domingo, 14 de octubre de 2012

Arquitectura y ciudad


El Museo Nacional de Arquitectura, Musarq, fundado en el año 2006, abrió las puertas de sus nuevos espacios el pasado primero de octubre y aunque antiguamente funcionaba en el Museo de Bellas Artes, ahora muestra su original estructura en la Avenida Bolívar, entre las calles Sur 9 y Este 8, Paseo Vargas, de Caracas, cerca del conocido Nuevo Circo.

Construido sobre un área de 1.500 mts2, el Musarq, ocupa un espacio de 4.800 mts2 de construcción con una estructura visible de hormigón armado, en un sistema prefabricado con tecnología totalmente nacional, levantada en tres meses. La cubierta externa está formada por un sistema de láminas curvas de aluminio de un milímetro de espesor, sobre estructuras metálicas.

Juan Pedro Posani, director del Musarq, dijo que en el mundo existen   sesenta y nueve museos de arquitectura, siendo el venezolano el sexto en Latinoamérica.

“Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador y México son algunos de estos museos de nuestra patria común y el nuestro es el más grande y el más ambicioso. Nos costó seis años de trabajo. Las tareas a desarrollar son grandes y tenemos que estar a la altura del reto de servir como guía de los demás museos de arquitectura latinoamericanos”, dijo Posani a Teresa Quilez, en una entrevista aparecida en la revista digital  Nro. 12 Museos.ve (http://www.ilam.org/revistas/766-revista-museosve.html)

“La visión de integración será un eje importante” puesto que han firmado convenios con  museos de arquitectura como el de Quito, Ecuador; y el de Bogotá, Colombia.

 “La idea es que armemos entre todos los museos de América Latina, unos circuitos de información y de intercambio de experiencias y de exposiciones. Esa es una contribución importante nuestra pues pensamos dar nuestra visión en América Latina como la patria de todos”.

El edificio consta de cinco niveles que incluyen dos sótanos con estacionamiento, áreas de trabajo y conservación, tres pisos con áreas expositivas, un auditorio con capacidad para unas 150 personas, un centro de documentación  y más adelante estará para el disfrute del público un cafetín el cual se ubicará entre el Musarq y el Museo de la Estampa y el Diseño, Carlos Cruz-Diez.

“Se desea establecer desde todo punto de vista una relación de unión y armonía entre el Cruz-Diez y el Museo de Arquitectura”, una comunicación holística que en un futuro visualiza la construcción “de una comunidad de intereses entre El Nuevo Circo y ambos museos. Esperemos que algún día se levante una gran carpa con un circo muy grande y se integren las actividades de El Nuevo Circo, las nuestras y las del Cruz-Diez”.

“En el Musarq pensamos pasar cine por la noche a la comunidad. En esta zona habrán miles de viviendas nuevas y entonces son miles de personas, junto a sus familias e hijos,   que  estarán incorporados al conjunto de actividades que iremos desarrollando en el tiempo”.

“Los museos de arquitectura tienen una característica específica en las colecciones, obras originales de arquitectos, dibujos, fotografías,  y maquetas que constituyen la selección del museo, pero sus obras están afuera, viven en la calle. Lo que realmente es importante para el museo es documentar y discutir ideas, hacer entender qué pasa con la ciudad y compartir esos problemas con el público, esa es la diferencia; eso es lo importante”.

“No es en realidad un museo para arquitectos aunque queremos que  estén allí y se debatan temas con respecto a la profesión. El museo está pensado para el público y para que éste entienda el fenómeno tan importante que es la ciudad y la arquitectura que la compone. Hay que saber cuáles son sus problemas, sus defectos, hay que comprender por qué vivimos en una ciudad tan injusta como ésta, también conocer dónde están las causas, cuáles son las razones, cómo hacer para corregirlo. El museo es fundamental para que se conciba como una especie de dispositivo de comprensión humana, con sentido educativo, diferente al rol que han jugado los museos tradicionales. Nació para entender que somos ciudadanos y no podemos vivir fuera de la ciudad”.

Sueño y utopía para los arquitectos, como los recordados William Niño, Premio Nacional de Arquitectura y Jorge Rigamonti, entre otros, a juicio de Posani “tendrá una posición central de la ciudad, será un espejo y una posibilidad de confrontación con la arquitectura como nunca se había tenido en el país, es un salto extraordinario a la profesión y nosotros estamos encantados de ofrecerle esto al país y a los colegas. El museo está abierto completamente a todas las opiniones a todos las discusiones políticas si se quiere para que allí se confronten en el tema central que es la arquitectura y la ciudad” (NOTITARDE, 14/10/2012, LECTURA TANGENTE).- 

Revisar:  blog http://musarq.blogspot.com

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