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lunes, 7 de enero de 2019

José Antonio Rosales: exquisita pasión de expresión

José Antonio Rosales

Inmersos en la cotidianeidad darnos cuenta de los sortilegios parece ser un lujo inaceptable para quienes se han educado con privaciones. No digamos las físicas, que las hay, las emocionales y espirituales,  más difíciles de colocar en su justa dimensión.

Pero puedo decir sin ningún tipo de cadenas de esa enfermedad llamada “ser políticamente correctos” que compartir apenas momentos con este Fotográfo (en mayúscula) llamado José Antonio Rosales, ha sido una dispensa, al igual que lo fue disfrutar y ser amiga de Rafael González y conocer la cabal visión fotográfica de Douglas Chirino; todos en mi experiencia humana y profesional, dentro de la Universidad de Carabobo. 

Jose Antonio, hombre maravilloso, de esos que aprobaron una asignatura que no dan en escuela alguna: Ser Humano.

Irradia paz, generosidad y una sabiduría plana, latente, como la que brinda caminar con los pies descalzos por  una playa caribeña. Si le preguntaran a los granos de arena de Choroní, en la costa central venezolana, o a los de la orilla de El Tirano, en la isla de Margarita, seguro que sonreirían, reconociendo, las tantas huellas de mujeres y hombres que vinieron a iluminar; jamás oscurecer.

Arte de liviandad que se aprende en los suaves pasos de los indios por la selva.



José Moreno 


Marisol Pradas Segarra: ¿Qué ha significado para ti ésta profesión?

José Antonio Rosales: Desde el momento que asumí el hecho fotográfico como un oficio, no como un pasatiempo y comienza mi relación floreciente con la cámara fotográfica, el dominio de las habilidades técnicas, el estudio de la estética en la imagen, y de manera general la investigación sobre los secretos de una buena fotografía; me cambió la manera de ver el mundo. La visión de uno como fotógrafo, está siempre en constante actividad realizando encuadres, observando el volumen, la textura, la incidencia de la luz en los objetos… todo lo transformamos en una cuadro apaisado o vertical en nuestra vida. Por esto, la fotografía más que una profesión, ha significado para mí una exquisita y apasionada manera de expresión. 

MPS: Frente a las nuevas tecnologías, ¿cómo puede integrarse la calidad de unas imágenes? ¿Es necesario el mensaje? ¿Qué aconsejarías a unos alumnos al momento de iniciar esta pasión de la fotografía? ¿Cómo se adapta un profesional al mundo cambiante de la fotografía?

JAR: Desde que aparecen los dispositivos digitales para hacer fotografía se facilitó el proceso de obtención de imágenes: la rapidez y la inmediatez con la cual podemos ver y analizar una fotografía para seleccionarla es, básicamente, la magia que reemplazó al formato análogo. La calidad de las imágenes digitales que era el principal problema quedó resuelto por los grandes fabricantes de cámaras. El proceso químico para obtener fotos a través del revelado y copiado, la magia del laboratorio blanco y negro, el ensueño del cuarto oscuro, quedó para la fotografía de culto. 

Cerraría mi opinión sobre el tema con este pensamiento de Arnold Newman: "Muchos fotógrafos piensan que si compran una cámara mejor podrán tomar mejores fotografías. Una cámara mejor no hará nada por ti, sino tienes nada en la cabeza o en el corazón…”.



Chuao


A los estudiantes que se inician en este campo, les recomendaría, además del desarrollo de su pensum de estudios, paralelamente realizar investigaciones detalladas de los grandes maestros de la fotografía. Estudiar a fondo, el momento decisivo de Cartier Bresson, el reporterismo gráfico en Robert Capa, el documentalismo y retratismo de Avedon, la simplicidad e impacto en la fotografía de Diana Arbus, entre otros. Analizar y preguntarse el por qué de su grandeza. Esta confrontación de ideas ayuda a desarrollar la creatividad y avanzar en el encuentro de nuestro propio discurso visual.

Cuando Marshall Mcluhan, habló del pensamiento túnel no imaginamos ni remotamente lo acelerado que iba a ser el tema de la globalización, el mundo cambiante en cuanto a las comunicaciones, la masificación de la información por medio de la imagen y los dispositivos informáticos que terminaron cambiando de plano nuestra manera de vivir y de ver el mundo, Lo único constante es el cambio: te adaptas a las nuevas formas de hacer fotografía o desapareces como ente creador. Sin duda alguna, la tecnología ha transformado nuestro universo personal y profesional.



Locera


MPS: ¿Dónde te sentiste más cómodo, en las fotos culturales, de sucesos, de personajes?

JAR: Me he sentido más cómodo haciendo fotografía dentro del ámbito cultural, abordar el tema del arte siempre me ha apasionado como fotógrafo, el hecho de retratar y estar en contacto con estos personajes de la música, de la plástica, de la danza, de la literatura, del teatro es realmente enriquecedor en cuanto a la manera de cómo ellos perciben la realidad dentro de ese onirismo abstracto que nos envuelve cada vez que entramos en sus espacios creativos. La interacción con estos seres me ayuda a conceptualizar mi propia narrativa visual, a la hora de emprender algún proyecto fotográfico. 


MPS: ¿Cómo construiste participaciones en concursos de fotografía, con series?

JAR: Las constantes visitas a las grandes exposiciones de arte que se hacían en nuestro país, como el Salón Arturo Michelena ayudó a despertar mi interés por participar en concursos, salones o bienales de fotografías. Evidentemente, el beneficio de confrontar nuestro trabajo con otros creadores es buscar la evaluación de gente conocedora, investigadora del discurso visual contemporáneo. Eso me ayudó, estructuralmente, a renovar conceptos, a enterarme cómo se estaba abordando el tema de los nuevos lenguajes en la fotografía para los salones de arte. 

La utilización de series fotográficas algunas veces como soporte de mi trabajo las hago principalmente cuando se trata de fotografía documental y las uso como herramienta para despertar el interés de los observadores, aunque también suelo hacer series temáticas sobre la metáfora de la existencia humana, la depresión, la soledad, el amor, etc.; series fotográficas donde se plasma lo real y lo ilusorio de nuestras vidas. 



Censura 


MPS: Háblame de tu experiencia de casi toda una vida yendo a la celebración anual de los Diablos de Yare…

JAR: Mi interés por esas manifestaciones culturales arraigadas en los pueblos de la costa de nuestro país surge de la lectura de un libro del antropólogo y periodista venezolano Miguel Acosta Saignes. Además de la investigación semántica de los diablos danzantes, encuentro una particular serie fotográfica de su autoría sobre el tema. A partir de este hecho, comienzo a visitar la zona de Yare, donde se lleva a cabo anualmente el encuentro cultural más importante de los diablos danzantes del país. Me interesan particularmente las expresiones mágico-religiosas que se evidencian en la fabricación de las máscaras cada año y la teatralidad expresada por los promeseros en el desarrollo de la danza. También tengo un registro fotográfico importante de los diablitos de Chuao en la costa de estado Aragua, evento que se realiza para celebrar el día de Corpus Cristi.



Diablos de Yare


MPS: ¿Qué significó para ti, tu trabajo en la Universidad de Carabobo? ¿Qué deja la fotografía institucional?, ¿cómo conservarla ante la inmediatez?

JAR: Trabajar para una institución tan emblemática como la Universidad de Carabobo, donde ingresé como estudiante y luego pase a ser empleado universitario, me dio la oportunidad de interrelacionarme día a día con personas que tenían una gran formación académica, intelectuales de gran talla, extraordinarios periodistas que además de compañeros de trabajo son grandes amigos, que tienen un gran respeto y admiración por la fotografía. Hacer las imágenes para mantener el archivo fotográfico, las fotos de prensa, la memoria gráfica de la institución en vez de ser tareas estresantes, resultaban ser placenteras. También la oportunidad de estar presente en esa gran cantidad de eventos, seminarios, congresos, encuentros, nacionales e internacionales programados por la Universidad, donde podías fotografiar a grandes personalidades del mundo de la literatura, la plástica, la ciencia, la política y todo ese background inherente al medio universitario. 

Ante la inmediatez, te confieso, no sé si en este momento de dificultad económica por el que atraviesa el país, realmente la institución o el departamento a cargo de este valioso material, de este importante archivo o memoria histórica visual, este haciendo las adecuaciones tecnológicas necesarias para su conservación.



Chuao



MPS: ¿Has dejado de ser vegetariano?

JAR: Ser vegetariano es, no sólo dejar de comer carnes, es un modus vivendi, una filosofía de vida que me sigue acompañando sin ser tan riguroso. 

MPS: ¿Meditas?

JAR: Hago mi rutina diaria de contemplación, no medito.

MPS: ¿Qué es para ti la paz?

JAR: Es esa sensación de tranquilidad interna que nos acerca momentáneamente a la felicidad. 

MPS: ¿La familia?

JAR: Es una fuente interminable de aprendizajes de la cual depende nuestra estabilidad emocional. Tengo una maravillosa familia con la cual comparto éxitos y fracasos, donde surgen discusiones pero también compartimos los grandes momentos de alegrías. 

MPS: ¿Tus hijos?

JAR: Soy padre de tres hijos: Emerson, José Antonio y Abraham; los amo con vehemencia, aprendo de ellos, como ellos de mí, el respeto mutuo, la amistad y el amor, son centro donde gravita la armonía de nuestra convivencias.

MPS: ¿Cuál ha sido el milagro de tu vida? 

JAR: El milagro en mi recorrido de vida ha sido haberme encontrado con personas de una extraordinaria calidad humana, seres con un gran imaginario creativo y sensibilidad por el mundo del arte y la cultura. 



Nueva York



La amistad, el encuentro, la interacción con ellos me ayudó mucho en el desarrollo de mi imaginario artístico. Esto considero yo fue un hecho milagroso que me hace sentir privilegiado por el universo. Expreso mi agradecimiento cuando logro hacer buenas fotografías bien sean para una exposición, para la portada de un libro, para alguna revista impresa o para algún medio digital y, estas imágenes, terminan siendo recibidas con beneplácito por el público.

MPS: Venezuela... ¿qué nos pasó?

JAR: Hablar de mi país en estos momentos aciagos es sumamente complicado. Estamos pagando las consecuencias, el alto precio de habernos equivocado eligiendo a un ser humano cargado de frustraciones, odios y resentimiento, con un perfil psicológico de vengador social, carente de valores y aptitudes para la conducción de un país que para aquel momento estaba ávido de cambios sociales y estructurales. Como se dice coloquialmente, peor fue el remedio que la enfermedad. Pero continuamos esperanzados que pronto llegarán nuevos rostros, gente joven con formación académica y moral para asumir la transformación que Venezuela necesita y así enrumbarnos hacia un país de progreso, para un mejor vivir de sus ciudadanos, con las características de normalidad que tanto anhelamos.



José Antonio Rosales.
Instagram: @josearosale




Protesta 








jueves, 15 de noviembre de 2018

Fondevila: reciclaje espiritual

José Antonio Fondevila




Entramos a la galería discreta, casi secreta, de José Antonio Fondevila, en la parroquia de Fiestras (municipio de Silleda, Pontevedra) donde tiene en exhibición parte de su obra.

Un orden sereno y particular priva en la estancia iluminada con luz artificial en donde cuadros y esculturas van revelando al trabajador sencillo, perseverante y sereno que es.

El blanco siempre tiene tanto que decir.

Ha trabajado con gusto y eso se siente. Con experimentación empapada de esa búsqueda que a veces dicta distintos caminos. Diluido en el espacio y en el tiempo, inexistentes; capaces de materializarse a nuestros ojos, en ese paseo sensorial-reflexivo que brindó a primera vista la obra de Fondevila.

Tras esa primera impresión, se manifestó el fondo de este creador inmerso en su idoneidad y las ganas de liberar su vehemencia interior.

Fondevilla, el hombre serio, de mirada afilada, muy unido al silencio pensador, nutrido por las disociadas estepas de la mente; es el mismo que sonríe al recordar las travesuras de sus nietos y comparte generoso la compañía de todos sus seres queridos.

Como en buena parte de todos los seres humanos en él habitan varias voces, en ese paralelismo que parece ser   la existencia.

Los que deciden ir por varios caminos, capaces de razonar con la intuición, a oscuras, para hacerse luz, también encuentran gratas sorpresas.

Por eso es que acercarse a la obra de este autor en el mismo universo de este salón de arte, con sus obras repartidas por las paredes, sin sincronización en los períodos que  fueron realizadas,  figurando por si solas en la búsqueda que tuvo a lo largo de los años, fue como ir atravesando  poemas.

Sus conversaciones con los paisajes, con las texturas, con los mensajes de la soledad, de las injusticias, de las armonías sencillas del campo andariego, revelan su aria a la vida.

La ruptura de lo figurativo se volcó hacia la transmisión de un abstraccionismo muy particular, de colores oxidados, por lo que se le escapó el brío de los caballos al correr a sus anchas.




Alimentando una ilusión





Inconforme y seductor

Es decir, si la mirada de cualquier espectador de su obra se hubiese pasmado en la velocidad que dejan los potros en rápida cabalgata por la planicie, capturaría los colores de Fondevilla, pletóricos en su corazón inconforme y seductor.

Después incursionó en el abstraccionismo geométrico y el puño certero, buscando lo tridimensional, que también atinó  en las esculturas, que como buen europeo, crea a partir del reaprovechamiento de materiales, las buenas ideas de proyección; y, por qué no decirlo: del reciclaje espiritual.

Europa está construida a retazos. Quizás el ánima que está en la esquina es el hombre o la mujer que después cerca de allí, habita.

Ahí reside la grandeza de este artista plástico. La luz crece en la sombra. Ni red ni soplos pueden atraparlas o absorberlas. La sensibilidad es insuperable remedio para administrar todo resplandor.

Acaba de exponer en este mes de noviembre, dos de sus piezas, Piano Ondulador y Espacio Atómico en la Discovery Art Fair Frankfurt, en Alemania, dentro del proyecto realizado por Van Gogh Art Gallery, de Madrid.

Y el pasado mes de octubre cuatro de  pinturas fueron presentadas en la sala Nagasawa de Roma, organizada por la Asociación Internacional Galleria  II Collezionista, donde Fondevilla resultó seleccionado para el Premio Appio Claudio, para escoger al mejor artista de 2018.
       
MPS: ¿Cómo se llega a esta evolución?

JAF: Creo que sin darme cuenta. Por esa necesidad interior de hacer algo, de expresarme de algún modo. Escogí la pintura porque era un medio que me gustaba. Desde pequeño me gustaba dibujar. Esbozaba porque sí, sin más. Trazaba, copiaba. Luego fui haciendo cosas a mi aire y sin ninguna pretensión, sin meta, sin nada. Simplemente porque me gustaba.


Mundos de ambición


MPS: ¿Por placer también?

JAF: Era como una válvula de escape, como una fuga de mí mismo… no sé… necesitaba hacer algo. Siempre trataba de transmitir aquello que me dictaba, quizás, el subconsciente. A veces el consciente, pero no tanto. Siempre me gustó hacer una pintura libre; hacerlo como quisiera, sin estar sujeto a nada. Una obra si se quiere dispar, de mucho tiempo. Pasaba grandes temporadas sin hacer nada porque tenía mi profesión, estaba muy involucrado, no tenía tiempo.

MPS: ¿Lograbas ser feliz cuando no tenías tiempo para dibujar?

JAF: Siempre alcancé un tiempo para hacer otras cosas. Ese refugio comenzó por motivos y circunstancias familiares. Tuve una vida bastante dura, por así decirlo. Comencé, para escapar, estudiando electrónica. Luego pasé a la pintura porque la primera como ciencia no me saciaba lo que yo pretendía. Un día en una revista vi que había unas becas para estudiar pintura por correspondencia. Las daba el Ministerio de Información y Turismo. Mandé la solicitud. Al cabo de un tiempo me contestaron: la tenía concedida, condicionada a que no podía suspender ningún examen. Hice el curso, me fue bastante bien, y después seguí por mi cuenta; haciendo cosas, leyendo libros, yendo a exposiciones. Tratando de entender a los grandes maestros.


Entre el símbolo y el concepto




Libertad e ilusión

MPS: ¿Fondevila se siente mejor en el abstraccionismo geométrico?

JAF: Quizás, porque si hubiese hecho una carrera hubiese estudiado matemáticas o física. Soy más técnico que de letras. Eso influye en la obra.

He realizado series cortas que responden al abstraccionismo geométrico porque me apetecían, sin pretensiones y sin buscar un por qué.

Las abstracciones nacieron en mi pintura de esta forma: pintaba paisajes, generalmente. Después empecé a hacer otro tipo de cosas, aunque realistas o figurativas. Interpretaciones de la realidad o de mis ideas. Allí comenzó una serie inspirada en un personaje que se titula “Nadie decide donde nace” y a partir de ahí hay una serie de capítulos o vivencias que se pueden dar en la vida de este personaje; migración problemas de salud personal, psicológicos. La libertad. Terminaba en campo de silencios compartidos, pero resultaba un poco tétrico para el espectador, por lo que quedó hasta allí. Incluso un horizonte sin pertenencias, Inmigración al borde de un camino incierto. Uno emigra con ilusión pero nunca sabe lo que le espera.



Frontera del presente


Otros surgieron de una crítica social a partir de incendios que se sucedían  una y otra vez cada verano. Parecía que esto era el fin del mundo. No quedaba nada. Por lo que hice una figura reminiscencia de la estatua de sal, mirando hacia atrás, mirando la situación, impasible.

MPS: En muchas de sus obras se observa un esmero por lograr una composición equilibrada. ¿Es algo que intelectualiza o nace de manera espontánea?

JAF: Aparte de asistir a los cursos de formación con Pilar Taboada, lo demás fue formación autodidacta. Este hecho puede ser algo favorable a la parte creativa y para conservar la propia personalidad, pero no ayuda en el conocimiento de los conceptos teóricos del arte ni de su historia. Necesidad interior creativa, afán experimental e intuición, son mis principales recursos. Con ellos y desde la sinceridad conmigo mismo, va surgiendo la obra.

MPS: ¿Dónde te sientes más a gusto, en las esculturas o en la pintura?

JAF: No me es fácil responder a esta pregunta porque nunca me paré a analizar mis preferencias. Depende bastante del estado de ánimo, del momento y de la motivación que me mueve a realizar una u otra cosa. De todas formas, y aunque haciendo escultura llevo menos tiempo; observo cierta fluidez natural en la realización de la obra tridimensional, pero puede ser por su naturaleza abstracta.
A través de la pintura figurativa, pretendo transmitir, además de emociones, también mi visión crítica de la vida y la sociedad. Esta pretensión me condiciona y estresa bastante cuando el mensaje que transmite la obra no se ajusta adecuadamente a la idea.


Atrapado en el espacio 



 Impulso a la autoestima

MPS: ¿La mezcla de diferentes materiales en la escultura tiene ese afán de armonizar?

JAF: Sí. Trato de huir de lo ordinario o tosco y conseguir una armonía. En lo que hice hasta ahora aprovecho cualquier material que tenga a mano y me resulte útil para desarrollar una obra original y desde una visión también estética.

MPS: ¿Te hace ilusión que tus esculturas estén en el Discovery Art Fair Frankfurt?

JAF: Me hace mucha ilusión estar en esta feria; sobre todo porque fue la galería la que escogió mi obra entre cientos de autores y sin conocerme personalmente. También me alegra por ser el inicio de una relación con una galería de vocación internacional que quiere seguir contando con mi colaboración.


Burbujas de acero


MPS: ¿Cuándo abordas texturas en tus obras, son la forma de puntualizar tu conexión con la naturaleza que está por todas partes en Pontevedra?

JAF: Yo creo que no –por lo menos conscientemente- tal vez sea más por el afán de experimentar con los materiales, o conseguir efectos que refuercen el mensaje a transmitir.

MPS: ¿Qué significa para ti ser seleccionado en el premio Appio Claudio?

Refugio siempre

JAF: Reconocimiento al esfuerzo, hacer camino hacia horizontes más amplios y también un impulso de autoestima.

MPS: Pese la falta de tiempo, lo mucho que tuviste que sacrificar: ¿ha valido la pena?

JAF: Entiendo que sí. El arte fue refugio y evasión en momentos grises del pasado; una válvula de escape hacia el auto realización personal y un medio de liberación emocional.

MPS: ¿Qué ha significado para ti el mantener una familia unida en el amor frente a las adversidades?

JAF: Mi aportación a la unión y armonía familiar quizás sea la mejor “obra” que he realizado. Las renuncias personales son ahora compensadas con el cariño de todos. También con un sentimiento de paz espiritual interior que no se consigue con ninguna fortuna.

MPS: ¿Creando, alcanzas la felicidad?

JAF: Pues mira, creo que la felicidad que se puede alcanzar. Cuando uno es capaz de olvidarse, evadirse de todo, y estar en ti mismo, creo que es lo máximo que puedes pedir. La felicidad es otra cosa. Puedes estar muy alegre y no ser feliz.

MPS: Pero la pintura te ha dado un sosiego, una paz espiritual; te ha hecho un hombre más sabio…

JAF: Tranquilo, conforme conmigo mismo. Tampoco ambiciono nada: hasta donde pueda y sino pues… hasta aquí llegué. No me pongo metas. Eso estresa mucho.

Hubo cuadros que surgieron cuando intentaba representar una idea. No sé cuál. Y el cuadro se empeñaba en dar un mensaje completamente diferente al que pretendía. Me dolía la cabeza, dejaba de pintar. Al quitárseme el dolor de cabeza volvía a él sin luchar y todo lo encontraba, relajado.

MPS: ¿Superación de todo el dolor?

JAF: Fue mi refugio siempre.

MPS: ¿Algún milagro en tu vida?

Milagro ninguno. El haber hecho todo lo que he hecho hasta ahora ni en sueños se me pudo ocurrir. No tenía tiempo.

La mente siempre está creando aunque uno no se dé cuenta.

En la obra de Fondevila se encuentran todos sus aciertos. Un método pulsado en esa tierra húmeda  que huele a laberintos y nebulosas, mezclada por el aliento cósmico de los símbolos que yacen por Galicia enterrados.

Aria convirtiéndose en himno.


Redes de la mente






miércoles, 4 de abril de 2018

MERCEDES PAZ PÉREZ: arte me pide el cuerpo

Mercedes Paz Pérez


Mercedes Paz Pérez es una mujer que respira ingenio. Vinculada al mundo del arte a través de una marquetería que dirige desde hace más de treinta años y dueña de la  Galería Ansoar, ubicada en Chantada (provincia de Lugo, Galicia) realizará su primera exposición individual en el Museo Municipal de Orense, a partir de este 5 de abril, hasta principios de mayo.

Son un aproximado de cuarenta obras (de las ochenta que propuso), entre pinturas y esculturas, las que presenta al gran público, años después de realizar estudios en el centro de formación para las artes que se realizó en el antiguo Ayuntamiento de Lalín, impulsado por Pilar Taboada, quien en todo momento la anima, a continuar perfeccionando su trabajo.

El tema escogido para desarrollar sus primeros conceptos artísticos fueron las mariposas que por asuntos del azar Mercedes afirma le dan suerte. Su inquietud como alumna era tal que se presentaba a las clases con cuatro o cinco tareas, cuando debía presentar una,  en  clara destreza e inquietud,  que le permitieron avanzar muy rápido.

-      El maestro Xabier Arias me dijo “el día que salga todo lo que tienes en tu cabeza esto va a ser algo serio”. Hubo una semana que llevé veinticuatro mariposas distintas.

Después de profundizar y experimentar, Mercedes logró llevar las mariposas a la rigidez de las esculturas metálicas otorgándoles un vuelo diáfano y fidedigno que también ha calculado con sencillez y respeto hacia otros materiales como la madera y el marfil,  éste último piezas clave en su primera muestra como artista.


Pilar Taboada y Mercedes Paz Pérez con la escultura de la mariposa


Sus obras sorprenden. La pintura cargada de mucho color, se desborda constantemente por los lienzos. En la escultura tiene  un rasgo más distintivo, caracterizado por hallazgos, las sorpresas que dan el continuo trabajo.

La Galería Ansoar está ubicada en las afueras de Chantada, rodeada del típico paisaje gallego. Mucho verde, constante lluvia y ganado pastando alrededor. La comenzó  por recomendaciones de amigos que vieron su fuerza y determinación al momento de alcanzar objetivos. Poco a poco fue adquiriendo obras, en primer lugar con el afán de ayudar a los artistas y luego con la decisión vinculante de ofrecer las piezas a personas como inversión.

Ansoar está dentro de una gran casona construida por Mercedes y su esposo Ramiro, con sus propias manos, con amor, sacrificios y el tiempo necesario para convertirla en espacio de trabajo y también hogar. Con esos detalles que hacen invalorables y acogedores las estancias. Por supuesto, también con el apoyo de la hija de ambos.

Con armonía se van encontrando estupendas obras de arte por todos los rincones que empiezan a vibrar con los espacios entregándoles poder y concordancia a la luz, robada al paisaje.

-      Si hay que hacer algo, lo hago. No me planteo que es un trabajo femenino o masculino. Así empezó todo. Yo tenía la fuerza para hacerlo.


Interior y exterior de la casa 


-      ¿Tienes más afinidad con la pintura o la escultura?

-      Viniendo el otro día de Santiago de Compostela, en coche, me di cuenta de una cosa. Yo era muy mala estudiante. Suspendía  seis y siete materias, sólo  era muy buena en matemáticas y en gimnasia. Hace poco encontré unos dibujos que realicé en esos años, con los que obtuve muy buena nota, sobre todo los relacionados con cálculo. Ahora me doy cuenta que esos trazos son los mismos que estoy llevando en las esculturas de acero, de marfil y de madera.

-      El universo: números y geometría sagrada …

-      Cierto, lo hago sin darme cuenta. Claro  también trabajo las esculturas porque tengo una máquina a la que no le tengo miedo. Tiene un disco que va a tres mil revoluciones por minuto. Por eso entiendo que mi arte posiblemente no lo haya en otro lugar porque se juntó que yo enmarcaba con la vena artística, inspirada por Pilar Taboada. 

-      Al ver tus pinturas y esculturas por alguna razón las vinculamos con la Ribeira Sacra, con sus ríos, sus aromas…

-      Todo el mundo tiene que estar muy orgulloso de donde nace. Hay zonas muy bonitas en España. Para mí la más bonita es la gallega. Por la idiosincrasia que tienen los gallegos, porque cuando una persona tiene un comportamiento es lo que trae de atrás, más que la forma actual. Viene de sus abuelos, las privaciones, la climatología también influye, la manera de expresar, vivir y forjarte. También de la educación. Mi padre nos educó con valores y su ejemplo  es el recuerdo más bonito que tengo. Era inventor. Tengo cuatro patentes, las hice después del curso con Pilar y escribí el libro A cien y sin frenos.


Pieza de marfil, sagrado reflejo del tiempo, combinado


-      Que te representa completamente…

-      Me describe muy bien. Lo mandé a una editorial y no he tenido tiempo de enviárselo a otras…

Las obras en marfil de Mercedes Paz Pérez son piezas únicas por lo raro y difícil que es conseguir este material, del que se tiene que obtener un permiso especial para demostrar el origen. Que ella consiguió pese lo difícil que es.

El marfil es hueco por dentro y ella va perfilando los nudos de esas tallas adquiridas, garabateadas artesanalmente, a las que  consigue renacer con rendijas por las que se puede sentir el paso del tiempo. La necesidad de la luz. La verticalidad del espíritu.

También con poros a los que añade suavidad o contrastes.

Quiere concentrarse en ambos procesos,   esculturas y pinturas, porque le traen grandes satisfacciones. Se lo afirma a sí misma porque la verdad es que es una mujer muy inquieta. Sin embargo al perder la noción del tiempo, experimentado lo que todo buen hacedor conoce de este estado al trabajar y conversar con lo creado, habla de su norte a seguir.

-      El arte me lo pide el cuerpo. Es la verdad. No lo puedo evitar. Cuando estoy muy cansada y trato de relajarme en el sofá de mi casa, en el que se está muy bien, de pronto, mi mente empieza a trabajar. En un momento voy y saco un número indefinido de obras o piezas. Luego hay otra cosa: si empiezo con escultura sigo con ella. Es un asunto energético.

-      ¿Cómo te sientes  tocando el marfil, dientes sagrados?

-      A mí me habla. Rompo el colmillo al libre albedrío. Luego empiezo a buscarle formas. Las primeras que hice con respecto a las que ahora realizo son otro mundo. Las anteriores no eran piezas completas. Trato de respetar y entablar un diálogo para que comuniquen el pasado con el presente.

-      El marfil no es como la madera que es un ser vivo. Los elefantes tienen su historia, una sensibilidad como grupo. Con todo ello establezco conexiones.

Mercedes Paz Pérez reconoce varios milagros en su vida. El nacimiento de su hija significó acoplarse a la magia de la concepción. 

Me di cuenta que no es la existencia dura que tengas,  la persona idónea  la que te acompaña… es el sentimiento  interior que  tu tengas, como acompañas tu a la vida. El milagro se produce con tu intuición. Dejé mi primera casa y le dije a mi marido, la segunda la voy a hacer yo y a mi manera. La conseguí. Para mi cada milagro es cada vez que tengo una intuición y la cumplo.

Sentencia que corroborarán los seres humanos que hayan sabido distinguir, arriesgarse y sentirse magníficamente bien con ellos mismos. Artífices de la generosa condición de estar vivos.

Con Mercedes y Pilar conocimos la Ribeira Sacra. No hay paisaje igual. El solo aroma de ese lugar ilumina los pasos. La vid se saborea como el río degusta la tierra, a su paso. Con la suavidad y los matices sugestivos en la boca,  en el paladar, en la nariz; en los sentidos.

Cuando un trago de licor de hierbas pasa por la garganta se puede imaginar lo que siente la tierra con el paso de las aguas del río.

Los estrellas celtas están allí, en ese rincón tan sugestivo, tejiendo cada uno de los hilos de sus gentes.



Mercedes Paz Pérez y Pilar Taboada en el taller de marquetería intercambiando ideas





http://www.galeriaansoar.es/