sábado, 16 de diciembre de 2006

Hay que continuar fortaleciendo las orquestas juveniles de Venezuela


Mucha es la emoción que se siente cuando se ve el documental "Tocar y Luchar" de Alberto Arvelo. Mucho más cuando en un teatro berlinés los jóvenes uniformados con chaquetas de la bandera de Venezuela interpretan una pieza con ritmo contagioso ante la emoción palpable del público alemán.
Esa misma película es presentada a los estudiantes de la Orquesta Juvenil de Portland por Joël Belgique quien se presentó este jueves 14 en la sala María Luisa Escobar del Ateneo de Valencia junto a Inés Voglar, violinista talentosa que la ciudad conoce desde hace algunos años atrás cuando se fue formando en las Orquesta Infantil y Juvenil del estado Carabobo, verdadera protagonista de luz y color de "Tocar y Luchar", ejemplo para el mundo entero.
De esta forma se entusiasman los músicos de otra culturas que aunque no saben muy bien cómo es Petare ni la parroquia "23 de Enero" por donde caminan los talentos venezolanos con sus instrumentos, diariamente, para ir a la practica, por lo menos intuyen las dificultades y la batalla que todos los días vence el bien.
Inés Voglar vino acompañada de Belgique y ambos ofrecieron un recital de violín y viola de Mozart, Kurtag, Debussy, Corigliano, Handel y del cellista venezolano Paul Desenne, Pajarillo, su ultimo movimiento de la sonata para violín y piano, que lleno de emoción la sala bajo el dominio de la artista radicada desde hace 10 años en Estados Unidos, ahora músico de la Oregon Symphony Orchestra, con puesto vitalicio.
Después de un ensayo fue entrevistada. Lucía fresca. Con los brazos cansados después de insistir una y otra vez en el Pajarilllo, una pieza cargada de sonoridad y picardía. Escuchando la entrevista estuvieron Joël Belgique, Joshua Dos Santos y Juan Carlos Muñoz, pianista que la acompañó en su presentación del Ateneo.
¿Un músico cuando toca se transporta?
Sí. Después que uno pasa el proceso de aprender a leer los signos en el papel y uno ya conoce la pieza uno se mete adentro. Es así como del corazón y del alma. Es un proceso mas o menos largo y cuando uno ha tocado las piezas varias veces descubre ciertos colores de la armonía que producen ciertas sensaciones internas. Muchas veces toco con los ojos cerrados para sentir más internamente.
¿Los músicos están más cerca de Dios como han sostenido los grandes creadores?
Es posible. Es una opinión bastante personal. Mi abuela me decía si no iba a misa pero estaba ensayando eso valía por igual. Es un momento espiritual y por lo tanto se puede sentir esa conección especial .
¿De qué otras cosas te nutres para poder continuar dentro del universo de la música al que te dedicas cien por ciento?
A vivir. Las experiencias que lo hacen desarrollar a uno como persona y como humano son las que ayudan a madurar y ver las cosas en forma diferente.
¿Qué acontecimiento en tu vida te generó un cambio trascendente?
Mudarme para los Estados Unidos me hizo crecer bastante. Los primeros años fueron duros. No hablaba bien el idioma, es una cultura diferente. Eso lo hace crecer a uno rapidito. Estar sola. Luego tener un trabajo dentro de la Orquesta fue un cambio bastante positivo porque me generó la estabilidad que me ha permitido ver los estudios y el propósito de vida con otro lente.
¿El "Concierto de Reconciliación" en enero del 2004 en el Vaticano ofrecido al papa Juan Pablo II de qué forma te influyó?
Fue una reconciliación de religiones porque el director de a Orquesta era judío. Fue una presentación muy emotiva y yo estaba en la gloria...
¿Cómo artista o cómo católica?
Como artista y como católica. Siempre que Juan Pablo II vino a Venezuela con toda mi familia lo íbamos a ver. Siempre me causó este Papa una emoción inexplicable. Su sola presencia me hacía llorar, por lo que para mi estar allí como músico y poderle dar un poquito de mi violín fue algo increíble.
¿Qué se debe hacer en Venezuela en materia de música?
Yo lo que espero es que se tenga el soporte financiero que se necesita para poder sostener las muchas actividades artísticas. El proyecto de las Orquestas Infantiles y Juveniles de Venezuela es único y eso hay que seguir empujándolo para que se desarrolle al máximo. "Tocar y Luchar" me emocionó porque si las cosas están así yo espero que las continuen con igual dedicación y pasión. Todo lo que yo pueda hacer por este movimiento lo haré porque me ayudó a crecer .
¿Cómo comenzar en materia educativa el amor hacia la música?
Es una cuestión de educación porque el sistema de las orquestas infantiles y juveniles es aparte. En cierta forma tiene que ser incluido dentro del sistema porque eso ayuda ha aumentar el crecimiento tanto intelectual como espiritual de las personas. Todo el mundo debería, por lo menos en algún momento de su vida, a tocar algún instrumento, a conocer la música, solfeo, armonía.
¿Cómo sientes a Venezuela desde Oregon?
Un poco alejada. Me siento al margen, porque he perdido mucho el contacto. Pero a mi país siempre lo llevo en el corazón.
¿Los buenos músicos se encuentran en muchos rincones del planeta?
Cuando nace un músico porque le gusta y lo hace con pasión se reconoce en todas partes. Los buenos musicos venezolanos son reconocidos en cualquier otro país.
Acaba de leer en español Cien Años de Soledad que le dejó un sabor muy especial en su mente. Visita una iglesia tranquila en forma de cueva que contiene una abadía en Oregon. Disfruta la diversidad de la ciudad y como directora artística del grupo de música contempóranea "fEARnoMUSIC" ha tenido que incursionar en estilos distintos al clásico.
Voglar es venezolana, pero su apellido es esloveno. Nacida en Caracas, en 1991 obtuvo el Segundo Premio en el VIII Concurso Nacional de Violín "Juan Bautista Plaza" e ingresó a la Academia Latinoamericana de Violín como alumna del maestro José Francisco del Castillo, con quien continuó su formación musical hasta mediados de 1993, cuando se incorpora al Conservatorio de la Orquesta Sinfónica de Carabobo bajo la tutela de Roberto Valdés. Sus estudios superiores los comenzó en Duquesne University, Pittsburgh, donde alcanza Licenciatura en Ejecución Instrumental con honores Magna Cum Laude en 1999.
Bajo la tutela del maestro Andrés Cárdenes inició su maestría en Carnegie Mellon University, también en Pittsburgh, graduándose en mayo del 2001. Durante su permanencia en Carnegie Mellon fue seleccionada como concertino de la orquesta universitaria y ganó los concursos "Duquesne Young Artist Competition" y "Concerto Competition", permitiéndole actuar como solista ejecutando el Concierto No. 2 de B. Bártok. Le permitió también trabajar con la Pittsburgh Symphony Orchestra con"Tzigane" de Maurice Ravel.
Su interés por la música contemporánea la llevó a formar parte del Pittsburgh New Music Ensemble, con el cual tuvo la oportunidad de estrenar diversas obras escritas para dicho grupo, incluyendo "Chameleon", una pieza para violín solo, escrita para ella por el compositor norteamericano David Stock en 2001.
Disciplina. Dedicación. Lucha. Superación de soledades. Triunfos. Muchas satisfacciones que parecen acompañarla de mano de la responsabilidad. Esa parece ser Inés Voglar. Para quienes quieren apreciar su talento se estará presentando mañana domingo a las 5 de la tarde en el Centro Italo Venezolano con la Orquesta Sinfónica Juvenil del estado Carabobo. Una invitación para reconciliarse con el alma (Notitarde, columna Confabulario, 16 de diciembre de 2006).-

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