miércoles, 4 de abril de 2018

MERCEDES PAZ PÉREZ: arte me pide el cuerpo

Mercedes Paz Pérez


Mercedes Paz Pérez es una mujer que respira ingenio. Vinculada al mundo del arte a través de una marquetería que dirige desde hace más de treinta años y dueña de la  Galería Ansoar, ubicada en Chantada (provincia de Lugo, Galicia) realizará su primera exposición individual en el Museo Municipal de Orense, a partir de este 5 de abril, hasta principios de mayo.

Son un aproximado de cuarenta obras (de las ochenta que propuso), entre pinturas y esculturas, las que presenta al gran público, años después de realizar estudios en el centro de formación para las artes que se realizó en el antiguo Ayuntamiento de Lalín, impulsado por Pilar Taboada, quien en todo momento la anima, a continuar perfeccionando su trabajo.

El tema escogido para desarrollar sus primeros conceptos artísticos fueron las mariposas que por asuntos del azar Mercedes afirma le dan suerte. Su inquietud como alumna era tal que se presentaba a las clases con cuatro o cinco tareas, cuando debía presentar una,  en  clara destreza e inquietud,  que le permitieron avanzar muy rápido.

-      El maestro Xabier Arias me dijo “el día que salga todo lo que tienes en tu cabeza esto va a ser algo serio”. Hubo una semana que llevé veinticuatro mariposas distintas.

Después de profundizar y experimentar, Mercedes logró llevar las mariposas a la rigidez de las esculturas metálicas otorgándoles un vuelo diáfano y fidedigno que también ha calculado con sencillez y respeto hacia otros materiales como la madera y el marfil,  éste último piezas clave en su primera muestra como artista.


Pilar Taboada y Mercedes Paz Pérez con la escultura de la mariposa


Sus obras sorprenden. La pintura cargada de mucho color, se desborda constantemente por los lienzos. En la escultura tiene  un rasgo más distintivo, caracterizado por hallazgos, las sorpresas que dan el continuo trabajo.

La Galería Ansoar está ubicada en las afueras de Chantada, rodeada del típico paisaje gallego. Mucho verde, constante lluvia y ganado pastando alrededor. La comenzó  por recomendaciones de amigos que vieron su fuerza y determinación al momento de alcanzar objetivos. Poco a poco fue adquiriendo obras, en primer lugar con el afán de ayudar a los artistas y luego con la decisión vinculante de ofrecer las piezas a personas como inversión.

Ansoar está dentro de una gran casona construida por Mercedes y su esposo Ramiro, con sus propias manos, con amor, sacrificios y el tiempo necesario para convertirla en espacio de trabajo y también hogar. Con esos detalles que hacen invalorables y acogedores las estancias. Por supuesto, también con el apoyo de la hija de ambos.

Con armonía se van encontrando estupendas obras de arte por todos los rincones que empiezan a vibrar con los espacios entregándoles poder y concordancia a la luz, robada al paisaje.

-      Si hay que hacer algo, lo hago. No me planteo que es un trabajo femenino o masculino. Así empezó todo. Yo tenía la fuerza para hacerlo.


Interior y exterior de la casa 


-      ¿Tienes más afinidad con la pintura o la escultura?

-      Viniendo el otro día de Santiago de Compostela, en coche, me di cuenta de una cosa. Yo era muy mala estudiante. Suspendía  seis y siete materias, sólo  era muy buena en matemáticas y en gimnasia. Hace poco encontré unos dibujos que realicé en esos años, con los que obtuve muy buena nota, sobre todo los relacionados con cálculo. Ahora me doy cuenta que esos trazos son los mismos que estoy llevando en las esculturas de acero, de marfil y de madera.

-      El universo: números y geometría sagrada …

-      Cierto, lo hago sin darme cuenta. Claro  también trabajo las esculturas porque tengo una máquina a la que no le tengo miedo. Tiene un disco que va a tres mil revoluciones por minuto. Por eso entiendo que mi arte posiblemente no lo haya en otro lugar porque se juntó que yo enmarcaba con la vena artística, inspirada por Pilar Taboada. 

-      Al ver tus pinturas y esculturas por alguna razón las vinculamos con la Ribeira Sacra, con sus ríos, sus aromas…

-      Todo el mundo tiene que estar muy orgulloso de donde nace. Hay zonas muy bonitas en España. Para mí la más bonita es la gallega. Por la idiosincrasia que tienen los gallegos, porque cuando una persona tiene un comportamiento es lo que trae de atrás, más que la forma actual. Viene de sus abuelos, las privaciones, la climatología también influye, la manera de expresar, vivir y forjarte. También de la educación. Mi padre nos educó con valores y su ejemplo  es el recuerdo más bonito que tengo. Era inventor. Tengo cuatro patentes, las hice después del curso con Pilar y escribí el libro A cien y sin frenos.


Pieza de marfil, sagrado reflejo del tiempo, combinado


-      Que te representa completamente…

-      Me describe muy bien. Lo mandé a una editorial y no he tenido tiempo de enviárselo a otras…

Las obras en marfil de Mercedes Paz Pérez son piezas únicas por lo raro y difícil que es conseguir este material, del que se tiene que obtener un permiso especial para demostrar el origen. Que ella consiguió pese lo difícil que es.

El marfil es hueco por dentro y ella va perfilando los nudos de esas tallas adquiridas, garabateadas artesanalmente, a las que  consigue renacer con rendijas por las que se puede sentir el paso del tiempo. La necesidad de la luz. La verticalidad del espíritu.

También con poros a los que añade suavidad o contrastes.

Quiere concentrarse en ambos procesos,   esculturas y pinturas, porque le traen grandes satisfacciones. Se lo afirma a sí misma porque la verdad es que es una mujer muy inquieta. Sin embargo al perder la noción del tiempo, experimentado lo que todo buen hacedor conoce de este estado al trabajar y conversar con lo creado, habla de su norte a seguir.

-      El arte me lo pide el cuerpo. Es la verdad. No lo puedo evitar. Cuando estoy muy cansada y trato de relajarme en el sofá de mi casa, en el que se está muy bien, de pronto, mi mente empieza a trabajar. En un momento voy y saco un número indefinido de obras o piezas. Luego hay otra cosa: si empiezo con escultura sigo con ella. Es un asunto energético.

-      ¿Cómo te sientes  tocando el marfil, dientes sagrados?

-      A mí me habla. Rompo el colmillo al libre albedrío. Luego empiezo a buscarle formas. Las primeras que hice con respecto a las que ahora realizo son otro mundo. Las anteriores no eran piezas completas. Trato de respetar y entablar un diálogo para que comuniquen el pasado con el presente.

-      El marfil no es como la madera que es un ser vivo. Los elefantes tienen su historia, una sensibilidad como grupo. Con todo ello establezco conexiones.

Mercedes Paz Pérez reconoce varios milagros en su vida. El nacimiento de su hija significó acoplarse a la magia de la concepción. 

Me di cuenta que no es la existencia dura que tengas,  la persona idónea  la que te acompaña… es el sentimiento  interior que  tu tengas, como acompañas tu a la vida. El milagro se produce con tu intuición. Dejé mi primera casa y le dije a mi marido, la segunda la voy a hacer yo y a mi manera. La conseguí. Para mi cada milagro es cada vez que tengo una intuición y la cumplo.

Sentencia que corroborarán los seres humanos que hayan sabido distinguir, arriesgarse y sentirse magníficamente bien con ellos mismos. Artífices de la generosa condición de estar vivos.

Con Mercedes y Pilar conocimos la Ribeira Sacra. No hay paisaje igual. El solo aroma de ese lugar ilumina los pasos. La vid se saborea como el río degusta la tierra, a su paso. Con la suavidad y los matices sugestivos en la boca,  en el paladar, en la nariz; en los sentidos.

Cuando un trago de licor de hierbas pasa por la garganta se puede imaginar lo que siente la tierra con el paso de las aguas del río.

Los estrellas celtas están allí, en ese rincón tan sugestivo, tejiendo cada uno de los hilos de sus gentes.



Mercedes Paz Pérez y Pilar Taboada en el taller de marquetería intercambiando ideas





http://www.galeriaansoar.es/