La Madre Teresa de Calcuta, de apariencia frágil, con voluntad indómita, le dijo a todos los seres humanos que vivieran la vida intensamente porque esta era como el abrir y el cerrar de una flor. Fue su forma de dar a entender lo corta que es la vida no importa los años que se tengan destinados en este plano terrenal.
Desayuno en la Redacción de Notitarde quiso cerrar el ultimo domingo del año que mañana 1 de enero del 2007 ya es parte del pasado con los pilares de la Orquesta Sinfónica Carabobo como una forma de valorar las buenas noticias y las obras merecedoras del mayor respeto.
Por ello se invitó a una institución que cumplió 30 años sin menoscabar el trabajo diario al que se debe todo creador. Estuvieron presentes en el encuentro el maestro José Calabrese, director; Manuel Vadell, concertino; y Ángel Balán, pianista y arreglista; Margarita Jiménez Márquez, directora principal de nuestra casa editorial, Juan Pablo Valero, periodista, Jorge Cera, reportero gráfico y quien suscribe el trabajo de esta conversación desarrollada en la mesa redonda de la sala de conferencias.
¿Qué siente usted maestro Calabrese después de estos 30 años de actividad?
No es fácil decir en pocas palabras que se puede sentir. Hemos sentido de todo, frustraciones, satisfacciones, alegrías, tristezas, yo creo que todos los sentimientos se han acumulado a través de tantos años. Pero repito, si ponemos en la balanza el hecho de que la institución se sigue sosteniendo, de que se haya convertido en representación de este Estado, el hecho de que mucha gente que ha pasado por nuestras aulas, por los conservatorios, por la orquesta; que están en el exterior representándonos. El que hallamos durante tanto tiempo alimentado muchas instituciones. En el hecho de formar los recursos humanos, porque aunque parezca mentira en Venezuela se dice que hay muchos estudiantes de música y muchos músicos, pero no es tan cierto y el hecho de que la Orquesta se haya podido mantener es porque nosotros mismos formamos las generaciones anteriores, pero además se las hemos prestado a muchas otras instituciones. Sin esos recursos humanos en estos momentos sería imposible que existieran.
¿Cuántas formaciones dependen de la Sinfónica?
En este momento en Valencia está pasando algo que hacía mucho tiempo que no pasaba, no solamente en Valencia, yo creo que en muchas ciudades del mundo: Existen, cinco instituciones, organizaciones musicales oficiales, en este momento, aparte de la Orquesta Sinfónica de Carabobo. La Banda Sinfónica del Estado Carabobo, la Orquesta Sinfónica Juvenil, la Orquesta Sinfónica Bolivariana que nació hace un año aproximadamente; la Orquesta Típica y la Orquesta de Cámara de la Universidad de Carabobo. El número de organizaciones que existen en este momento, todas ellas, todas estas instituciones se alimentan y se han alimentado de los recursos que nosotros formamos.
Hago mucho hincapié en los recursos, porque los músicos que hemos formado, muchos eran jóvenes que no tenían un camino y consiguieron en la formación musical su forma de vida. Han demostrado que les gusta, que tienen talento y la formación de esos recursos nos ha permitido no solamente sostener las instituciones, sino también ayudar a muchísima gente.
Desayuno en la Redacción de Notitarde quiso cerrar el ultimo domingo del año que mañana 1 de enero del 2007 ya es parte del pasado con los pilares de la Orquesta Sinfónica Carabobo como una forma de valorar las buenas noticias y las obras merecedoras del mayor respeto.
Por ello se invitó a una institución que cumplió 30 años sin menoscabar el trabajo diario al que se debe todo creador. Estuvieron presentes en el encuentro el maestro José Calabrese, director; Manuel Vadell, concertino; y Ángel Balán, pianista y arreglista; Margarita Jiménez Márquez, directora principal de nuestra casa editorial, Juan Pablo Valero, periodista, Jorge Cera, reportero gráfico y quien suscribe el trabajo de esta conversación desarrollada en la mesa redonda de la sala de conferencias.
¿Qué siente usted maestro Calabrese después de estos 30 años de actividad?
No es fácil decir en pocas palabras que se puede sentir. Hemos sentido de todo, frustraciones, satisfacciones, alegrías, tristezas, yo creo que todos los sentimientos se han acumulado a través de tantos años. Pero repito, si ponemos en la balanza el hecho de que la institución se sigue sosteniendo, de que se haya convertido en representación de este Estado, el hecho de que mucha gente que ha pasado por nuestras aulas, por los conservatorios, por la orquesta; que están en el exterior representándonos. El que hallamos durante tanto tiempo alimentado muchas instituciones. En el hecho de formar los recursos humanos, porque aunque parezca mentira en Venezuela se dice que hay muchos estudiantes de música y muchos músicos, pero no es tan cierto y el hecho de que la Orquesta se haya podido mantener es porque nosotros mismos formamos las generaciones anteriores, pero además se las hemos prestado a muchas otras instituciones. Sin esos recursos humanos en estos momentos sería imposible que existieran.
¿Cuántas formaciones dependen de la Sinfónica?
En este momento en Valencia está pasando algo que hacía mucho tiempo que no pasaba, no solamente en Valencia, yo creo que en muchas ciudades del mundo: Existen, cinco instituciones, organizaciones musicales oficiales, en este momento, aparte de la Orquesta Sinfónica de Carabobo. La Banda Sinfónica del Estado Carabobo, la Orquesta Sinfónica Juvenil, la Orquesta Sinfónica Bolivariana que nació hace un año aproximadamente; la Orquesta Típica y la Orquesta de Cámara de la Universidad de Carabobo. El número de organizaciones que existen en este momento, todas ellas, todas estas instituciones se alimentan y se han alimentado de los recursos que nosotros formamos.
Hago mucho hincapié en los recursos, porque los músicos que hemos formado, muchos eran jóvenes que no tenían un camino y consiguieron en la formación musical su forma de vida. Han demostrado que les gusta, que tienen talento y la formación de esos recursos nos ha permitido no solamente sostener las instituciones, sino también ayudar a muchísima gente.
Fondo Social
¿Han sido muchas las batallas por hacer entender que el progreso está en apoyar instituciones como la Orquesta Sinfónica?
También hay que mantener además de formar…
Nosotros tenemos un conservatorio actualmente con más de 60 profesores, eso hay que mantenerlo y son profesores calificados. Lo mejor que podamos tener. Aparte de que nosotros no solamente formamos los músicos, sino también pretendemos formarlos para ver si algún día realmente en las escuelas públicas básicas sobre todo se pueda llevar lo que por Ley está establecido hace muchos años, que es que la música sea parte o cualquier otra actividad cultural; sea parte del pensum de estudios. Nuestra verdadera labor no es la presentación es mas bien un trabajo de fondo social.
A mi me da tristeza y lo voy a decir en este momento, aprovechando esta oportunidad, cuando escucho en algún programa de opinión contestar a algún funcionario ante la pregunta sobre la inseguridad que se necesitan más policías. Eso es mentira, eso es falso. Es como que usted me diga cómo arreglamos la salud en un país, bueno, tenemos que construir más hospitales: Estás admitiendo que vas a tener muchos más enfermos. La idea es tener menos enfermos, la idea es tener menos delincuentes y la única manera de tener menos delincuentes es a través de estas cosas. El día que realmente se entienda la importancia de la cultura lograremos seguir avanzando del tercer mundo. Podemos tener el barril de petróleo a 200 dólares y si continuamos así en la educación y cultura seguiremos siendo pobres. No solamente enseñamos música, también pretendemos hacer mejores ciudadanos y un niño que comienza desde pequeño a reunirse con otros amiguitos a tocar juntos un instrumento eleva su lenguaje y a través de la disciplina y el arte se transforma.
Trece discos grabados
¿Qué reconocimientos pueden mencionarse después de 30 años que perduren en el tiempo?
La Orquesta Sinfónica de Carabobo ha hecho todo lo que se puede hacer prácticamente en música y además si me lo permiten, modestia aparte, con una gran altura, desde opera hasta sinfonía, estreno de composiciones, solistas; música venezolana, jazz, música popular, bailable, folclórica, hemos hecho de todo. La Orquesta tiene 13 discos grabados, es la única Orquesta en Venezuela que tiene las nueve sinfonías de Beethoven grabadas.
¿Se propusieron recorrer el estado Carabobo para celebrar estos 30 años?
Tuvimos la satisfacción de visitar los 14 municipios, incluso algunos de ellos dos veces. Se hicieron muchos conciertos no solamente en las escuelas, casas hogares, ancianatos. Hicimos más de 120 actividades en un año. Eso se dice muy rápido, pero eso no es fácil, Esa prácticamente es nuestra labor no el concierto en sí. Por lo demás hemos tenido muchos reconocimientos que son satisfacciones. La Orquesta se ha convertido en parte del Estado, como su patrimonio. La misma gente que se ha encargado de reconocer estas cosas.
Lograr la sede y títulos de licenciatura
¿Cuál es la meta más importante a futuro?
Nuestra meta más importante es lograr la sede de la Orquesta Sinfónica Carabobo. Más que por la misma Orquesta es por el conservatorio. Una edificación adecuada que nos permita poder atender más gente, porque tenemos un espacio ya reducido, ya no cabe más nadie allí, hasta estamos pensando este año a ver si hacemos algunas construcciones en el estacionamiento que tenemos para agrandarla un poco, pero de todas formas eso no va a ser suficiente. Esa es realmente nuestra meta.
¿Y qué han pensado para alcanzarla?
Hemos hecho muchísimas diligencias, hemos hablado muchísimo; nos han ofrecido terrenos; donaciones. Lo que aspiramos por lo menos, si es posible, que nos donen un terreno para luego comenzar la lucha de la construcción, pero hay mucha gente que está dispuesta a colaborar con nosotros. Nosotros tenemos ya dos o tres proyectos de arquitectos que nos lo han obsequiado. Pero no solamente nos permitiría recibir más gente de aquí, nosotros en este momento ya recibimos gente de otros estados (Cojedes y Yaracuy), pero también hay gente de las Islas del Caribe que quisieran venir a estudiar. Contamos con 500 personas en este momento en la sede de la urbanización La Alegría y en esa edificación ya es imposible trabajar. Más bien lo que hemos hecho es trasladarnos a dictar talleres especiales como es el caso de la escuela Vecino Mayor, con 3 mil niños, ubicada después de la plaza Monumental, con suficiente espacio para hacer muchas cosas.
Entonces esa es nuestra meta. Una edificación, un edificio acorde. Ya nosotros otorgamos títulos a nivel medio y aspiramos otorgar títulos a nivel de licenciatura. Para eso hace falta tener espacio para una biblioteca, una biblioteca audiovisual, salones acordes para eso, hacen falta muchísimas cosas.
A través del folclor
A este nivel de conversación se le preguntó a Ángel Balán, arreglista y pianista de la Orquesta Sinfónica Carabobo, y profesor del Conservatorio, sobre la forma más sencilla de hacerle llegar a los más pequeños y jóvenes la música desde las escuelas, como materia diaria de aprendizaje.
En Rusia y Hungría se hizo a través del folclor. Es decir, uno pone un muchacho en un aula a cantar y a bailar la música local, después que cantó, bailó, sintió y vivió eso se llega a la parte académica; no al revés. Se le enseña: Esto que tú estás cantando y bailando se escribe así, hay una cuestión académica, científica para llevar eso a escena. Hay una disciplina.
Empezar desde lo que es más empírico, que lo pueda sentir, vivir, eso sería lo ideal. No le estás creando un problema al estudiante, mas bien lo estas ayudando a entender lo que le gusta.
No se, si habrán políticas, proyectos no tengo idea, ignoro eso, si alguien ha planteado eso a nivel del Ministerio de Educación, pero yo pienso que debería ser por la parte del folclor, la parte local, cada región con su música en particular. Se le da otra opción al muchacho, no importa el nivel social que tenga, que tenga la opción de tomar el camino de la música; de las artes.
La Orquesta también realizó este 2006 unas jornadas de mejoramiento profesional para los maestros de música de los liceos, a través de la Secretaría de Educación. En el conservatorio se hizo un primer nivel y se espera continuidad en este tipo de experiencias. En los liceos se puede ver no hay unas buenas bandas, no hay buenas estudiantinas, no hay buenos coros. Está como en emergencia la educación musical.
Manuel Vadell
¿Qué te inquietan de estos 30 años de trabajo?
No hemos arado en el mar, estamos construyendo una Orquesta. Es lo que necesitamos, que trabajemos todos en conjunto para lograr un gran país. Entonces, lo que uno está tratando y el miedo que da, estamos creando, hay muchos niños que por lo menos están decidiendo ser músicos, pero cuando ya no sean niños y quieran formar una familia de qué van a vivir y ese es el temor de uno. No tenemos ese basamento de que por lo menos la Orquesta Sinfónica de Carabobo, cuente con unas prestaciones, cuente con un sustento que le de la ley del trabajo y entonces eso es lo que estamos haciendo sobre todo en este 30 aniversario de la Orquesta, estamos avocados a que la comunidad sepa qué es lo que estamos haciendo. Nosotros hemos pensado alargarlo todo este próximo 2007, vamos a celebrar este año avocándonos en la parte estudiantil en la cual le estamos brindando no solamente la interpretación, llevándole la Orquesta, por así decirlo, porque no solamente va música, violines, cuarteto de cuerdas, van instrumentos de viento madera, van instrumentos de viento metal: Toda la Orquesta va a su escuela y ya hemos pasado por alrededor de 30 escuelas nada más en Valencia. Ahora vamos a los demás municipios y los muchachitos están viendo, porque eso va acompañado también de una conferencia, qué es lo que se está interpretando, por qué en esa época se interpretaba, de una forma muy suave que ellos puedan captar y se emocionen para inspirarlos.
Todo eso lo estamos uniendo para ver si es posible a través de becas, ayuda del Estado; llevar a esos niños de pocos recursos a estudiar el instrumento. Hemos ido a los ancianatos y hemos hecho sonreír y bailar a los abuelos.
Para cerrar este año porque también pensamos seguirlo el 2007, hemos hecho un concierto navideño con Tambores de San Millán que también estaban cumpliendo 30 años de actividad, que fue una de las cuestiones más extrañas. Ustedes no se pueden imaginar cómo suenan unos tambores unidos a una Orquesta Sinfónica y eso fue espectacular.
¿Qué sentiste cuando viste Tocar y Luchar?
Me llamó mucho la atención ese aspecto de esa película, de cómo un niño puede volcar su vida a la música, se aleja de las drogas, se aleja de cualquier otra cuestión que no sea para ayuda del país. Pega en el corazón cuando uno lo ve, realmente es emocionante, porque también ayuda a lo que hace el músico, que era lo que hablábamos, no solamente ir a un concierto y aplaudir, sino que hay una maquinaria atrás y a veces eso no se refleja, no se siente.
Música y oxígeno
¿Por qué la música es tan importante para el ser humano?
Es que la música, ni se puede palpar, tocar, contestó José Calabrese. Con la música pasa algo parecido al oxigeno, nosotros nos damos cuenta que nos falta el oxigeno, el aire cuando nos tapan la nariz y no podemos respirar y la música resulta ser que está todo el tiempo, en los sonidos, en los pájaros, la corneta de un carro, un violín; la música es algo natural presente. La música es algo que existe y no nos damos cuenta que sin eso no podemos vivir, imaginémonos sordos, sin sonidos, imaginémonos incluso un película sin música, entonces la música quizás es la rama del arte que más interviene, el ballet sin música no puede ser.
¿Qué mensaje se le puede dejar a una juventud que se inclina por otros gustos musicales?
Yo también fui joven, se por lo que pasé, simplemente recomendarles no solamente en la música sino que opten, se dediquen o que tengan alguna otra actividad, que no solamente estén pendientes de lo que se les ofrece sino que busquen y cuando vean y tengan la oportunidad de encontrar alguna de estas manifestaciones sea música o cualquier tipo de arte o incluso el mismo deporte que lo tomen como parte de una disciplina, de su vivencia, de su quehacer, que no se dediquen a desperdiciar su tiempo en licorerías (Notitarde, 31 de diciembre de 2006).-
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