martes, 21 de abril de 2020

Libertad (cartas de apoyo a pacientes Covid)

Libertad, Rolando Quero


Hace un rato vi, desde la ventana, a una mujer que caminaba muy pausada. Tenía guantes azules en las manos y del cuello colgaba un tapabocas, mientras fumaba en esa especie de ola lenta que la rodeaba, visto de donde me encontraba. No había percibido a nadie ir tan despacito en mi vida.

Estaría ella repasando sus pensamientos, como hacemos todos, cuando nos escapamos del trabajo o ya vamos de regreso a casa. Su voz interior, sin duda, con paso más ligero. Segura estoy que esa mujer tiene las riendas sujetas, de su trinar mental;  al igual, como lo demostraba,  de su cuerpo.

También ella iba así,  viva cámara lenta o cámara lenta en vivo,  para restarle horas al llamado confinamiento, a esta cuarentena sin más. Sacándole provecho a los instantes de libertad, como hacemos todos, más o menos, cuando vamos a la farmacia, banco o por la compra.

Porque es cierto que la libertad es algo inherente al globo terráqueo, al ser humano y los elementos naturales. Libertad y movimiento. No hay agua quieta, por más apacible que luzca un lago; ni viento detenido, ni fuego sin efervecer. La tierra también lo hace constante; y no solo cuando gruñe en terremotos o temblores, sino en el casi imperceptible crecimiento de todas las cosas, señal inequívoca de su rotación y traslación.

La sutileza de esta mujer me pareció superlativa. Sacarle a la cuarentena, libertad. Venía de trabajar, llevaba uniforme. En condiciones normales hubiese sido un bólido caminando, convincente atleta de maratón,  para llegar a casa, a resolver todos los asuntos pospuestos por falta de tiempo.

Pero ella de esta manera, sin saberlo, entregaba un mensaje al mundo: la libertad de ir caminando y fumando sin apremios, en este momento.

No pasaba por la calle nadie más que ella. Podía de esta manera imprimir su tumbao.

Soy Marisol. Mi gato duerme después de estar inquieto y travieso como adolescente que es. Los días pasan para que mejores y tu pronto regreso a casa sea renovada fuerza de libertad.


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