Detenidos en el tiempo, Pilar Taboada |
Por alguna razón muchos no sobrevivieron, aunque millones
pueden decir ¡prueba superada!, a esta encrucijada humana en la que el universo
apenas ha señalado atención para que la raza humana reinterprete.
Desde hace mucho sabemos que algo estamos haciendo mal.
No existe coherencia entre nuestra mente, alma y corazón. En lo indivisible
ansiado está un todo derruido. Está siendo también lenta la capacidad de dar un
paso más en la conciencia.
La señal en el vasto universo es pequeña y debemos
reconocer que con puntuales y sencillos
cambios podríamos alcanzar enormes transformaciones.
Durante estos noventa y ocho días de confinamiento vividos
en España, por lo menos, con apenas un par de semanas de una segunda fase para intentar emular la antigua cotidianidad,
no se pueden asomar grandes conclusiones.
Lo que está sucediendo ahora mismo en Alemania con la
industria cárnica también podría indicar un alto en nuestra forma y niveles de
consumo. Pero sentirnos tan libres y tan
aptos tal vez acomodará, una vez más,
los asuntos a nuestra frugal conveniencia.
Los artistas, lo sabemos bien, tienen conexiones reflexivas
de todo cuanto ocurre en este sistema planetario. Desde arriba, desde abajo y
desde la multiplicidad de horizontes, anchos y ajenos, como diría el escritor
Ciro Alegría, van creando sus propias resonancias.
Por ello un grupo aceptó la invitación y fue admitido por
la galería de arte contemporáneo Curator's Voice Art Projects para exponer en
forma virtual la exposición Covid 19. El arte del aislamiento, a partir del 27 de junio, hasta
misma fecha de julio.
Para las curadoras Milagros Bello y Claudia Zaionz “este
momento crítico ha dado lugar a una gran variedad de reacciones y las imágenes
artísticas de todo el mundo son importantes, cuanto más reunirlas y compartirlas.
Nuestra civilización ha entrado en una nueva realidad, y
los seres humanos se enfrentan a un conjunto continuo de desafíos y
experiencias de vida radicales que generarán otro paradigma social. Una nueva
interconexión imaginaria a la mortalidad, la pérdida, la muerte y el
renacimiento”.
Desde esta galería ubicada en el centro del distrito de arte Wynwood, en Miami
(Florida, EEUU) procesaron más de cuatrocientos correos electrónicos y
eligieron a 107 artistas de diversas partes del mundo: Alemania, Argentina, Arizona,
California, Colombia, Chicago, Chile, España, Francia, Grecia, Kosovo, Londres, Nueva York, Miami, Massachusetts, Nigeria, Países Bajos, Rumania y
Venezuela, entre otros.
El conjunto de artistas participantes son clara respuesta
del momento vivido. Todos se han expresado con la diáfana voluntad de la creatividad,
formas, colores, brillos y texturas; en contraposición al dolor, la soledad; el incierto momento vivido que
fluctuaba entre lo inverosímil y lo real.
Hemos reunido en esta reseña a dos artistas por una razón
íntima: el afecto. Además del respeto que se deben ambas como artistas, Taboada
y Schulze están unidas como suegra y nuera al estar casada Karen con su segundo hijo, Yago.
Venezuela es también testigo geográfico de este
encuentro. Ambas de ascendencia extranjera, española Taboada y alemana-chilena
Schulze, encontraron en esta nación caribeña su desarrollo personal, artístico y
espiritual.
Ahora, mancomunadas en esta exposición virtual colectiva,
amplia y diversa, como el mundo.
Detenidos en el tiempo, Pilar Taboada |
TABOADA, detenida en el tiempo
Los que conocemos de cerca la obra de Pilar Taboada
sabemos de su vital lucha espacial y temporal. Detenidos en el Tiempo denominó ella al conjunto de
piezas desarrolladas en el llamado aislamiento o confinamiento, como los medios
han recalcado esta etapa de casi tres meses vivida, sin poder visitar a los
seres queridos, más aún los vulnerables.
La propuesta de esta mujer residenciada ahora en su natal
Lalín (Pontevedra, España) es de transparencias. Sujeta Taboada los líquidos
con sus trazos vitales y característicos, intentando controlar el universo
poético que los envuelve. Son colores armónicos pese la angustia. Ella es una
maestra de la ponderación y el equilibrio.
Hojas u ojos retienen filamentos naturales donde colocar
la atención. Las aguas hacen un recorrido. Fluyen a través de la fuente.
Los colores fríos los torna cálidos. Entrecruzados. La
leve separación los reunifica en los pellizcos blancos de las mareas.
Ella misma expresa la vivencia de esta forma: “… Y de
repente el tiempo se detuvo... Sentía su sonido, aislada, confinada.
Escuchando mi silencio interior, no reaccionaba y pensé:
el artista no puede, ni debe ser un testigo mudo de su tiempo. En un impulso
que me salía del alma, casi en un automatismo psíquico, sentí que todo fluía
como agua cristalina que corre desde un manantial. Drenando así en mi obra la soledad, el dolor
y el horror de vivir el Covid-19, cual silente maremoto, que arrasa y deja
secuelas en la vida y en el alma de la humanidad... ”.
Diosa argenta, Karen Schulze |
SCHULZE, entre lo mundano y lo divino
Karen Schulze tiene un poderoso universo
de luz atávica. Una propuesta victoriosa de la Pachamama. Las formas geométricas
van conversando entre si para relatarnos el origen.
Sus figuras escultóricas también revelan
los nacimientos y las contorsiones de los cuerpos. Las suaves curvas de modelos
exquisitos, bien pensados y proporcionados.
Ella misma declara: “Después de explorar diversas
técnicas, etapas y motivaciones artísticas durante mi carrera en el arte y el diseño
he encontrado mi mayor inspiración en el estudio del ser humano desde su lugar
más profundo y más desconocido: el alma. Intento lograr un acercamiento
simbólico al eterno ciclo de la energía en movimiento que nace, se transforma y
nunca muere, pues trasciende y nos devela el misterio entre lo mundano y lo
divino.
Citando como referencia el más antiguo escrito de la
civilización china, el I Ching, Libro de las mutaciones, redactado hace tres mil años, se puede leer: “ La
incesante interacción del Cielo (Yang) y la Tierra (Yin) da forma a todas las
cosas. La unión de los opuestos es la más esencial manifestación de la gran
danza cósmica, es la energía primordial, fuente de la vida y de todo lo que
existe en el Universo.”
Me inclino hacia el expresionismo abstracto, los formatos
inmensos, la obra con textura física o visual que atrape e invite a ser tocada,
a acercarse, a conocerla y a vivirla in situ.
Colores enérgicos que bailan en armonía representando el
fuego y la tierra. Matices serenos que fluyen del profundo azul reflejan la
pasividad del agua y el cielo infinito, como resultado de memorias que vienen a
mí al haber crecido en el Caribe, sintiendo su esplendor y sumergiéndome en sus
cálidas y cristalinas aguas. En la
fusión de estos elementos y la energía que fluye de ellos he basado mi paleta
vibrante de colores que, en ocasiones, junto a la presencia de una iconografía lograda de un
profundo análisis gráfico, me lleva a la más pura síntesis.
Me remite a civilizaciones ancestrales fusionadas con
raíces latinas, mezcla de universos y culturas que corren como sangre por las
venas de los artistas del nuevo mundo.
En mi obra escultórica represento el arquetipo de lo
femenino, inspirado por el tratamiento sagrado de la mujer. Combino a nivel
compositivo formas geométricas donde la figura es abstraída, presentando un
juego de llenos y vacíos que connota la sensualidad y al mismo tiempo la fuerza
de las formas femeninas que sin llegar al erotismo, pretenden evocar la
feminidad.
Este simbolismo se
refleja igualmente en mi pintura inspirada en la energía eterna que yace en la
naturaleza y en todo ser existente, representada en ocasiones por el cuerpo
femenino envuelto en un espeso y exuberante follaje tropical y caribeño,
repleto del color de la Amazonía entera y en su corazón, un vientre fecundador
como metáfora de la fertilidad de la tierra.
Para mí como artista es un transitar por el sendero hacia
mi mundo supremo, mi futuro o mi destino, explorar la conexión con lo divino y
lo desconocido, preguntándome, cuál será mi legado espiritual.
A ambas artistas también las acerca el estremecimiento
cromático que lleva la apasionante búsqueda creativa y la pasión por todo
cuanto se emprende.
Ambas, Taboada y Schulze, laten en la acústica de los
vientos y las formas del mar.
Movimiento imperceptible, indetenible.
Danza la rueda al unísono,
con el universo.
Diosa dorada, Karen Schulze |
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