La obra ganadora en homenaje a Madiba |
Desde hace tiempo hemos
observado la obra de Alicia Belden con mucho interés puesto que ella ha dado
rienda suelta a la creatividad de la niña que lleva por dentro, cobijada por la
destreza de una guía adulta que desde sus manos y desde su mente dan paso a una
cantidad de pueblos en los que hemos encontrado la felicidad.
Casi siempre en las piezas
de Alicia se interpreta el mágico mundo de los infantes que por más
dificultades que vivan siempre tienen a flor de piel la sonrisa y la capacidad
de juntarse con sus adversarios sin recordar lo que minutos y horas antes los
había distanciado o separado.
Las calles, los pueblos,
las figuras que ella con gran paciencia y destreza va elaborando tienen la
sonoridad de la alegría que rodea ver colores, pelotas, ropa colgada en la
vecindad; calles, autos y todas las cosas que forman parte de la cotidianidad
que ella recoge con el encanto de sembrarlos con regocijo.
Inclusive en sus obras en
blanco y negro siempre existe el guiño, la complicidad hacia el espectador que
se deja guiar por su forma de ver el mundo.
Por ello celebramos que ganara
el primer premio de la I Bienal de Arte Festivales de Carabobo, en homenaje a Nelson Mandela,
el hombre que estando preso se convirtió en una figura a seguir por un pueblo
que estuvo separado por las sombras de la discriminación racial y el odio
sembrado por las injusticias. Demostró que tuvo el coraje de perdonar para que
todo un pueblo siguiera su ejemplo y los sudafricanos (todos) dieron una
lección al mundo. Una enseñanza que hay que repasar todos los días para que en
nuestro tribal raciocinio reine realmente el significado y ejemplo de la paz,
palabra corta, con sinónimos que no la representan aunque si la acompañan como
conciliación, amor, armonía, acuerdo y
hasta, inclusive, amistad.
La obra con la que ganó Belden tiene todo lo anterior. Lo que más llama
la atención es el color a heredad que mancha todo el lienzo. Por momentos el
terracota pasa a anaranjado y se palpita el fuego. La tierra lo contiene y hace
que la aldea, con un primer plano de un tren que va y retorna al mismo lugar,
que persiga un mismo destino, tenga un protagonismo sin igual. El tren aquí
representa la vida así como el color todo que llevamos en nuestras pieles y en
nuestra sangre, mezclada desde un mes de octubre.
Alicia Belden junto a la embajadora plenipotenciaria de Sudáfrica en Venezuela, Thaninga Shope-Linney. |
Hay una barrera que lo impide pasar pero también desde el plano con que
está elaborada toda la trama el obstáculo se ve como parte de un círculo, con
muchos atajos por donde escapar.
Lo que pareciera ser un juego termina siendo, como en casi todas las
obras de Alicia, un asunto bastante serio: lo que quiere proyectar es la paz
dentro de un reclamo, los colores del atardecer buscando la serenidad sin
olvidar que la llama latente empuja hacia un mejor porvenir, tal y como ella lo
sostiene a través de los azules que ella introduce para darle a la obra un
equilibrio sin igual, dejando ver la ilusión, el deseo y las sensaciones que se
alcanzan cuando hay coherencia en una búsqueda colectiva. Eso lo comprendió muy
bien ese país africano que vio nacer y morir a Madiba, guiado en sus noches de
desesperanza por las certeras palabras de Invictus, poema de William Ernest
Henley.
Los árboles, la belleza en sí de todo el conjunto, sin duda marcaron ese
deseo de celebrar junto a Mandela el triunfo de la vida en todos los destinos
de los hombres constructores, soñadores e inspiradores. Alicia le cantó a la
sonrisa de un hombre que fue posible.
Junto a la obra ganadora, Alicia Belden y Anna Fioravanti |
A la Bienal, realizada en los espacios del Museo de la Cultura de Valencia, organizada por la Secretaria de Cultura de la
Gobernación del estado Carabobo, hubo la participación de 178 obras de artistas
provenientes de quince estados del país. Fueron seleccionadas 108 por el jurado
de admisión.
El segundo premio lo
obtuvo Elizabeth Marrero, con su trabajo denominado Un Punto de Encuentro,
mientras que el tercer lugar se lo llevó Saúl Fernández con “Aracsam”. Las
obras ganadoras pasarán a formar parte del Patrimonio Cultural de Carabobo,
asimismo, los artistas recogerán su premio el domingo 14 de diciembre, durante
la clausura de la Bienal.
El arte demuestra una vez
más que reúne a todos. En ese encuentro podemos entender que somos mucho más de
lo que creemos. Que nuestras aspiraciones buenas nos sobrepasan y ellas vuelan
en la inagotable hermanad que nos cobija, creamos en ello o no (Notitarde, 02/11/2014, Lectura Tangente).-
Alicia Belden junto a Gabriela Láscaris |
http://www.notitarde.com/Lectura-Tangente/Alicia-le-canto-a-Madiba-2273900/2014/11/01/378151
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