sábado, 23 de diciembre de 2006

Cuando tú realizas investigación bibliográfica estás haciendo país


Josefina Fierro estuvo tres años trabajando con el Abad José María Martínez en la Abadía San José de Güigüe. Allí sanó muchas heridas, injusticias, decepciones y se concentró en una guía impecable que hoy es recibida por todos los que se interesan por la vida de estos monjes ubicados en uno de los mejores puntos energéticos de Venezuela.
Los que se hospedan allí para descansar y sumergirse en la disciplina monástica encuentran que cada habitación tiene el nombre de un Santo que se convierte en protector de la persona que allí duerme. La biografía de cada uno de estos monjes que descienden desde épocas medievales fue investigada y trabajada con la rigurosidad de este hermoso lugar donde se transpira paz, armonía y orden.
. Mi búsqueda siempre estuvo escudriñando las raíces católicas que nos podían hermanar a otras religiones donde también estaba la búsqueda interior porque mi familia había sido mucha acción y poca oración. Poca meditación y la verdad es que con los benedictinos me fue extraordinario. Me tocaron tres años de estudio para realizar el folleto oficial de la Abadía Benedictina porque en torno a ellos se han forjado muchas leyendas... hasta que son extraterrestres...
¿Todo siempre dentro de la austeridad que allí se respira?
Mordí polvo. Me rompían textos. Fue un noviciado y yo la verdad me sentía feliz.
Fue formada en los campos tachirenses por un tío suyo, educador y sacerdote, el padre Eugenio, quien tuvo el firme propósito de educar a las muchachas para que no se convirtieran en sirvientas o prostitutas, junto a los residentes de Rubio, zona que de esta manera elevó su calidad de vida, naciendo quehaceres culturales y extraordinarias maestras. Desde allí su vocación de servir, reforzada en el Colegio San José de Tarbes de El Paraíso, Caracas, donde desde el cuarto grado se hacía labor social, y luego con los sacerdotes de la Universidad Católica "Andrés Bello" donde se graduó de licenciada en Letras.
Reconozco que no fui formada tanto ideológicamente como en el trabajo. Pertenecí a una familia y a una época en que teníamos que salir a luchar por una Venezuela instruida . Trabajar del lado de las comunidades no era un asunto de Ley sino de un ser cristiano que iba a servir. Creamos desde ese ángulo una gran sensación de patria. Mi preocupación era cómo podía sacar a la gente de la miseria a través del conocimiento.
¿Hubo búsqueda espiritual entre las mujeres que se formaban en las universidades en los años 70'?
Sí la hubo entre las mujeres que nos estábamos formando porque además entraron una serie de renovaciones y de preguntas que marcaron la era. Mi tesis fue sobre Ernesto Cardenal pero no el revolucionario sino el monje trapence, que escribió el libro en prosa Vida en el Amor . A través del Zen yo estaba buscando la unión que había entre las religiones orientales con el cristianismo original no el desvirtuado. Mi investigación fue discutida públicamente, y creo polémica. Inclusive visitamos, mi tutor Joaquín Martha Sosa y yo, comunidades religiosas fundadas por Cardenal con Thomas Merton en la isla del archipiélago de Solentiname en el Lago de Nicaragua.
Esa búsqueda no se ha detenido... ¿Por qué?
La verdad del hombre es lo espiritual. Lo profundo. Eso es lo que nos permite superar la vanidad. Incluso en el libro descubrí que di un paso porque yo perdoné... Lo espiritual para mi es un valor muy grande... no el alarde de fingir bondad... sino la que lleva a una conversión de vida. El amor, como decía Gabriel Marcel, es decirle al otro que estas vivo, que no estás muerto ... Todo eso me preocupa porque veo que los mensajes que se están enviando son muy duros.... Creo que el momento actual, independiente de las razones políticas, es espiritual...
Se refería al libro Hoy es Mañana que en los actuales momentos se encuentra en la faceta de corrección, en las manos de Roberto Lovera. Es una especie de ensayo de las muchas cosas vividas, para compartirlas, como también disfruta su blog, salido a la luz pública hace un par de meses, llamado www.elmurotelamenta.com que realiza con otras tres personas, Silvia Degwitz, David Andrade y Alejandro Mata.
Yo he tenido suerte en conocer gente porque de verdad yo he sido una gran buscadora. Yo no me fui por el lado posesional de los estudios, me fui por el lado espiritual....
Cuatro hijos, tres nietos, casada con Mario Fierro, tiene postgrado en Literatura Latinoamericana de la Universidad Simón Bolívar y una muy recorrida labor como investigadora de la Biblioteca Nacional desde 1970, aunque ya en fase de jubilación, conoce a fondo lo que se ha dejado de hacer en materia de recopilación bibliográfica.
¿Cuál es la importancia del trabajo bibliográfico?
Tu tienes derecho como persona nacida en un país a tener acceso a las fuentes primarias de la información y si tu quieres saber sobre cerámica venezolana tu tienes derecho a conocer los antropólogos pocos o muchos que la han estudiado . Tienes derecho a entrar a los archivos de una nación.
¿Ha sido desvalorizado?
Cuando tu realizas investigación bibliográfica estás haciendo país. Porque tu estás dándole valor a escritores que no han tenido promoción . Tienes derecho a que alguien en una biblioteca te responda por el libro porque el que va a hacer trabajos de investigación necesita las fuentes donde consultar... debería ser un servicio nacional que se presta.
¿Qué está pasando con esa labor en la actualidad?
Se están dando cuenta que llevamos años de atraso en recopilación bibliográfica.
¿Eso afecta también la realización de las tesis de grado?
Lo que está pasando con las tesis de grado es que las copian y las bajan por Internet y cómo haces tu para tener referencias en una tesis si tu no sabes quiénes han publicado. Cualquier estudiante debe tener acceso a un servicio de biblioteca y un servicio de referencia donde se puedan bajar los textos necesarios.
Rafael Arraíz Lucca dice que el ser investigador bibliográfico es el menos mediático de las especialidades que tu puedes escoger por letras. Es tener la voluntad de tu sentarte a bajar información de otro e inclusive proyectarlos. Porque uno se convierte en recopilador donde el investigador además no opina, sólo transcribe. Eso no proyecta y quizás por ello a pesar de su importancia ha sido anulado.
¿Cómo lograr esa resurrección?
El rescatar y transmitir referencias hemero-bibliográficas es colocar en manos de los consultantes, el instrumento vital de apoyo para las investigaciones en cualquier campo del conocimiento.
¿Qué ha pasado entonces?
La avidez de acceder a los instrumentos y novedades tecnológicas como si ellas por sí mismas tuvieran por arte de magia en sus bases de datos toda la información requerida; la moda de lo fácil y banal mas la eliminación paulatina del valor trabajo -mística, perseverancia y humildad- como válidos del deber ser humano, han ido arrinconando como a la pobre muñeca fea de la canción infantil a esta área del trabajo de las ciencias sociales.
Fueron muchas las personas que nombró Josefina Fierro en la entrevista y por todo lo expresado, su libro Hoy es mañana, expresión de uno de sus nietos, promete ser amena lectura. En todo caso la amistad, la solidaridad, el respeto, el amor por el trabajo y el sentido de responsabilidad, en ella, sobran. Quizás sea la mezcla de sangre alemana con venezolana que corre por sus venas. Aunque lo más seguro haya sido reconocer que las experiencias en los seres de luz, ennoblecen aún más (Notitarde, columna Confabulario, 23 de diciembre del 2006).-

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