domingo, 7 de octubre de 2007

Emiliano Bustos: El blog no genera mucha reflexión


"La influencia de mi padre en mi propia poesía aceleró y determinó lecturas, y, probablemente, acortó caminos. En mi primer libro hay elementos que me emparentan con ciertos elementos de su poesía (puede ser lo fantástico, lo misterioso, así como también el fragmento), y, por lo demás, yo siempre establecí una relación de familiaridad, presente en citas de su obra en mis tres libros. De todos modos, las comparaciones serían inexactas, en uno y otro sentido" escribió un tiempo atrás Emiliano Bustos en la página Web La tecl@ Eñe, buscando unir su labor con la de su papá, también intelectual.


Cuatro años tenía Emiliano Bustos cuando vio a su padre, Miguel Angel, por última vez. Se lo llevaron esposado en 1976 -a dos meses del golpe- un grupo de efectivos militares para engrosar la lista de los llamados desaparecidos de la última dictadura militar argentina. De los que no se supo ni qué les sucedió.


Era periodista y escritor. Con una exitosa carrera profesional, con libros, ensayos y alrededor de 170 artículos publicados, que revelan su ímpetu y su fuerza, hoy, regresados a la luz, en el libro, producto de una recopilación minuciosa y amorosa, por parte de su hijo, poeta que vino a Valencia, invitado por la III Feria Internacional del Libro.


¿Su madre también muere producto de la lucha por hallar a Miguel Angel Bustos?
Su estado general no fue el mejor después de esa situación, perdió el trabajo, si bien no había listas negras puntuales donde hubieran nombres escritos, sí existía la situación de que los familiares desaparecidos eran segregados socialmente, hasta tiempo después de acabar la dictadura. Ella trabajó activamente con organizaciones de derechos humanos durante años hasta que falleció.


¿De qué forma lo marcó esta vivencia estando tan pequeño?
Es una marca que queda siempre en todos los aspectos..., es difícil de evadir esa situación y de que todo lo demás no tenga alguna reminiscencia de eso. De todos modos, la vida, por supuesto, sigue y hay otras cosas... Por eso este libro, Miguel Angel Bustos, prosa (1960-1976), fue una forma de recuperar un legado que estaba perdido en hemerotecas, en archivos.


El año que viene publicaremos la poesía completa de mi padre quien perteneció a la generación de poetas argentinos del 60', que junto con la generación del 22', de Borges y Marichal, fue quizás la más importante del siglo XX, a nivel literario y poético, en Argentina.


¿Hacer este libro le liberó del dolor y la ausencia?
Sí. Es una forma de trabajar con la recuperación de la memoria. En Argentina a partir del gobierno, particularmente, de Néstor Kirchner hubo un trabajo importante en ese sentido, de darle un espacio importante a los organismos de derechos humanos y la recuperación de todo lo que sucedió durante el proceso; las consecuencias.


Por ejemplo, en el centro clandestino mas emblemático, de detención, que hubo en la ciudad de Buenos Aires, la Escuela de Mecánica de la Armada, enclavado en plena capital, se entregó, ahora, el edificio, para hacer allí el Museo de la Memoria.


¿ De qué trata "Trizas al Cielo", su primer libro publicado?
Es un libro de poemas breves, cargados de imágenes, más simbólicos. Tienen un aire surrealista. Fui modificando en libros posteriores el estilo, poemas más largos; más narrativos.


¿Qué está sucediendo en su país en materia literaria?
En Argentina, en Buenos Aires, hay bastante nivel tanto de lectura como de escritura. Un trabajo importante de recuperación del lenguaje poético, a partir de las dos últimas décadas. Mucho movimiento, publicación de revistas; antologías, mucho movimiento en páginas Web.


Ha habido un cambio cualitativo importante en relación a otros momentos, particularmente el periodo de la dictadura, cuando se paralizó la producción artística en todos los ámbitos.


¿Qué impresión de la cultura venezolana tiene?
A Venezuela llegué apenas hace unos días. Lo que veo y me llama mucho la atención, muy gratamente, es la relación que se está dando entre la gente y las actividades de la Feria Internacional del Libro, pues a partir de su descentralización, hace un par de años, por lo que me explicaron, que se salió de Caracas, que se haga en tantos lugares del interior de Venezuela, me parece fabuloso.


¿No es así en Argentina?
Comparativamente hablando, la feria del libro sólo se hace en Buenos Aires.


¿Cuánto le aporta o cuánto le resta Internet a la literatura?
Los aportes son indudables. Allá hay mucha discusión con el tema del blog, supongo que aquí también, porque el blog es una forma de literatura bastante fácil. Cualquiera arma uno.


¿Con mucha independencia?
Sí, que no genera ninguna clase de reflexión. Se supone que cualquiera baja cualquier cosa y se supone que eso es literatura y no siempre es así. Sucede como con todo, habrá quien hace bien las cosas y quien no... pero no lo veo como tan positivo.


¿Qué le recomienda a la juventud interesada en aprender?
Que lean. Eso es fundamental. En Buenos Aires hay mucha lectura sobre los libros, de crítica, pero no tanta lectura directa sobre los libros. Se lee sobre Vallejo no los libros de él que, lamentablemente, no son tan leídos.


¿Qué proyecto tiene para el año que viene?
Va a salir un nuevo libro mío que se llama "Chita" y por lo pronto voy a seguir escribiendo.


¿Por qué su libro tiene el nombre del guepardo?
A mi siempre me gustaron los felinos. Siempre tuve gatos. Mi padre era un amante de los gatos. La literatura tiene una tradición de los gatos. Son poemas de la época de mi primer libro. Lo escogí como imagen, en realidad.


Emiliano Bustos, poeta y dibujante, nació en Buenos Aires en mayo de 1972. Estudió dibujo con Hermenegildo Sábat (ilustró Las Fábulas Fantásticas de Ambrose Bierce (Errepar, 2000); y teatro con Alejandra Boero.


Fue actor de la obra "El tren de las cuatro y treinta", representada en varias oportunidades durante 1993/94 en el auditorio de la Facultad de Psicología de Buenos Aires, en el marco del cierre de la investigación -llevada a cabo por el Movimiento Solidario de Salud Mental, y apoyada por organismos internacionales de Derechos humanos- sobre las "consecuencias psicosociales en niños y jóvenes latinoamericanos, afectados por la violencia institucionalizada y la guerra" en Argentina, Chile, Guatemala y El Salvador.


Poemas suyos fueron incluidos en un volumen colectivo titulado El lenguaje de un gesto (1993). Publicó Trizas al cielo (1997), mediante un subsidio a la creación de la Fundación Antorchas, Falada (2001) y 56 poemas (2005).


En 1998 le fue otorgada la beca de la Fundación Antorchas para participar de un Taller Pluridisciplinario de Experimentación Escénica, coordinado por el director teatral Rubén Szchumacher, del cual participaron escritores, artistas visuales, músicos y directores teatrales.


Desde 2001 realiza investigaciones literarias ("Literatura y censura en el período 1976/1983"; "Poesía argentina desde los 80' hasta la actualidad") como becario del Centro Cultural de la Cooperación de Buenos Aires. Poemas y artículos suyos fueron publicados en revistas de Buenos Aires, como Diario de Poesía, Hablar de Poesía y Tres Puntos.


Participó de los volúmenes colectivos Por Tuñón (Ediciones del CCC, 2005) y Tres décadas de poesía argentina, 1976-2006 (Libros del Rojas, 2006). Compiló y prologó la obra en prosa de Miguel Angel Bustos (Ediciones del CCC, 2007).


En 2005/06 escribió los textos de catálogo de la Línea Joven de Artes Plásticas del Fondo Cultura BA. Participó del VIII Festival Internacional de Poesía de Rosario (2000), del II Festival Latinoamericano (Salida al mar, 2005) y de las Lecturas de Primavera en Buenos Aires (2006) (Notitarde, 06/10/2007, Confabulario).-

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