Lihie Talmor acaba de
ganar la Bienal 67 Salón Michelena. Se siente contenta porque es el
reconocimiento a un esfuerzo sostenido en el tiempo y es afirmación tangible
“de que el grabado no es un arte menor”.
La obra ganadora Emek_3
(significa Valle, en hebreo) nació de las fotografías que hizo a un lugar
completamente devastado desde la frontera que apuntaba al Líbano. A partir de
esta imagen ella trabajó hacia la impresión de las diferentes técnicas del
grabado hasta crear una matriz y así trabajar su nivel de expresión.
“Mi sensación de ese
momento, aunque no aparezca de manera obvia registrada en la fotografía
original, será, en definitiva, lo que impregne o lo que defina la imagen
resultante de mi trabajo”.
¿Las fronteras, los límites, los bordes... los paisajes desfragmentados de
tu obra juegan a ser poesía o introspección creativa?
Son poesía e introspección
a la vez. Para precisar, no son fotografías intervenidas sino fotografías que
sirven como punto de partida para crear un grabado. La obra gráfica terminada, el lugar como
metáfora, la herida. No de una manera "lacrimosa", sino con cierta
distancia contemplativa.
Como artista y arquitecto que ha vivido entre dos países,
Israel y Venezuela, y recientemente un período corto en India, mi visión de lo
político se expresa a partir de lo dual. Me interesa la oposición entre
distancia y proximidad, lo interno y lo externo, lo abarcable y lo
inalcanzable, representado por espacios alternos, cohesión de escalas,
reminiscencias topográficas y la superposición de perspectivas y ángulos
contradictorios.
El grabado casi excluido a
pesar de ser el arte de la constancia... ¿por qué insistir en él?
¿Por qué insistimos en
amar? Y, tampoco creo que el grabado esté excluido. Está, más bien tomando
otras formas. Mi intención es hacer uso del grabado como cualquier otro
lenguaje artístico y no como alarde a la técnica. No significa que el dominio
técnico no sea importante. Paradójicamente, mientras mayor el dominio, menos
opaca la poesía.
Mis grabados provienen de
fotografías tomadas en momentos muy precisos con la intención de documentar
experiencias; es así como las imágenes se vuelven el trampolín específico y
referencial para el desarrollo y la evolución de series temáticas. La obra –su
significado– se desarrolla en diferentes etapas, o más bien en los des-enlaces
o des-uniones que esas etapas producen. Primero se da el momento que me lleva a
tomar la fotografía. Ese momento –una inexplicable combinación de encuadre,
ángulo, luz y otros elementos– crea el sentido de lo “correcto” y, por
consiguiente, la necesidad de tomar la fotografía.
Al parecer existe una
frontera indivisible entre el hombre y lo que no se puede explicar... ¿has
encontrado respuestas espirituales en esos paisajes a los que regresas que
hablan justo de esas divisiones?
Respuestas, no sé.
Contemplación, acercamiento quizás al "Secreto humano debajo de lo
cotidiano", cito a María Fernanda Palacios.
¿En Emek_3 puede hacerse
un paralelismo con algún paisaje venezolano?
En Emek_3, como en otros
grabados míos, busco crear luz en la sombra y sombras en la luz. Es una imagen
intensa, a pesar de tener color. Así son los atardeceres en Venezuela. Intensos
y violentos.
Hacerte una nómada moderna,
con diferentes lecturas del mundo... a pesar de los muros, de las líneas
divisorias... ¿te permite ser optimista?
He perdido un poco el
optimismo, más no el sentido del humor... En otras palabras, resisto al
pesimismo. Sigo creyendo en la bondad humana. Lamentablemente, en todos los
conflictos políticos se ve atropellada; herida.
Los países que visitas son
altamente religiosos... ¿la fe en las distintas religiones separan? ¿Unen?
Lo que separa es la
religiosidad fundamentalista.
¿Es en sí mismo un muro la
limitación que más genera violencia o puede ser un maestro espiritual?
Todos los muros se pueden
caer y como toda barrera, generan estrategias de incumplimiento y ruptura de
reglas. Me imagino que cuando hablas del muro como un maestro espiritual, te
refieres al sentido figurado. En ese sentido, impide una visión clara y generosa
de la vida y del prójimo. Superarlo se convertiría en una experiencia
espiritual y sanadora.
Emek_3 tiene color aunque
apenas se percibe. Forma parte de una profundidad que estremece. La erosión, la
resequedad, apenas una silla en la que seguramente alguien está sentado, sin
que seamos capaces de verlo, con nuestra limitada visión
en esta, nuestra tierra, señalan que la artista sostiene la fuerza del mensaje
hallado en la naturaleza. Todo cambia, se transforma.
Intacta permanece la
separación, sabernos dueños de nada, incapaces de controlar destinos. Así como
la imperiosa necesidad de decir, de transformar, de creer, de comunicarnos, de
negarnos a ser trascendidos por lo desconocido (Notitarde, 09/11/2014/ Lectura Tangente).-
http://www.notitarde.com/Lectura-Tangente/Lihie-Talmor-resisto-al-pesimismo/2014/11/08/383352
http://www.notitarde.com/Lectura-Tangente/Lihie-Talmor-resisto-al-pesimismo/2014/11/08/383352
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