Matías muestra su talento a la ventana del mundo |
Me ha dado por revisar los
estados de whatsapp de las personas que conozco. Sonriendo para
mis adentros me quedo después de ver de lo que mis amistades son capaces de compartir.
La primera es una amiga
con nieto. Se ve a Matías con un dibujo realizado con todos los objetos
imprescindibles para librarse del coronavirus: mascarilla de color verde, un
frasco de alcohol, otro de antibacterial, guantes, jabón, un vaso de agua
y unas jeringuillas, vaya a saber por
qué.
Otra chica presenta un
grupo de imágenes de le ha dado por
exhibir: una colección de licras deportivas ajustadas a cuerpos. Se encargó muy
bien de escoger imágenes de modelos que se asemejan al suyo,
sin que se les vea el rostro ni tono de piel, para parecer ella. Por lo visto, esta presentación
la hace muy feliz porque la ha puesto en reiteradas ocasiones. Debe ser que se
ha fanatizado por comprar a los gigantes de envíos on line.
Un artista exhibe los
nuevos cuadros que acaba de hacer, reunidos, con toda la fuerza pictórica que
le caracteriza.
Otros colocan chistes o recomendaciones
tranquilizadoras.
Una entrañable paisana de
alma y corazón pone una imagen de su precioso gato Firusef II, angora gris
con ojos anaranjados.
Una muchacha exhibe partes
de su cuerpo donde tiene tatuajes y un mensaje de amor en pareja.
El esposo de una amiga
felicita al hermano por su cumpleaños en la distancia.
Como plataforma de venta
de sus múltiples proyectos son también los estados para otra de ellas.
Mensajes elocuentes que
son amenazantes de tanta sabiduría que arrastran, son los que pone Julio Andrés.
La foto de un balneario californiano, lleno de personas aunque con una distancia
relativa, del fin de semana pasado, realza otra chica desde Italia. A pesar de la belleza, cero ganas de permanecer allí.
Para
esperanzadora, mi prima Leonor, que siempre enlaza imágenes llenas de mensajes
positivos, con pájaros, animalillos hermosos, paisajes para entrar en la razón
del amor incondicional, ahora que podemos darnos el gusto de descansar un poco
de toda la rutina.
Un
día gris más que soleado, la recuperación es desde la luz interna, llena de
coraje y los deseos enormes por continuar con pasión, por la vida. Mi gato
duerme. Eso sí, orejas atentas.
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