Ramón
Morales Rossi, Rafael Rosas, José Moreno, Luis Noguera, Anna Fioravanti,
Natalia Rondón, Manuel Pérez, Paolo Consoni, Víctor Julio González, Isbecia
Llavaneras, Efraín Ugueto, Gregorio
Siem, Lucía Pol y Antonieta Zerré (las dos últimas realizaron performances)
fueron los escogidos por la Galería Arte Nacional para efectuar un Homenaje al
Artista Plástico, celebrado como todos los años, el 10 de mayo, natalicio de
Armando Reverón.
La
muestra colectiva reunió a este grupo variado de creadores nacidos en diferentes
regiones venezolanas, que viven y trabajan en diversos estados de la provincia,
para acercarlos a este escenario nacional y sus propuestas, trabajadas desde
hace años, sean conocidas por un público más amplio.
Una
obra de Manuel Pérez, “La graciosa personalidad de Oannes”, asoma apenas la
dimensión de este gran pintor a quien con esta muestra se le rinde un especial
reconocimiento pues su muerte prematura no permitió seguir admirando la
brillantez de su lenguaje, en vida, galardonado en diversos salones de arte
como el XIII Salón Aragua (Museo de Arte de Maracay, 1988) y el LI Salón Arturo
Michelena (1993).
Entre
sus exposiciones individuales se destacan las realizadas en la Galería Espiral
(Escuela Cristóbal Rojas, 1987), el Espacio Tirquel (Caracas, 1988), el Espacio
Simonetti (Valencia, 1990), la Galería Uno (Caracas, 1990 y 1992), el Centro de
Bellas Artes (Maracaibo, 1992) y la Galería Arte La 10 (Medellín, 1994).
Participó en el XI, XVI, XVII y XVIII Salón Aragua (Museo de Arte de Maracay y
MACMMA, 1986,1991, 1992 y 1993), la I Bienal de Guayana (1987), el I Salón
Nacional de Artes Plásticas Armando Reverón (MAVAO, 1989), el L y LI Salón
Arturo Michelena (1992 y 1993), el Salón Pirelli (1993), el CAMLB (1993), el
Salón Dimple de Caracas (1993) y en "Los 13 del Michelena" (Los
Espacios Cálidos, 1994).
De
acuerdo con los estudiosos del arte venezolano de los 90’, en Manuel Pérez se
reúnen, “… fragilidad y densidad, sin contradicciones, son dos aspectos que
inmediatamente se notan en su serie de pinturas de gran formato. También son
abstractas y figurativas. Lo figurativo se resuelve en signos, mientras que lo
abstracto en los planos que estructuran la composición” (http://vereda.ula.ve/historia_arte/gris_liquido/gris_liquido5/p1.htm)
La
selección de obras y autores, de acuerdo a la presentación del catalogo, fue “…
sin pautas rígidas que explora en las propuestas de artistas contemporáneos de
diversas tendencias y trayectorias, convocados a exhibir su obra reciente. En
el recorrido por las salas, como es propio en las exposiciones colectivas,
encontraremos una diversidad, tanto en los problemas abordados como en el
tratamiento formal de las obras, que va desde la aplicación de técnicas
tradicionales hasta el uso del material como soporte conceptual.
El
dibujo, la pintura, la estampa, la instalación y la escultura, son términos
técnicos para el estudio y la categorización de la obra de arte, sin embargo,
en el proceso creador son sólo canales de la expresión del individuo. Y es en
esa búsqueda de un lenguaje personal que estos artistas desdibujan y
personalizan la técnica y la convierten en una práctica única”.
La
GAN, alrededor de esta fecha que se extiende por un mes, también inauguró el Taller
de Armando Reverón; “Entre el origen y lo sagrado, el reencuentro con la
espiritualidad”, de Colette Delozanne, y Claudio Castillo: Pintor de sueños y
visiones.
Se
formalizó una exhibición de ocho objetos que forman parte del legado cultural
de Armando Reverón, entre los que destacan: "Pandereta", "La
Muñeca Graciela" y "Alas de murciélagos".
En
medio de la exposición se proyectó un documental de aproximadamente 45 minutos
de duración, donde se relatan anécdotas, vivencias, obras, pensamientos y
legado del llamado “Mago de la Luz” que vivió apartado, frente al mar Caribe,
en Macuto, con un mundo personal, cargado de juegos y delirios.
También
se presentó la visión del maestro Claudio Castillo, nacido en Santa Cruz estado
Aragua, en 1941. La exhibición consta de quince piezas enmarcadas en aspectos
de su cotidianidad y las perspectivas visuales
que posee de su pueblo.
“Ella puso la mano sobre la tierra y dijo despierta”
(1984), “Cometa” (1970), “La tarde fue quemando aves” (1984), y “Era el fondo tierno de esta noche profunda”
(1980), son, entre otros, los nombres que le dio a sus óleos.
En
los pasillos de la galería se encuentra la muestra de la maestra Colette
Delozanne, artista francesa, con más de cinco décadas residenciada en
Venezuela, que con su obra “Entre el origen y lo sagrado, el reencuentro con la
espiritualidad”, exhibe un total de nueve
piezas de gran formato. "Como un
tejido encantado" (2004), "Vocero de las vigilias" (1991),
"Cántico nuevo" (1987), y "Tras pasar el umbral" (1982) son
algunas de ellas (Notitarde, 17/05/2012, LECTURA TANGENTE).-
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