sábado, 30 de abril de 2011

Fuerzas de transmisión

Hasta este 3 de mayo estará en Venezuela, como desde hace más de 20 años nos visita anualmente, el Lama Ole Nydahl, quien dictará una conferencia pública en Caracas y el curso de phowa, que se trata de un conjunto de meditaciones para aprender a morir conscientemente.
El Lama Ole Nydahl llegó el pasado 27 y es uno de los pocos occidentales plenamente calificado como lama y maestro de meditación en la tradición budista Karma Kagyu.
Desde 1973, ha transmitido la bendición del linaje en una ciudad diferente casi cada día, viajando y enseñando por todo el mundo. La profundidad de sus conocimientos y enseñanzas dinámicas, inspiran a miles de personas en sus conferencias y retiros de meditación.
Desafiando los conceptos de las personas sobre la vida y enseñando el Budismo de una manera poco ortodoxa, Lama Ole ha sido una de las principales fuerzas de transmisión en traer el Budismo a Occidente.
Para la fecha ha fundado más de 600 centros de Budismo Camino del Diamante en 44 países alrededor del mundo. Su manera única de unir un estilo moderno con una sabiduría ancestral ha contribuido en crear el cuerpo más grande de estudiantes laicos que practican los métodos del Budismo Camino del Diamante en Occidente.
Ha escrito varios libros y de Las cosas como son presentamos el siguiente fragmento:Así como las Cuatro Nobles Verdades fueron enseñadas en Sarnath, el Buda explicó las enseñanzas internas de la compasión y la sabiduría cerca de Rajgir, al norte de la India. Muchas de las enseñanzas del Camino del Diamante, que involucran el cuerpo, el habla y la mente, y que actúan profundamente sobre la naturaleza búdica inherente a todos los seres, fueron dadas cerca de allí, en Vaishali. Son conocidas sobre todo por sus métodos integrales y sumamente eficaces.
Con independencia del lugar y del tiempo, el Buda aprovechaba cada momento tan pronto lo visitaban personas excitantes llenas de vitalidad y alegría. Hubo entonces chispeantes encuentros en los que él les transmitía a ellos una experiencia de su mente intemporal. La estrecha cercanía de esos discípulos a la Iluminación y su capacidad de experimentar al Buda no como algo externo o separado de ellos los impulsaba de forma irresistible. Su fuerte devoción les posibilitó ver al Buda como un espejo para su propia mente y de esta forma apropiarse rápidamente de sus cualidades. Experimentaron el iluminador espacio consciente entre pensamientos, (el Gran Sello, en sánscrito: Mahamudra, que él enseñaba como su propia naturaleza verdadera), y así pudo establecerse libremente la riqueza de alegría y poder que venía creciendo en ellos a lo largo de muchas vidas.
La devoción tiene muchos aspectos, y aunque es tan útil cuando el maestro es responsable, puede conducir a resultados muy diferentes. Jomeini, Pol Pot, Hitler, Stalin y Mao produjeron sin duda alguna un sufrimiento interminable, pero sólo pudieron destruir tantas vidas y acabar violentamente con tanta felicidad porque personas ignorantes confiaron en ellos. Del otro lado, la devoción a quienes se constituyen en buenos ejemplos ayuda bastante a muchos. Puesto que las enseñanzas del Buda conducen más allá de toda dualidad, muchos seres se liberaron e iluminaron a lo largo de los siglos. Son incontables los que gracias a él llevan una vida significativa y consciente.
En los tiempos actuales de los atentados suicidas, es más importante que entonces entender el inmenso poder de estas emociones. La causa de la devoción es un reconocimiento: si uno se encuentra con algo que corresponde a su propia esencia, sin falta queda uno impresionado.
Finalmente, ¡uno ve el propio rostro! Para el resultado de la devoción es decisivo qué es lo que lo impresiona a uno. Los representantes de enseñanzas filantrópicas, por ejemplo, ayudan conscientemente a los seres a desarrollarse para el bien de todos. Quien confía en el espacio que le ha abierto la intrepidez de su maestro y aprovecha su riqueza en experiencias y métodos, tiene, acorde con la experiencia, un rápido ingreso a la Iluminación”.
Del Phowa Ole Nydahl dice lo siguiente: es una meditación que nos prepara para el momento de la muerte, es un ejemplo único para el uso práctico de los métodos en el budismo Tibetano. Mediante esta práctica, uno puede alcanzar la liberación en el momento de la muerte. En un curso de cinco días, uno experimenta en un campo protegido los primeros pasos de la propia muerte y pierde con esto el miedo a morir.
Las personas no familiarizadas con las enseñanzas budistas les puede parecer un poco extraño todo este tipo de cosas. Sin embargo ha habido mucha apertura hacia estos conocimientos y las visitas de Lama Ole son realmente concurridas y muy esperadas.
También se ha esparcido por Venezuela el mantra Om Mani Peme Hung, que recitaba el buda Ojos Amorosos, Chenrezi, en sánscrito: Avalokiteshvara.
Muchos lo usan porque se sienten bien, pero conocer su significado fortalece la influencia sobre el cuerpo, el habla y la mente. La vibración de la sílaba OM aleja el orgullo, MA los celos y la envidia, NI el apego, PE corta la ignorancia, ME disuelve la avaricia, y el HUNG, que hace vibrar la caja torácica, transforma la ira.
Contacto en Valencia: Myrella Levieux, teléfonos (241) 8721124 y  (414) 3414548. Email: Valencia@diamondway-center.org
Tomado de http://www.budismocaminodeldiamante.org/

domingo, 17 de abril de 2011

Vía Sacra en el Parque Negra Hipólita

Muchas son las referencias sobre el vía crucis. Hay hombres y mujeres que entienden su existencia como el ciclo de estaciones que dividieron las últimas horas de la vida de Jesús de Nazaret. Etapas, obstáculos, padecimientos y aprendizajes forman parte de todo ese entendimiento que conforman algunos cursos de la existencia, unos más intensos, otros más relajados.

La cruz, signo utilizado por los primeros moradores de la tierra, incluso antes del catolicismo, significa atravesar; cruzar. En ese movimiento puede hallarse nuevo destino, continuar el anunciado o transformar el predestinado.

El símbolo de la cruz es fuerte e intenso, de múltiples significaciones y Jesús, de acuerdo con la historia plasmada en la biblia, tuvo un vía crucis doloroso, cargando sobre sus hombros la pesada madera atravesada con que iba a ser sacrificado.

Durante esta Semana Santa las numerosas personas que visitan el parque Negra Hipólita podrán observar a lo largo de las distintas caminerías quince obras de arte que capturan las diferentes pasos de las estaciones como parte de la exposición a cielo abierto llamada Paisaje, Pasión y Sagrado, organizada por el Grupo Artemusa

La muestra ya tuvo su antecedente y con nuevas obras se presenta para ésta, su segunda edición. Este proyecto expositivo nació dentro del grupo Artemusa en el año 2009, en reuniones realizadas en el taller Gala's, de Gabriela Láscaris.

Se concretó en el 2010, cuando se expuso por vez primera y fue el modo en que este grupo cultural encontró una dinámica capaz de integrar al gran público con sus artistas plásticos justo en una semana que muchos aprovechan para reflexionar, meditar, caminar, correr y compartir en familia dentro de este parque referencial para los numerosos habitantes de Valencia.

Con Paisaje, Pasión y Sagrado, el Grupo Artemusa presenta las quince estaciones de la Vía Sacra, contempladas en la reforma que realizara el papa Juan Pablo II, basadas en momentos del nuevo testamento.

Cada artista las interpreta con libertad, dejando fluir su sensibilidad y creatividad. De esta forma nace una exhibición temática con propuestas individuales.

Las diferentes técnicas y especialidades del arte empleadas para dar forma al sentir íntimo de cada artista se unificaron al imprimir sobre telas las obras elaboradas que cuentan con soportes de metal, en pendones de 2,40 metros de alto por un metro de ancho.

Del grupo Artemusa participan en la exposición María Esther Barbieri, Luisa Dunia, Anna Fioravanti, Maritza Góngora, Marlén La Rosa, Gabriela Láscaris, Manuela Moreira, Piera Reverón, María Helena Rodríguez, Natalia Procopovich y Tania Zambrano.

Como invitados nacionales y regionales significan la Vía Sacra 2011 Antonia Gamboa, Miriam Perales, Harry Schuster y Gustavo Zajac.

- Con Paisaje, Pasión y Sagrado buscamos, dijo Anna Fioravanti, dar forma e imagen a una propuesta simple y compleja a la vez. A través de la mirada de los autores se presentan las 15 estaciones de la Pasión de Cristo hasta su Resurrección, haciendo del espacio físico un emplazamiento real, toda vez que las propuestas estéticas rompen con la tradicional presentación de la obra en una galería o espacio expositivo cerrado; o en un recinto sagrado. Se involucra, de esta forma al espectador, haciendo de ese encuentro con el otro, parte de una experiencia donde la obra con su presencia emblemática se hace símbolo referencial. envuelta en el paisaje que la contiene.

De este modo, cada artista hace de su obra un lugar de encuentro íntimo al transmutar lo sagrado en la religión del alma. Así se adquiere una dimensión más humana pues totaliza su trabajo estético al entorno, lo que le permite ofrecer al espectador un nuevo sentido de lo reverenciado, y de este modo el Vía Crucis, en cada estación, se hace experiencia, recordatorio y nueva memoria de la misma concepción artística.

Por segundo año consecutivo contaron con el apoyo de la Fundación Cabriales. Tuvieron además la colaboración del padre Moisés, párroco de la Iglesia Inmaculado Corazón de María, El Viñedo.

Las obras de la exposición del vía crucis 2010 quedaron como patrimonio del Santuario Arquidiosesano de El Nazareno, parroquia Sagrada Familia en los Rastrojos (Cabudare, estado Lara), a través de las diligencias de los artistas Harry Schuster y Gustavo Zajac, quienes ese año, realizaban trabajos como restauradores allí.

Otro aplauso para los artistas y por el grupo de tenaces hacedoras de Artemusa. Se espera que permanezca esta muestra hasta finales de este abril y pueda extenderse un mes más (Notitarde, 17/04/2011, Lectura Tangente).-

jueves, 7 de abril de 2011

José Antonio Barrios: Códigos de un vuelo común



El sábado 26 se inauguró en Valencia una nueva sala de arte llamada Espacios Atenea donde se mostraran los trabajos de nuestros artistas y lo asumimos así, en la primera persona del limpísimo plural, porque con los creadores, los seres humanos conjugamos una natural conexión. Permanecerá hasta este 26 de abril.

Le ha tocado inaugurar esta sala al joven artista José Antonio Barrios, quien a pesar de sus cortos años y una buena luz de canas en sus cabellos posee el dinamismo, la efervescencia, la conectividad con todo lo que para el común pasa desapercibido y en sus manos se hace arte.

Con los años los artistas plásticos se crecen como en todas las artes. Pareciera que la creación es juventud eterna y por ello la virtuosidad va acumulando, con los años, su mayor alianza.

José Antonio Barrios es un experimentador. Todos sus pasos, desde muy joven, dedicados al arte lo han llevado, si bien a conocer las materias profundas con que trabaja, a deslastrarse del artificio e ir directo a la sencillez.

Son muchas las técnicas que domina pero la que le gusta presentar al gran publico tiene que ver con la necesidad de comprender, desde la sensatez, mas que de la moda, uno de los principios mas notables de la ecología que se funde al unísono: el respeto por todo ser viviente significa nuestra sobrevivencia.

Por ello en Empaques Furtivos vamos a encontrar la consecuente idea de este creador ante todo el conjunto de signos que giran y pasan a nuestro alrededor casi desapercibidos. Son retazos de madera que en muchos casos apenas interviene para colocar una o dos palabras, al derecho y al revés, con los símbolos que se repiten en los muelles y aeropuertos del mundo, circulando con una gran cantidad de envíos permitidos y de contrabando.

Son trozos perdidos, como el mismo ser humano, protegiendo lo banal, desperdiciando, por la ofuscada forma de llevar la vida hacia lo inhumano, el momento de reflexión, de conexión con la misma vitalidad del mundo y del universo.

Para ello está él allí. Para dialogar con nuevas formas y emerger avanzando en el cielo de las infinitas posibilidades del arte, multiplicadoras; llenas de hallazgos.

Se trata en todo caso de una propuesta recia. El elemento principal lo es y lo significa. El mundo no aguanta lo que somos aunque nunca puedan destronar la fe.

La fragilidad de lo que llevamos, de lo que arrastramos, de lo que comercializamos encara la paradoja de no saber qué hacer con tantos desechos, de entender que todo este tráfico si bien es como la sangre que corre por las venas, muchas veces puede sesgar vidas, permitir daños colaterales; alterar el mismo curso de la naturaleza.

Durante años se ha dedicado a dejar un mensaje claro con ese animal de crespa prehistórica que es la iguana. La tiene además dibujada en una paleta de las que usan los pintores, colgada en su estudio de trabajo: esa es su forma de decir que lo de él es cosa diferente, que lo único que lo llena en esa ávida búsqueda que hay en el alma de todo innovador, es el trabajo pensado, proyectado hacia un espectador que debe de alguna manera comprometerse a partir de esta nueva visión.

El tucán, la iguana, las toninas, los monos y todas las llamadas especies exóticas renuevan su mensaje de inofensividad y belleza dentro de esta propuesta plena de sentido común.

El código de barras sólo lo leen las máquinas. Pero en esta propuesta están las alas de este vuelo doloroso de libertad que agudiza la sensibilidad de los sentidos. Si los hombres y mujeres del planeta seguimos atentando contra todo lo vivo apenas dejaremos el frágil sinsentido de nuestra travesía.

Espacios Atenea celebra la vida inaugurando sus puertas con el talento de José Antonio Barrios quien una vez más sella lo que ya sabemos de los artistas venezolanos: les brota creatividad.

La sala de exposiciones, al mejor estilo parisino, pequeña y muy confortable, plena de la sencillez, tiene en su dueño, Domingo De Lucía, el mejor colaborador de los artistas puesto que a lo largo del tiempo su tarea ha sido y sigue siendo de apoyo hacia todos, además de tener una obra propia tras una investigación de más de 25 años sobre el color.

Dirección: avenida Bolívar Norte, Centro Comercial Tonino, local 112-23, al lado de la sede de la Cámara de Comercio.



domingo, 3 de abril de 2011

Convicción vencedora

Muchos filósofos son de la creencia que la realidad no humana es tan insoportable que el ser humano solo puede tolerarla por la redes del lenguaje. Uno de ellos es José Manuel Briceño Guerrero quien en su ensayo El tesaracto y la tetractis (Oscar Todtmann editores, 2002), con el anagrama de Jonuel Brigue, entre otras muchas cosas de las que escribe, señala la referida premisa con particular precisión.

Hoy en día se demuestra lo anterior en la cotidianidad. Los apagones eléctricos (nacidos por espontaneidad o por emergencia) pueden descubrir a las personas, dependientes de la tecnología y de las llamadas redes sociales y hasta de los teléfonos celulares, que pueden sentirse muy mal en la oscura soledad (doble tanda), y aunque en el pasado las velas unían y hasta podían mejorar la creatividad de las narraciones de muchos escritores, la necesidad, irreal, de estar conectados a esa realidad virtual, hace padecer a más de algún corazón, desasistido en alma y espíritu.

Lo cierto es que el ser humano inventa miles de asuntos. Impresionante es ver el mundo de las estampitas, por ejemplo.

El libro Un Curso de milagros habla de dos grandes verdades, el amor y el miedo; y sobre la realidad dice que desde el mismo momento que es juzgada no puede verse, porque hay que abandonar todos los juicios de valor para poder percibir lo que es real.

Amor y miedo. Si todo lo anterior es cierto, unos verán que el amor es el que dirige el mundo y otros dirán que el miedo en forma de venganza, guerra, envidia, zancadillas y todo el conjunto de cosas feas que a diario ocurren por doquier, son los dominantes.

Porque la amplitud del amor, quizás, es tan grande e infinita, que no todos tengamos la capacidad de verlo, en la estrechez cotidiana, que se hace pequeña aunque sea enorme en conquistas y sueños.

Pero el cosmos de las estampitas es formidable. Aquí en Venezuela o en México las tramas de la esperanza son abrasadoras. Los santos se multiplican en fe y en milagros, y aunque los precios sean módicos, las ventas descubren la cantidad, el enorme deseo de contrarrestar la realidad a fuerza de santos y oraciones portentosas.

Porque en todo caso es el amor lo que guía a los hombres y mujeres que piden, sean buenos, sean malos; se merezcan o no lo que están viviendo. Piden con devoción, muchos creyendo, otros medio creyendo, algunos soportados por la fe de otros. Y toda esa energía humana creó una realidad que los escépticos toman para decir que el hombre “con su imaginación” fue capaz de inventar al mismo Dios.

Lo que si es cierto y observando el mundo como va es que las muchas realidades que han ido formándose o que cada quien inventa para si o su cómodo o incómodo “alrededor”, terminan por imposibilitarse de ver y reconocer las luces que simultáneamente nacen por doquier.

Dada la condición de creadores y dioses, de los cielos y de los infiernos, a los que vamos por la vida muchas veces sin conciencia de la frecuencia con que se visitan, del subir y del bajar, para usar la nomenclatura tradicional, los límites parecen dominar la escena. Los avances son muchos pero no conocemos suficiente al universo que se nos ha mostrado distante y espectacular, aunque vengamos de su mismo polvo de estrellas.

En una película como “El rito”, donde el personaje del padre Lucas lleva con bastante normalidad su consumada tarea de exorcizar, trabajo nada sencillo que aparte de unas cuantas oraciones de gran poder tiene que contener una valiente e intrínseca condición espiritual, es “atacado” en un momento de debilidad, cuando la fe cae por las circunstancias vividas, y se hace débil para un enemigo dotado de oscuridad.

El trazo existencial de este padre católico, Lucas, la lucha de dios contra el otro que no voy a nombrar, el bien y el mal, vaticinan el final, porque para suerte nuestra esas personas que escribieron la biblia con bastante contundencia, expresaron que “el bien siempre triunfará ante el mal”. Esta realidad, gracias al Altísimo, superará la fuerza de todo lo que venga. Esa es la convicción que vence. Esa es la máxima inspiradora.

Pero hay gente que construye realidades a la inversa, pero ahí lo dejamos, porque forma parte de un intraducible dominio de pérdida. Y allí muchos recaen e insisten. Esa, su realidad, tiene, como todo, consecuencias, a veces, hasta un tanto irreales, porque el mundo de los fenómenos, también fue creado.

Por otra parte está el personaje con quienes muchos podrán identificarse, el seminarista Novak, atrapado en una aparente y consistente falta de fe: ésta es un don, aunque digan que es otro invento los que no la sienten. La buena noticia es que puede cultivarse.

Lo cierto es que el innombrable reconoce el infierno de cada quien. No está ni arriba ni debajo de acuerdo a esta historia inspirada en hechos reales. Está en la mente: el dolor guardado y no superado; en la rabia e ira contenida; en la prepotencia y pueden agregarse la lista de los pecados capitales. Que se resumen en siete pero son más.

Cada quien en su rito va haciendo su propia realidad. Como no debe juzgarse ni amputarse con limitadas percepciones queda decir que las estampitas son maravillosas si construyen la protección necesaria y que los pensamientos de Jonuel Brigue siguen siendo vivarachos y bulliciosos, como cuando se juega en la infancia al sentido de los mecanismos de la existencia (Notitarde, 03/04/2011, Lectura Tangente).-