domingo, 7 de abril de 2013

Jorge Chacón hasta junio en la GAN

Éxtasis, furia y esplendor del color tropical  es el nombre de la exposición del maestro Jorge Chacón (1933-1992) que quedó inaugurada el viernes 5  en los espacios de la Galería de Arte Nacional, ubicada en la Av. México, entre las estaciones Bellas Artes y Parque Carabobo del Metro de Caracas, La Candelaria.

Jorge Chacón


En los archivos de la colección del BCV se lee: De él puede decirse que fue uno de los pocos artistas intuitivos que en nuestro medio lograron por voluntad propia evolucionar en su trabajo lo bastante como para superar su condición de "primitivos", tal como se les ha clasificado despectivamente. Evolución que en su última etapa condujo a Chacón a la abstracción y las formas de experimentación próximas al ensamblaje o el objeto. Chacón fue un descubrimiento tardío de nuestros curadores de salones, quienes no vacilaron en asimilarlo al estilo de las vanguardias, a lo cual Chacón se prestó pagando por ello el precio que le pedían, o sea, ensayando una obra más audaz, no figurativa, que conservaba del paisajismo de su pintura anterior apenas el carácter expresionista y gestual, pero obra en el fondo confusa, a nuestro entender.

De allí que este repaso por la obra de este artista plástico permitirá al público no solo descubrirlo sino apreciarlo con toda su fuerza impresionista, cargada de luz tropical, fiel heredero de la corriente fauvista, cargado de su interpretación personal de los paisajes y objetos.

Félix Hernández, investigador y curador de la GAN, quien está a cargo de esta exposición, reveló que el público observará más de cincuenta piezas procedentes tanto de la colección de la Fundación Museos Nacionales, como del coleccionista Nicola Bianchi.

“Este significativo grupo de obras caracteriza la producción de Chacón entre los años 60’ y principios de los 80’ y constituye una panorámica de su período más memorable, en el que se pasea por los temas campestres, las vistas de barriadas, la naturaleza, la flora y los bodegones”, expresó Hernández.

Temáticas que abordó con una sensibilidad y emoción tal que puede expresarse que su pintura comporta una decidida búsqueda vinculada a la identidad nacional, a los sentimientos y emociones más entrañables de nuestro sentir, a una visión telúrica sobre nuestra geografía.

Hernández explica: “el carácter esplendente de la luz del trópico venezolano y la manera como nuestros artistas la  plasmaron, como signo que identifica la pintura paisajista nacional a partir de la segunda década del siglo XX, conforma uno de los aportes que definiría la modernidad plástica local (Pedro Ángel González, Armando Reverón y Manuel Cabré, entre otros). Esta característica vuelve a renacer, en forma casi solitaria y con personalidad indiscutiblemente propia, en la obra pictórica que Jorge Chacón (1933-1992) realizaría entre los años sesenta y principios de los ochenta”.

“En este sentido, la obra de Chacón sólo guarda relación con las “maneras” propias de esa tradición paisajista, representada por el Círculo de Bellas Artes y sus continuadores de la llamada Escuela de Caracas, a través del hecho de que el artista también asumió la pintura al aire libre, yendo al encuentro de sus motivos. Por lo demás, su técnica, procedimientos y principios son únicos y personales y podríamos decir que, también, hasta inéditos en el arte venezolano para el momento”.

En una entrevista concedida a Alberto Hernández para Letralia, cercana a la muestraLos Espíritus de la Naturaleza (22 de febrero de 1992)  que realizara en la Galería Tito Salas dijo: “Hay artistas que se detienen en el tiempo, otros claudican. El artista latinoamericano debe recoger las raíces de su continente. Yo me siento muy cerca de los orígenes de mi país. Por eso me gusta pintar su luz, el follaje, su ritmo. Y, ahora, me gusta pegar semillas, huesos, piedras, totumas, fósiles. Son cosas que me expresan como venezolano y latinoamericano”.

Sobre el color señaló: “En el momento del trabajo están mis colores interiores, pero otras veces es la naturaleza y la luz que me invaden. Son ellos los que me escogen para pintar”.

Para el maestro Chacón “la pintura siempre está ahí. Es la que armoniza el todo. Y, sabes, es difícil armonizar los objetos, las cosas ya hechas. No es como la pintura donde en la que tú vas creando los espacios, las luces, los ritmos. Aquí ya las formas están determinadas. Entonces, debes disponerlas como si fuera un cuadro. Y a veces hay que usar la pintura. La pintura siempre está ahí, es la reina, la diosa, el centro de mi trabajo”.

La exposición estará abierta al público hasta el próximo mes de junio (Notitarde, 07/04/2013, Lectura Tangente).- 

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