Las alas del Ángel servían
para que el grupo de hormigas hicieran el puente perfecto entre la pared y la
mesa de cristal donde estaba un bol de comida, tupida de ellas, al punto, que
se veía sobre la comida una masa negra, casi uniforme, roto por el movimiento
tenaz de las hormigas cuando trabajan en la supervivencia.
Era un plato de caraotas
rojas que se quedó allí muy bien aliñado. Lo curioso era que el racimo de uvas
de color granate, que también estaba sobre la mesa, permanecían intactas, las hormigas ni
siquiera se acercaron a ellas.
El Ángel estaba cómodo. Su
cuerpo tenía los caminos de las hormigas que iban muy lineadas, siguiéndose
unas a otras, aunque algunas improvisaran otros lugares por donde atajar el
mismo punto. Su cara ingenua tuvo el remiendo de alguien que quiso quitarle la
seriedad de su rostro y le colocó una falsa sonrisa que lo hacía ver raro, con
su traje azul, su pelo anaranjado y las alas muy blancas, del tamaño del
cuerpo. Así lo había ejecutado un tallador naif a sabiendas de que en
cualquiera parte que estuviera iba a destacar.
En cambio, en la capilla
del Ángel Custodio (Hostafrancs, Barcelona) a pesar de que sus frescos modernos
le han aportado cierta modernidad, al ser pequeña y acogedora, la imagen de
este protector, realizada por un artista quizás hace ya varios siglos, llena de
un abanico de sensaciones.
Frente a él se sienten
inmensos deseos de orar y llorar, a la vez.
La imagen tiene la fuerza
del candor, como si hubiese sido esculpida con ese respeto sagrado que todos
los artistas deben sentir por los materiales que utilizan para poder llevar a
cabo sus mensajes pero tiene algo más, la fuerza de estar allí, desde hace tanto
tiempo, de haber escuchado a las tantas personas que en paz y en guerra fueron
a pedirle ayuda; de los muchos niños y niñas que lo invocaban de noche, antes
de dormir.
Los colores todavía son
dulces y el que se hayan desteñido con el tiempo le dan todavía la innegable
fortaleza del tiempo transcurrido.
No es imponente es más
bien cercano y su espada no es temible ni más grande que su cuerpo. Es un arma
que por momentos se pierde entre sus alas y otras veces se alza sobre el
dominio de los mundos de la muerte.
Entre estos dos ángeles sé
que hay diferencias a pesar de que siento que los dos son de la guarda, pero es
evidente que la energía es incomparable.
Otra fuente de verdadera
inspiración en sí misma es la gótica Basílica de Santa María del Mar, conocida
como la Catedral del Mar, la más antigua también de esta ciudad europea, con la
imagen de una Virgen antiquísima que impone por el desgaste de lo que parece
haber sido ultramar de oraciones y peticiones de mil bocas diarias, en su
clamor. La fe de los pescadores y marinos que aún la tocan. Le piden.
¡Cómo no hacerlo si solo
verla es una combinación de emociones, pundonores y viento erizando la piel!
La majestuosidad del
recinto, su amplitud, la luz y la oscuridad que toma por igual a través del trasluz
de los vitrales, en forma de enormes rosetones de colores; las naves
arquitectónicas que conducen al altar central son un digno testimonio de la
grandeza espiritual que acoge al ser humano, en su alma y corazón.
Allí además se palpa aura
misteriosa que impone respeto y compromiso.
Oración: Porque desde
estas tierras los ojos de mis ancestros los vieron antes que los míos, pido la
eterna serenidad de las almas, de todos los seres humanos que pueblan este
planeta, porque ni uno solo sufra violencias y condicionamientos. Que exista un
verdadero encuentro con el ser que nada sabe de las limitaciones y
perturbaciones emocionales que buscan arrastrarlos hacia la infelicidad.
Que el amor inunde todos
los rincones y se lleve el miedo que se presenta en diversas y múltiples
formas.
Que la salud física y
espiritual pueble (guíe) los pasos.
Que comencemos a despertar
de este sueño.
Ángel Custodio y Virgen de
la Mar, de aquí y de allá, llénennos de conciliación, armonía y paz (Lectura Tangente, 30/03/2014, Notitarde).-
Fotos: mtvo-lasmentiras.blogspot.c... / iglesiasoviedo.blogspot.com
Fotos: mtvo-lasmentiras.blogspot.c... / iglesiasoviedo.blogspot.com