domingo, 23 de diciembre de 2012

La religión de la bondad





Javier Akerman, instructor de Hatha Yoga en la Escuela Internacional de Yoga de Madrid y maestro de Yoga Tibetano y Meditación certificado por la Yoga Alliance International, además de autor de siete libros, ha seguido las actividades del Dalái Lama, nombre que traducido significa algo así como océano de enseñanza espiritual, de este líder del budismo tibetano Gelugpa, Premio Nobel de la Paz 1989.

Tras escucharlo hizo este resumen que el mismo invita a “beber” más que leer y meditarlo poco a poco y en profundidad. Su simplicidad tiene magnificencia, algo novedoso por demás.

1. Ten en cuenta que el gran amor y los grandes logros requieren grandes riesgos

2. Cuando pierdes, no pierdes la lección.

3. Sigue las tres "R": Respeto a ti mismo, Respeto para los otros y Responsabilidad sobre todas tus acciones.

4. Recuerda que no conseguir lo que quieres, a veces significa un maravilloso golpe de suerte.

5. Aprende las reglas, así sabrás como romperlas apropiadamente.

6. No permitas que una pequeña disputa destroce una GRAN AMISTAD.

7. Cuando creas que has cometido un error, haz algo inmediatamente para corregirlo.

8. Ocupa algo de tiempo cada día en estar solo.

9. Abre tus brazos al cambio, pero no te olvides de tus valores.

10. Recuerda que a veces el silencio es la mejor respuesta.

11. Vive una buena y honorable vida, así cuando seas mayor y mires atrás podrás disfrutarla por segunda vez.

12. Una atmósfera amorosa en tu casa es el cimiento para tu vida.

13. En discusiones con alguien querido ocúpate sólo de la situación actual, no saques a relucir el pasado.

14. Comparte tu conocimiento, es una manera de conseguir la inmortalidad.

15. Sé considerado con la Tierra.

16. Una vez al año ve a algún lugar en el que nunca hayas estado antes.

17. Recuerda que la mejor relación es aquella en la que el amor por cada uno excede la necesidad por el otro.

18. Juzga tu éxito según lo que has sacrificado para conseguirlo.

19. Acércate al amor y a la cocina con osada entrega.

20. No debemos creer demasiado en los elogios. La crítica a veces es muy necesaria.

21. Se dice que nuestro enemigo es nuestro mejor maestro. Al estar con un maestro, podemos aprender la importancia de la paciencia, el control y la tolerancia, pero no tenemos oportunidad real de practicarla. La verdadera práctica surge al encontrarnos con un enemigo.

22. Tanto el creyente como el no creyente son seres humanos. Debemos tenernos un gran respeto.

23. La esencia de la vida espiritual está formada por nuestros sentimientos y nuestras actitudes hacia los demás.

24. Si alguna vez no te dan la sonrisa esperada, sé generoso y da la tuya. Porque nadie tiene tanta necesidad de una sonrisa, como aquel que no sabe sonreír a los demás.

25. Si no perdonas por amor, perdona al menos por egoísmo, por tu propio bienestar.

26. La esencia del cristianismo y el budismo es la misma: la práctica del amor, para lo cual es necesario poner énfasis en el perdón y compartir el sufrimiento ajeno.

27. Honrar a Dios es fundamental, pero también lo es respetar a nuestro prójimo. De hecho la verdadera adoración a Dios es posible cuando uno respeta a su prójimo.

28. También hay muchas técnicas que apuntan a desenvolver la tolerancia, la compasión, el amor y la amabilidad. De la misma manera, los budistas pueden encontrar que las prácticas cristianas de acción social son una gran ayuda y que lo conduce a su entrenamiento mental.

29. Practiquen la meditación. Es algo fundamental. Una vez que se la disfruta, ya no se la puede abandonar, y los beneficios son inmediatos.

30. Creo que es útil que existan las distintas religiones, ya que la mente siempre busca distintos caminos para inclinaciones diferentes.

31. Mi verdadera religión es la bondad. Si la practicamos en nuestra vida, no importa si sabemos mucho o poco, o si creemos en la próxima vida o no, en Dios o en Buda. En nuestra vida cotidiana tenemos que ser pasivos. Ése es el pasaje a la luz (NOTITARDE, 23/12/2012, LECTURA TANGENTE).- 

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