jueves, 11 de agosto de 2011

Luz Marina Rojas: Penumbras de ardor

A las siete de la noche del próximo miércoles 17 en la sala de exposiciones del restaurante Casiquiare la artista Luz Marina Rojas mostrará un conjunto de fotografías estenopeicas, impresas sobre lienzo y un par de ellas sobre madera, haciendo un pequeño registro del patrimonio arquitectónico cultural e histórico del país y mostrando algunos paisajes naturales, trabajadas dentro del proceso artístico de elaboración manual de la caja oscura, sin existencia de cámara fotográfica.

Si algo caracteriza a Luz Marina Rojas es su temple al momento de asumir los retos que se le presentan por delante. Como artista siempre está indagando como todos los que tienen dentro de si esa semilla innata de la creación. Esa simiente, quienes la sienten, saben que es intransigente y tirana, pero a la par, tolerante y plena de libertad. Esa bifurcación es la que invita a seguir buscando, ampliando horizontes, sin dejarse vencer por las dificultades.

La versatilidad de Rojas es enorme. Pintura, esculturas, fotografías y joyas son parte de su inquietud innovadora. Tiene un cerebro disciplinado en el arte desde el mismo momento que fue a las escuelas de arte Arturo Michelena y Rafael Monasterios (estudió en ambas y a la par, entre Valencia y Maracay) a buscar información, conocimiento y destrezas para poder desarrollar su potencial, y a ello hay que agregarle la perseverancia con la que ha trabajado a lo largo de los años.
En sus pinturas se observa una investigación personal sobre el mundo simbólico y onírico al que ella regresa también en sus esculturas, pero justo fue su indagación en el esmalte sobre metal lo que la llevo al trabajo de orfebrería.
Una simple mirada al conjunto de piezas revela el vigor, sensualidad y calidez con que desarrolla cada uno de los objetos, como si se tratara de un sortilegio emanado para transmitir fuertes y positivas energías.

Otro artista integral, José Antonio Barrios, interpreta la nueva incursión de Rojas de la siguiente forma: “… integra a su estilo creativo la fotografía retrocediendo en el tiempo, hasta llegar al inicio del arte de la captura de las imágenes, otorgando al fenómeno físico un aura metafísica que vuelve casi heroica la obra de Luz Marina, que ha elevado a la altura de arte y de magia la fotografía estenopeica: una técnica que se conoce desde la antigüedad y que Aristóteles describió con precisión: “Se hace pasar luz a través de un pequeño agujero hecho en un cuarto cerrado por todos sus lados. En la pared opuesta al agujero se formara la imagen de lo que se encuentre en frente.”

De esta manera Luz Marina aborda este arte alquímico de congelar la luz sobre el papel en blanco y decide salir a capturar sus imágenes para transformarlas en símbolos al inmortalizar todo el patrimonio arquitectónico del casco antiguo de la ciudad de Valencia. De esta manera hace un llamado de atención denunciando la falta de conservación y respeto por estos edificios simbólicos de la ciudad. Aprovecha el resultado de las imágenes que mágicamente van apareciendo en negativo mientras revela,  en la intimidad de su laboratorio, aportando la atmósfera nostálgica necesaria para la contundencia de su discurso temático.

No obstante o como si esto fuera poco, esta osada artista decide llevar toda esta investigación a la actualidad, donde la magia ha desaparecido, deslumbrada por los simulacros electrónicos y digitales que genera la tecnología moderna. Eso no implica que las supersticiones hayan desaparecido, simplemente se metamorfosearon: la fe en la magia o la alquimia se tradujo en una devoción tecnológica, profana y banal que ha terminado por anestesiar nuestra capacidad de asombro.

Luz Marina fusiona estas dos épocas, digitalizando sus fotos e imprimiéndolas sobre tela logrando de esta manera, un tanto irónica, un exquisito resultado plástico rico en técnica y estética, que esperamos seguir disfrutando en sus futuros procesos creativos como en esta exitosa serie de imágenes en penumbras”.

Trabajadora, indagadora y hacedora incansable Luz Marina Rojas tiene un trabajo sólido dentro de la pintura, escultura y orfebrería. Su labor ha sido atesorada. Ha ido estudiando la importancia de la simbología en la especie humana; los sueños, el secreto de las piedras; la curación de los minerales. Todo ello ha conformado una cosmovisión del mundo que ahora nutre con este trabajo fotográfico que denomina Penumbras, abriendo un abanico de interpretaciones.

En toda riqueza creativa existe mucha sensibilidad y de allí la conexión de los artistas con el publico, mas allá de sus propuestas y la tácita belleza que parece enganchar a muchos. Luz Marina Rojas resalta porque en todos sus proyectos pone el tesón y la maravilla del hallazgo. Porque en el blanco y negro de sus obras se palpa el fuego, el ardor reluciente en la mínima luz (11/08/2011).- 

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