Firu dibujado por Al Segar |
Mi papá se acaba de
comprar una orgonita y con ella cree que puede dominar espacio y cielo. Lo hizo
después del ensayo de hacerlas él mismo.
Yo intento acompañar a mi
padre en sus proyectos: poco a poco fue comprando los materiales. Guantes,
mascara, resina, disolvente, piedras de cuarzo. Organizó con serenidad su obra.
Puso música especial. Bailó las virutas metálicas.
Mi madre, hermana y yo sin
asombro: él es así.
Pasaron semanas mientras
completaba todo. Cuando, por fin, pasó a
la última fase me llamó para que lo ayudase. Removí y rellené. El olor era tan
penetrante que mi mamá y hermana salieron del piso porque no soportaron la pestilencia.
Sobró material. Sólo había
cuatro hormas y mi padre se agobió bastante por el desperdicio que había
causado.
Cuando las desmoldamos, pasada
una semana, salieron cuatro torres que habían seguido recibiendo el mimo de las
vibraciones de una música que normalmente no escuchamos.
Hubo satisfacción y tranquilidad.
Hubo satisfacción y tranquilidad.
Se colocó una en la sala
donde está el wifi, las otras tres en cada una de las habitaciones.
Mes y medio después solo
reina una, la comprada, reluciente, al lado del televisor y, las otras cuatro, están en el trastero. Mi madre acusó a
nuestras orgonitas de no poder dormir.
Mi padre desechó las
nuestras porque siguió investigando para poder rebatir el insomnio de mi madre.
Fue entonces cuando escuchó en uno de esos tantos tutoriales de YouTube a un
tío decir por qué no se debía usar aluminio en su confección. Le creyó y
persuadió de tal manera que le encargó esa única joya que ahora está cumpliendo
su efecto. O eso creemos.
Por mi parte, lo único que
puedo deciros es que sueño despierto. No sé si es algo nuevo. Me gusta sentirme
un hombre con poderes. Pulmones anchos para absorber los males que por el aire
hay en el mundo. También más veloz para llegar antes que los accidentes. Me disipo
en nubes sin volar, queriendo alcanzar cosas que después se me olvidan.
Poderoso. Genuino.
Especial. Fuerte. Amado. Querido por todos.
Corro. Vuelo. Salvo. Nunca
Pierdo. Siempre gano.
Y me duermo…
Lo cierto es que ahora
mi papa ve menos televisión y estoy
jugando menos con el móvil. Compartimos más, por lo menos él y yo. Vemos la
noche que nos permite el estrecho balcón y el otro día me dijo que por fin
empezábamos a estar menos muertos.
Me lo murmuró mientras
miraba de reojo a mi madre, iluminada como estaba, mirando hipnotizada la
pantalla, y a mi hermana moviendo la cabeza, producto de esos sonidos que
escucha, con los cascos puestos; mientras hacía deberes, mordía una manzana y
medio observaba un vídeo en la tablet.
Sin embargo, sigo
extrañando a mi gato Firu. Antes dormía conmigo, aunque no tardé en descubrir
que ahora lo hace junto a las orgonitas, en el trastero.
Dibujo realizado por Al Segar
Dibujo realizado por Al Segar
2 comentarios:
precioso texto y dibujo
Me gustó el cuento, descubrí que era la orgonita, no sabía qué era. Que listos los gatos! Conxi
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