domingo, 27 de octubre de 2024

VISIBILITZART EN BNUDEARTGALLERY SITGES

 

 


El próximo sábado 2 de noviembre en la Galería Bnudeartgallery ubicada en Sitges (provincia de Barcelona, comarca de Garraf) se realizará la exposición VisibilitzART, colectiva de artistas que buscan reunirse para encontrarse y  apoyarse mutuamente dentro del universo LGTBIQ+.

La idea de este encuentro fue del artista y escritor Alfredo Segarra (Al Segar, Al Malenut), colaborador de Bnudeartgallery, vinculado por su oficio a diversas asociaciones solidarias y culturales, con capacidad de reunirles en esta causa vinculante, en la que participan diversos artistas para mostrar sus capacidades expresivas.

Colors Sitges Link, Sant Boi en positiu y Visibles (empleados de la  Transports Metropolitans de Barcelona, TMB) son las asociaciones que se han unido a esta iniciativa.

-     ¿Cómo nació esta exposición?

Siempre que he podido o me lo han pedido, he colaborado altruistamente dando apoyo con mis obras a diferentes asociaciones que quieren dar a conocer su labor. Mis obras se han expuesto en ciudades tan dispares como Oslo, Budapest o Bagdad. Han viajado hasta Miami y Detroit, al otro lado del charco; y, por supuesto, también en lugares mucho más próximos.

He colaborado con asociaciones que trabajan en actividades como la discapacidad intelectual, el banco de alimentos,  el síndrome de Rett, el Alzheimer, la recogida de juguetes,  los sin techo y la causa palestina, entro otros.

En esta ocasión, mis obras, destinadas a un público eminentemente LGTBIQ+, las podréis ver allí.  Llevo unos meses colaborando con esta galería aportándole catorce obras elaboradas con diferentes técnicas.

-     Desnudos masculinos para también sensibilizar…

"Black love", por ejemplo, siempre con carácter reivindicativo, revela a dos hombres de color amándose, a sabiendas que actualmente existen países africanos en los que todavía se considera delito ser gay; y que en algunos, incluso, está castigado con la pena de muerte.

-     ¿Donarás las obras?

Se trata de un acto puntual e irrepetible. Tras la expo, las obras las cederé solidariamente para ser vendidas o subastadas para recoger fondos para la asociación Sant Boi en positiu.

 

Galería Bnudeartgallery,  calle Sant Pere, 26  (Sitges)

Sábado 2 de noviembre a partir de las 18,30 horas

 

 

https://www.instagram.com/bnudeartgallery/?hl=es  

https://www.instagram.com/alfredo_segarra_al_segar/

https://www.facebook.com/alfredo.segarra.9/

https://www.ivoox.com/alfredo-segarra-audios-mp3_rf_14958255_1.html


miércoles, 9 de octubre de 2024

Tomasa

 


 

Perfumada con suavidad. Limpia la piel y con el ligero brillo de su color trigueño claro, Tomasa lo recibió con la mejor de sus sonrisas.


El pelo algo crespo, corto y entrecano, reflejaba a una octogenaria convertida en adolescente, recibiendo a su amor. 


El periodista se sorprendió y se puso nervioso, porque sintió algo más que la respetuosa amabilidad y también sin la presencia de su hermana, quien abría siempre la puerta, la casa parecía más sola, preparada para algo que él no vio venir.


Si acaso era observado a través de una mirilla telescópica, a muchos metros de distancia. 


La sensación fue de alma letal, de algo no sincronizado con su compasiva visita a la poeta, en su hogar y en su pueblo, para continuar con la conversa.


Andrés cargaba en sus hombros los cuentos del abuelo Otto Guerra, de allí que sus rápidas deducciones siempre iban hacia lo mortífero, mucho más cuando se tratara de una mujer.


Miró sus ojos. Enamorados. Descubrió inclusive el cuerpo de Tomasa, entregado. 


Ella le ofreció café. Negó tan rápidamente con la cabeza que ella también supo cuál era la respuesta a sus deseos. 


Le trajo agua. 


Sus miradas se entrecruzaron, azarosas, antes de comenzar la entrevista. 


Ella, poeta tardía. De imágenes tan transparentes como todo lo que allí reposaba en esa tarde, con olor a aguacero sin que hubiese llovido.


En una perspicaz mirada lo descubrió, e intentaba encontrar el rumbo de una conversación espontánea que no le llegaba a los labios, resquebrajados por las marcas que le habían dejado los años. 


El vuelo de las palabras comenzó a hilvanarse, mientras Tomasa ya había aceptado, de nuevo, su soledad.


Trajo finalmente café y en el patio terminaron de departir y sonreír viendo las flores, los árboles y el aire sudoroso que se transpiraba   en ese pueblo, trancado como noche turmalina. 


El brillo de los ojos de Tomasa había cambiado.


De enamorada a vieja sabelotodo.


Cierta picardía se le asomaba cuando se permitía ver a Andrés mas allá, ancho y palpable.  


El reportero supo que su ignorancia era infinita. Los poemas de Tomasa eran profundamente eróticos aunque hablaran de Ángeles. 


Llegó la hermana con cuatro o cinco muchachitos del pueblo. Su mirada era inquisidora. Buscaba restos de sexo.


Solo entonces Andrés se avergonzó de lo que no había hecho y de no saber cómo acariciar a esa mujer que lo había recibido como nadie y con quien seguramente conectó como nunca jamás lo volvería a alcanzar, en vida.

 

 

 

 

 Foto: https://sendero.blog/2020/07/20/senryu-al-aguacero/

domingo, 8 de septiembre de 2024

Cuarenta y dos días después

 


Me siento incomoda desde que supe la noticia de que el presidente electo por voluntad popular de Venezuela, Edmundo González Urrutia, ha aterrizado en España, exilado. No porque me guste él, más o menos como político; si no porque la pregunta que nos hacemos todos los venezolanos, los migrantes y los que viviendo en el país no-chavistas, (porque sabemos que los seguidores de Maduro son perfecta minoría), es qué debe suceder, qué debe pasar para que  los ahora usurpadores del poder político-jurídico-legislativo-social del país llamado Venezuela, dejen de salirse con la suya, con su innecesaria y desvitalizada realidad construida, en favor de unos pocos, en detrimento de la mayoría.

Entonces tenemos que hablar de la desnaturalización… que unos cuantos hombres y mujeres en poder y los escasos seguidores de un mando, que les permite hacer los que les venga en gana, continúen allí…

Se puede entender… a lo largo de la vida en todos los territorios, culturales, políticos y educativos del país fuimos testigos de cómo les costaba a los que ostentaban el poder abandonarlo… mucho más si eran acusados del mal mayor: corrupción moral y perjuicio de la institución que estaban prestos a defender…

Pero hablamos de la aberración de haber permitido la llegada de inmensos grupos humanos,  de nacionalidades cubanas, nicaragüenses, rusas y cualquiera otra, prestas a defender con armas del mismo Ejército y las tecnologías del Estado venezolano, al gobierno… en nombre de una ideología de izquierdas  que no es tal porque  quienes mandan en Venezuela son delincuentes y quienes los defienden, por antonomasia, también lo son.

Veo antiguos conocidos por las redes publicando cosas, directas o indirectas. Los hay quienes sin rubores continúan defendiendo lo indefendible…  

Todos sabemos lo fácil que es sentirse magnánimos, arrimaditos con los que sabemos están en el poder, capaces de todo,  por matar el hambre del estómago.

El miedo es bicho grande por la sangre de la conciencia.

Los que desde ese pequeña trinchera vociferan que no hagan guarimbas porque tienen que ir a trabajar, como si hubiese mucho trabajo para la gran mayoría de los venezolanos; los que se ponen a publicar lo bonita que es Venezuela, evadiendo la actual realidad, describiendo su amplia geografía, llena de hermosura natural… capaz de desplegarse a tus pies, si tienes muchos dólares y euros para pagar protección y seguridad, una vez más, gubernamental.

Llegado el momento, sabemos que no podemos contar con conocidos, (está claro que amigos nunca fueron) capaces de defender a asesinos, violadores, torturadores y verdugos.

El día que se autoproclamó Maduro de nuevo electo, falseando la verdad, sin siquiera todavía (al día de hoy) mostrar actas de su triunfo, aquí ya era el día siguiente (lunes, 29 de julio de 2024), y fui a un local a tomar un café… allí trabaja una chica venezolana que ya a esa hora, antes de las siete de la mañana, tenía los ojos hinchados de tanto llorar.

Ella llega a su trabajo muy temprano, subida en una patineta, aún el metro no funciona antes de las seis de la mañana, para poner en marcha toda esa maquinaria de pan, bollería y productos con que desayunan los españoles.

Sus lágrimas de impotencia, aunque llenas de dolor,  nada tienen que ver con las miles de  chicas venezolanas violadas cuando cruzan la selva de Darien, los desiertos mexicanos o los muchos territorios en la huida,  muchas de ellas asistidas por médicos, ya embarazadas. Ni las que han tenido que verter los que han perdido hijos, esposos, familiares por el camino de duras travesías sobre todo cuando son a pie, por las fronteras terrestres

¿Qué decir de los violados y violadas en pleno territorio venezolano por oponerse al régimen que se mantiene usurpando todos los poderes constitucionales?

El sufrimiento de los que mantienen en cárceles como prisioneros políticos, los que han torturado y siguen torturando…

Los desaparecidos…

¿Qué son las lágrimas y las muertes para este puñado hombres y mujeres que defienden el  actual despropósito en Venezuela?

Con más o menos suerte, todos sabemos que el odioso dictador que está en la presidencia de Venezuela y todos los secuaces que los apoyan, un poco más cerca, un poco más lejos, pagarán por todos los daños tangibles e intangibles perpetrados.

La ignorancia es tan grande, que cuando creemos que estamos defendiendo nuestros pequeños privilegios (desde una pequeña arepa con queso para comer, hasta un Lamborghini)  lo que realmente enviamos al universo son señales anómalas. Exactamente así serán devueltas.

¿Qué significará la palabra alma para todos los que en esta tierra actúan de la forma como lo están haciendo las autoridades venezolanas, acompañadas por los barbaros  mercenarios extranjeros?

Desde la hipocresía y  el descaro, el gobierno de Venezuela dice que González Urrutia sale para garantizar la paz. Pareciera la de ellos. Desde hace 25 años no se trabaja por la paz ni la integración de los venezolanos. Los actos  vandálicos, los grandes sabotajes y todas las prácticas terroristas son y han sido elaborados en Miraflores.

Lo que si nos deja la llegada del presidente venezolano electo por voluntad popular es un desconcierto, la incomodidad de saber que los venezolanos estamos solos ante el  horror de vivir esclavos del mal, mire por donde se mire.

Cuarenta y dos días después de las elecciones venezolanas estamos nuevamente ante la incertidumbre.

¿Estarán verdaderamente ayudando a Venezuela sacando a Edmundo, electo lícitamente en las urnas por la mayoría de los venezolanos?

Solo nos queda este pensamiento: la grandeza del ciclo colectivo, de aprendizaje del ser,  por más duro que esté resultando, vendrá como boomerang adornado con nácar de estrellas.

No se interprete como venganza, en el plan inteligente, amoroso y universal eso no existe, así como tampoco la maldad.

Foto:

https://es.123rf.com/photo_56555762_el-campo-de-espigas-silvestres-secas-contraluz-con-el-sol-entorno-c%C3%A1lido.html

 

martes, 6 de agosto de 2024

Desembucha Maquiavelo (con relación a Venezuela)


                                    

Los que estamos viviendo fuera de Venezuela, porque nos tocó sin quererlo ni soñarlo, desde el momento que nos dimos cuenta que el alma no podía más, ver lo que está sucediendo después del 28 de julio, es una concatenación de lo que hemos ido observando allí, desde aquí,  a lo largo de este obligado destierro, desde hace ocho años.

Veinticinco años han servido para reconocer la impronta de un estado delincuente que además de abusar y pervertir todo a su alrededor, ha generado una de las actuaciones más violentas que pocas naciones pueden reconocer: la indolencia social, causa de las muertes de sus coterráneos y de un conjunto de atrocidades que se han generado por doquier.

Porque después de la certeza de que los primeros asesinatos de manifestantes fueron perpetrados por francotiradores cubanos, ahora reconocemos un Estado desvalido, que no solo permitió la total impunidad en su suelo, sino que ha exportado miseria y dolor a todo su alrededor, obligando a auto expulsarse a sus ciudadanos, quienes en su mayoría, al huir, han tenido que caer en las peores redes delictivas: la explotación laboral y sexual, el tráfico de personas, la violencia y la discriminación, entre otras muchas pervertidas consecuencias.

La indolencia va más allá del consentir todo lo que ha ocurrido, es querer continuar que se mantenga el dolor de las mujeres (también hombres) que han sido violadas por los  traficantes coyotes, de las que han sido obligadas a prostituirse (niños y niñas también); familias que lloran la muerte de sus hijos ahogados en el ríos de las huidas; los que han tenido que soportar vejaciones también dentro de Venezuela, donde siguen torturando y asesinando a los que piensan distinto.

Todo justificado por mantenerse en el poder, porque no hay ideología posible que salvaguarde al cartel de los soles narcotraficantes (militares) y sus políticos  ladrones, violadores, asesinos y seres deshumanizados. Los de izquierda que crean que deben apoyarlos porque son sus mismas ideas, no solo están equivocados, es que además son cómplices de una nación que tiene lo peor de Macondo y la guerra de los Canudos, de las novelas Cien años de soledad y La guerra de fin de Mundo (de Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa).

Realismo mágico perturbado por una verdadera historia de pobreza espiritual y creencias desfiguradas.

Si para el mundo, veinticinco años no son suficientes para saber que es la trampa la que ha imperado en el Consejo Supremo Electoral, desde el minuto uno que fue electo como presidente Nicolás Maduro, es  que estamos ante la más grande confabulación de este siglo. Y no quererlo reconocer, les debe y les ha generado grandes beneficios.

Vergonzante es para una nación como España que aún tenga como observador de los procesos electorales venezolanos al expresidente Rodríguez Zapatero, quien todavía no se ha pronunciado sobre lo que está ocurriendo en Venezuela. Por supuesto que tiene derecho a estar de vacaciones en este agosto, en las Islas Caimán o en Málaga, pero este mutis lo compromete aún más, si es que acaso alguna vez él se sintió comprometido con un país, más que con los amigos chavistas que fue haciendo por el camino.

Es el único integrante del Grupo de Puebla que acudió a Venezuela para las elecciones del pasado 28 de julio y no exige la revisión de las actas, tal y como  se lo reprochó el también expresidente socialista Felipe González, quien considera que debería realizarse pronto una verificación del resultado electoral en Venezuela, mediante una organización internacional independiente, porque el Gobierno de Maduro trata de alterar el sistema acta a acta mediante un grupo chino, de acuerdo a fuentes descubiertas hace ya varios días, anunciadas a todo el mundo.

El actual presidente de España, Pedro Sánchez, con una serie de pactos y luchas personales dentro del ejercicio del poder que implica su cargo, firmó junto a los otros miembros de la Comunidad Económica Europea, la necesidad de revisar actas y la transparencia que debe obedecer todo ejercicio de votación en un país, que quiere demostrar al mundo que es tan democrático como cualquiera.

Una semana después, viene esta respuesta en principio firmada  por España, Italia, Francia, Alemania, Países Bajos, Polonia y Portugal, aunque la noticia global es que ha sido certificada por los veintisiete países de la Unión, (hubo un ruido con respecto a Hungría).

Ver como la izquierda trata de justificar que Maduro ganó las elecciones porque “la derecha siempre canta fraude cuando no gana” es patético. Alguno por aquí lo ha hecho.  Pero el asunto venezolano no es de derechas o de izquierdas, es de dignidad,  de ética y de justicia.

En el sentido macro, lo que sucede en Venezuela es en buena parte lo que refleja el mundo: nada y todo prevalece. Todo poco importa y todo vale en nombre de cualquiera cosa que sea negocio, y por ello la guerras de Ucrania y Palestina son lo que son: olimpiadas de barbarie.

En el sentido micro, vemos como la ofensiva del desnaturalizado de Maduro (ahora que el mundo lo señala como lo que es), va en contra la debilidad de las familias venezolanas, persiguiendo a sus hijos chamitos, de entre catorce y dieciocho años (nacidos en estos años de oscuridad), para acosarlos, torturarlos y sembrarles (en caso que la familia se resista o no pueda pagar el chantaje), participación en actos de terrorismo y traición a la Patria.

Desembucha Maquiavelo, te quedaste corto ante estos engendros.

Si la Santa Iglesia Católica y Apostólica fuera un verdadero poder moral, impediría guerras, pero en nombre de no sé qué las ampara, las esquiva, las dispensa, les reza; las confluye en una pérdida de fe absoluta hacia lo humano.

Los tramposos buscarán que el tiempo esté a su favor.

Aunque también sabemos que la lista de los valientes asesinados son fuerza viva en la conciencia de los seres humanos nacidos en Venezuela. La sabia herencia ancestral sabe exactamente como redimirse ante los monstruos.

Mientras el mundo pide que se enseñen las actas de votación, con la certeza de unas elecciones fraudulentas, han asesinato más de una veintena de personas, cuarenta jóvenes los han desaparecido, miles han sido arrestados y la represión sigue ya no en manos de cubanos –que también- sino de los mismos venezolanos que se han identificado todos estos años con esta crueldad, con este ejercicio cobarde de ejercer el poder.

No queremos ver a los ojos del verdugo. Sabemos de sobra cómo mira. Queremos abrazarnos a esa mujer o a ese hombre que sufrió lo indecible y asegurarle de que venimos del mismo pacto de esta noble tierra, cortina vegetal de mantos verdes y azules, paz de humedales, ríos y morichales; luz deshaciendo la incultura de sus cuatro puntos cardinales. 

Mar sortilegio del alma. 

 

Muy breve bibliografía para entender lo que sucede en Venezuela:

https://editorialdahbar.com/libros/el-gran-saqueo/

https://editorialdahbar.com/libros/estado-delincuente/

https://www.amazon.es/invasi%C3%B3nconsentidaCr%C3%B3nicaPeriodismo/dp/8418006706

https://www.buscalibre.es/libro-la-intervencion-de-cuba-en-venezuela-una-ocupacion-estrategica-con-implicaciones-globales/9781652248767/p/53442107

 

Foto: https://www.vaticannews.va/es/iglesia/news/2019-01/venezuela-obispos-conferencia-politica-violencia-respeto.html






jueves, 25 de julio de 2024

Jaquin Serven expone en Espacio Due/España


La naturaleza ha sido guía y redención del ser humano porque su infinita-constante sabiduría enseña dimensiones de esta tierra a la que seguimos sin comprender,  permitiendo que seamos parte de ella, y alcance necesario de espacios míticos y oníricos, que la permitan desentrañar.

Su sapiencia ha sido tan sencilla, tan demostrable y dinámica, que los escasos sentidos que apenas hemos despertado, permiten ver la limitada realidad que hemos creado sobre ella, desconociendo su verdadero plan, su espiritualidad grandilocuente; su capacidad regeneradora.

Jaquin Serven es una artista que ha encontrado en el entorno vegetal una expresión para ofrecer en cada trazo la sensibilidad de la luz hecha flor, hojas y materia verde, armonizadas en el espacio, para hacernos entender que la vida misma fluye como la conciencia y el amor que ella –la naturaleza- desprende hacia nosotros, con aromas, destellos, texturas que la hacen inspiración.

La búsqueda a través del tiempo de las líneas que se vayan compenetrando con esa conciencia de sabiduría y amor, ha sido justamente un camino de crecimiento que se siente en los lienzos que dan vida a esta exposición, Una expresión con la naturaleza, que se desarrollará desde el 1 al 31 de agosto en Espacio Due, Santander.

La profunda conexión con la más sencilla de las flores siempre será una invitación a vivir con más alegría y plenitud.

Celebramos con Jaquin Serven el encuentro con la armonía que ha hallado en la naturaleza, para convertirla en arte sereno y palpitante, a la vez.



Jaquin Serven, artista plástica venezolana.

Nació en Venezuela en 1970. Estudió en la Escuela de Artes “Arturo Michelena”, Valencia, Venezuela. Ha participado en numerosas exposiciones individuales y colectivas e instituciones, centros de cultura y museos de Venezuela.

Museo Carmelo Fernández “San Felipe” Venezuela.

Formó parte del grupo “Nuevo Horizonte”.

Impartió talleres de Dibujo y Pintura en Venezuela: la Alcaldía de Valencia,  Casa de la Cultura de Naguanagua, la Escuela Técnica Industrial y la Escuela Estatal

Colaboró en el Colegio “Dionisio García Barredo”, dando una charla sobre Técnica de Dibujo a alumnos de 4º grado en Santander, España.

Realizó las ilustraciones del libro “Pequeñas frases para grandes hombres”, del Dr. Bryan Robles de la Editorial Círculo Rojo.

2016- Expone en el Centro Cultural Dr. Madrazo, Santander, España.

2016- Expone en la Sala Preboste de San Vicente de la Barquera, Cantabria, España.

2017- Expone en Our ́em Galería Dos Paços, Portugal.

2017- Exposición al aire libre en Ginebra, Suiza.

2018- Exposición individual Espacio Lateral, Santander España.

2019-  Llanos de Penagos, Exposición en el Centro Cultural Quijano, Ba La Herrería s/n (Quijano de Piélagos) Cantabria.

2019- Exposición en los eventos al aire libre en la semana del Arte, Miami, Florida, Estados Unidos.

2022- Galería ACA  Colectiva Santander.

2023 -2024 Galería ACA colectiva.




 

Fecha 1 al 31 de agosto

Lugar: Espacio Due/España

Una expresión con la naturaleza

 

https://www.instagram.com/sure_santander?igsh=MXFoY3NlMDdkeXBybQ==

 

domingo, 21 de julio de 2024

My friend

 

El cultivo de pitaya en España es todo un éxito


Fui a la frutería que tengo más cerca pensando que iba a encontrar la pitaya a buen precio. Resultó que el hombre nacido en Bangladés la tenía más cara de lo normal y le dije que unos puestos más abajo estaba tres euros más barata. En su  dificultoso español me dijo que lo fuera a comprar allí. Le dije que no necesita su consejo: justo me marchaba para allí, otro colmado que me quedaba unas cuatro manzanas más abajo.

Saliendo de la tienda, a la que por segunda vez prometí no regresar, escuché una cantidad de improperios, imagino que groserías, frustraciones y quien sabe qué otra cosa más, en un idioma que lo interpreté tosco, desde luego, porque el hombre lo estaba, vociferando; malgastando en una energía que lamentablemente se la estaban tragando las frutas, para convertirse, más temprano que tarde, en las más podridas de su negocio.

Meses antes entré a este mismo sitio y al fondo divisé a  un hombre con una mirada tan perturbadora que me dije que más nunca regresaría y por ello no volví a entrar, hasta que vi las pitayas, también conocidas por los asiáticos como frutas del dragón, calificadas de exóticas, por lo que hay que tantear precios. Los más accesibles suelen hallarse en las verdulerías de los pakistaníes o bangladesís, porque en los puestos de fruta latinos también la picaresca con los precios altos es una constante. En los supermercados chinos también son más costosas.

Ese día, de regreso al apartamento, pasé por la tienda del insultador, con una pitaya hermosa metida en mi bolsa de tela, que pesó setecientos gramos, con la alegría de haberla comprado más barata. Lo observé de reojo. El ni siquiera me vio, estaba ocupado con una cliente, pesando frutas.

Mi sorpresa fue mayúscula cuando un par de días después, tomando el café matutino antes de empezar la jornada laboral, entró el despotricador apurado, con un billete de cincuenta euros en la mano, pidiendo a una de las dependientas que se lo cambiara para tener canje en su negocio.

La chica que al parecer le conocía le dijo: “My friend… ¿te sirve que te de billetes de veinte y de diez o necesitas de cinco?

El contestó que le diera billetes de cinco y de diez, de una manera nerviosa (había dejado la frutería sola y debía volver cuanto antes),  con un cierto tono de la amabilidad, que por supuesto, desconocía que tuviera.

La muchacha de origen latino, con esa fresca disposición, se entiende con él con medias palabras en inglés y él con medias palabras en español.  Me dijo tras marcharse, que él era de Bangladés y que era un ofensa para ellos llamarles pakistanís.

Cuando le conté mi experiencia con my friend no se lo podía creer.

Le dije que no se preocupara, que conocía el lado positivo de él y yo tuve la experiencia de conocer su dark side…

Nos reímos y me despedí para empezar mi trabajo.

Tunecinos o venezolanos, colombianos o filipinos,  llegamos con la mejor disposición y el mejor hacer, pero hay días apetecibles y otros que despiertan los esperpentos de Valle Inclán que llevamos dentro.

Si Bangladés tuvo alguna vez en mi memoria recuerdo de paz, música, droga y rock and roll, ahora tiene el regusto del calor de este verano, frutas marchitas por voces y energías  que las hacen ennegrecen, sin que pueda hacérselo comprender a my friend.

Justo en estos días el Congreso de España discute una nueva Ley de Extranjería, con los partidos peleados, vociferando como verduleros, que generan un ruido que no permite saber si realmente será más beneficioso para el país y a la vez para los miles de extranjeros que hacen vida, en esta nación.

 

Foto: https://bigjims.co.nz/pitaya-dragon-fruit-white-4l/


domingo, 14 de julio de 2024

Sol sanjuanero



Sol sanjuanero

Me dicen que años antes de la pandemia, Oporto era un destino relajado y tranquilo. Es un puerto muy singular que le rinde tributo a la sardina, aunque por todas partes se coma bacalao, como en casi toda Portugal.

Visitamos los destinos más turísticos, las calles en su mayoría sufrían los rotos de las reparaciones y reacondicionamientos, hubo que esquivar muchas aceras y pasos peatonales, con los ruidos de las maquinarias operando y la cantidad de turistas hambrientos de experiencias, localizando los lugares recomendados por la oficina de turismo y por los advenedizos de las redes.   

Para comer en los restaurantes asequibles y populares, siempre hubo que hacer cita, aunque realmente la oferta gastronómica es buena en casi todos los lugares. A los que le gusten los bolinhos de bacalhau o pasteles de nata estarán en el paraíso y no pasarán hambre, los venden hasta en panaderías y casi en todas partes están buenos 

Coincidió este primer hallazgo de esta zona costera, atravesada por el rio Douro, con puentes enormes construidos para el paso de coches y trenes, con el solsticio de verano, y realmente fue gratificante observar como cientos de seres humanos esperaban la puesta de sol mientras el  blanco Oporto Lágrima fluía por las venas, con paso dulce, asentado.

Los días de este viaje fueron plagados de efervescencia física y emocional. Otra cosa no es la vida.

En la librería Lello, en honor al personaje de Harry Potter, una vez más, entendimos sin comprender un ápice, que los fenómenos masivos nos retornan proporcionalmente a la ignorancia. Allí no hubo nada más que marketing y tropezones con gente que quizás buscábamos lo mismo, saliendo de allí bien defraudados.

La librería centenaria con un diseño atractivo, escalinatas de madera y hechicero piso rojo,  plagada de libros y ediciones de lujo de grandes clásicos, tiene poco del universo mágico de esta saga de J.K. Rowling.

Largas filas para entrar y para pagar en las cajas no permiten en un espacio tan pequeño disfrutar siquiera de la conexión con los libros, aunque es un punto a favor que por lo menos exista una librería en el destino masivo del turismo.

Oporto desprende aire marino, rio desembocando en el mar atlántico, subidas y bajadas con la intensidad de una ciudad que lucha por mantenerse en calma, mientras los viajeros la llevan a un ritmo que ella intenta desafiar.

Eso me hizo recordar a mis vecinos de toda la vida, Manuel y su esposa Elsa, por allá por Carmen de Uria, dueños del Rey del Pescado. Él un hombre trabajador, discreto, sencillo y diáfano, padre de Tony y La Nena, natural de Oporto, llegado a las venezolanas tierras guaireñas,  en busca de un mejor porvenir. Trabajaba como nadie la carpintería y es que en esta ciudad hay una tradición con la madera,  que intentan mantener todavía, en tímidas tiendas que ofrecen trabajo artesanal.

Y ese sol sanjuanero que dio paso a una luna llena enorme, me recordó también a mis hermanos del alma, José Carlos y Avelino De Nóbrega, a quienes añoro, de padres portugueses, con destino corsario que apalancó mi corazón.

En todas las ciudades y pueblos europeos que he visitado, la arquitectura y vestigios medievales hacen que frenemos en seco nuestras vibraciones; el dolor aún se palpa, cruje y hace aparecer todo tipo de sensaciones.

Me llamó la atención, en la Iglesia de San Nicolau ver a su santo en la fachada, protegido con cristal, mirando hacia la Iglesia de San Francisco, que está enfrente. Su nave sencilla sin más adorno que el gris del cemento (hormigón) y las losas azules, enfatiza su aspecto inusual. Rinde homenaje al obispo de Oporto, Nicolau Monteiro, quien la mandó a construir. Esta capilla pequeña estaba muy sola a la hora de la misa y los que nos asomábamos, queríamos ver el retablo mayor de estilo rococó y la obra de Custódio de Sousa Santos dedicada a San Eloy.

Ese es justamente el desafío de los lugares con turismo masivo: mediar su cotidianidad y salir airosos de la vorágine,  que si bien trae progreso y prosperidad, también quita y resta calidad de vida para sus moradores.

 

 

domingo, 7 de julio de 2024

Carla

 

Obra Black love de Al Segar, a modo de denuncia, porque en 
muchos países africanos es un crimen la homosexualidad, 
exhibida en la Galería Bnudeart, Sitges (Barcelona).

Al llamar debía preguntar por Carla pero la voz del otro lado del teléfono era masculina. Me aclaró que era ella, una mujer transexual. Después de las presentaciones y seguir hablando de lo que nos ocupaba, me dijo que pedía un préstamo para comprarse un autocaravana, porque se estaba cada día volviendo más vieja y la aceptación (de los demás) no había sido ni era camino de rosas. Con la casa rodante, por lo menos, tendría algo de libertad.

Entendí también que mucho de la soledad que por lo menos, en el mejor de los casos, le asegurara algo de paz y dignidad, ajena de tantas miradas.

En Madrid justo esta semana se ha estado celebrando la Semana del Orgullo con las presentaciones, multitudes y algarabía que estas fechas conllevan.  Todos los años se anexan polémicas y en este  los carteles de promoción con los que el Ayuntamiento invitaba a la celebración, no mencionaban las siglas LGTBI+, ni los colores de la bandera arcoíris.

Los carteles propulsaban un fondo multicolor de fuego artificial con una copa, un tacón, un lápiz labial y un condón.

Le faltó a la incipiente creatividad y al pésimo gusto, agregar  emoticones como cara de loco, cara con lengua de dinero o las ya más reconocibles caras pidiendo silencio, boca cerrada con cremallera o con ceja levantada. Para no disimular censura.

Las interpretaciones y críticas fueron como siempre: unas, oportunas-vigorosas-ardientes, en defensa del colectivo, otras menos adecuadas y más políticas, sin nada que sumar a lo que ya todos sabemos: el verdadero fondo es que a la homosexualidad cuesta aceptarla, y cuando medianamente se consigue en personas más abiertas de mente y corazón, todavía tiene que transitar el pasadizo de las formas, las conjeturas, los rebusques y rebuznos de una educación creada (bajo patrón religioso), para juzgar, infundir miedo e intolerancia a lo diferente.

Mucho orgullo tiene Madrid de los derechos que sin ninguna duda ha conquistado, aunque raudamente se desvanece cuando observamos miradas de recriminación en pleno metro o en las calles, cuando dos chicas o dos chicos se besan y abrazan, manifestando abiertamente su amor.

Mi amor no hace daño, tu odio sí, decía uno de los tantos mensajes reenviados para la celebración del Día del Orgullo por el WhatsApp.

Y aún más cargadas esas miradas cuando hemos tenido a un transexual sentado al lado nuestro: avergüenzan los que se dicen llamar normales. Son miradas, gestos y pensamientos que no deberían posarse en cuerpo alguno.

Si el tema de la homosexualidad en una sociedad que se dice moderna ya es complejo, el de las personas transexuales también es complicado, sumando la marginalidad en que lo han querido mantener.

Pese a los esfuerzos y las ayudas que existen, Carla ha decidido comprarse un motorhome, para no tropezarse con tantos vecinos, con tanta gente buena que pueden respetarla o fingir que la respetan, pero que a la final no la valorarán por lo que es: un ser humano, que merece ni más ni menos lo que todos nos merecemos por ser quienes somos, por el simple hecho de nacer y estar vivos.

Mucho es el trabajo por hacer. Educar por y para seres humanos. Empezando por saber desde las cosas más sencillas hasta las más complejas. Desde el amor hasta la sexualidad.

Recuerdo una vez que le contaba a una conocida sobre el caso de un hombre casado y con hijos, que se atrevió a decir que siempre se había sentido mujer y había sufrido mucho, dando el paso hacia adelante, cambiando de sexo para vivir una plena identidad.

Después del cambio de sexo, se convirtió en una aventajada profesional, defensora de derechos, compartiendo su vida intima con otra mujer, porque así se lo dictó su corazón.

Mi amiga, creía yo, open mind, dijo asombrada: “… no… tanto nadar para morir en la orilla…”,  algo así como para qué hacer todo ese esfuerzo si a la final lo que le gustaban era las mujeres… …

La miré y supe, una vez más, del fracaso de la comunicación.

Lo dijo con otras palabras, mucho más vulgares, porque eso es algo que también se ha aprendido, como no hay respeto, lo fácil es continuar con las descalificaciones groseras, que se han hecho permisivas culturalmente, para definir a las gais y los transexuales.

No entendió nada.

Pudo más su prejuicio que a la final la transexual era lesbiana que reconocer su mérito y fuerza en la lucha por conquistar un cambio legítimo de sexo, por los condicionamientos vividos, durante años, llenos de limitaciones y sufrimiento.

Carla en pleno Madrid se aísla. Ojalá sea feliz. El universo está con ella.


https://bnudeart.com/

https://www.fundacion26d.org/