Mañana domingo 11 de septiembre en los espacios del Gabinete del Dibujo y de la Estampa de Valencia la artista Silvia Degwitz presentará “Punto de Fuga”, una muestra que reúne su trabajo en papel donde la línea y los elementos geométricos encuentran correlaciones imaginativas, inventan nuevas formas que enriquecen la bi y tridimensionalidad en tratamientos poco conocidos de esta artista valenciana.
El trabajo que da a conocer al gran público es diferente al mostrado hasta ahora. De la fuerza lirica de los mandalas, con toda la carga cromática y las ambiciones por el equilibrio universal, Degwitz pasa a plasmar una arquitectura simple de figuras geométricas que se hilvanan en perfección hacia las atmosferas que les permiten una conexión con la energía universal.
En esta artista plástica la vitalidad es razón para crear. Sus círculos, arquetipo y ancestro, sus vigorosos y rebeldes caballos, y las diferentes búsquedas que ha llevado hacia adelante indican que el cielo de sus investigaciones artísticas deben estar presentes los elementos que hacen posible la vida en este planeta.
En la propuesta que permanecerá hasta el 16 de octubre se podrá también descubrir la delicadeza de los colores, el tejido que busca engranar y desgranar las infinitas posibilidades de las formas que se comunican con voz sutil hacia el color, las líneas, los círculos, los cuadrados, o los triángulos demostrando una controlada ruptura hacia el espacio que logra alcanzar su arquitectura de belleza libertad.
El maestro Wladimir Zabaleta escribió “La geometría sensible en la obra de Silvia Degwitz” para el catalogo de la exposición: “Cuando lo racional se abandona al espíritu pierde su estructura lógica y se transforma en expresión sensorial. La pintura puede y de hecho lo hace eficientemente, recrea ideas a partir de imágenes. Como lo expone Michelle Foucault en su análisis de “Las Meninas” de Diego Velásquez. Apuntes y observaciones en cuanto a la puesta en escena de los personajes representados en dicha obra y el escenario que lo contiene. Es claro que el planteamiento conceptual de esta obra pertenece al orden de lo racional basado en el campo de lo geométrico, al igual que la resolución plástica es abordada en el plano de lo sensible guiado por el libre espíritu del autor.
Allí se encuentra un antecedente de Geometría Sensible como concepto plástico que se desarrollará como propuesta en el siglo XX, lo que explica que hay formas no dogmáticas en lo Moderno, sin abandonar el campo de las proposiciones. Lo moderno impone la proposición como su centro constitutivo y de ello deviene la idea formal de Pier Mondrian cuando plantea la reducción del lenguaje pictórico a sus contenidos primigenios, o sea, los elementos básicos de sus componentes, como son el color, la línea y la forma: amarillo, azul, rojo, blanco y negro en el color; vertical y horizontal en la línea, y el cuadrado en la forma, para finalmente proponer en lo espiritual que su verdadero tema es la representación de un dios producto de un lenguaje plástico y no de un concepto místico como la historia y la sociología nos tienen acostumbrados. En ese plano Mondrian asocia su arte con lo espiritual y lo eterno, despojándolo de la condición de arte puro que impone la modernidad.
Los signos primigenios y el que mejor los representa como conjugación de todos los opuestos complementarios es la cruz. Silvia Degwitz nos muestra nuevas fuentes conceptuales cercanas al arte a la manera de Mondrian. En su propuesta plástica la resolución geométrica nos conduce hacia una cosmografía que se explica a sí misma, que en las repeticiones, en la destrucción del formato original se aproxima al caos, instalándolo en el puesto del orden. La medida y el orden que generan las tensiones producen un equilibrio activo exponiendo que el transito es el único no lugar al que puede aspirar un creador, la paradoja es que no hay punto de llegada. Lo eterno se funde con lo transitorio.
La gramática ordena y reduce el cosmos. El arte es una propuesta que rompe ese esquema en particular, creando una visión donde el alma tiñe de manera imperceptible pero contundente lo racional, para conducirnos al universo de lo espiritual. Y en este caso dota de un estado sensible a esta puesta en escena donde lo geométrico termina siendo una apariencia.
La obra de Silvia Degwitz al igual que en la propuesta desarrollada por los artistas Alejandro Otero, Torres García, Jesús Soto, Mérida, la geometría sensible aporta a lo contemporáneo una manera no dogmática de comprender lo geométrico. Donde lo programático y lo racional son un contexto más amplio de lo Moderno”.
La sala del Gabinete del Dibujo y de la Estampa de Valencia queda ubicada en la Urb. Santa Cecilia, Sexta Transversal, #11, teléfonos: 0241 - 825 21 85 / 0414 437 1971.
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