Serie Nos Observan, Rolando Quero |
Hola de nuevo. Afuera,
porque casi todos en estos momentos nos encontremos del lado de adentro, se ven
pocas personas caminando por la calle. Circulan pocos coches y muchos están
viendo la televisión para enterarse de los últimos acontecimientos.
Sin ver televisión estoy
enterada de todo y siento que estos días obligados por los acontecimientos (ya
tendremos tiempo de sacar las mejores conclusiones) son necesarios para
decirnos muchas cosas.
No podemos continuar
viviendo en el desvivir. Cada segundo de esta cuarentena, hay que aprovecharlos
para amarnos por encima de todo como raza humana, amar lo que somos aunque
estemos acostados en una cama; amar lo que tenemos, porque ciertamente acompaña
y nutre aunque no nos demos cuenta.
Un pequeño repaso por
nuestra rutina diaria (hasta el momento en que quedó suspendida) despertará
puro agradecimiento.
Vivir se trata de
agradecer. Reconocer el amor que nos ha hecho posible aun sin creer que esto
así ha sido.
Vivir es maravillarse y
sacar las fuerzas para salir adelante.
Vivir es mirar a los ojos
de toda cosa viva, llámese padre, madre,
hijo, sobrina, sobrino, mascota o cielo
y saber que nos merecemos mucho más y por lo tanto vamos a por ello; aunque a
veces estemos confundidos sin saber muy bien cómo hacerlo.
Existir es un aprendizaje
emocionado. Estar es crear cosas simples, hermosas; con nuestra alegría íntima
de sabernos capaces de amar, de vencer vicisitudes. Recibir la brisa suave en
nuestra piel un día cualquiera, en cualquier temporada, bien hace la diferencia
de estar aquí.
Una vez, un ser
completamente desconocido, para mí y mi hijo, que nos quedamos solos en
dolorosa circunstancia, se abrazó a nosotros dos, para sustituir, en ese
momento, al papá y esposo que faltaba.
Era una religiosa, sabia y
hermosa. Créeme si te digo que en ese abrazo, en ese regalo que nos dio la
vida, abrigamos no sólo a la pareja perdida y al padre que no estaba,
también sentimos la generosa dimensión de sabernos parte y encuentro, del amor
incondicional.
Pronto estaremos de
vuelta. Con alegría, abrazos y besos. Poniendo en su justa dimensión al
desvivir.
Soy Marisol. A mi lado
duerme un gato que se llama Chachito. Recupérate pronto.
Carta anterior:
https://azulfortaleza.blogspot.com/2020/03/chachito.html
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1 comentario:
En definitiva está situación nos sorprendió a todos y colocó a cada quien con sus miedos y circunstancias. A las que sin darnos cuenta hemos ido saliendo si se quiere triunfantes. En cuanto a los quereres he visto en alguna parte escrito;...vidas pasadas amores presentes...
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