, porque de allí nos vinimos, me gradué allá y una vez trabajando en computación, recordé aquello de la arcilla y volví a retomarlo. La arcilla se le mete a uno en la sangre... comencé a hacer cosas, sin parar.


Llegó un momento en que por diversas circunstancias dejé mi trabajo y me dediqué de lleno a ocuparme la arcilla. Poco a poco fui haciendo las piezas y puse mi taller de artesanía.


Hay una constante en su obra y es el aspecto religioso, ¿cómo le nació este sentido espiritual que ha sido permanente? ¿Es porque también forma parte del gusto de la gente?
Las personas que hacen este tipo de trabajo lo hacen por sus convicciones. No es que yo sea muy religioso, de ir a misa y a iglesias; pero lo que si soy es muy creyente. Tal vez ese aspecto mío viene por la familia. Siempre me llamaron la atención las imágenes y la parte de la religiosidad nuestra como sociedad, que todos tenemos nuestros santicos, nuestras medallistas; estampitas de protección. Por supuesto, veía las tallas de otros artesanos que tocaban este talante mágico-religioso. Mis primeros trabajos los hice con arcilla, por la remembranza de mi niñez. Pero no fue algo consciente hacer arte religioso. Es porque fue lo que me gustó y de otros países, inclusive, eso fue lo que me invitó a estudiar y observar ese tipo de manifestaciones en otros artistas...
Y gusta mucho a la gente...


Pero muy rara vez yo me planteo hacer algo porque le guste a la gente. Es importante que guste porque de algo tienes que vivir...


Trabaja en su taller con familiares...
No, con jóvenes que son como hijos míos. Algunos ya tienen tres o cinco años conmigo. Unos aprenden el oficio y se van. Varios de ellos, por no decir todos, no conocían la "o" por lo redondo. Llegaron allá y les enseñé a trabajar. Algunos, con mas fortuna que otros, se les metió la arcilla en las venas. Es importante que hayan aprendido algo. Quedará en cada quien hacer su camino.


¿Con qué expectativa viaja a Tintorero?
Es la primera vez que me invitan y tengo entendido que es la feria artesanal más importante de Venezuela. Voy hacia allá sin ninguna idea preconcebida. Este año sucedieron varias cosas, porque más allá de haber sido mi trabajo reseñado en el libro "El Barro Figurado", de Mariano Díaz, en 1990, participé en algunos talleres de la Bigott "Encuentro con..." y alguna pequeña muestra en el Museo Sacro de Caracas... no puedo decir mas nada de mi proyección porque siempre me ha gustado estar encerrado en mi taller haciendo mis cosas. A partir del año pasado empecé a colocar por Internet una página para dar a conocer mi labor, mi taller y abrirle la posibilidad de reseñar el trabajo de otros compañeros. Ello ha dado la posibilidad de ampliar los conocimientos sobre mi obra. En enero Notitarde, en Confabulario, hubo una reseña de mí, totalmente virtual, que me gustó mucho.


Habla mucho de su taller... es como su espacio místico...
Cuando llegué a Valencia por segunda vez, porque regresé a este estado en octubre de 1993, deseé vivir en un galpón para tener un espacio grande... Al año lo conseguí. En el taller paso las veinticuatro horas. Mi conexión con el mundo exterior son los teléfonos, Internet y la puerta que siempre está abierta para quien llegue a preguntar y ver las piezas.


¿Cuanto cree que le ha ayudado Internet a dar a conocer su labor artesanal?
Cuando estudié computación para utilizar un procesador había que tener conocimientos profundos de sistemas. Ahora las computadoras son completamente amigables, con comunicación instantánea.


Tengo profunda admiración por Mariano Díaz, por su compromiso verdadero de difundir el trabajo de los artesanos y los artistas populares. En su tiempo los medios para darnos a conocer eran los libros y las exposiciones. Ahora, Internet es una herramienta súper poderosa para ubicar a la gente. Como los artesanos, tengo que decirlo, aunque no guste, siempre hemos estado huérfanos de promoción, me parece que esta herramienta es democrática, y que somos los propios hacedores los que debemos tomar la responsabilidad de dar a conocer nuestro trabajo.


¿Asumir esta responsabilidad es una forma también de valorarse?
Claro. Porque nadie valora lo que no conoce. He conocido estupendos artesanos pero nadie sabe de ellos. Lamentablemente, salvo algunas iniciativas, que parecen medio epilépticas, no hay una permanencia en el tiempo en cuanto a la difusión del arte. De allí que me parece importante esa labor de animar a los demás a tener sus páginas para difundir su talento y oficio.


¿Cuál es su pieza favorita, la que fue difícil desprender?
Una representación de un árbol, con unos cristos, con muchas flores y mucho colorido. Yo no tengo casi piezas mías...


Por eso es que está tan afanado para ir a Tintorero...
Lo que ocurre es que todavía no he hecho la pieza que se va a quedar conmigo... porque si no la tendría... (Notitarde, 08/08/2009, Confabulario).-

domingo, 2 de agosto de 2009

El yoga es un trabajo que traes de alma


Quizás porque estuvo de pequeña rodeada de arte y el ambiente relajado de su hogar, ya que su madre, Miriam Quero, es maestra de yoga, es que Miriangela Linares Quero siguió estos pasos, y se convirtió, muy joven, a la edad de 16 años, en instructora de este arte de meditar y conectar cuerpo y alma con la esencia divina.


Ahora tiene 24, escribe desde hace varios años y acaba de regresar de Buenos Aires donde va anualmente a recibir clases de kundalini yoga.


A la par de todo este trabajo acaba de finalizar la grabación de un CD con canciones compuestas por ella, al estilo reggae, que además interpreta.


¿Qué recuerdas de tus inicios en todo este trabajo con yoga?
Comencé en yoga porque fue como un traspaso que me hizo mi mamá, de toda esa formación. Un linaje de madre a hija. Fui estudiando con gente ya formada académicamente, médicos y profesionales de otras especializadas, me sentía como chiquita, alrededor de ellos, pero al final me fue bien con el conjunto de resultados. El yoga es un trabajo que tú traes de alma. Todo lo que te toca en esta vida hacer es porque donde estás es el punto donde debes estar y ya. Luego, de allí, me dieron la oportunidad de dar clases, mientras iba asimilando todo, cosa que tarda varias años, porque no es así no más entender tantos conocimientos ancestrales. Dar clases de yoga no es cualquier cosa.


¿Dónde comenzaste a brindar conocimientos?
En la Escuela de Yoga Swami Krishnananda. Estuve dando clases allí durante seis años y me fue muy bien. Comencé con niños. La experiencia con niños es otro mundo. Con ellos no es tanto la estructura, ni la base como con los adultos, que les tienes que hablar desde la "cabeza". Los niños son más puros y están conectados con la divinidad. Tú les presentas algo auténtico y ellos lo perciben. La compenetración con ellos fue muy linda. Comencé con un grupo de diez niños, que fue aumentando. Incorporamos a las enseñanzas arte, música, masajes y muchas veces uno se encuentra a chamos que no son abrazados por sus padres y pueden reaccionar con rechazo o con armonía, sintiéndose en paz.


A la par también estaba dando clases para adultos.


¿Por qué irse al exterior?
Porque aquí no hay mucha apertura en este campo, no hay suficiente preparación. Intelectualmente hay muchas cosas pero espiritualmente hay que crecer un poco. Al principio nos fuimos a Montevideo, a formarnos con unos maestros que están especializados en kundalini yoga donde estamos realizando una especialización.


Después fuimos a Buenos Aires, a Casa de Luz, siguiendo los pasos que se iniciaron en Uruguay. Estamos hablando de una comunidad amplia, de un maestro que trajo esta enseñanza a Occidente, continuada por los discípulos que él mismo formó.


Venezuela ha sido el país que más resistencia ha ofrecido a muchísimas cosas.


¿Por qué es importante la practica de yoga?
Yoga parte de una raíz sánscrita que significa unir, religar. Reencontrarse con tu esencia. Recordar que tú eres puro. Siempre se tiene la creencia de que tenemos que purificarnos. Lo que tú tienes es que darte cuenta de que eres puro y debes vivir en esa conciencia. Eso te lleva a un estado de conciencia de lo que eres tú, de cómo quieres proyectarte en el mundo y con cuánta claridad hacerlo. Porque si hay conflicto entre cabeza y corazón no hay comunicación con el alma. El yoga te lleva a disipar las nubes para que puedas expresarte con claridad, desde el punto de vista emocional, desde tus relaciones de pareja, hasta tu vida diaria, en tu trabajo, porque tú tienes que cumplir una función en el mundo. Lo más elevado que puedas, porque eso te conecta con tu excelencia, con tu realeza. A partir de esa conciencia, vivir.


¿Cómo enlazas todo ese universo interior con la realización de un CD de música?
La parte artística ha vivido en mí siempre. Pintar, cantar, hacer manualidades, malabares ha sido común en mí por alto grado de curiosidad artística. La inclinación de cantar comenzó porque me gusta mucho escribir. Lo hago desde los once años. He efectuado muchos poemas y ensayos. Fui descubriendo poco a poco que hallar tu propio sonido interno te ayuda a armonizarte contigo mismo. El yoga ayudó muchísimo porque contribuyó a disipar muchas cosas y encontrarme con mi propio sonido.


Además es parte de lo mismo, unión de cuerpo y alma...


Lo que expresas es lo que eres. Comencé a componer hace un tiempo. Me asocié con un muchacho que se llama el Chipy Down, que toca en Buena Lavativa, un grupo nacional, y grabamos en un estudio en La Campiña que se llama Media Web. Fue una experiencia lindisima. Es todo lo que he vivido, plasmado allí. Cualquier cosa que yo haga es para armonizar con el universo. Para alabar a Dios. El género que manejo es el reggae.


¿Sólo dedicado a niños?
Es para todo el mundo. De hecho me pongo con los niños porque manejo mucho la alegría, pero con ellos trabajo la parte mántrica. No se mezcla con otras cosas, porque cuando se abre un espacio hay que conservarlo. Presentas una opción diferente, frente al bombardeo exterior. Escuchan un mantra, les gusta la música y no se dan cuenta que por dentro, sin que lo sepan, están movimiento una cantidad de cosas...


Liberando ira, rabias, frustraciones...


Así es. De una manera sorprendente.


¿Te estás especializando en energía kundalini por alguna razón?
La energía kundalini es tu poder creativo total. Es la luz de tu alma. El ser vivo tiene ese regalo de expresarse a través de esa energía. Ha habido mucha distorsión con respecto al término kundalini. Apenas la nombras dicen cualquier cosa... desde que la relacionan con sexo hasta un montón de cosas.


El trabajo con esta preciosa energía es muy específico y tiene que tener una técnica, una tecnología, a través, de la cual, tú puedes canalizarla y poder expresarla. Si tú quieres expresar tu poder creativo en tu vida diaria, a través de los diferentes métodos lo alcanzarás para que puedas expresar el deseo y el destino de tu alma.


Construye y destruye a la vez...
Exactamente. Hay una manera armónica de trabajar con eso, así como la puedes llevar por la parte sexual, por despertar cosas. Pero a ti lo que te interesa es fluir con el universo y con tu propia armonía.


Lo que sucede es que se crean falsas expectativas...
Tú decides vivir de tu naturaleza angelical o decides vivir desde tu fatalidad. Si quieres vivir desde tu ángel tu trabajas para ello y la energía, simplemente, sigue. Hay distorsiones y divisiones dentro del yoga. Hay mucho tabú. Falta experiencia. Estamos en un cambio de era, bastante importante para la humanidad y ese deseo de las personas de buscar no sólo teorías es porque saben en el fondo que tienen que apagar toda la bulla que hay alrededor y escucharse a si mismos para estar en paz (Notitarde, 01/08/2009, Confabulario).-