domingo, 26 de mayo de 2013

Gerbasi: Hijo de la noche encendida

Vicente Gerbasi



Tuve la suerte y la oportunidad de conocer a Vicente Gerbasi una mañana a la salida de la Iglesia de Canoabo donde se celebraban unas fiestas patronales, si es que la memoria no me falla, a mediados de los años 80'. Justamente fui a cubrir esos eventos como periodista y frente a mí apareció ese hombre, tal y como lo revelan las fotos, vestido de color claro, corbata y sombrero, con modales elegantes.

La entrevista que le ambicioné hacer sin embargo estuvo frustrada porque no me escuchaba y el momento tampoco era el más adecuado para realizársela, a pesar de su amabilidad y su intento por responderme lo que se disipaba en el viento.

Pero era un hombre hermoso como muchos de los que se conocen a lo largo de la vida que destilan ese aroma bonito del equilibrio maduro, la ponderación y la armonía entre la piel y el cosmos. 

Y del cosmos y de la tierra estaba lleno Gerbasi. Porque hay que ser muy sabio para traducir a Canoabo, ese zanjón lleno de calor y de aromas, al que se le llega después de atravesar humedad y frío, para descubrir que en él se esconde la esencia del universo como él lo hizo cientos de veces cuando tocaba las estrellas con su sensibilidad y su muy dedicado verbo místico. 

Justo el 2 de junio se estarán celebrando cien años de su nacimiento y la sonoridad de sus poemas sigue cabalgando en la memoria de quienes lo han leído, porque fue un gigante de su tiempo, una voz más allá de sus fronteras, el hombre que tiñó los secretos de leopardo y supo tejer las ristras de salitre que a Canoabo lleva el mar. 

Ludovico Silva, en un ensayo publicado en 1985 escribió: "El poeta de cabeza de nube es Vicente Gerbasi. En efecto, al cumplir ahora sus setenta años, la prensa y la televisión lo han sorprendido en una actitud que podría llamarse en griego antiguo nefelo-eidética, es decir, de forma de nube, así como nefelibata es el que anda entre nubes. El propio poeta, en las fotografías y en sus declaraciones, aparece como maravillado, sorprendido no solo de haber llegado feliz y con vida a los setenta años, sino de que todos los poetas más jóvenes y todos los medios de comunicación hayan mostrado hacia él un gran entusiasmo (palabra griega que significa endiosamiento) y una sincera admiración. Aunque yo ya demostré estos sentimientos en mi ensayo de 1974 sobre Vicente Gerbasi y la modernidad poética, no tengo inconveniente alguno en sumarme ahora a la celebración de esos hermosos setenta años de vida y creación continuas.

Son setenta años de vida estrictamente poética, porque Vicente Gerbasi nunca ha sido realmente otra cosa que poeta. Bien le vale esta limitación si consideramos, como yo lo considero, que el autor de Los espacios cálidos (1952) es el más grande poeta venezolano de todos los tiempos, digno de ser postulado al Premio Nobel, y que su poema Mi padre, el inmigrante (1945) es la mejor pieza poética que se ha escrito en Venezuela".



Con motivo del Centenario de Gerbasi se ofrece la siguiente programación: El domingo 2 de junio a las once de la mañana en la Librería Kalathos de Los Galpones, se realizará un recital de sus poemas emblemáticos, el cual tendrá por título "Relámpago extasiado" y en el que la escritora y estudiosa de la obra de Gerbasi, Patricia Guzmán, acompañada por Victoria di Stefano, José Tomás Angola y Sonia González, se adentrarán en sus versos. 




Posteriormente, a las 3 de la tarde, también en Kalathos, se bautizará el libro "Homenaje a Vicente Gerbasi (en el centenario de su nacimiento)". Editado por el Centro de Estudios Latinoamericanos "Arturo Uslar Pietri". El texto reúne a 18 autores, quienes desde la pluralidad de su oficio, articulan un amplio retrato, que como bien lo señala Enrique Viloria Vera, su compilador, es "expresión de una genuina admiración y un aporte para el estudio y comprensión de su inmensa obra". La presentación estará a cargo del propio Viloria y del periodista y poeta, José Pulido.


El lunes 3 de junio, a las 11:00 a.m., la Academia Venezolana de la Lengua, correspondiente de la Real Academia Española y el Comité Procelebración del Centenario del Nacimiento del poeta, quien fue individuo de número, realizarán una sesión solemne. El orador de Orden será Alexis Márquez Rodríguez. Lugar: Paraninfo del Palacio de las Academias. Av. Universidad. Bolsa a San Francisco, Caracas (Notitarde, 26/05/2013, Lectura Tangente).- 

http://www.vicentegerbasi.net/

E-mail: mpradass@gmail.com

http://www.notitarde.com/Lectura-Tangente/Gerbasi-Hijo-de-la-noche-encendida/2013/05/25/192446 

domingo, 19 de mayo de 2013

Valencia: Inédita en sí misma (y II)

Valencia desde el cerro El Casupo, mayo 2013.


La sala de exposiciones del Gabinete del Dibujo y de la Estampa de Valencia, especializado en la exhibición de obras de arte sobre papel, presenta la muestra Valencia Inédita en la que diecisiete artistas pensaron a la ciudad a través de sus vivencias, el patrimonio desfigurado, el paisaje agotado, los personajes ausentes y la nostalgia que se siente al recordar lo que ya no está.

La semana pasada nos referíamos a los primeros nueve artistas y en esta continuamos por el recorrido sutil de hallarnos ante esa forma de interpretar los múltiples lenguajes que nacen dentro de Valencia.

Gabriela Láscaris en su álbum de dibujos, en vez de fotos, Lo visible de lo invisible, con trazos espontáneos e ingenuos, coloca una serie de rincones, casas antiguas, monumentos que están pero más bien como eran y no como se encuentran en estos momentos, de las distintas memorias arquitectónicas del casco viejo de la ciudad.

Esmelyn Miranda, Sin título, en esmalte sobre papel, trazó líneas verticales con fondo de nuestros colores patrios, desteñidos, con una cierta luminosidad apenas alcanzada por el blanco y el amarillo, que intenta hablarnos del tiempo histórico que vivimos. Si así lo queremos valorar.

Natalia Procopovich con El Lago del olvido, una imagen satelital de ese gigante de agua que se está extendiendo con los días, en rojo y negro, revela la preocupación, pero también el tinte y la fuerza de ese contraste, tierra roja, vegetación negra.

Cecilia Ragni, Caos- Laberinto, grafito sobre papel, muy al estilo que ella ha desarrollado, señala en un díptico la fragmentación, las divisiones, las señales que toda sociedad va revelando pero que todos entendemos, un poco tarde.

Piera Reverón realizó un homenaje a su padre con El Reverón que dedicó tiempo al tiempo con un políptico de imágenes digitalizadas, las de arriba con diferentes horas del reloj de la catedral y en el parte baja con fotos de su padre, desde su juventud hasta la edad que lo habita. Presente estuvo él en la exposición contando como fue su experiencia cuidando el aparato, de enorme importancia para cualquier ciudad, al que había que mantener engranado y perfecto, dos asuntos a los que no se les rinde culto en Valencia. 

María Helena Rodríguez, Dale, dale, dale, tenía una parte de la sala para su muñeca, sentada con la perfección de una niña buena de la que no se esperan mayores travesuras. Sin embargo su título sugiere otra cosa, la rebelión interna, ya no del objeto, más bien de su creadora, ante la vida y la sociedad.

Harry Schuster y Gustavo Zajac con Mi acartonada historia, colocan en el rudo marco de un cartón dorado a la Virgen del Socorro o La Dolorosa, con su expresión de sufrimiento, penetrando una cotidianidad que nadie desea alrededor.

Y la de Tania Zambrano, la más directa de todas, Abajo barrotes, es una fotografía de una de las tantas urbanizaciones enrejadas de Valencia, que ella corta milimétricamente para manifestar el caos que se ha creado, el vacío que genera y la sensación de sabernos presos en nuestras propias casas o apartamentos. Deslucida cosecha de metal. 

La ciudad empieza y termina en el rincón más vivencial de nuestro hogar que puede ser una sala llena de imágenes, fotografías y objetos que construyen una mejor vibración para nuestro mundo. Junto a la familia y todos sus integrantes, desprovistos de sus miserias.

Valencia Inédita, por sobre todas las cosas en sí misma, porque de su florecimiento ha pasado muy rápidamente a su destrucción, a su olvido, en la celeridad moderna peleada con la planificación. 

Valencia vive un comportamiento inédito. Desde hace mucho tiempo. Sus habitantes la olvidan en sí misma. Se derribaron edificios que tenían que preservar historia y así la desidia hace performance diario.

¿Cómo alcanzar la solidaridad ante la orfandad fantasmal del pasado?

El Grupo Artemusa y los artistas invitados afiligranan memorias para alimentar sensibilidades y conjurar los pactos necesarios del presente hacia el futuro. El proyecto colectivo trabajado con mucha reflexión es un sonoro puente de unión, amor y la inalterable condición de despertar ante el mal sueño de vernos desprovistos de lo que estaba en ese pasado bastante reciente. 

Valencia Inédita: comienzo. Valencia Inédita: valor hacia el porvenir (Notitarde, 19/05/2013, Lectura Tangente).- 

www.gabinetedeldibujo.com 


 http://www.notitarde.com/Lectura-Tangente/Valencia-Inedita-en-si-misma-y-II/2013/05/18/189860 

domingo, 12 de mayo de 2013

Valencia: Inédita en sí misma (I)


Alicia Belden, Los que ya no están


Valencia Inédita fue inaugurada el sábado pasado en los espacios de la galería Gabinete del Dibujo y de la Estampa de Valencia con muchas gratas sorpresas porque se trata de una muestra pensada por el Colectivo Artemusa, y otros seis artistas que ellas invitaron a este proyecto, que estuvo cuajándose a través de cuatro años de madurar cómo llevarlo al gran público con el equilibrio y la ponderación que respira allí, en ese punto de encuentro artístico, referencia de la ciudad.

Varias cosas importantes que decir de esta exposición en la que debería hacerse un esfuerzo didáctico porque fueran jóvenes de escuelas y colegios no solo a familiarizarse con el arte sino con la propuesta completa, en el entendimiento global de que los artistas, sus ciudades y sus expresiones nunca pueden estar separados del lugar donde viven. 



Después de las palabras de inauguración apareció Marlen La Rosa realizando un performance, delicado y sentido, de la Virgen del Socorro, patrona de Valencia. Como mujer respetuosa de esta enorme responsabilidad y teniendo en cuenta que su obra, foto de ella misma ataviada con el riguroso traje, titulada Ruega por mí, es su camino de expresión, caminó hacia y por todos los rincones de la galería. Su recorrido fue sensible, respetuoso, lleno de la orfandad de saber que por más que queramos controlar nuestra vida, nuestros actos, ellos están dirigidos por encima de nuestra propia voluntad, tan sabia y perfecta, que no lo podemos tolerar. Y por resistirnos existimos donde, en múltiples casos, no queremos ser/estar. 
Marlen La Rosa, S.O.S.


A partir de ella, la Virgen, que atrajo besos, abrazos y bendiciones, de los asistentes, se pudo apreciar el resto de las obras que implican una Valencia Inédita, una ciudad que perdió muchos de sus lugares y sus fuerzas energéticas emblemáticas. 

La sombra del árbol ausente fue el resultado de la investigación trazada por María Esther Barbieri, quien desde hace mucho, por sus estudios de ingeniería, trabaja los dibujos trazados en las cestas de nuestras etnias aborígenes para dimensionarlas en todo lo que acontece. Su árbol inexistente proyecta la sombra de lo invalorado. Todo "in" es un hacia adentro. 

Alicia Belden hace un retrato, Los que ya no están, con las siluetas en blanco y negro, sin rasgos en el rostro, de los habitantes del Palacio de los Iturriza. El monseñor resalta pero lo que más revela son las figuras posando a un fotógrafo inexistente hacia la posteridad, el tiempo que ya se fue. Las caras desaparecen, la niña jugó a ser adulta, una vez más. 

Eddy Chacón en un díptico engloba a Bolívar Norte, Bolívar Sur. Coloca el nombre de todos los negocios existentes a lo largo de esas dos grandes avenidas, rotas por un centro que en vez de unirlas las separó y que ahora intentan reencontrarse bajo tierra, en el acaecido Metro de Valencia. Sobrevenido para los habitantes claro está.
 
Un centro que separó: ¿Origen de todo nuestro caos?

Pedro Domínguez (Jotashock) realizó un grafiti, Human Nature, en el que coloca la máscara en una ciudad donde las mujeres tienen que rendirle honor a lo físico, al cuerpo, a la adicción por la silicona y los polímeros. Donde muchos siembran dudas sobre los otros para que al final todos perdamos la importante fe en el otro.

Luisa Dunia hizo un guiño en una esquina colocando uno de los personajes de la plaza de los enanitos. ¿Dónde están? Por el momento uno de los siete está allí animado en la perdida. No ha abandonado su invitación infantil a ser lo que es: Parte de un cuento universal. 




Anna Fioravanti creó una silueta tamaño natural de su padre, inmigrante italiano, con sus maletas, Giuseppe, con un fondo de las muchas cartas que encontró por él escritas, reveladoras de sentimientos y encuentros en un país nuevo y ajeno, al que hizo suyo.

Maritza Góngora tomó el hermoso y bailador poema de Gabriela Mistral La Ronda para su obra Voces para un río en la que juega con una reproducción digital a liberar esa corriente de agua que llega al mar y que en nuestra Valencia es atravesada, casi imperceptiblemente, por el abandonado Cabriales. 

Maritza Góngora,  Voces para un río


Víctor Julio González con su Puntos de fuga, conjunto de quince fotografías del centro de Valencia, triste, desolado, feo, caótico, abandonado, mísero; por usar apenas unos adjetivos que se le vienen a uno a la mente admirando el conjunto de imágenes, señala lo que existe, lo que no se puede ocultar. Hemos abandonado nuestro pasado, orgullo turístico en cientos de ciudades del mundo, para sentirnos arrepentidos y temerosos del porvenir. 

Víctor Julio González,  Puntos de fuga


En estricto orden alfabético hemos empezado a analizar esta muestra que cuenta además con el trabajo museográfico de Lizett Álvarez Ayesteran, ejecutado con maestría y equilibrio.

Debemos una segunda parte. La semana próxima (Notitarde, 11/05/2013, Lectura Tangente).- 




Web: gabinetedeldibujo.com

E-mail: mpradass@gmail.com

sábado, 4 de mayo de 2013

Inédita en sí misma


Giuseppe, Anna Fioravanti 



La ciudad vive a través de su gente. Es un cuerpo conocido al que recorremos diariamente, al que amamos y odiamos, al que cuidamos e ignoramos. Es la fuente que nutre y también puede ser el lugar de las más inclementes pérdidas.

Cuando hablamos sobre una ciudad a través del recuerdo estamos idealizando historias que fueron, transformadas por nuestra imaginación, por nuestra positiva o negativa experiencia.

Una Valencia Inédita que se fue se abre a nuestros ojos. Estuvo allí pero ya no está. Las razones, las circunstancias, los logros y los desafueros poco importan. Forman parte de un balance inescrutable que solo artistas pueden ahora mostrar con la tenacidad de sus expresiones y la pasión de sus pensamientos.

Empeñados como estamos los seres humanos en desvalijar mucho de lo bueno para alcanzar lo instantáneo, quedamos absortos ante lo mucho que hemos perdido.

¿Dónde están?, Luisa Dunia


El deseo fenece una vez conquistado y quedamos desnudos ante la frágil condición de entender que era apenas un vuelo que hubiese valido más la pena disfrutar.

No solo es el patio de tierra de la casa que se redujo al pavimentarse, tampoco la bella piñata de una niña que llora porque se la rompen despiadadamente; o la construcción de un sueño infantil que aunque foráneo alimentaba la obra encantada de la inocencia, del personaje blanco del cuento.

El cuidado ceremonioso, tierno y acompasado del reloj de la catedral, las maletas y la siembra de inmigrantes llenos de amor y esperanza que se inspiraban aquí desde otro lugar. Las sombras buenas de los árboles que aumentaban las ganas de vivir y respirar.

Ruega por mi, Marlen La Rosa


Los ecos, las voces y los ruidos de una ciudad que corren como el río que desde el desánimo ya no lo es; la fragmentación de un norte y un sur que no terminan de encontrarse cuando las manos y los pies los unen diariamente en la búsqueda del sustento.

Los enrejados que se inventan al seguridad del encierro y el miedo del alma, las fotos que construyen un mejor pasado, el hueco mojado de un lago amorfo y oscuro que se va ampliando y señalando bordes inesperados; la Virgen del Socorro, reflexión espiritual sobre lo que valoramos y fingimos.

Abajo barrotes, Tania Zambrano. 


La ciudad empieza y termina en el rincón más vivencial de nuestro hogar que puede ser una sala llena de imágenes, fotografías y objetos que construyen una mejor vibración para nuestro mundo. Junto a la familia y todos sus integrantes, desprovistos de sus miserias.

Valencia vive un comportamiento inédito. Desde hace mucho tiempo. Sus habitantes la olvidan en sí misma. Se derribaron edificios que tenían que preservar historia y así la desidia hace performance diario.

¿Cómo alcanzar la solidaridad ante la orfandad fantasmal del pasado?

El Grupo Artemusa y los artistas invitados afiligranan memorias para alimentar sensibilidades y conjurar los pactos necesarios del presente hacia el futuro. El proyecto colectivo trabajado con mucha reflexión es un sonoro puente de unión, amor y la inalterable condición de despertar ante el mal sueño de vernos desprovistos de lo que estaba en ese pasado bastante reciente.

Valencia Inédita: comienzo. Valencia Inédita: valor hacia el porvenir.

(Texto del catalogo de la exposición Valencia Inédita (del 4 de mayo al 2 de junio 2013) en la Galería Gabinete del Dibujo y de la Estampa de Valencia)

www.gabinetedeldibujo.com