sábado, 20 de septiembre de 2008

Mary Nascimbeni: "Me comprometo cada día más"


Mary Nascimbeni expone junto a su esposo Mauro y el artista plástico Rolando Quero en los espacios de la galería del Instituto Docente de Urología la muestra "Forma y Materia" que permanecerá por varios días más. Ella allí reúne sus últimos trabajos, piezas de una calidad única, logradas a través de su constante exigencia de entregar lo mejor de sí.


¿Cuáles fueron sus inicios en el ámbito artistico?
De pequeña me gustó mucho el dibujo, como a todos los niños, pero continué con esa afición mucho más allá, al punto de comenzar a estudiar formalmente arte, en contra de mis padres. Cuando llegué a Valencia, desde San Juan de Los Morros, terminando ya el bachillerato, comencé a estudiar en la Escuela de Arte "Arturo Michelena" , de noche. Como vivíamos en La Pastora, muy cerca de la sede, a casi cinco cuadras, y eran otros tiempos, con el centro de la ciudad bello, sin tantos peligros, pude ir aprendiendo y llenando todo ese espacio interior que necesitaba colmarse con conocimientos sobre pintura, escultura y las diferentes técnicas para alcanzar las piezas con las que uno sueña.


¿Sus estudios puede decirse que estuvieron llenos de emoción?
Si, se desenvolvieron de una forma muy agradable. No pude culminar los estudios porque en ese proceso hubo altos y bajos. Allí conocí al que después fue mi esposo, Mauro. Al casarme me dediqué al hogar, a los niños, logrando satisfacciones muy grandes y hermosas. Después de unos quince años separada de todo el proceso creativo tomé las riendas de los estudios y los terminé, para dedicarme a ello, sin detenerme, hasta ahora.


¿Por qué esa fascinación por los caballos?
Haber vivido en San Juan de los Morros durante mi niñez, con mis padres, me permitió tener caballos, disfrutarlos, estar en contacto con ellos. Aparte de que amo mucho a los animales, cualquier especie de animal para mi es importante y le tengo mucho respeto, el caballo convivió conmigo mucho tiempo y lo dibujaba siempre. cuando fui a la escuela se me daba de manera muy fácil plasmar esa visualización y de una manera empecé a desarrollar esa temática de una manera sencilla, sin muchos conocimientos de conocer esa parte artística. Cuando escogí dentro del camino del arte la escultura se me hizo como natural involucrarme con el caballo, lograr ese volumen, la forma. Trabajar lo tridimensional me fascinó desde un comienzo.


¿Dejará está temática, siente necesidad de hacer otras cosas?
No creo que la deje de hacer pero, tal vez, en mis próximos trabajos me adentre en la figura humana, si el caballo lo acepta.


¿Lucha entonces el caballo por permanecer en sus manos?
Porque esto no surgió así, de la nada. Es una labor que ha nacido de la investigación y del cuidado que le he puesto en ello.


¿Qué significa hacer esculturas de caballos? ¿Contrarresta la realidad?
El tiene tantos significados... Desde obtener la victoria, junto a los hombres, en grandes batallas, hasta lograr emociones fuertes. Está representado en tantas actividades del hombre, en el deporte, en el campo, en el ámbito político. Yo lo siento lleno de nobleza... lleno de hermosura, capaz de transmitirme muchas cosas. Siento que tengo que darlo a conocer en toda su energía, en su belleza, en su brío, en su elegancia.


Muchos de sus caballos están llenos de reminiscencias del carrusel...
Esa serie de caballos nacen en mi adolescencia. Mis soportes son juguetes, son balancines, son las barras del carrusel. Todo se llevó a esa época. Allí le agrego otros elementos, siendo muy cuidadosa. La escultura es bien delicada.


Hasta con aire mitológicos...
Esas armaduras, esos trajes, tan fuertes que se ven en hierro. Yo siento un rechazo a la violencia con que se trata a este animal, sigo rechazando mucho de lo que aún les hacen. Esas armaduras tan pesadas y terribles que les colocaban encima para conseguir una "victoria", entre comillas....


Un revestimiento cruel...
Cruel, muy cruel, que continua todavía hoy en día, pero de otra manera.
Por ello no puedo dejar que esté presente el juguete, como bien lo comenta Gabino Matos en el texto de presentación del catalogo.


¿Por qué el volumen redondeado, como completo?
Allí trato de representar la hermosura, lo que es el caballo, la vitalidad, la inteligencia.


¿Qué ha pensado hacer aparte de caballos?
Me gustaría incluir en mis trabajos los niños. Sigo siendo una defensora de todos ellos, porque ellos están en su etapa más pura.


¿Cómo nace una pieza? ¿Cómo la va estructurando, convirtiéndola en algo que se pueda tocar?
Es algo fascinante en la escultura. El lograr que de la materia del barro puedan surgir formas, y que de esas ellas, algunas veces sean distintas al del boceto trazado, es parte de un trabajo muy apasionante. A veces hago una raya, se monta la pieza en barro y ella comienza a hacerse sola. Eso es hermoso.


Después viene el otro proceso que la pieza, el molde, el vaciado, la expectativa de cómo quedó el molde, cómo salió la resina, el bronce. Desde que se empieza a modelar hasta lograr la pieza en si se van descubriendo muchas emociones. Cada día estoy más enamorada de la escultura. No es nada sencillo porque también dependo de terceros, de un equipo de personas, con las que debo contar para alcanzar lo que aspiro.


¿Se requiere fuerza?
Es relativa. No estás bordando ni cosiendo. Estas haciendo esculturas. Cada vez me comprometo mas conmigo misma y mis obras estarán más comprometidas. Yo misma me estoy exigiendo cada día más.


Ser artista es difícil. Hay que tener mucho cuidado. Sacar a la critica el trabajo de uno y que al le publico guste, no es asunto sencillo. Siempre tengo asesores. Busco asesoría de los buenos maestros. Con mucho cariño la recibo y de esta misma manera me la entregan.


¿El compromiso mayor es con los demás o con usted?
El mayor compromiso lo tengo conmigo misma. Yo soy mi propio juez y me siento muy feliz cuando siento que una pieza es buena . Eso me hace comprometer mucho más. Eso se debe también a un espectador, al que te da una critica es el que te dice todo.


¿Siente que tiene una misión?
Seguir haciendo un trabajo espléndido y fabuloso. Que mis trabajos sean recibidos de una forma muy positiva. Soy muy exigente conmigo misma. Hasta que no apruebe una pieza, así digan los demás que está bellísima, no la saco. Porque para mi es muy importante la calidad. Ni a la ligera, ni por apuro saco una obra a la calle (Notitarde, 20/09/08, Confabulario).-

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