“Atrapado por el color” se encuentra el artista plástico José Coronel, como el mismo confiesa, dentro del proceso creativo de digitalizar imágenes que van creándose de un sin fin de herramientas que le permite un programa de computación en el que ha ido experimentado desde hace ya más de diez años, dentro de los más de treinta que lleva en el mundo del arte, realizando esculturas, pinturas y estructuras que tienen múltiples elementos, relieves y dimensiones muralísticas.
Hay una mala interpretación del arte digital. No todo lo que se están haciendo a nivel digital es arte como muy bien lo observó Wladimir Zabaleta al comparar, con otros menos afortunados, el trabajo de Coronel, nacido en Aragua, formado y desarrollado como artista en Carabobo, desde mucho antes de graduarse en arte puro en la Escuela de Artes Plásticas “Arturo Michelena”.
Lo cierto es que sus obras son un juego de forma y color. Una por una las piezas van revelando mundos desconocidos, imágenes jamás vistas en las que predominan toda la gama de azules, grises, rojos, amarillos, verdes, marrones, fucsias; estrechados en el negro o ampliados en el blanco, sugiriendo imágenes, ciudades antiguas, fuerza eréctil en todas y cada una de las proyecciones, reacomodo bulboso en otras. Vuelos novedosos, amputaciones febriles; todo es una recreación subyacente y onírica.
Colores fríos y cálidos conviven en una suerte de introducción novedosa del arte creativo, que se fuga, se vuelve líquido, se difumina en una especie de columnas de luz por donde se pierde la imaginación. Esas transparencias son las que van dando también la firma de su autor, sobre una obra que luce fuerte y gozosa en sí misma.
Cada rincón de la composición global sugiere algo nuevo y solo podrá descubrirlo el espectador atento o no a los arquetipos, erigidos de paisajes insospechados incluso por su mismo creador, pero que fueron cobrando vida en la medida que los trabajaba, mientras insistía en fundarlos, darles vida, atrayéndolos con su estética personal.
¿Importantes por igual la técnica del software y el conocimiento del arte puro?
No es solo importante –contesta José Coronel- el conocimiento técnico del programa que utilizo, en este caso photoshop, que admite múltiples herramientas. Debo lograr que obedezca mi intuición y el desarrollo intelectual de lo que estoy buscando. La tecnología de la computadora permite la superposición de imágenes y el trabajo de forma individual, con mis pinceles, hago trazos como si trabajara en un lienzo, cuento con recursos que me permiten tener una gama de pinceles, colores que voy mezclando o conservando puros; y dominando los valores de cada plantilla, de cada transparencia. Así voy armando cada obra, con superposición de capas, con sus gamas y propiedades distintas, en los tonos, en las texturas; en el brillo, en los contrastes. Todo ello permite crear imágenes sugerentes y efectos distintos.
¿Qué otra ventajas ofrece este arte?
Los colores son limpios. El negro no manchara al amarillo o viceversa. No hay que esperar el secado, como en el caso del acrílico. La computadora facilita la rapidez de elaborar un diseño o patrón, como una excusa o recurso de fondo, que yo intervengo después, al imprimirlo, con trazos en acrílico.
¿Todo lo interviene?
Hasta ahora he tenido la intención de intervenir todo lo que realizo en la computadora pero puede llegar el momento en que la obra se quede como la diseñé en pantalla, porque todo depende de la aceptación del criterio con que la maneje.
Dadas las infinitas posibilidades de este nuevo arte, ¿cuándo se detiene?, ¿Cuándo sabe que una obra esta terminada?
Para mi siempre ha sido muy importante desde los mis inicios en el mundo de la pintura y los trabajos escultóricos componer el espacio y hasta que no lo alcanzo no me quedo tranquilo.
Hay un momentos en que hay una dialéctica entre lo que hago y la razón de ser de lo que estoy haciendo. Alargo trazos, a veces me doy cuenta de que lo que estoy haciendo no logra sus objetivos, o abuso del color, o me crea tensión un trazo o un elemento resta interés en alguna parte de la composición. Como deseo que toda la obra tenga una lectura completa hago un enorme esfuerzo buscando la perfección del trabajo. Alcanzo que vaya funcionando la pieza desde cualquier ángulo. Todo esto me fascina y me agrada del trabajo.
Para mi es elemental jugar con la composición. Esa es mi satisfacción. –cuando tengo resuelta la imagen, por así decirlo.
Una vez que lo imprimo sobre tela, sé si la obra se mantiene o no. Hay obras que me ha tocado liberarlas porque estaban muy pesadas, para que tengan un sentido mucho más plástico.
¿Cuándo se decidió a exponerlo dadas los juicios que ha creado en el mundo el arte digital?
- No fui capaz de exponerlo hasta que vi que esto funcionaba. Son formas que no obedecen a nada real.
Sus estudios sobre diseño gráfico y su experiencia en empresas diseñadoras de vallas le ha permitido también visualizar su obra en gran formato tal y como la podrán apreciar todos los valencianos en el mes de noviembre 2010 en el Museo de la Cultura.