El
Sharmapa Kunzig Shamar Rinpoche, creador de la Fundación Compasión Infinita y
autor de varios libros, entre ellos, Creación
de una democracia transparente: un nuevo modelo y Camino del despertar, ha profundizado en el legado del Gurú yoga
Marpa quien sostenía, como fiel seguidor
de la enseñanza de Buda, que la
iluminación está en nosotros.
Sus
ideas son como siguen: “El Buda no puede darnos la iluminación con sus manos.
Debido a que la ilusión está en nosotros, el samsara y todos los problemas de
la mente también lo están. Si la ilusión, las emociones negativas y el samsara
vienen de nuestra mente, la iluminación también viene de nuestra mente. Cuando
estos problemas hayan desaparecido, la iluminación estará allí. Por lo tanto,
la iluminación está en nuestra mente.
La
palabra Dharma significa métodos, métodos que practicamos para iluminarnos.
Cuando logremos la práctica, el resultado será la iluminación. Antes de
comenzar con la práctica debemos conocer la importancia del Dharma. La duración
de nuestras vidas está determinada por el tiempo de existencia de nuestros
cuerpos físicos, no por el tiempo que existirán nuestras mentes. La mente
siempre continuará. Lo bueno y lo malo que ocurre en nuestras vidas es el
resultado de nuestro karma pasado. Los humanos, junto con otros seres,
compartimos el mismo karma colectivo, el mismo reino de existencia, la misma
naturaleza y la misma forma y podemos comunicarnos entre nosotros. Este es el
resultado del karma colectivo.
No
obstante, el karma individual no es equivalente o igual entre los seres vivos.
Dependiendo de su karma individual, algunas personas tienen más suerte que
otras. De hecho, el universo entero y nosotros mismos somos una ilusión de
nuestra mente. Todo es el resultado de nuestro karma. El karma también es
mente. Pero cuando una ilusión se manifiesta debido a la maduración de un
karma, aparece sólida hasta que la causa subyacente se agota. Cuando esto
sucede, el efecto es como el de un sueño que desaparece. Después pasamos de
esta ilusión a otra correspondiente a otra causa. Esto es causa y efecto. Nadie
conoce su propio karma, ni cuáles son las causas y los efectos que están por
madurar. No conocemos el karma que ha originado nuestra vida presente, ni
sabemos qué causa está por aparecer ni su resultado. Nadie puede saberlo ni
averiguarlo.
El
karma es acumulativo. Se construye a partir de nuestras emociones negativas. Es
invisible, no tiene substancia, ni forma. Así como las emociones son invisibles,
así es el karma. Pero, el resultado del karma, sin embargo, es visible porque
se manifiesta como una ilusión. Debido a que las emociones negativas son parte
de nuestra mente y el karma es parte de nuestra mente, la ilusión resultante es
también parte de nuestra mente. De estos tres aspectos, sólo uno es visible,
pero cuando aparece es demasiado tarde para cambiarlo. Cualquier karma que
hayamos acumulado es ilimitado porque nuestras emociones negativas pasadas son
ilimitadas. No es posible pedir excusas ahora y decir que no hemos hecho nada
mal.
Del
karma acumulado, el karma más fuerte es el siguiente en madurar y producirá el
resultado correspondiente. El futuro nunca es cierto. Si comenzamos la práctica
del Dharma con esta comprensión del karma, desarrollaremos un fuerte
compromiso. Seremos persistentes con nuestra práctica.
Nosotros
hemos encontrado el Dharma y tenemos una idea sobre Buda. Tenemos lo que se
llama una preciosa vida humana. ¿Por qué es preciosa? Es preciosa porque hemos
encontrado la solución a la mente. Por fortuna nuestra vida ahora es
significativa. Pero nuestra vida es impermanente. Envejecemos en cada momento.
Sin una solución como la Iluminación, la vida no tiene sentido. Vivir una vida
confortable parece una buena idea y todo el mundo lo desea, pero no tenemos
ninguna certeza si realmente acabará siendo lo que queremos o no.
Cada
momento es significativo en nuestras vidas si aplicamos los métodos que nos
conducen fuera de la trampa del samsara. Bajo esta comprensión se desarrolla
una fuerte motivación. Pero la motivación es sólo el primer paso. Necesitamos
aprender el Dharma. A menudo la gente no entiende el Dharma de inmediato, pero
al conocer el ejemplo del Buda desarrolla la motivación. Entonces quieren
aprender el Dharma. Este es el segundo paso. Es muy importante aprender de
alguien que conozca el Dharma. Entonces podemos recibir las enseñanzas en
detalle. Las enseñanzas son como la dirección para llegar a un sitio. Es como
si quisiéramos ir a San Francisco, necesitamos la dirección y entonces
estudiamos el mapa. Una persona experimentada puede enseñarnos cómo llegar. El
puede decir, “si tomas esta vía es más largo”, o, “esta otra vía es más corta”.
Es igual con el Dharma. Un instructor cualificado es alguien que puede enseñar
y mostrar las direcciones ya que conoce el Dharma o el camino. Tenemos que
recibir de él las direcciones, estudiarlas y después debemos dirigirnos a
nuestro destino, y si no, ¿para qué obtenerlas?” (Notitarde, 9/09/2012, LECTURA TANGENTE).-
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