sábado, 22 de marzo de 2008

Carlos Oteyza: "Actual cine venezolano es aguado"


El documental "El Reventón", dirigido y escrito por Carlos Oteyza, es producto de una investigación de casi tres años que reúne tanto material visual como histórico de apenas un periodo de nuestra industria petrolera, de 1883 hasta 1943. Nuestro hidrocarburo se descubrió sin que se informara de su hallazgo, cuando epidemias y enfermedades sesgaban vidas; sin carreteras, ni pensamientos futuros de progreso.


Los geólogos que recorrían todo el país hallaron en 1913, en Rubio, estado Táchira, en el campo La Alquitrana, que un grupo de empresarios criollos ya llevaban 30 años explotando petróleo de forma artesanal. Producían 40 galones diarios.


Pero el primer "reventón", chorro negro que se escapa sin control de una torre de perforación, ocurrió el 14 de diciembre de 1922, en el campo La Rosa, en Cabimas, pozo Los Barrosos 2, donde por más de nueve días se estuvieron botando sin control alguno, 100 mil barriles de petróleo diarios. El temor de la población hizo rendirle culto a San Benito para detener lo que parecía infinito aguacero oscuro.


El cineasta Carlos Oteyza vino a Valencia, la semana pasada, invitado por la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad de Carabobo a presentar su documental. A la redacción de Notitarde llegó acompañado de Maithe Caicedo, productora general y asistente de dirección de "El Reventón".


¿En qué momento se encuentra el cine nacional?
Se encuentra en una paradoja: Tiene mucho dinero pero pocos temas críticos al país. El tipo de cine que se está haciendo pareciese un cine neutral o de propaganda. El gobierno a través de la Villa del Cine está impulsando un séptimo arte donde están ayudando a los jóvenes realizadores a hacer películas, pero estas tienen que ser de temas ecológicos, de desarrollo comunal o endógeno; de temas nacionalistas; pero no a películas ni documentales cuya base sea el espíritu critico de la realidad.


Me extraña ello porque justamente el cine venezolano de los años 70 y 80 que se creó gracias al dinero del Estado venezolano, dado su carácter industrial, en una Venezuela de tan pocos habitantes es y será siempre deficitario, es decir, es muy difícil hacerlo rentable, por lo tanto el apoyo del estado siempre es bienvenido. No lo digo aquí sino también en España, México y Francia.


Por ejemplo, Brasil, tiene unas leyes muy buenas, porque permiten al sector privado invertir en cultura y cine el dinero que deben destinar al pago de impuestos. Por lo tanto el cine venezolano, como en otros países, para que no se vaya a entender que solo aquí es donde el Estado apoya al cine, porque esto sucede también en muchos otros países. En este momento, que hay dinero y se están haciendo producciones, tenemos el cine más apático y aguado que hemos podido observar. Un cine sensibilero, de carácter "histórico". Si hicieron un Miranda ahora harán un Zamora revolucionario. Es decir, es lamentable, porque el cine crítico, independiente, no es el que se ha desarrollado en este momento. No digo que no hay excepciones, a partir del CNAC, que hace un poco películas más libres, pero el gran volumen de inversión que el Estado está facilitando por la vía de Villa del Cine lo está dando a cintas "acríticas", que no generen ningún problema al "proceso".


Esta es la primera vez que vemos esto, en la historia de Venezuela, desde la época de Pérez Jiménez hasta hoy.


¿Qué sintió cuando le entregaron a Danny Glover 17 millones de dólares para hacer una película sobre el Toussaint-Louverture, héroe independentista haitiano?
Indignación, como muchos venezolanos. Esto es una gran piñata. El país se ha convertido en una gran piñata. Vino él y le dieron de un plumazo el presupuesto de 20 películas venezolanas. Viene otro y se le da un puente. Es un insulto a la inteligencia de los venezolanos regalar el dinero de esa manera.


¿Cómo fue la producción de "El Reventón"?
El trabajo documental en el campo del cine parte de una buena investigación. Ella viene siendo la mitad del trabajo porque no tenerla significa hacer algo superficial. Cuando se hacen estos materiales con nivel histórico tiene que estar fundamentado lo que decimos además de que se asoma el problema de conciencia porque la gente cuando ve este tipo de documentales considera que dicen la verdad y aunque ello no es así, porque un autor coloca algo y también puede dejar de poner otra cosa. La verdad como verdad no existe, pero nosotros queremos que nuestros documentales sean lo mas fieles a la verdad del momento.


Pero cuando la gente joven ve estos documentales esta esperando que lo que allí se muestre sea real y que sea lo menos manipulado posible. Nuestro trabajo nos obliga a realizar una investigación, buscar muchas fuentes, buscar a quienes hayan trabajado los temas. Por alrededor de dos y tres años nos convertimos en especialistas del tema petrolero.


Trabajamos en dos líneas: con bibliografía, todo lo que se ha escrito, libros, revistas y artículos; y entrevistas con especialistas. La tercera fuente fue la búsqueda de imágenes, fotografías y películas. Pero como estamos hablando de una época, 1883-1943, cuando hay muy pocas cintas filmadas sobre el tema petrolero, tuvimos que manejarnos con mucha fotografía antigua e ilustraciones.
Tenemos un guión escrito, empezamos a buscar imágenes y a veces con la aparición no esperada de alguna foto, se aportan valoraciones, que modifican detalles, y cambian algunas cosas.


¿Cómo logró a partir de imágenes estáticas un ritmo visual atractivo?
Si nosotros no estamos haciendo un documental para expertos el documentalista se debe a su público, por lo tanto, el ritmo de una película debe ser atractivo porque el éxito de ella depende del interés que la gente muestre, que la gente quiera verla hasta el final como la lectura de un gran libro. Tanto el trabajo del editor como el de la producción hay que valorarlos mucho en realizaciones como esta porque en "El Reventón" hubo que enriquecer la memoria petrolera venezolana, lo que yo llamo, el imaginario de la industria petrolera en el país, que no existe por muchas razones: Porque fue un trabajo de los "gringos", los venezolanos no tenían cámara; en la época de Gómez lo hicieron como escondido, de espaldas al país. Lo que nosotros tratamos de decir es que aquí hubo una épica petrolera, hubo una búsqueda; trabajo. La aparición del petróleo no fue una casualidad, como muchos creen.


¿Cómo ha avanzado o retrocedido nuestra principal industria?
Lo que veníamos más o menos en los años 60 u 80 tratando de eliminar era que el petróleo fuese la única fuente, que hubiese diversificación en las industrias y otros impuestos, por lo que se creó el IVA. Gracias a la casualidad de unos precios muy altos del crudo, la política rentista se ha profundizado en Venezuela. La gente piensa algo así: "A mí me corresponde mi parte, me la tienen que darÖ". A cambio de eso le están pidiendo voto, afiliación; su apoyo. Eso ha sido un retroceso, lo que hemos vivido en los últimos años.


Estamos perdiendo los mejores momentos, al recibir los mayores montos por la venta del petróleo, pero Venezuela no está creando el dique de contención de los problemas sociales que van a venir en un futuro porque no vamos a estar preparados. Estamos malgastando un dinero que no está entrando casualmente, se está botando en cosas cotidianas y no se están preparando reservas para el futuro como mucha gente lo ha propuesto. La necesidad de obtener apoyos políticos por parte del Gobierno está sacrificando buena parte de la renta que estamos recibiendo en el país. Oteyza filmó películas como El Escándalo, Roraima y La Voz del Corazón y más de 15 documentales históricos y de contenido social como Mayami Nuestro (Notitarde,22/03/2008, Confabulario).-

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