sábado, 8 de marzo de 2008

José Páez Del Nogal: "El Michelena es pieza única, sin molde"


José Páez Del Nogal cuenta la anécdota gesticulando con sus brazos y manos para contar la impotencia y rabia cuando, después de pagar un servicio público, tuvo que llegar al "redondeo", por la escasez de sencillo, favorable a la empresa y no a él como consumidor.


"Tú sabes... la ley del embudo. Lo ancho para ellos, lo estrecho para nosotros. Pero fíjate en que como las ciudades tienen su propio lenguaje y uno se pierde en el laberinto de las tantas cosas que dice, me subí a un autobusete que tenía puesta la canción de Héctor Lavoe "Todo tiene su final". Esa fue una coincidencia, que me permitió perderme en el engranaje de la ciudad", dijo riendo con las enormes carcajadas de su energía, que se siente como en sus trazos de pintor abstracto, poderosos, fuertes; profundos. Vibrantes.


¿Cómo comienza una obra?
Vas preparando todo. Los pinceles, el papel y empiezas, de esta forma, con un orden.


¿Qué se plantea al momento que le asalta una idea?
Son muchos los elementos que componen el proceso de diálogo entre el soporte, cerebro, la mano y el pincel. Yo comencé a participar como artista en Venezuela cuando era el Instituto Nacional de Cultura y Bellas Artes en el XXX Salón Oficial Anual de Arte Venezolano, Dibujo y Grabado, en el Museo de Bellas Artes, en el año 1969. Por lo menos para la época, el jurado de admisión fueron: Pedro Vallenilla Echeverría, Inocente Palacios, Elisa Zuloaga, Carlos Raúl Villanueva, Miguel Otero Silva y Pedro Angel González. El jurado de calificación estuvo conformado por Miguel Cabré, Roberto Guevara, Inocente Palacios, Carlos Raúl Villanueva y Louise Richter. Tendría en ese entonces 19 años, hace 39, entro en la sección de grabados, participé con dos aguafuertes sobre papel. De Valencia estaban otros dos artistas: Jorge Zerep y Sonia Carvallo. ¿Por qué nombro esto? Porque el grabado dentro de la historia de la gráfica en Venezuela tiene un antecedente muy importante. El dibujo, el grabado, la litografía le dieron vida en un momento determinado a ese auge del grabado en nuestra nación. Mi profesor de litografía fue un pintor muy reconocido, Luis Guevara Moreno, de pensamiento evolucionado. Les doy a mis maestros enorme importancia porque sin su guía mi trabajo no tendría el valor que tiene.


¿Qué es el arte?
Siempre es un aprendizaje diario, de la vida, de cómo en la sociedad nos conformamos como individuo, con nuestros pensamientos, creencias, aptitudes artísticas.


¿Enseñanzas determinantes?
El conocimiento que nos daban en esa época en la Escuela de Bellas Artes y en el Centro de Arte Gráfico del Inciba fue vital. Después de tener ese aprendizaje tan complejo, del lenguaje plástico, con cada especialidad, se reúnen toda esa cantidad de elementos hasta que se llega a la depuración de lo que uno quiere realizar con esos instrumentos maniobrados en esos procesos del arte.
El género del dibujo lo comencé a explorar en los años 70'. Al partir del dibujo y del grabado, no me dispersé en el tiempo, y aun cuando hice estudios de conservación en Roma, cubrí toda una fase de formación para ponerla en practica a futuro.


Justo lo más complejo...
Sí, porque en la práctica te encuentras con esa cantidad de elementos, tintas, pinceles que tienen hasta un determinado peso para poder ejecutar un trazo muy específico. Significan que los músculos de la mano o el brazo trabajen para soltar, diluir un goteo, una sucesión de puntos. Hay otros pinceles especiales chinos en que uno moja la punta y logra un pequeño trazo que tiene su propia orientación, su nivel; su propia composición. Tiene diálogo permanente, tiene vida propia. Dentro de ello, el enriquecimiento que se le da. Son como elementos compositivos que se pueden trabajar inclusive con el color, que es una forma de dibujar, también.


¿Con las texturas?
El soporte, el papel es importantísimo. Depende del gramaje. Hay papeles extraordinarios que tienen 850 gramos. Esos ya son casi imposibles de ver en Venezuela por lo que todos sabemos.


El proceso del dibujo en sí es una exploración. Yo no preparo nada, no sé qué resultado va a haber allí. La forma de ataque o de integrarse al papel, esa interrelación entre el soporte, el cerebro, la mano, el peso del pincel, la elaboración de la tinta, es un mundo que comienza nuevamente en el primer trazo del pincel.


¿Cómo logra la profundidad que se siente en sus obras?
Con mucho trabajo. Mezclo el color con la mancha. Esa fusión, porque lo pictórico y lo gráfico son dos cosas diferentes. Pero esos dos elementos los incluyo, aunque cada uno tenga su propio valor, se comunican en el espacio. Todos los momentos compositivos se unen al desarrollar nuestro trabajo.


¿Le viene el tema de lo que está haciendo cuando pinta?
No, porque es una simbiosis que une entre todos los materiales que voy a utilizar y el soporte. A veces preparo una tela, a veces los papeles cumplen la función de recordarme que algo existe dentro de ellos; que tienen su propia memoria y su propia vida, como elemento, dentro de toda esa relación.


¿Usted es pesimista?
Al contrario, soy un hombre que vive eternamente enamorado de todas las cosas que se producen en las diferentes manifestaciones culturales. Lo que sucede es que estamos como saturados de tanta incomprensión en todos los segmentos sociales.


Para muchos especialistas en arte, las obras de José Páez Del Nogal son las mejores que se hacen en Venezuela y hay quienes afirman que es superior a muchos pintores de la actualidad. Los carabobeños podrán ver parte de su talento plasmado en la exposición que prepara para el 17 de abril de este año en el Gabinete del Dibujo y la Estampa, donde mostrará, entre otros, trabajos inéditos que produjo cuando se ganó el Premio Michelena, en 1989.


¿Qué piensa de lo que ocurre a nivel cultural en Carabobo?
Te puedo responder con una síntesis: El Estado tiene que fortalecer las instituciones culturales, no destruirlas.


¿Y del Salón Michelena?
Es un pilar dentro de las actividades culturales que tenemos en el país, que no se puede volar de un solo plumazo. Allí han participado todos los artistas importantes de este país. La colección del Ateneo está compuesta por la gran mayoría de artistas de la nación. El Salón Michelena es pieza única, no tiene molde (Notitarde, 08/03/2008, Confabulario).-

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Querido hermano de la infancia y de la adolecencia que grato encontrarte por este medio y mas aun saber lo lejos que has llegado en las Artes Plasticas ;Y un sin fin de felicitaciones para ti.

Alberto J ferrer dijo...

Hermano de la infancia y de la adolecencia que grato es encontrarte a travez de este medio y de saber que has conquistado el mundo galactico de las Artes Plasticas. He estado mucho tiempo buscandote hasta que hoy fue posible, busqueda que me dio una inmensa alegria de saber que estas bien.

Alberto J ferrer dijo...

Saludos