sábado, 14 de abril de 2007

Estuve en un túnel oscuro en el que no veía luz


El maestro universal, Claudio Abbado prometió dirigir la Orquesta Sinfónica Juvenil de Carabobo para el año 2008 después de escucharla en una audiencia privada hace algo más de un mes en Caracas. El fundador y director de música de la European Union Youth Orchestra (1978) y la Gustav Mahler Jugend Orchestra (1986) ha demostrado un profundo compromiso en desarrollar a los músicos jóvenes y esa intención en Venezuela está más que demostrada al venir en varias oportunidades y manifestar su satisfacción por el alto nivel de los músicos venezolanos.
El 10 de marzo en la sala Ríos Reyna de Teatro Teresa Carreño escuchó a los jóvenes músicos valencianos, al frente de Joshua Dos Santos, y Abbado quedó tan gratamente impresionado con la fuerza de interpretación de la Cuarta Sinfonía de Tchaikovsky que se comprometió al encuentro futuro.


Joshua Dos Santos apenas tiene 21 años y es director musical desde hace cuatro de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Carabobo. Recién fue seleccionado para ser parte del equipo de profesores de la nueva selección nacional de orquestas. Desde los siete está en el universo de este arte que nace de la palabra griega musa, especie mítica femenina que inspira a los artistas. Se formó en la Escuela "Gustavo Celis Sauné" con la profesora Alba Pérez Matos y en el Conservatorio de Música de Carabobo donde estudió teoría y solfeo, violonchelo y trombón. Hizo cursos paralelos con los maestros argentino y coreano Mario Benzecry y Sung Kwang de las orquestas de Mérida y Falcón y el maestro Mario Abreu. Se formó dentro del sistema nacional de Orquestas Infantiles y Juveniles de Venezuela y a los 16 digirió la orquestas sinfónicas de Mérida y Carabobo. Del 2002 al 2003 dirigió la Orquesta Sinfónica Juvenil de Vargas. Como violonchelista pertenece a la Orquesta Sinfónica Juvenil de Venezuela.


¿Qué ha significado levantar el sistema de las Orquesta Juvenil en Carabobo después de la separación de la Orquesta Sinfónica de Carabobo ?
Cuando hay una meta de por medio y no hay barreras que te permitan cumplir con ella, eso no le da a uno la fuerza que se necesita para seguir adelante. Nada es fácil. Hay que luchar por lo que uno quiere. Mi meta y mi responsabilidad son dejar en alto, en Carabobo, el nombre del sistema nacional de las orquestas juveniles e infantiles de Venezuela en alto.


En primer lugar había que enfrentar el nivel musical de la Orquesta. Si la orquesta suena mal uno tiene que hacer que suene bien y para ello hay que exigir y buscar a profesores preparados para enseñar. Y lo más importante: Buscar el espacio que en ese momento no lo teníamos. Apenas hace siete meses estamos funcionando en un espacio de la antigua Facultad de Derecho de la UC, detrás del Paraninfo, a través de un acuerdo en el que nos ayudó Notitarde.


¿Tres años para lograr una sede?
Imagina. Tres años y medio de lucha por un espacio para la Orquesta Sinfónica Juvenil de Carabobo que no podía crecer porque no tenia dónde crecer. Estuvimos en un principio en la Escuela Juan Sebastián Echeverría. De allí tuvimos que salir por unas razones que todavía desconozco y terminamos ensayando en la Zona Educativa, en La Manguita, en un espacio que agradezco que nos lo hayan prestado, pero que realmente, no era adecuado, lleno de mosquitos porque pasa una cloaca cerca... Esa fue una lucha fundamental dentro de todas las tareas diarias que hay que enfrentar, que cada joven tenga su instrumento; el aire acondicionado para un salón de ensayos, primordial para el rendimiento de la Orquesta. Todo fue una lucha. Armar la Orquesta ha sido una lucha de todos los que trabajamos dentro de ella.


Pero siguen sin sede como tal... porque el espacio que tienen no es de ustedes....
Pero para nosotros es nuestro castillo...


Y de lujo...
Sí. Continuamos impulsando por terminar de consolidar el sistema con muchas más orquestas infantiles. Estamos tratando de fortalecer el nivel para que el publico valenciano sepa que al año la Orquesta Sinfónica Juvenil va a tener tres temporadas con grandes conciertos en el Teatro Municipal, por ejemplo, que es algo que no se da aquí en Carabobo.


¿Cuándo comienza la temporada de conciertos de este año de la Orquesta Juvenil de Carabobo?
En el mes de mayo esperamos podamos hacerlo dentro del Teatro Municipal. Todo se ha estado dando para que sea así. Abrimos los conciertos con obras de Tchaikovsky, Beethoven y Mahler, lo cual es ya un reto. Estamos enfrentando la primera sinfonía de Mahler.


¿Por qué están haciendo tanta música de Cámara?
Porque es la base de lo que puede hacer la música orquestal. En la música de cámara las secciones de la orquesta se dividen y se hace la música especifica, de cuerdas, maderas, metales y percusión. Los ensayos dan muestra de que estamos en un alto nivel. El Ensamble de Metales de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Carabobo se ha consolidado al igual que el grupo de cuerdas.


¿Cuál es la respiración que existe entre un violonchelista y la orquesta?
Mi carrera como violonchelista ha sido un poco más larga que como la de director. La primera fue más amplia y la segunda esta naciendo. Pero más mágica ha sido la de director. La de violonchelista no la dejé en el pasado pero no la recuerdo con tanta emoción... Fue muy típica . No hice carrera como solista.


¿A cuál violonchelista admiras?
A Paul Tortelier me parece no solamente el que esta técnicamente capacitado para abordar cualquier programa del repertorio del instrumento sino un músico de corazón y alma, intelectual; sabio. Hay unos videos de él hablando del violonchelo y la naturaleza que son fascinantes...


¿Qué le agrega un violonchelo a la música?
Es el canto. Es cantar. Habla a través de las cuerdas del instrumento.


¿Satisfecho hasta los momentos?
No estoy satisfecho en un cien por ciento porque tengo demasiados proyectos por delante y aunque estoy complacido de los resultados de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Carabobo porque sé que ha valido la pena el esfuerzo...


¿Entraste en algún momento a desesperarte por la falta de apoyo?
Entré en una especie de túnel sin salida. Estuve en un túnel oscuro en el que no veía luz por todas las situaciones que pasamos con la Orquesta Sinfónica Juvenil Carabobo. Pero en el momento en el que estaba a punto de desistir apareció la luz que me dio esperanza de seguir adelante. Tomé un segundo aire y a partir de allí todo lo ocurrido ha sido muy positivo... La muestra que hicimos al maestro Claudio Abbado nos ha dado mucha fuerza.


Procura leer todo lo que está relacionado con las piezas que van preparando en ese delirio profundo y enriquecedor que parece ser el temblor de la música en el alma (Notitarde, 14/04/2007, Confabulario).-

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