Quizás porque estuvo de pequeña rodeada de arte y el ambiente relajado de su hogar, ya que su madre, Miriam Quero, es maestra de yoga, es que Miriangela Linares Quero siguió estos pasos, y se convirtió, muy joven, a la edad de 16 años, en instructora de este arte de meditar y conectar cuerpo y alma con la esencia divina.
Ahora tiene 24, escribe desde hace varios años y acaba de regresar de Buenos Aires donde va anualmente a recibir clases de kundalini yoga.
A la par de todo este trabajo acaba de finalizar la grabación de un CD con canciones compuestas por ella, al estilo reggae, que además interpreta.
¿Qué recuerdas de tus inicios en todo este trabajo con yoga?
Comencé en yoga porque fue como un traspaso que me hizo mi mamá, de toda esa formación. Un linaje de madre a hija. Fui estudiando con gente ya formada académicamente, médicos y profesionales de otras especializadas, me sentía como chiquita, alrededor de ellos, pero al final me fue bien con el conjunto de resultados. El yoga es un trabajo que tú traes de alma. Todo lo que te toca en esta vida hacer es porque donde estás es el punto donde debes estar y ya. Luego, de allí, me dieron la oportunidad de dar clases, mientras iba asimilando todo, cosa que tarda varias años, porque no es así no más entender tantos conocimientos ancestrales. Dar clases de yoga no es cualquier cosa.
¿Dónde comenzaste a brindar conocimientos?
En la Escuela de Yoga Swami Krishnananda. Estuve dando clases allí durante seis años y me fue muy bien. Comencé con niños. La experiencia con niños es otro mundo. Con ellos no es tanto la estructura, ni la base como con los adultos, que les tienes que hablar desde la "cabeza". Los niños son más puros y están conectados con la divinidad. Tú les presentas algo auténtico y ellos lo perciben. La compenetración con ellos fue muy linda. Comencé con un grupo de diez niños, que fue aumentando. Incorporamos a las enseñanzas arte, música, masajes y muchas veces uno se encuentra a chamos que no son abrazados por sus padres y pueden reaccionar con rechazo o con armonía, sintiéndose en paz.
A la par también estaba dando clases para adultos.
¿Por qué irse al exterior?
Porque aquí no hay mucha apertura en este campo, no hay suficiente preparación. Intelectualmente hay muchas cosas pero espiritualmente hay que crecer un poco. Al principio nos fuimos a Montevideo, a formarnos con unos maestros que están especializados en kundalini yoga donde estamos realizando una especialización.
Después fuimos a Buenos Aires, a Casa de Luz, siguiendo los pasos que se iniciaron en Uruguay. Estamos hablando de una comunidad amplia, de un maestro que trajo esta enseñanza a Occidente, continuada por los discípulos que él mismo formó.
Venezuela ha sido el país que más resistencia ha ofrecido a muchísimas cosas.
¿Por qué es importante la practica de yoga?
Yoga parte de una raíz sánscrita que significa unir, religar. Reencontrarse con tu esencia. Recordar que tú eres puro. Siempre se tiene la creencia de que tenemos que purificarnos. Lo que tú tienes es que darte cuenta de que eres puro y debes vivir en esa conciencia. Eso te lleva a un estado de conciencia de lo que eres tú, de cómo quieres proyectarte en el mundo y con cuánta claridad hacerlo. Porque si hay conflicto entre cabeza y corazón no hay comunicación con el alma. El yoga te lleva a disipar las nubes para que puedas expresarte con claridad, desde el punto de vista emocional, desde tus relaciones de pareja, hasta tu vida diaria, en tu trabajo, porque tú tienes que cumplir una función en el mundo. Lo más elevado que puedas, porque eso te conecta con tu excelencia, con tu realeza. A partir de esa conciencia, vivir.
¿Cómo enlazas todo ese universo interior con la realización de un CD de música?
La parte artística ha vivido en mí siempre. Pintar, cantar, hacer manualidades, malabares ha sido común en mí por alto grado de curiosidad artística. La inclinación de cantar comenzó porque me gusta mucho escribir. Lo hago desde los once años. He efectuado muchos poemas y ensayos. Fui descubriendo poco a poco que hallar tu propio sonido interno te ayuda a armonizarte contigo mismo. El yoga ayudó muchísimo porque contribuyó a disipar muchas cosas y encontrarme con mi propio sonido.
Además es parte de lo mismo, unión de cuerpo y alma...
Lo que expresas es lo que eres. Comencé a componer hace un tiempo. Me asocié con un muchacho que se llama el Chipy Down, que toca en Buena Lavativa, un grupo nacional, y grabamos en un estudio en La Campiña que se llama Media Web. Fue una experiencia lindisima. Es todo lo que he vivido, plasmado allí. Cualquier cosa que yo haga es para armonizar con el universo. Para alabar a Dios. El género que manejo es el reggae.
¿Sólo dedicado a niños?
Es para todo el mundo. De hecho me pongo con los niños porque manejo mucho la alegría, pero con ellos trabajo la parte mántrica. No se mezcla con otras cosas, porque cuando se abre un espacio hay que conservarlo. Presentas una opción diferente, frente al bombardeo exterior. Escuchan un mantra, les gusta la música y no se dan cuenta que por dentro, sin que lo sepan, están movimiento una cantidad de cosas...
Liberando ira, rabias, frustraciones...
Así es. De una manera sorprendente.
¿Te estás especializando en energía kundalini por alguna razón?
La energía kundalini es tu poder creativo total. Es la luz de tu alma. El ser vivo tiene ese regalo de expresarse a través de esa energía. Ha habido mucha distorsión con respecto al término kundalini. Apenas la nombras dicen cualquier cosa... desde que la relacionan con sexo hasta un montón de cosas.
El trabajo con esta preciosa energía es muy específico y tiene que tener una técnica, una tecnología, a través, de la cual, tú puedes canalizarla y poder expresarla. Si tú quieres expresar tu poder creativo en tu vida diaria, a través de los diferentes métodos lo alcanzarás para que puedas expresar el deseo y el destino de tu alma.
Construye y destruye a la vez...
Exactamente. Hay una manera armónica de trabajar con eso, así como la puedes llevar por la parte sexual, por despertar cosas. Pero a ti lo que te interesa es fluir con el universo y con tu propia armonía.
Lo que sucede es que se crean falsas expectativas...
Tú decides vivir de tu naturaleza angelical o decides vivir desde tu fatalidad. Si quieres vivir desde tu ángel tu trabajas para ello y la energía, simplemente, sigue. Hay distorsiones y divisiones dentro del yoga. Hay mucho tabú. Falta experiencia. Estamos en un cambio de era, bastante importante para la humanidad y ese deseo de las personas de buscar no sólo teorías es porque saben en el fondo que tienen que apagar toda la bulla que hay alrededor y escucharse a si mismos para estar en paz (Notitarde, 01/08/2009, Confabulario).-
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