sábado, 22 de noviembre de 2008

Carolina Jaimes Branger: "Los niños especiales son ángeles"


Desde hace aproximadamente siete años Carolina Jaimes Branger escribe todos los días lunes en Notitarde así como en otros periódicos a nivel nacional. Dice que los escribe muy rápido, en unos veinte minutos, pero se puede tardar alrededor de tres horas corrigiéndolos. Más o menos como el libro, el primero, y ella dice el único que quiere entregarle al mundo, "Los 7 Encuentros", nacido en un viaje por el occidente de Carabobo y que tardó ocho años en convertirse en una realidad tangible, con una portada que conduce por un camino de luz e imaginación.


Todo comenzó cuando ella le escribió una carta a una hija que reside en Italia contándole la experiencia de ir por los pueblos de Bejuma, Montalbán, Miranda, Aguirre, Canoabo y Canoabito, con la excusa de comprarle unas tallas a Viviano Vargas, todavía vivo aunque ya muy mayor. El relato gustó tanto que la joven le dijo que debía convertirlo en un cuento. La idea ya estaba hecha sólo que la fue desarrollando poco a poco pero con intensidad dándole todo el poder que ahora posee.


-¿Cómo se siente en estos momentos al ver su libro?
Me siento feliz. Me siento cansada. Es así como después de un viaje muy largo se llega y uno no lo puede creer. Hice todo lo que quería hacer y finalmente llegué al punto donde pensé, pero con la sensación de que todas tus expectativas fueron rebasadas.


-Hay gente que piensa que en Venezuela hay una generación de venezolanos que se perdió... que no podrá recuperarse...
La educación es la gran diferencia entre un país civilizado y un país de salvajes. Yo tengo grandes esperanzas en la educación. Como educadora no puedo pensar de otra manera y tengo grandes esperanzas en la educación. Yo soy la eterna optimista. Dicen que los pesimistas tienen razón el 99 por ciento pero los que cambian al mundo son los optimistas. Dicen que todo se aprende y yo como mamá de una niña especial lo sé mejor que nadie. Yo a ella le he exigido lo mismo que a sus hermanos y ya ha respondido. Si un ser con tantas limitaciones ha dado ¿cómo es que una persona perfecta y "normal" no puede dar? Lo que haría falta es un programa para exigirle a la gente. Igualar para abajo es lo más fácil que hay. El reto es igualar hacia arriba.


-¿No siente entonces que hay una generación perdida?
No, en lo absoluto. Creo que a cada generación le toca jugar su papel. Creo que las cosas no pasan por casualidad. Los grandes cambios en el mundo, aparte de que lo hacen los optimistas, vienen de grupos pequeños que son los que influyen sobre los demás.


-Pero aquí somos del refrán que dice "Más vale pájaro en mano que cien volando"...
Y eso es una tragedia. Los refranes reflejan mucho cómo es la idiosincrasia de un pueblo. Pueblo que piensa así está condenado al fracaso, porque el mundo es y ha sido de los noventa y nueve que se fueron volando.


¿Qué sensación le deja "Los 7 Encuentros" en estos momentos cuando la gente lo busca?
Es mi obra vida. Aunque no escriba una letra más, aunque me muera mañana, escribí lo que tenía que escribir. Todo lo que haga de aquí en adelante será bienvenido, pero esto era lo que yo quería dejarle a mis hijas, a Venezuela y ojalá que al mundo. Es un mensaje que espero que les llegue a todos los padres, no solamente de aquellos que como yo tienen una hija especial, aunque todos de alguna manera tenemos cerca a un ser humano así.


Los niños especiales son muy variados por la cantidad de limitaciones que pueden tener pero yo creo que vienen a ser como una lección para su familia y en cierta forma, fortalecer a los padres.
Después de tener a Carolina soy un mejor ser humano y tengo una fortaleza que quizás no la hubiese podido desarrollar de otra manera; y eso la gente lo percibe.


-¿Es un libro cargado de valores, tolerancia y respeto, entre otros?
La columna vertebral del libro es la relación posible entre un niño normal, que se llama Andrés, y la niña especial que se llama Tina y cómo ellos se van haciendo amigos. El paseo es por los valores, porque creo que la crisis que estamos viviendo en Venezuela no es política, ni económica, ni siquiera social. Es una crisis moral. A la gente hay que insistirle en los valores. No pretende el libro ser didáctico ni moralizante pero es de valores. El primer valor que él aprende es que los niños especiales son ángeles pero después de este hay otros valores más concretos y universales como la libertad que en su caso se le refuerza porque él es un niño que ha recibido tanto amor que a veces la gente abusa de la libertad y lo convierte en libertinaje.


Aprende lo horrible que es ser discriminado y por lo tanto aprende la tolerancia, y también Andrés aprende a ver las cosas a través de los ojos del corazón. Todo es mejor si lo pasas por el tamiz del corazón. El valor de la generosidad, de ponerse en el lugar del otro; del perdón.


Hay que aprender a ver la vida desde el valor de los detalles. Mi hija que es una niña especial me lo ha enseñado porque de ella no puedo esperar grandes cosas por lo que disfruto de las muy chiquitas; de sus triunfos chiquitos que me han dado una dimensión enorme del triunfo.


Los venezolanos sabemos de valores. Nos lo enseñan muy bien hasta en las peores escuelas. Pero en la práctica los que triunfan son los antivalores...
Tengo otro libro que se llama "El anclaje del subdesarrollo" que me publicó la Fundación "Andrés Mata" de El Universal, de corte sociológico, en el que desarrollo la tesis de que los venezolanos en particular nos crían con paradigmas de subdesarrollo. Por ejemplo: hay una fila de carros lenta que casi no se mueve y siempre llega uno que se mete a como dé lugar, montándose, encaramándose, comiéndose la "flecha"; como sea. ¿Qué piensa esa persona?: Que los demás son unos imbéciles o que tiene más derecho que todos los demás. En un pueblo que tiene paradigmas de subdesarrollo, por un lado caminan individualmente la educación formal y el subdesarrollo. Nunca se llegan a tocar. Ojalá se cruzaran porque se empezaría a resolver el problema.


En ese libro expongo ejemplos concretísimos de una forma muy sencilla para que la gente los entienda. El otro asunto es que tenemos que entender que el problema existe porque la mayoría piensa que las cosas son así, pero eso no significa que somos así.


Carolina Jaimes Branger es ingeniero de Sistemas graduada en la Universidad Metropolitana donde fue miembro de su Consejo Superior. Estudió una maestría en educación en la Universidad de Harvard. Actualmente es directora de la Fundación Unión Radio y miembro correspondiente de la Academia Venezolana de la Lengua Española. Forma parte del equipo de Conciencia Activa y del Instituto Cultural Venezolano Israelí (Notitarde, 22/11/2008, Confabulario).-

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