La artista plástica Alicia Belden presentó
en la sala de exposiciones del restaurante Casiquiare “Personajes”, un conjunto
de obras elaboradas con diversas técnicas que la definen como una laboriosa grabadista
que para expresar el mundo mágico que significa, cobijado en la niñez y una
adultez risueña, salta a la vida con colores cálidos, capaces de despertar al
ser más dormido, perdido en ese cambio tan rápido que inescrutablemente llega,
de la inocencia a la experiencia.
Son los personajes de Alicia, cuyo nombre remite
al cuento del matemático
y escritor británico Charles Lutwidge Dodgson, más conocido bajo el seudónimo
de Lewis Carroll, autor de Alice's
Adventures in Wonderland, encuentros también con la fantasía, dotada por
ella con una singular voz, pues conserva las líneas puras del dibujo que simple
y natural, ve en los puntos, ojos; en un semicírculo, una sonrisa; en un cono,
un sombrero; en un sol, una maravillosa cabellera, y en una flor, unos labios.
Niños, familias, gatos, toros, señoras
vestidas, al señor Noé con su arca, carros, caminos, veredas, pelotas, trenes,
barcos, helicópteros, banderas, pueblos, estrellas, planetas y ciudades son
hilos de una creación infinita que ella apenas concentra en la rigidez de un
formato porque no le queda otro remedio. Si a ella le dieran un lienzo de
tamaño monumental, al terminarlo, requeriría de otro para continuar dibujando la ilusión que es a fin de
cuentas lo que hace con cada detalle descubierto en sus obras.
La ilusión, esa presencia luminosa y tan
femenina, no es sencilla siquiera de describir pero esta artista lo logra en el
papel de sus grabados y en los cuadros de mayor dimensión que permanecerán
hasta finales de este mes en esta sala. En todo su planteamiento hay atajos
para recordar las sutiles e imborrables promesas de los juguetes, de los
cuentos y de las sonrisas.
Conocedora de diferentes técnicas, con una
paciencia que parece disfrutar haciendo que el espectador de su obra también la
viva, coloca diferentes lecturas a los grabados: los hay rellenos de la luz
especial del acuarela, de pigmentos sobrios, texturas logradas con diferentes
tintas, telas; espacios que no pierden la oportunidad para decirnos lo
inmensamente rico que es todo material, usado con creatividad y soltura.
Para el maestro Wladimir Zabaleta el
trabajo de Alicia Belden es la línea asumida “como un recurso de la escritura
aprendida y habla ahora dese el ángulo
plástico, olvidando el origen y asumiendo el rol de lenguaje plástico en
su sentido más puro”.
Una de sus profesoras de grabado, Eva
Rodríguez Taño, sobre la exposición “Mi mundo mágico”, realizada en agosto de
2010 en el Gabinete del Dibujo y de la Estampa de Valencia escribió: “… Alicia
se convierte en una niña, en el momento que se sumerge en el hecho creativo,
disfrutando el momento, y a la vez es consciente de su propia realidad.
La lectura de su obra se hace agradable al
ojo, recorriendo cada plano expuesto, llegando a pensar que somos de alguna
manera esos personajes, que nos llevan a una infancia ya lejana.
El proceso técnico utilizado por esta
artista de lo cotidiano, y lo narrativo, es claro y preciso, hay un dominio de
la forma, el color y la línea, haciendo que su obra sea fresca y transparente
al espectador que la contempla. Ese es el mundo de Alicia, un país de las
maravillas”.
Belden nació en Monterrey, México, pero
vive en Venezuela desde 1998. Fue a raíz de una visita que realizó a nuestro
país en 1987 que se fueron forjando las bases de su nueva residencia. De esa
época hay un grabado suyo en la exposición “Personajes”.
Se graduó de arquitecto en la Universidad
de Monterrey y en 1993 retomó los estudios de arte que ya había comenzado en
Estados Unidos. Ha realizado exposiciones individuales y colectivas entre ambos
países. En 2001 recibió el premio AVAP Carabobo. En 2009 le otorgaron el Premio
de Grabado Luis Chacón en el Salón Nacional Guacara. Fue seleccionada en la
Bienal 64 Salón Arturo Michelena de 2010 y también ese año aceptaron su
propuesta en el 35 Salón Aragua y en la Bienal Lo uno y lo diverso. El año
pasado, el 36 Salón Nacional de Aragua le concedió el Premio Iartes.
Es miembro del Colectivo Artemusa y desde
hace ya tres años participa en las exposiciones que realizan en el Parque Negra
Hipólita “Paisaje, pasión y sagrado”, de las estaciones que recorrió Jesús
antes de morir crucificado. Justo la de este año aún puede apreciarse, en las
caminerías centrales.
Al darle la bienvenida a todos los
invitados de la muestra patrocinada por el Colectivo Proarte y Casiquiare,
Alicia Belden dijo: “Hace unos anos, Felipe Ehrenberg dio un curso en el desaparecido
Cemac llamado El arte de vivir del arte
y nos hizo escribir una declaración. Yo comencé la mía diciendo que soy mama y
esposa y en el tiempo que me queda libre,
artista plástico… Pues resulta que ahora que mis hijos crecieron lo que más
tengo es tiempo libre y, ahora, en vez de jugar a ser mama, juego a ser artista
plástico” (Notitarde, 15/04/2012, LECTURA TANGENTE).-
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