Mercedes Paz Pérez |
Mercedes Paz Pérez es una
mujer que respira ingenio. Vinculada al mundo del arte a través de una
marquetería que dirige desde hace más de treinta años y dueña de la Galería Ansoar, ubicada en Chantada
(provincia de Lugo, Galicia) realizará su primera exposición individual en el
Museo Municipal de Orense, a partir de este 5 de abril, hasta principios de mayo.
Son un aproximado de cuarenta
obras (de las ochenta que propuso), entre pinturas y esculturas, las que presenta
al gran público, años después de realizar estudios en el centro de formación
para las artes que se realizó en el antiguo Ayuntamiento de Lalín, impulsado
por Pilar Taboada, quien en todo momento la anima, a continuar perfeccionando
su trabajo.
El tema escogido para
desarrollar sus primeros conceptos artísticos fueron las mariposas que por asuntos
del azar Mercedes afirma le dan suerte. Su inquietud como alumna era tal que se
presentaba a las clases con cuatro o cinco tareas, cuando debía presentar
una, en clara destreza e inquietud, que le permitieron avanzar muy rápido.
- El
maestro Xabier Arias me dijo “el día que salga todo lo que tienes en tu cabeza
esto va a ser algo serio”. Hubo una semana que llevé veinticuatro mariposas
distintas.
Después de profundizar y
experimentar, Mercedes logró llevar las mariposas a la rigidez de las esculturas
metálicas otorgándoles un vuelo diáfano y fidedigno que también ha calculado
con sencillez y respeto hacia otros materiales como la madera y el marfil, éste último piezas clave en su primera muestra
como artista.
Pilar Taboada y Mercedes Paz Pérez con la escultura de la mariposa |
Sus obras sorprenden. La
pintura cargada de mucho color, se desborda constantemente por los lienzos. En
la escultura tiene un rasgo más
distintivo, caracterizado por hallazgos, las sorpresas que dan el continuo
trabajo.
La Galería Ansoar está
ubicada en las afueras de Chantada, rodeada del típico paisaje gallego. Mucho
verde, constante lluvia y ganado pastando alrededor. La comenzó por recomendaciones de amigos que vieron su fuerza y determinación al momento de alcanzar objetivos.
Poco a poco fue adquiriendo obras, en primer lugar con el afán de ayudar a los
artistas y luego con la decisión vinculante de ofrecer las piezas a personas
como inversión.
Ansoar está dentro de una
gran casona construida por Mercedes y su esposo Ramiro, con sus propias manos,
con amor, sacrificios y el tiempo necesario para convertirla en espacio de
trabajo y también hogar. Con esos detalles que hacen invalorables y acogedores las estancias. Por
supuesto, también con el apoyo de la hija de ambos.
Con armonía se van
encontrando estupendas obras de arte por todos los rincones que empiezan a
vibrar con los espacios entregándoles poder y concordancia a la luz, robada al
paisaje.
- Si
hay que hacer algo, lo hago. No me planteo que es un trabajo femenino o
masculino. Así empezó todo. Yo tenía la fuerza para hacerlo.
Interior y exterior de la casa |
- ¿Tienes más afinidad con la pintura o
la escultura?
- Viniendo
el otro día de Santiago de Compostela, en coche, me di cuenta de una cosa. Yo
era muy mala estudiante. Suspendía seis
y siete materias, sólo era muy buena en
matemáticas y en gimnasia. Hace poco encontré unos dibujos que realicé en esos
años, con los que obtuve muy buena nota, sobre todo los relacionados con
cálculo. Ahora me doy cuenta que esos trazos son los mismos que estoy llevando
en las esculturas de acero, de marfil y de madera.
- El universo: números y geometría
sagrada …
- Cierto, lo hago sin darme cuenta. Claro también
trabajo las esculturas porque tengo una máquina a la que no le tengo miedo.
Tiene un disco que va a tres mil revoluciones por minuto. Por eso entiendo que
mi arte posiblemente no lo haya en otro lugar porque se juntó que yo enmarcaba
con la vena artística, inspirada por Pilar Taboada.
- Al ver tus pinturas y esculturas por
alguna razón las vinculamos con la Ribeira Sacra, con sus ríos, sus aromas…
- Todo
el mundo tiene que estar muy orgulloso de donde nace. Hay zonas muy bonitas en
España. Para mí la más bonita es la gallega. Por la idiosincrasia que tienen
los gallegos, porque cuando una persona tiene un comportamiento es lo que trae
de atrás, más que la forma actual. Viene de sus abuelos, las privaciones, la
climatología también influye, la manera de expresar, vivir y forjarte. También
de la educación. Mi padre nos educó con valores y su ejemplo es el recuerdo más bonito que tengo. Era
inventor. Tengo cuatro patentes, las hice después del curso con Pilar y escribí
el libro A cien y sin frenos.
Pieza de marfil, sagrado reflejo del tiempo, combinado |
- Que te representa completamente…
- Me
describe muy bien. Lo mandé a una editorial y no he tenido tiempo de enviárselo
a otras…
Las obras en marfil de
Mercedes Paz Pérez son piezas únicas por lo raro y difícil que es conseguir
este material, del que se tiene que obtener un permiso especial para demostrar
el origen. Que ella consiguió pese lo difícil que es.
El marfil es hueco por
dentro y ella va perfilando los nudos de esas tallas adquiridas, garabateadas
artesanalmente, a las que consigue
renacer con rendijas por las que se puede sentir el paso del tiempo. La
necesidad de la luz. La verticalidad del espíritu.
También con poros a los
que añade suavidad o contrastes.
Quiere concentrarse en
ambos procesos, esculturas y pinturas, porque le traen grandes
satisfacciones. Se lo afirma a sí misma porque la verdad es que es una mujer muy
inquieta. Sin embargo al perder la noción del tiempo, experimentado lo que todo
buen hacedor conoce de este estado al trabajar y conversar con lo creado, habla
de su norte a seguir.
- El
arte me lo pide el cuerpo. Es la verdad. No lo puedo evitar. Cuando estoy muy
cansada y trato de relajarme en el sofá de mi casa, en el que se está muy bien,
de pronto, mi mente empieza a trabajar. En un momento voy y saco un número indefinido
de obras o piezas. Luego hay otra cosa: si empiezo con escultura sigo con ella.
Es un asunto energético.
- ¿Cómo te sientes tocando el marfil, dientes sagrados?
- A mí
me habla. Rompo el colmillo al libre albedrío. Luego empiezo a buscarle formas.
Las primeras que hice con respecto a las que ahora realizo son otro mundo. Las
anteriores no eran piezas completas. Trato de respetar y entablar un diálogo
para que comuniquen el pasado con el presente.
- El
marfil no es como la madera que es un ser vivo. Los elefantes tienen su
historia, una sensibilidad como grupo. Con todo ello establezco conexiones.
Mercedes Paz Pérez
reconoce varios milagros en su vida. El nacimiento de su hija significó
acoplarse a la magia de la concepción.
Me di cuenta que no es la existencia dura que tengas,
la persona idónea la que te
acompaña… es el sentimiento interior
que tu tengas, como acompañas tu a la
vida. El milagro se produce con tu intuición. Dejé mi primera casa y le dije a
mi marido, la segunda la voy a hacer yo y a mi manera. La conseguí. Para mi
cada milagro es cada vez que tengo una intuición y la cumplo.
Sentencia que corroborarán
los seres humanos que hayan sabido distinguir, arriesgarse y sentirse magníficamente
bien con ellos mismos. Artífices de la generosa condición de estar vivos.
Con Mercedes y Pilar
conocimos la Ribeira Sacra. No hay paisaje igual. El solo aroma de ese lugar
ilumina los pasos. La vid se saborea como el río degusta la tierra, a su paso.
Con la suavidad y los matices sugestivos en la boca, en el paladar, en la nariz; en los sentidos.
Cuando un trago de licor de
hierbas pasa por la garganta se puede imaginar lo que siente la tierra con el
paso de las aguas del río.
Los estrellas celtas están
allí, en ese rincón tan sugestivo, tejiendo cada uno de los hilos de sus
gentes.
Mercedes Paz Pérez y Pilar Taboada en el taller de marquetería intercambiando ideas |