Anteayer, jueves 11 de septiembre de 2008, fue inaugurada en la galería del Instituto Docente de Urología, la muestra Forma y Materia en la que los artistas Rolando Quero, Mauro y Mary Nascimbeni expusieron un conjunto de pinturas y esculturas, actividad cultural plena de sobriedad y elegancia.
Mauro y Mary Nascimbeni son esposos, ella escultora, tienen dos hijos, uno de ellos ya los ha hecho abuelos, graduado en arquitectura efímera, en España. El otro finalizando la carrera de relaciones industriales.
¿Cómo comenzó en este camino del arte?
El inicio está en lo que fue mi padre, Querino Nascimbeni. El era ebanista y tengo los recuerdos de él tallando la madera y haciendo dibujos. Por allí me comenzó esa semilla a germinar, al ver que mi papá evolucionaba en su profesión y hacía cada vez trabajos más elaborados. Al final aprendí lo básico de él. Allí nacieron mis primeras motivaciones en el arte.
¿Recuerda alguna anécdota con su padre que le remita a ese énfasis que usted hace por las cosas bien hechas?
Mi padre como profesional además de hacer hincapié en la calidad lo hacía en la honestidad. A todos sus clientes les garantizaba ambas cosas.
¿Cuál fue esa concepción aprendida al observar a su papá?
Una concepción hacia el trabajo, amor a la madera, material muy noble. Tanto el profesionalismo como la ética con la que él trabajaba quedaron sembrados en mí.
¿Surgió entonces en algún momento la necesidad de aprender más e ir a una escuela de arte?
Soy ingeniero mecánico y después de graduarme, cuando tenía más tiempo, empecé a estudiar arte. Hice talleres de dibujo, entré en la Escuela Arturo Michelena, a clases nocturnas. Después me detuve por un tiempo pero estuve siempre inmerso dentro del arte a través de exposiciones y amigos. Eso también es parte de la formación de todo artista. Observaciones de las obras, charlas, explicaciones de los propios artistas van dando una profundidad sobre todo este mundo tan abundante en conocimiento.
Hace cuatro años me jubilé de la Universidad de Carabobo y decidí entonces dedicarme de lleno al arte. Antes de ello recibí clases en el Centro Piloto "Luis Eduardo Chávez" del Ateneo de Valencia, cuando lo dirigía el artista Rolando Quero. Eso afianzó la formación a través de los excelentes docentes que tuve y terminaron de afianzar esa concepción que traía, con los resultados que todos pueden ver ahora.
¿Cuántos años estuvo en el centro piloto?
Lamentablemente no terminé los estudios porque se cerró. Estuve dos años. Por suerte, los dos primeros me brindaron asignaturas básicas, las más importantes para los artistas, para adquirir los conocimientos más completos.
Sus obras son imágenes sugeridas... ¿cómo nacen?
Son paisajes, busco formatos largos y horizontales. Tengo una gran influencia del entorno donde vivo, el municipio San Diego. Allí pueden visualizarse ciertas extensiones paisajísticas y lo otro que quizás fue lo que terminó de fijar ese tema fue un viaje que hice a Europa, a España y Portugal. Principalmente un viaje que hice por tren de Sevilla a Barcelona, doce horas de ver llanuras. De allí la forma que tienen mis paisajes.
Que son alargados...
Son planos, muy poco elevados...
Sin embargo donde vive tiene muy de cerca los picos Macu Macu... ¿no lo han inspirado?
Me han inspirado pero no he llegado a plasmarlos. Todavía los estoy analizando, para darles un carácter especial a esa montaña a la que veo todos los días. Me falta algo todavía para poderla representar.
¿Qué necesita un artista para lograrse hacerse como tal?
Actualmente hay mucha formación pero aparte de los estudios pienso que el artista per sé debe ser un profesional más. Esa es la concepción que le doy yo. Hay muchas personas que dicen "soy artista" para liberarse de un montón de cosas, de "un quiero ser libre" y en esta profesión hay reglas, normas y muchas cosas que algunos artistas se quieren pasar por alto y siento que hoy en día no se puede hacer eso.
¿Puede darme un ejemplo?
Un artista debe saber cómo presentar su obra, cómo venderla. Todo influye. Cómo presento mi exposición al público, hacer el catálogo, invitaciones, difusión, la calidad de todos y cada uno de los detalles es parte del profesionalismo, además de la calidad de la obra.
¿Cómo hace para hallar esos objetos que usted termina en convertir en arte?
A veces busco y no encuentro. A veces simplemente aparecen. Los veo en cualquier lugar, los tomo y los intervengo. Es tener la visión de ver lo que hay en ellos, sacarles provecho a esa materia. Darle vida.
¿Su obra rasga en lo figurativo y lo abstracto a la vez?
Sí. Hay insinuaciones figurativas dentro de lo abstracto. Al final es un paisaje. Dentro de él, dentro de ese macro mundo, existen infinitos elementos que conforman el paisaje. Desde una rama, una hoja de un árbol, la fibra de la madera.
¿Desde el momento que un artista empieza a pensar en una pieza u obra, está luchando por un mundo mejor?
Sí. Siempre, una de las cosas que siempre he tenido como artista, aunque sea novel, es estar focalizado a un objetivo que es el arte y hacia allá voy. Un arte para mejorar mi entorno.
¿Qué sabor le está dejando la exposición "Forma y Materia"?
Para nosotros es muy importante porque hemos trabajado con calidad. Estamos mostrando una linea novedosa. Son obras diferentes. Es la segunda vez que exponemos juntos, la primera vez lo hicimos en la Cámara de Industriales, hace un par de meses.
¿Cómo se siente en Venezuela?
Con optimismo. Luchando para llegar a donde quiero. Aquí hay muchas oportunidades. Hay mucho provecho que sacar y espero llegar pronto a donde deseo.
Presente en la entrevista estuvo el artista Rolando Quero, quien permaneció apartado durante el conjunto de preguntas y respuestas. Al él se le preguntó sobre su visión de los cuadros de Mauro Nascimbeni. Dijo lo siguiente:
"La obra de Mauro es completamente nueva, limpia, fresca y que habla por sí sola, que se sustenta por esa incursión que él hace con la madera, el repujado que él hace con este material. Como muy bien él mismo lo explicaba, esa experiencia de ver a su papá trabajando la madera es lo que lo hace a él volver hacia ella como un elemento, como un soporte". El es minucioso en la búsqueda, en la investigación. Eso es muy importante y primordial. Esa armonía que se encuentra en el color, desde un pastel hasta los tonos fuertes, siguen una plasticidad cromática, equilibrada. Su obra es una propuesta digna. Gabino Matos escribió en el catálogo sobre dos planos que convergen en su obra, el inferior que simboliza la tierra y uno superior donde el cielo es aludido con manchas crudas. El tiempo dirá todo lo demás y se encargará de darle su dimensión" (Notitarde, 13/09/2008, Confabulario).-
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