Carlos Yáñez es un enamorado de su profesión. La disfruta como un niño cuando juega con sus accesorios predilectos. Ha construido a lo largo de su vida, miles de maquetas y todavía se las ingenia para estar rodeado de ellas, construyendo modelos a escala de lo que se le va ocurriendo.
Arquitecto graduado en la Universidad de Chile, hizo la revalida en la Universidad Central de Venezuela, lleva casado con la artista Gladys Yáñez cincuenta y cuatro años. Defiende con pasión los muchos proyectos por los que ha navegado por la vida. Le gusta pescar en Tucacas, lugar con el que engendraron una afinidad sin limites, porque allí observaron las corocoras que cruzan el aire y se anidan en las ramas de los manglares, para despertar la ilusión en la creatividad de su esposa, que las tiene como símbolo de su expresión artística.
Arquitecto graduado en la Universidad de Chile, hizo la revalida en la Universidad Central de Venezuela, lleva casado con la artista Gladys Yáñez cincuenta y cuatro años. Defiende con pasión los muchos proyectos por los que ha navegado por la vida. Le gusta pescar en Tucacas, lugar con el que engendraron una afinidad sin limites, porque allí observaron las corocoras que cruzan el aire y se anidan en las ramas de los manglares, para despertar la ilusión en la creatividad de su esposa, que las tiene como símbolo de su expresión artística.
Ha tenido a su cargo importantes proyectos. Hizo el Big Low Center y se llevó hacia esa zona el parque de Atracciones; diseñó la Torre 4, la sede de la Asociación de Ejecutivos del estado Carabobo, rodeada de la obra cinética de Cruz Diez, que no ha perdido modernidad. Realizó el complejo Feria Ganadera que se encuentra en el Parque Recreacional Sur, que ha gozado de enorme aceptación por su versatilidad aún hoy en día. También la Torre Estratos, ubicada en la venida Bolívar, cerca de la redoma de Guaparo, que exhibe en su fachada también una gran obra de Cruz Díez. Diseñó el primer envase de Crema de Arroz Polly. El nombre "Cacique" puesto al ron fue idea suya.
Sabe que de haber tenido mantenimiento lo desarrollado en el Big Low Center no estaría en el estado en que se encuentra, pero siente que toda su estructura debe ser derribada para poder ofrecerle a los usuarios de hoy en día las comodidades que les gustan y merecen: aire acondicionado, escaleras eléctricas, y salones con grandes ventanas.
¿Por qué a usted lo llaman el arquitecto erótico?
Más que arquitecto creo que soy diseñador de escenarios porque el primer motel que construí en San Diego fue hace veinte años. Me puse a investigar y hacer este trabajo, que lejos de lo que todos creen no es fácil. Llegué a la conclusión de que un motel es un mundo de fantasía. Nada de lo que allí existe debe recordar a las personas que lo visitan sus lugares de normal desenvolvimiento, sus oficinas, sus casas, sus espacios de cordialización.
Hago cosas diferentes, ese es mi gran trabajo. El publico dirá si son bonitas o feas y mis clientes si les hago ganar dinero o no.
Pero usted lleva mucho tiempo en este trabajo, además de diseñarlos, ¿qué más hace?
Estoy repotenciando los viejos. La gente es novelera y mi objetivo es crear esos lugares que contribuyan a su razón de ser. La casi inmensa mayoría de las personas desconocen la importancia de estos ambientes. Pero hablando con sexólogos como el doctor Rubén Hernández del programa Clímax de Globovisión quien me preguntó sobre la función que deberían cumplir las habitaciones de los moteles comprendí, de manos de expertos en parejas, que son ellos los primeros en enviar a sus pacientes a estos lugares para liberar estrés y tengan más compenetración cuando hombres y mujeres tienen dificultades para tener intimidad; y viven con familiares y además tienen hijos.
De esta manera las parejas disminuyen sus influencias negativas y ello me hizo sentir más cómodo con mi trabajo.
Cuando participé en el primer concurso para optar a la realización de un motel fui muy contento a comentarle a un colega que había sido el mío el favorecido. Me miró muy serio y me dijo "Carlos, no irás a poner tu nombre ahí. Mira que Valencia "no perdona". Esa barbaridad expresada por un profesor universitario, también arquitecto como yo, me hizo investigar bien a fondo el sentido de mi labor.
Ahora me distinguen como el hombre que le ha cambiado la imagen interna y externa a los moteles de toda Venezuela.
Hubo gente que me criticó fachadas porque supuestamente no "tenían nada que ver con el entorno". La verdad es que no tiene nada que ver con el paisaje. No tiene que ser confundido con sitios de oficina, bancos o compañías de seguro. Tiene que mostrar al exterior su mundo de fantasía y por allí es que he ido haciendo toda esa linea.
Mi ideas es que el sexo sea tratado con responsabilidad, con intenciones diferentes. Lo que acaba con la pareja es la rutina, la monotonía. Nacen los hijos, convierten a la pareja en papa y mamá, y ello no contribuye para nada con la estabilidad de la pareja. Aparte del público fortuito ahora hay un publico que se dirige a estos lugares y encuentran la privacidad que no tienen en su casa u hogar.
Después de cincuenta y cuatro años de matrimonio ¿cómo es el amor?
El amor va cambiando. El amor no desaparece. Lo que desaparece es la pasión. Con quien has estado toda tu vida, en las buenas y en las malas, son cosas que te hacen indispensable vivir en familia. Mi esposa que tiene 80 años cuando vienen nuestros hijos y nietos, en vez de cocinar para dos lo hace para ocho. De esta manera todos aprenden el significado del núcleo familiar.
Pero usted es muy inquieto, cuando lo llamé estaba diseñando un mueble...
En el análisis de qué espera la gente cuando va a un motel pienso en el confort, por lo que he creado lamparas, "secreter", espejos, mesas, taburetes, y sofás que contribuyan a crear los espacios que siento necesarios para brindar mucha mayor versatilidad.
Estoy haciendo unas habitaciones inspiradas en la época del Zar de Rusia aunque van a ser ultramodernas. Trato de incluir elementos de otros artistas para aumentar el valor estético, aunque no ha sido fácil. Hace falta orientar a la gente sobre estos espacios. Elizabeth Kline, una periodista de Caracas, me entrevistó una vez y el reportaje no salió porque en él escribía de "moteles". Por eso es que siento que se debe educar mucho a la gente, para cambiar conceptos erróneos.
¿Cuál es el secreto de su matrimonio, ese apoyo entre ustedes, ella como artista y usted como diseñador de espacios?
Un día ella me dijo que tenía deseos de pintar. Salí "volando" y le compré el mejor estuche de pintura. Ella me ayuda en los diseños que realizo porque ella tiene dominio del color. Yo invento cosas y tengo la ayuda de ella y de mi nieto, con el trabajo físico.
¿Qué pasó con el Big Low Center?
Falta de mantenimiento. Además la gente quiere ascensores panorámicos, cintas transportadoras, tiendas de ropa, comida y un nuevo concepto de llegada. Deberían demolerlo y darle una visión a la entrada de Valencia, en un lugar donde se mueven muchas personas de todo del país.
Diseñó el año pasado el teatro que en estos momentos tiene la Asociación de Ejecutivos del estado Carabobo donde aspira presentar una obra para lograr entender que ese lugar tiene una acústica excelente, demostrando que la versatilidad puede ofrecerse con la mayor sencillez (Notitarde, 29/08/2009, Confabulario).-