domingo, 24 de noviembre de 2024

Los disparates: miseria y culpa

La lealtad


Lita Cabellut  hace alucinar al espectador con su propuesta en gran formato sobre Los Disparates de Francisco Goya.

En el espacio de la exposición, la oscuridad del mismo recinto afloja la escasa luz de los grabados del pintor aragonés y las reinterpretaciones de esta artista visual, cargados de la raza humana más grotesca y negativa: virada hacia la servidumbre del sexo, los desmadres, la violencia,  las injusticias; los esperpentos del miedo disimulados en hipocresía y penitencias mal conjugadas.

Fariseo baile que no deja dudas: “Mísera humanidad: tú tienes la culpa”,  nombre de la muestra y afirmación de la artista.

Cansados ya como podemos estarlo, de tantas vueltas sobre el mismo cegado sinsentido de destruirnos, amputados más socialmente que nunca, el que esta artista multidisciplinaria se haya bañado en el barro y tinta de esas obras para reconstruir parte de los lienzos,  los personajes goyescos en máscaras y esculturas, que imponen y oscurantizan todo alrededor, revela una necesidad de expresar que el pasado a cuestas es un presente que vamos extendiendo, como el mismo aire que se respira cuando se entra a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando

Cabellut desgarra los disparates en el formato grande a la que nos tiene acostumbrados y es quizá cuando encuentran contemporaneidad y sentido, también por el tono del sepia, el  barrido marrón y negro; sin escapatoria.

Difumina los fondos, hace crecer la desdicha, traza líneas negras y las redondea con la misma fuerza, contenida en los grabados de Goya,  con ella, en libertad expresiva.

Los personajes son esos garabatos que fueron pintados con lucidez. Se dimensiona a la mujer  en su desfase sexual, su libertinaje, madurez seductora y acopio, hasta dejar de ser en si misma. El fraile enjuiciador es hueco mórbido al que nadie toma en cuenta por muy bien posicionado que esté en la escena, los devoradores de vida y muerte campan sin esperar nada más que la derrota, en un carnaval tan antiguo que genera pena y cierto asco devocional.

Quizás el vuelo de ese pájaro absurdo, jalando cuerpos desnudos, sea lo único que permita una salida alada, ese blanco que intenta brindar esperanza en lo escaso, un poeta intenso que no ve ningún rasgo distintivo de la humanidad que observa, desde la herida profunda.

El nombre de la muestra no puede pasar desaparecido. La educación enseña a saltar y salvarnos de muchos compromisos, pero directamente Cabellut señala la culpa individual como parte de la social y esa responsabilidad no puede hoy pasar desapercibida, mucho más cuando la tierra europea sigue siendo campo de guerra, con interior minado por doquier.

El ser humano vislumbra e insiste en derramar más sombras sobre nuestra luz. Eso lo captó Goya y lo dejó grabado para la posteridad para intentar despertar conciencia.

La conciencia y la responsabilidad que hoy nos demanda Cabellut, quien lo ha sabido reinterpretar como nadie hasta ahora.

Los que asistan a esta exposición no pueden perderse el video de  la propia artista explicando todo el proceso creativo, registro documental que cobra fuerza en sí mismo.


Web:

https://www.realacademiabellasartessanfernando.com/actividades/exposiciones/goya-x-lita-cabellut-los-disparates/

 

Foto:

https://www.realacademiabellasartessanfernando.com/actividades/exposiciones/goya-x-lita-cabellut-los-disparates/

 


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